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Capítulo X

―¿Eso significa que tú y Viktor son pareja? ―la pregunta de Pitchit lo tomo desprevenido.

―¿Qué? ¡Por supuesto que no! ―negó intensamente, Yuuri estaba completamente seguro que lo sucedido hace algunas horas fue producto de su imaginación, tenía que serlo, pero su cerebro insistía en que era verdad.

―Baja la voz, tenemos a todo el pasillo observándonos fijamente ―susurró Pichit divertido.

Yuuri enrojeció, soltó una disculpa y una reverencia, sus modales japoneses permanecían dentro de él. Al entrar a Hogwarts existían cosas que no comprendía, se acostumbró pacientemente a estas, eso no borraba sus propias costumbres, el choque de culturas lo desestabilizo por unos meses.

―Pitchit ―una voz masculina llamó a su mejor amigo, se trataba de Leo de la Iglesia, Yuuri poseía una relación cordial con él, era bastante raro, puesto que Leo pertenecía a Ravenclaw.

―Leo ―saludó su amigo ―¿Qué te trae por aquí?

―Hagrid me pidió que te pasara un recado ―respondió este, luego le dirigió una sonrisa ―hola Yuuri.

―Hola ―se limitó a decir.

―Tal vez tiene algo nuevo e interesante que mostrarme ―la sonrisa nada conciliadora de Pichit lo asusto, sabía perfectamente que sería arrastrado a la cabaña de Hagrid a observar alguna criatura fascinante y aterrorizante, Pitchit compartía un interés por animales fantásticos, que fue alimentado por Hagrid, su profesor y guardabosques de Hogwarts.

―También me pidió que llevaras a Yuuri.

―¿A mí? ―se sobresaltó, en cada una de las llamadas anteriores de Hagrid se le pidió su asistencia, tampoco es como si fuera necesaria, ya que era demasiado obvio que se encontraría ahí.

―Eso fue lo que me dijo ―Leo encogió los hombros, las siguientes palabras las dirigió a Yuuri ―tengo confianza en ti como campeón, a pesar de todas las críticas que sufras solo toma en cuenta la tuya propia y espero que ganes la copa, ¡Nos vemos! Tengo que ver a un amigo.

―¿A ese chico de segundo curso? ―probablemente se refería al chico que siempre paseaba junto a Leo, ambos eran inseparables y la duda que surgía dentro de Yuuri, es si existía algo más que amistad, no era lo suficientemente cercano a alguno de ellos como para intervenir.

―Si ―Leo asintió, una sonrisa tonta se extendió por su rostro, aumentando sus sospechas.

―Entonces no lo dejes esperando ―Pitchit lo alentó a marcharse, cosa que gustosamente hizo el chico.

Yuuri agradeció internamente el apoyo que recibió, era consistente de cuanta desconfianza e insultos recibía, se forzaba a que esto no lo afectara, pero a veces era imposible, se frustraba, ya era suficiente con que él se recordara sus debilidades como para que otros lo hicieran.

―En ese caso, iremos ahora ―Pitchit interrumpió el rumbo deprimente que sus pensamientos tomaban.

―¿Por qué me necesitara? No soy un fanático de los animales ―dijo comenzando a caminar.

―Solo vamos.

Mientras avanzaban propusieron un horario para estudiar, Yuuri debía trabajar el doble que alumnos normales. Contaba con TIMOS que aprobar, un equipo de Quidditch en el que entrenar, prepararse para las pruebas y conseguir no morir en estas, sin sumar las clases, trabajos, acoso, y tareas con que tenía que lidiar.

―Espero que en esta ocasión mi vida no corra peligro ―comentó, era un vago intento para calmar su nerviosismo.

―No lo hará o eso espero.

―¿De nueva cuenta has estudiado por adelantado? ―preguntó curioso, ya se imaginaba la respuesta que recibiría.

―Ya lo sabes ―sonrió, desde que la materia de Cuidado de Criaturas Magicas se convirtió en una de sus elecciones para cursar, Pitchit repasaba lecciones durante vacaciones, su mejor amigo aspiraba a trabajar en el departamento de Control y Regulación de Criaturas Mágicas.

Hagrid vivía a orillas del bosque oscuro, los alumnos tenían restringido adentrarse en él, era peligroso, Yuuri solo estuvo ahí en dos ocasiones y en cada una fue por culpa de Pitchit, la persona que eligió como mejor amigo tenía un nulo interés de seguridad, todo lo contrario a él, siempre pensó que esa era la razón por la que congeniaban tan bien, Pitchit completaba a Yuuri y viceversa, funcionaban como mejores amigos, nada más.

Caminar por los alrededores del castillo le trajo calma, le recordaba sus viejos tiempos en los que inicio Hogwarts, prácticamente huía de todo el mundo, el terror lo dominaba, su mente se sentía culpable por realizar magia, la sensación de sujetar la varita entre sus manos lo hizo lamentarse miles de veces. En una ocasión un niño se le acerco y obligo a sentarse a su lado. Pitchit le brindo el apoyo emocional que pedía con urgencia, Nishigori y Yuko llegaron a su vida junto al Quidditch también. Con el tiempo pronunciar un hechizo fue menos terrorífico, hablar de magia se tornó normal y, aunque la culpa se clavaba como una navaja en su pecho, el sentimiento dejo de estancarlo, su experiencia pasada la intentaba usar como una constante advertencia.

Sus miedos nunca se irían completamente, pero aprendería a vivir con ello, tal como lo hacía con la culpa. Pitchit le regalo una sonrisa brillante que no pudo evitar responder, le debía tanto y no tenía como pagarle.

Sus pies se arrastraron por el césped, Yuuri se preguntaba constantemente quien lo podaba, porque en sus cuatro, -casi cinco-, nunca creció más de lo debido. Visualizo la casa de Hagrid desde la distancia, era bastante sencilla y pequeña para un semi-gigante como lo era su profesor, sin contar a Fang.

―¿Ya has estudiado los hechizos defensivos del profesor? ―Pitchit preguntó.

―Un poco ―asintió ―no los he puesto en práctica, puesto que Nishigori y Yuko no han tenido tiempo.

―Para eso estoy yo ―su amigo agito las manos ―entre los dos podremos hacerlo, serviré como tu sujeto de pruebas.

―¡No! ―exclamó demasiado rápido, la sola idea de lastimar a su amigo le provoco repulsión.

―Aun debemos trabajar tu miedo a realizar magia, Yuuri ya paso mucho tiempo desde el incidente, tienes que dejar de contenerte ―la mirada preocupada de su amigo lo hizo bajar sus ojos, ya sabía eso.

―Lo sé ―susurró.

―No lo tomes como un regaño ―Pitchit dijo ―soy consciente de cuanto te afecto tu problema del pasado, pero te hablo como amigo, no quiero que resultes herido en las pruebas.

―Todo por excederme en esa ocasión con la bebida ―Yuuri cerró los ojos, siempre evitaba tomar, todas las veces que lo hizo, sin excepción alguna, una consecuencia nada deseable aparecía.

―Es por eso que vigilare que ninguna cerveza de mantequilla toque tu boca ―ese comentario lo hizo soltar una pequeña carcajada, el ambiente se tornó tranquilo, Yuuri construía un muro cada vez que se tocaba el tema de su pequeño trauma.

Un ladrido los alerto, Fang los había reconocido. Yuuri sonrió con nostalgia al verlo, le gustaban los perros, le recordaban a su mascota muerta, lloró, aún seguía llorando. Su interior se apretujo ante sus recuerdos pasados, suspiro pesadamente.

―¡Pitchit, Yuuri! ―Hagrid los saludo, se encontraba al pie de la puerta de su hogar.

Su barba y cabello eran unos centímetros más largos, su ropa posiblemente nueva y su expresión entre ansiosa y preocupada, era como si temiera que alguien los descubriera hablando, lo cual eran tonto, puesto que él mismo mando un recado para verlos.

―Da una sonrisa ―le propino un codazo su amigo, este agitaba la mano en forma de saludo.

―Lo siento ―dijo y siguió el ejemplo de Pitchit.

―Trabajaremos en ese sentido de culpabilidad también ―sentenció.

Yuuri frunció levemente el ceño, las palabras de su amigo eran sinceras, en una ocasión lo tuvo sentado durante horas, con pluma y pergamino, fue obligado a escribir una petición a su profesor de DFCA para que le brindara clases extras, Pitchit no se despegó de su lado hasta que la última palabra fue plasmada y el pergamino entregado.

―Entren rápido, tenemos muchas cosas de las que hablar ―la voz potente de Hagrid se tornó nerviosa, sus ojos observaban alrededor con desconfianza.

―Bien, aunque esperaba un saludo ―dijo Pitchit.

Se apresuraron a adentrarse en la casa, la puerta resonó a sus espaldas. Yuuri mostró una pequeña sonrisa ante la vista de un Hagrid demasiado grande para su propio hogar.

―¿Quieren te o galletas antes de que hablemos? ―preguntó Hagrid moviéndose en dirección a la diminuta cocina.

―Me vendría bien un poco de todo ―Pitchit sonrió, se giró a mirarlo ―¿Tu Yuuri?

―No, así estoy bien ―negó energéticamente, por experiencia propia alejaba los alimentos del semi-gigante de su paladar, Pitchit era la única persona que conocía podía soportarlos.

Hagrid llegó con una tetera y dos tazas, también una bandeja de galletas. Las observo fijamente, creía firmemente que se quebraría un diente si mordía una sola. Pitchit con total naturalidad comenzó a prepararse su té.

―Entonces, ―Pitchit dejo su cuchara y con su mano libre tomo una galleta ―¿Qué tan urgente es el asunto que tienes con nosotros?

―Me gustaría saber cómo han estado primero ―Hagrid respondió, evadió la pregunta.

―Bastante bien, he podido tomar varias fotos con mi celular en el mundo muggle ―Pitchit sacó de su túnica el aparato que seguía sin funcionar ―y fue bastante agradable pasar tiempo con mi familia de nueva cuenta.

―¿Y tú Yuuri? ―preguntó Hagrid.

―Ayudé en el negocio familiar como siempre, ―contestó tímidamente ―me regalaron unos patines y pude practicar bastante.

―¿Y con el torneo? Minako me ha contado un par de cosas, pero me gustaría escucharlas de tu propia boca.

―Fue algo que no me esperaba ―se limitó a decir.

―¿Sabes cuándo será la primera prueba?

―Dentro de tres semanas si recuerdo bien, ¿Por qué? ―nunca fue demasiado curioso, en esta situación sus instintos ganaron, la mirada nerviosa de Hagrid dejaba mucho que desear, ocultaba algo.

Pitchit mordió su galleta y enarcó una ceja en dirección al semi-gigante, masticó tranquilamente. En cambio, Hagrid comenzó a murmurar palabras apenas entendibles, algo como: "El director me lo perdonara", "Es por un bien mayor", "Probablemente los otros dos ya lo sepan, no sería justo si él no". Yuuri se giró a ver a Pitchit, él conocía mucho mejor a Hagrid, así que debería saber que estaba ocurriendo, la situación le estaba poniendo los nervios de punta.

―Hagrid ―su amigo llamó la atención del gigante, este detuvo su monologo ―por favor, se más claro.

―La primera prueba serán dragones.

El corazón de Yuuri se detuvo por milésimas de segundos, un ligero temblor provocado por el miedo se hizo presente, la casa comenzó a dar vueltas lentamente.

―¿Dragones?

―No sé mucho de ello ―Hagrid lucía impotente de no poder brindarles más respuestas.

Unos pequeños toques, provenientes de la puerta los asustaron, Yuuri dio un pequeño salto, todavía sin asimilar del todo las palabras que fueron pronunciadas por Hagrid.

―Abre por favor ―era la voz del director Celestino ―necesito hablar contigo de un par de cosas.

―Ahora voy ―gritó de regreso el semi-gigante, se dirigió a ellos con un susurro apenas audible ―salgan por la puerta trasera, el director no los puede ver aquí.

Pitchit asintió, sujeto su mano decididamente y los encamino, su taza de té la deposito sobre la chimenea. Se escuchó el sonido de la puerta abrirse justo cuando ellos cerraban la suya. La voz de Hagrid y el director Celestino se volvieron apenas audibles, Pitchit lo arrastró en dirección a las orillas del bosque prohibido, se detuvo abruptamente.

―¿Por qué nos estamos dirigiendo ahí? ―señaló con su cabeza.

―Es más seguro permanecer escondido, si el director nos ve marchar al castillo sospechara ―le respondió ―te prometo que no nos adentraremos.

―Solo por esta ocasión.

Las atemorizantes historias del bosque prohibido hicieron eco en su mente, quería creer que estas no eran verdad, pero si estaba tajantemente castigado ingresar al Bosque, debía ser por una buena razón. Las escasas veces que ingreso ahí, la experiencia no fue la mejor de su vida.

Se ocultaron tras unos pequeños arbustos, se tranquilizó cuando noto que no estaban demasiado lejos, no serían comida de algunas de las criaturas que se rumoreaban vivían ahí, era un consuelo.

―Desde ahora pasaremos dos horas extras estudiando dragones, yo mismo me encargare de hacer la investigación de los potencialmente riesgosos y sus debilidades ―murmuró Pitchit rompiendo el silencio.

―¿Eh?

―Yuko y Nishigorí probablemente se unan, a ellos les encargare que te entrenen más ―Pitchit continuaría su frase sin dejarlo hablar, así que lo interrumpió.

―Por favor, ¿quieres ir más lento para mí?

―No planeo dejarte solo en esto ―Pitchit dijo, sus facciones adquirieron una expresión seria, muy pocas veces vista en alguien tan alegre como lo era Pitchit ―en especial, porque estas en este problema por nuestra irresponsabilidad, ni siquiera has cumplido los Quince años y...

―¿Qué?

Tanto Yuuri como Pitchit lanzaron un pequeño grito cayendo al suelo de sentón, frente a ellos, recién aparecida, se encontraba Mila con los ojos abiertos, su uniforme de Beauxbatons sucio y el cabello pelirrojo mortalmente enredado. Rodeó el arbusto para llegar a su lado, lo sujeto de los hombros y observo intensamente.

―Respóndeme Yuuri, ¿es cierto que no tienes quince años? ―preguntó Mila.

―Si.

―¡Por la barba de Merlin! ―exclamó ella ―¿Cuántos tienes?

―Catorce.

―¿Y cómo ingresaste? Se supone que no podías.

―Es una larga historia ―Yuuri salió del shock inicial y trato de calmarse ―en realidad, en noviembre cumplo los quince, así que no hay tanto problema.

―Me han contado miles de historias de los Gryffindor ―comenzó a decir Mila ―pero nunca creí que en serio fueran tan tercos, suicidas y valientes.

Yuuri frunció el ceño, se libró del agarre de la pelirroja y cruzó las piernas, su túnica terminaría sucia. Quería explicarle a Mila la verdad, no más mentiras. Así lo hizo, tomo un par de minutos para que ella supiera con lujo de detalle su situación, Pitchit intervino de vez en cuando, lo cual agradeció internamente, nunca fue demasiado bueno con las conversaciones largas y en las que el foco de atención fuera él.

―Pagaría por verte borracho ―fue lo primero que pronuncio Mila.

―¿Solo eso tienes que decir? ―preguntó confundido Yuuri.

―Por supuesto que no, ―la expresión seria de Mila fue remplazada por una sonrisa ―te ayudare a mejorar tus hechizos defensivos.

―¿Qué?

―Tu rostro es digno de una fotografía ―Mila se giró a observar a Pitchit ―chico cámara tómale una a Yuuri.

―A sus órdenes ―el repentino flash lo forzó a cerrar los ojos.

―No quiero competir en desigualdad de condiciones ―la pelirroja comenzó a explicar ―de hecho, tanto Viktor como yo nos planteamos la idea de ayudarte, puesto que somos muy competitivos y fieles defensores de las competencias justas, y, créeme que esa no es la situación actual, te volverás un digno contrincante, de eso nos encargaremos ―ella le guiñó el ojo.

Existían personas como JJ que al llegar a la cima se olvidaban de lo que los llevo hasta ahí y en lugar de competir sanamente, creían que eran los reyes del mundo y nadie podía superarlos. Mientras que existían los pocos como Mila, aquellos que buscaban superarse y competir sanamente, llegar a la cima con la satisfacción de que venciste a un igual.

Yuuri sonrió como pocas veces lo hacía, porque en estas ocasiones eran donde agradecía tanto ser mago.


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*NOTA: Cuidado de Criaturas mágicas es de una de las asignaturas que son permitidas estudiar hasta que el alumno llega a su tercer año, la materia se encarga del estudio de los animales, desde su alimentación, tratamiento y mantenimiento.

*NOTA: El Departamento de Control y Regulación de Criaturas Mágicas es el segundo departamento más grande del ministerio de magia, Esta divido en tres categorías: seres, bestias y espíritus. En este departamento, como su nombre lo indica, se encarga de todo lo referente a las criaturas mágicas.

Iba a subir el día de ayer, pero me quede dormida y desperté en la madrugada para luego volver a dormir xD mi falta de descanso se acumulo y dio como resultado esto, al menos puedo decir que me levante temprano para actualizar.

Se que tal vez algunos siguen confundidos con la situación de Yuuri y los que saben más del mundo Mágico o vieron la película más reciente, sabrán que ocurre con él, no desesperen, pronto lo explicare detenidamente, es por eso mismo que a pesar de que nuestro cerdito tiene más conocimientos que Harry cuando fue elegido por el cáliz la tiene mucho más difícil, ya que no controla totalmente su magia.

Otro pequeño detalle que siempre me olvido de mencionar (lo digo en serio) es que no nombrare como tal a personajes de la saga principal de Harry Potter, serán una especie de cameos o aparecerán brevemente, tal como Hagrid o Filch, no esperen a un Harry o Weasley de golpe.

Para el próximo capítulo se vienen cosas, ¿interesantes? en especial con la palabra Quidditch.

¡Nos leemos en el siguiente capítulo! 


 

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