Capítulo VI
Muy pocas veces se molestaba, incluso había olvidado esa sensación, pero ahora regresaba con una intensidad que lo superaba.
―¿¡ME EMBORRACHARON!? ―gritó escandalizado, atrajo las miradas de muchas personas a su alrededor, no le importo en nada.
Sabía que debería bajar su tono de voz, se encontraban en una biblioteca y tarde o temprano la encargada de esta podría venir a darles una reprimenda, solo que ahora Yuuri no podía controlar su temperamento.
―No fue así ―negó energéticamente Yuko, tenía la decencia de verse apenada ―nosotros también nos pusimos en mal estado, el único que se mantuvo consiente de todo fue Nishigori.
―¿Eso cómo explica que mi nombre fuera seleccionado? ―exclamó un poco más tranquilo, su enojo no se evaporo.
―Le pediste a Yuko que te hiciera el favor ―Pitchit encogió los hombros ―Nishigori no pudo evitarlo, nos perdió un segundo de vista y cuando notó, ella ya había colocado el papel con tu nombre.
―Ahora entiendo porque eran persistentes con ese tema ―rodó los ojos, los tres comenzaron a insistir de una manera sospechosa sobre él siendo campeón, ya comprendía el verdadero motivo.
―Lo sentimos ―Yuko se disculpó.
―Aunque en algo tienes que darles la razón ―Nishigori dijo ―ellos no te obligaron, tu solo le dijiste a Yuko que colocara tu papel, recuerdo cuan insistente te pusiste, agradece que no los encontró algún profesor o estarían en serios problemas.
―¡Yo estoy en un serio problema! ―dijo, se pasó una mano por el cabello completamente ansioso, ese era un gesto que muy pocas veces realizada ―se supone que soy un campeón, compito contra dos personas mayores que yo y uno de ellos es mi ídolo, ¿entienden lo que significa? Lo peor de todo es que me han acosado, tengo la atención sobre mí.
Todo el día se vio acechado por alumnos que lo saludaban, algunos otros lo evaluaban y algunos lo insultaban, nunca antes en su vida había sido el centro de tanta atención, su único lugar seguro era su habitación.
―Invocaste a tus rivales en batalla ―murmuró Pitchit.
Giro su rostro lentamente, esperando no ver lo que imaginaba, de nueva cuenta la suerte no se encontraba a su favor.
Viktor caminaba elegantemente y a su lado Mila se encontraba, ambos imponían mucho, las miradas se dirigieron rápidamente a su dirección, Yuuri se encogió en su asiento, apretó levemente los puños, luego se levantó de su asiento, al menos no quería ponerse en ridículo.
―¡Yuuri! ―Viktor se le acerco rápidamente y lo abrazo, su olor le recordaba al bosque, eso no tenía ningún sentido ―¡Ven con nosotros! ¡nos necesitan!
―Es para una sesión de fotos y dar entrevistas―encogió los hombros Mila, él se encontraba viendo estrellitas al ser abrazado por Viktor.
―Está bien ―tartamudeo, se apartó de Viktor y miro a sus amigos ―nos vemos, ¿Pitchit puedes avisarle a la profesora de Herbologia porque me ausente?
―Claro ―su mejor amigo le sonrió, luego le lanzo su teléfono, lo atrapó, Yuuri al ser buscador era natural que contara con buenos reflejos ―toma muchas selfies por mí.
―Tu y yo sabemos que no funcionan los aparatos muggles en Hogwarts ―sabía que su amigo tenía una obsesión insana con tomarse fotografías, a él y todo lo que le pareciera memorable.
―¡Has el intento! ¡Por tu mejor amigo! ―le suplico Pitchit de manera un tanto ridícula, hasta Yuko y Nishigori parecían divertidos.
―No prometo nada ―respondió.
―Entonces toma esta cámara ―le lanzo ahora una cámara antigua mágica, su amigo nunca perdía la oportunidad de tomar fotos, la atrapo con la mano izquierda.
Se limitó a sonreír de lado y asentir lentamente haciendo que Pitchit sonriera emocionado, guardo la cámara y el teléfono dentro de su túnica, centro su atención en Viktor y Mila, ambos se notaban sorprendidos y lo observaban maravillados, ¿tenía algo en el rostro?
―Ya podemos irnos ―murmuró, ellos parecieron reaccionar y comenzaron a caminar.
Por lo que notaba, ambos se conocían desde antes, lo cual era extraño puesto que no estudiaban en la misma escuela, guardo silencio, no era bueno iniciando conversaciones, solía ponerse nervioso o soltaba algún comentario que no tenía nada que ver.
―¿Ese aparato que guardaste en tu bolsa que era? ―Mila se atrevió a preguntarle, Yuuri se confundió por la pregunta.
―Esa cajita que te lanzo tu amigo ―la actitud de Viktor se tornó repentinamente infantil.
―Me lanzó dos cosas, se más específico.
―La segunda.
―¿Esto? ―saco el celular, ellos asintieron energéticamente ―es un teléfono, un objeto muggle.
―¿Eres hijo de muggles? ―Mila le preguntó sin quitar su mirada del celular.
―Si.
―¡Fantástico! ―Viktor lo abrazo de nueva cuenta, Yuuri comenzaba a pensar que algo se encontraba mal dentro del ruso o que las personas de ese país eran muy afectuosas.
―¡Cuéntanos todo lo que sepas de los muggles! Quiero saber lo más que se pueda ―chillo Mila.
En ese momento, Yuuri no supo que le paso exactamente, solo podía mover sus labios y sacar todo lo que le encantaba de su vida como muggle, explico cada pequeño detalle, incluyendo el patinaje, ese bello deporte que amaba. Siempre fue cuidadoso con esos temas, puesto que no a todos los magos les agradaban los hijos de muggles, existía una especie de distinción, pero con Mila y Viktor era diferente, justo en ese momento eran niños pequeños que se maravillaban ante lo desconocido.
Se percató de los pequeños detalles de su ídolo sin querer o darse cuenta, como que abría la boca cuando algo le maravillaba o soltaba de vez en cuando palabras en su idioma natal en forma de alegría y sorpresa, también que su cabello plateado era hermoso y le gustaría tocarlo, su profesora Minako tenía razón en decir que Viktor era atractivo, aunque para Yuuri no era eso lo que más le gustaba de él.
Se dio cuenta que toda la conversación fue hecha por él, que por primera vez en mucho tiempo se sentía cómodo entablando una plática con extraños.
―Yuuri ―Mila lo nombro ―¿Por qué estudiaste en Hogwarts y no en la escuela de magia que hay en Japón? Tienes todos los requisitos para ir allá.
―Tuve las dos opciones, ya que mi nacimiento se registró en Londres ―murmuró, luego recordó algo del pasado, un pequeño trauma que sufrió de niño ―así que cuando llego mi carta de Hogwarts y la de Japón, mi familia y yo decidimos que lo mejor era que estudiara en el extranjero, es por eso que estoy aquí.
―Qué historia más interesante ―algo en la mirada de Viktor le demostraba su duda, parecía saber que Yuuri no fue del todo sincero.
―Yo, por ejemplo, estudiaba en Durmstrang ―Mila encogió los hombros despreocupada ―tramite mi traslado a mi actual escuela, no me arrepiento, si bien mi directora es alguien estricta y disciplinada, he podido encontrar un buen lugar.
―Es ahí ―Viktor señalo una puerta ―vamos.
Una mujer rubia los recibió en la puerta, si hasta ese momento Yuuri se encontraba calmado, ya no más, nunca en su vida dio una entrevista, no sabía cómo reaccionar o que decir.
―Son un encanto ―la mujer los observo a los tres maravillada ―tomaremos un par de fotos, así que vengan, necesito acomodarlos.
La tortura de las fotos duro poco, solo un par en las que se forzó a sonreír, después vendrían las insoportables entrevistas. Realizo una grupal, en la que los tres se encontraron juntos, eso lo tranquilizo, no hablo demasiado, eso fue un alivio, aunque si tuvo que intervenir un par de veces, las suficientes para no verse alguien antisocial, que lo era. La entrevistadora se centró un poco más en Viktor, era obvio, después de todo era conocido mundialmente.
La peor parte llego cuando los separaron, primero paso Viktor, se entretuvo hablando con Mila un rato, la chica era graciosa y poseía un encanto natural que ocasionaba que terminaras riendo con alguno de sus comentarios, luego ella fue llamada y se quedó con Viktor a solas, esta debería ser la situación más incómoda de la vida.
―Y dime Yuuri, ¿desde cuándo juegas Quidditch? ―este le preguntó rompiendo el silencio.
―Entre oficialmente al equipo en mi tercer año ―dijo pensativo, recordando esos tiempos ―mis primeros dos años me la pase entrenando y observando.
―Eres alguien interesante ―él lo observo intensamente.
―¿Yo?
―Sí, tu ―este ladeo la cabeza ―cuando te vi volar me recordaste a un ave, no tenías restricciones, no jugabas Quidditch por querer ganar o sobresalir, solo hiciste algo que te gustaba y lo disfrutaste, eras libre.
―¿No es lo mismo que haces tú? ―se atrevió a decir, Viktor sonrió tristemente, iba a responderle, pero en ese momento Mila salió y lo obligo a entrar para la entrevista.
Lanzo una última mirada antes de dirigirse finalmente a lo que denominaba tortura.
La mujer lo recibió con una mirada insistente, llevaba puestas unas gafas y su pluma y pergamino flotaba, seguramente eso era con lo que hacía anotaciones.
―Bien Yuuri Katsuki siéntate ―este le indico ―me gustaría que me hablaras de cómo te sientes, en especial al ser el menor de todos y competir con la estrella de Quidditch, Viktor Nikiforov.
―Nervioso y asustado ―habló ―no tenía la seguridad de ser escogido, pensé que era un error, que el cáliz nunca podría elegir a alguien como a mí.
―¿Por qué?
―Hay mejores en Hogwarts, lo sé.
―Pero sé que eres un jugador de Quidditch, ¿eso no te hace sobresalir?
―Ya lo he dicho antes, nunca juego por fama mundial o reconocimiento, este deporte es un escape, puedo sentir la libertad y hacer algo en lo que me siento realmente cómodo ―no sabía cómo sus labios soltaban estas palabras ―es cierto que cuando ganas un juego eres feliz, pero siempre he creído que el Quidditch te otorga algo más que entretenimiento, solo que muy pocas personas lo logran ver.
―Muy bien ―ella pareció muy satisfecha con su respuesta, se inclinó más hacia él, cosa que lo incomodo ―¿novia?
―No ―Yuuri se sonrojo, ella enarco una ceja.
―¿Interés amoroso? Eres un joven con apariencia adorable, si bien los magos malos están de moda, también los chicos tímidos y tiernos.
―No tengo a nadie ahora ―murmuró, la bruja siguió observándolo de manera insistente ―ni siquiera me he puesto a pensar en eso de chicos malos o buenos.
―Estuve investigando un poco sobre ti ―eso lo asusto increíblemente ―¿es cierto que tuviste algunos inconvenientes con muggles antes de ingresar a Hogwarts?
―No lograba controlar del todo mi magia, era un niño ―medio susurró.
―¿Por ese motivo ingresaste aquí en lugar de la escuela japonesa? ¿no supone un costo más grande para tus padres? ―ella siguió insistiendo.
―Si, por tal motivo quiero retribuir a todo lo que mi familia ha hecho porque estudie tan lejos de donde se encuentran ―respondió, se obligaba a no contestar de mal modo, su temperamento no era del todo bueno el día de hoy.
―Un hijo agradecido, eso es muy bueno ―ella le sonrió cariñosamente ―¿tu familia sabe que participaras en este torneo? ¿Cómo tomaron la noticia de que su hijo era un mago?
Realmente no quería recordar todo eso, se limitó a responder de una manera en la que no revelara demasiado de su pasado, aquella mujer comenzaba a caerle mal, por suerte, unas cuantas preguntas después lo interrogo de manera más superficial, Yuuri sintió como le tomo una foto, quería hacerlo sin que se percatara, pero por el rabillo del ojo alcanzo a divisar aquel flash.
Al salir no se encontraba nadie, suspiro un tanto aliviado y decepcionado, recordó a Pitchit y saco el teléfono, como era de esperarse no funciono, su amigo no se rendiría hasta encontrar un modo de poder hacer funcionar aparatos muggles en Hogwarts, pero por ahora tendría que conformarse con la vieja cámara mágica.
La saco y se tomó una foto con una diminuta sonrisa.
Al menos su mejor amigo estaría satisfecho.
------------------------------------------------------------------------
*NOTA: Las cámaras fotográficas mágicas sacan las imágenes instantáneamente, con la variación de que estas se mueven, en este caso la cámara de Pitchit es a blanco y negro.
*NOTA: Se ha revelado que actualmente existen 11 escuelas de magia en el mundo, existe una en Japón, pero es como dice Yuuri, si tu nacimiento fue registrado en otro lugar, puedes llegar a adquirir la posibilidad de ir a esa escuela. En la saga principal se dice que probablemente muchos hijos de muggles nacidos entre el periodo de 1997-1999 en Londres o lugares cercanos no recibieron su carta de Hogwarts, puesto que Voldemort y sus seguidores destruyeron esos registros.
¡Feliz navidad! Espero que ustedes si la disfrutaran, porque no es mi caso, juro que fue la peor navidad del mundo xD dejemos mi lado Grinch y pasemos al capítulo.
Ya saben como es que Yuuri esta en el torneo de los tres magos, todo gracias a que hace locuras cuando esta borracho, pero que inconscientemente es lo que desea.
Se que tal vez le surgen más dudas referentes a Yuuri, juro que las contestare más adelante, ya lo tengo planeado y si quieren ver más momentos Viktuuri pronto vendrán en gran medida, no podría dejar esta historia sin mi OTP suprema, además de que ya planeo la incursión de ciertos personajes.
¡Nos leemos en el siguiente capítulo!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro