Richard estaba recostado en la mesa con la cabeza entre los brazos, aburrido y contando los minutos para salir lo más rápido posible de aquel lugar. En ese momento se escucho un grito que venía de atrás de el.

—¡¡¡CABALLERO!!! -decía Daniel mientas enseñaba su teléfono- ¡Miren esto!.

Era un póster de una publicación de un grupo de Wattssap que decía:

"Bienvenidos al Torneo Máximo". ¿Tienes lo necesario para ganar? Pues entonces compite contra los mejores por el primer puesto en nuestro torneo. Este año tendremos los mejores premios, 2 patinetas, 4 emotes, 3 skins de ellas una rara y un arma evo random solo para el mejor jugador. ¡No pierdas la oportunidad de ser el mejor y derrotar a todos los mejores jugadores!

—¿Y? ¿Qué les parece? -decía Daniel emocionado- Esta muy bueno el premio.

—Ummm, Eso me suena a estafa -dijo Yeison sentado al final del aula.

—Si, pero la entrada es gratis, nada más tienes que llenar un registro. Además, ¿que perdemos con jugar? -afirma Daniel mientras mira a Yeison y Richard.

—Sabes que, la idea me gusta -dice Richard levantándose, y mirando denuevo la publicación con interés- soy el mejor, y seguro ganaré.

—A mi no me interesa perder el tiempo como a ustedes -dijo Yeison con desprecio- prefiero adelantar mi cuenta a Heroico, si quiero llegar a Gran Maestro algún día.

—Bueno, ya se lo mencioné a Jose, y le interesa participar -dice Daniel.

—¡Si Jose entra yo también! -reclama furioso Yeison- Ese estúpido se cree que por que esta en Maestro, puede criticar a uno. Ja, -ríe malévolamente- ya verá, cuando entre lo voy a cazar como a un perro.

—Entonces les pasaré el enlace para que se registren, y nos vemos el domingo por la noche en el portal de mi casa para ganar este torneo.

Todos aceptaron y el domingo se unieron a la sala para jugar lo que parecía ser una partida ganada. El lobby estaba repleto de jugadores saltando y dando disparos como locos. Todos tenían rangos de Heroico y superior. Daniel que en ese momento era en único diamante se sentía como un niño entre adultos. Todos se burlaron de él por ser el menos rango tenía.

Pero en una esquina, estaba un jugador de rango plata con una máscara de la muerte y una capucha gris. Los muchachos enseguida se dijeron entre ellos mismos:

—Y este loco de donde salió -se reía a carcajadas Yeison.

—No, esperate -se burlaba Jose mientas apuntaba con su arma al jugador-, mira eso, se queda quieto como si fuera una estatua, que le pasa, tendrá miedo.

—Viste Daniel, ay alguien más manco que tú en este juego. Seguro usa cheats -decia Richard riéndose también.

—Debe ser un niño rico de esos, que tiene dinero como para gastarlo en ese skin tan malo -afirmaba Daniel contento  por dejar de ser el objeto de la burla de sus compañeros- y mira que nombre más estúpido "MEUREM 4".

La partida comenzó bastante bien. Pero al final, cuando solo quedaban 10 jugadores, entonces todos notaron algo raro. De momento de 10 jugadores solo quedaron 5.

—¿Y eso? ¿Qué pasó? ¿Será algún lag del juego? -pregunto asombrado Jose.

—No lo creo -dijo Daniel.

—Pero es imposible que en menos de un minuto un jugador mate a 5 jugadores en heroico -afirmó Richard.

—Seguramente utilizo cheats -dijo Yeison riéndose para calmar a sus amigos- o los mató a todos en un mismo lugar.

—Seguro es eso -dijeron todos más tranquilos.

En eso Daniel grito:

—¡NOOOO! ¡MALDITO! -mientras agitadas su teléfono con rabia.

—¿Y eso q te pasó? -le preguntaron.

—El maldito plata ese, me mató a traición con una katana- se quejaba Daniel muy enojado.

—Ves, hasta un plata es mejor que tú en este juego -se burlaba Yeison.

—¿Pero como es que sigue vivo? -pregunto extrañado Jose- no lo entiendo.

—Na suerte, corriendo y jugando a las escondidas -se reía Yeison, cuando de repente- ¡¿EN SERIO?! ¡Ese idiota me mató también!.

—Ves - dijo Daniel- que no soy el unico que muere a manos de un plata.

—Si pero, yo estaba escondido en un arbusto, el no tenía forma de encontrarme. Esto no se va a quedar así, ya verá ahora mismo como lo voy a reportar -decía Yeison mientras apretaba su teléfono con enojo.

—Seguramente te vio cuando te moviste -afirmo Daniel.

—Bueno no se preocupen amigos, yo acabaré con su miseria. Ahora mismo lo tengo a tiro con mi franco, y en cuanto salga por esa ventana se acabó -rió confiadamente Jose mientas esperaba a que el desconocido jugador se asomara por la ventana.

Espero pero no salía. Así que decidió moverse para bucarlo, pero en ese instante calló al suelo muerto por un tiro a la cabeza.

—¡¿No es posible?! -asombrado exclamó Jose al ver su personaje- lo tenía a tiro, y no había más lugares donde disparar. Debe de estar usando hacks -decía mientras se quitaba sus lentes y se estrujaba los ojo- Richard ten mucho cuidado. Te voy a ayudar diciendote en todo momento donde esta mirando la retransmisión como fantasma.

—Verás como ese cheeter maldito morirá -exclamó Yeison que ya estaba rojo del enojo.

Cuando solo quedaban poco minutos Richard lo vio. Enseguida corrió hacia el disparando con todas sus fuerzas, como si el sigilo no importara.

La primera bala impacto en el extraño oponente y enseguida la cara de satisfacción de todos se iluminó, como si hubieran encontrado la forma de herir a un dios. La batalla continuo pero el enmascarado también era inteligente, bastó una pared gloo y dos disparos al torso para quitarle el chaleco antibalas y emparejar la barra de vida.

Atrás de Richard se había formado una increíble ovación. Todos gritaban: ¡¡MUERE!! ¡Eso es lo que te mereces maldito! ¡¡Mátalo de una ves!!. Como si ese montón de pixeles pudiera escucharlos.

La pelea se intensificó tanto que solo quedaron los dos oponentes con un 10% de vida detrás de sus paredes gloo. En ese momento aquel encapuchado salió a darlo todo y Richard igual. Era matar o morir. Los tres amigos que estaban detrás de Richard mirando su juego se emocionaron más y empezaron a gritar más fuerte, como si estuvieran en un estadio de fútbol, y con un odio increíble por ese enemigo en común.

Pero justo cuando estaba a un golpe de morir, se escucharon en el movil tres disparos seguidos. Todos se quedaron petrificados, como si les hubieran ahogado la gloria. En la pantalla estaba el clásico BOOYAH! y aquel jugador desconocido llevándose la victoria.

—¡Ves!. Todos los torneos son iguales -replicaba Yeison con profundo enojo- cualquier desgracio de estos viene y a base de puro hack te gana. No merece la pena -dice mirando a todos para descargar con ellos su frustración-. No se para qué les hice caso de venir a jugar.

—Si es verdad, aveces Garena no tiene en cuenta eso -coincide Richard- ¿pero? no creo que usará hacks, -cruza los brazos preocupado- parece más como si fuera más veterano que un Gran Maestro.

—Pero algo así es imposible, -reclama Jose- no existe alguien que pueda eliminar a tantos heroicos y Gran Maestro con tanta facilidad sin usar hacks o sin aver jugado este juego antes. Además -abriendo los brazos aún más,  dice- los disparos imposibles que realizaba, su forma extraña de moverse y encontrarnos no es humana.

—Tienes razón, pero no le demos más vueltas a esto -decía Daniel riéndose- al fin y al cabo no es como si nos hubiera matado en realidad. Ahora en lo que hay que centrarse es en volver a jugar y recuperar el tiempo perdido.

Todos coincidieron con Daniel y se calmaron un poco. Al fin y al cabo solo era un tonto juego. ¿Qué más podría pasar?

Paso una semana, y un día, a las 10:30 am, en plena clase de Matemáticas sonó en el aula 4 notificaciones al mismo tiempo. En seguida el profesor se molesto y dijo que nada de teléfonos en el aula. Al principio, los muchachos se molestaron por el gracioso que casi hace que les quiten los móviles por todo el turno de clase, pero luego, el enojo se transformó en miedo cuando leyeron el mensaje que salía en su móvil.

Decia: Mi nombre es MEUREM. Algún día apareceré ante ustedes. Y con esta misma pistola los haré morir de verdad. Poseo el poder para hacerlo. No lo olviden, esto no ha terminado. Nada ha terminado.