Jimin era una vergüenza para su manada. Insistía en romper cada una de las estrictas reglas que le imponían en un intento por liberarse de los vínculos de un linaje que llevaba siglos muriéndose lentamente. La causa de que su manada tratara de conservar la sangre del lobo en su linaje quedaba más allá de su comprensión. Eran más humanos que lobo, y algunos de ellos ni siquiera podían transformarse. Además, la transformación de Jimin era completamente involuntaria, y sólo ocurría durante la luna llena, a veces. Era más o menos como un gatillazo. La mitad de las veces que su manada se reunía para cambiar de forma, el se quedaba allí de pie, desnudo en su forma humana, mientras la mayoría de sus parientes corría sin el dando saltos hacia el bosque.

Durante un tiempo, su hermano insistió en que los cambiaformas humanos que se quedaban atrás debían tratar de correr con los lobos pensando que, tal vez, aquello les ayudara a forzar el cambio. Sin embargo, era inútil.

Jimin había asumido hacía mucho tiempo el hecho de que cuando fuera un anciano, sus nietos serían completamente humanos, pese a que su hermano insistiera en que los miembros de su familia sólo podían aparearse con cambiadores de los que cambian cada luna llena. Esa fue la primera regla que Jimin rompió. Prefería ser una decepción para su familia antes de permitir que su hermano, el líder de la manada, decidiera con quién podía tener sexo y con quién no.

Cuando Namjoon llegó a la mayoría de edad y se hizo cargo de la manada, fue cuando Jimin realmente comenzó a odiar a su lobo interior. Había reglas antes de que su hermano se convirtiera en el macho Alfa, pero se aplicaban poco y mal. Lo peor que te podía suceder si rompías una regla era que la familia te rechazara por unos días, pero con Namjoon al mando, las cosas tomaron un giro más serio. Hubo mediación e intervenciones, sermoneos y arrestos domiciliarios, y otro buen montón de tonterías que Jimin no estaba dispuesto a soportar.

Podría haber huido de su manada si no hubieran decidido que su comportamiento era tan malo que necesitaba ser trasladado temporalmente. El mismo pensamiento la hizo resoplar: Rehabilitación para hombres lobo, lo llamó Namjoon. Enviarlo para pasar un tiempo con el Alfa regional, el hombre que hacía cumplir las leyes de los licántropos a la mayoría de las manadas del estado de Busan. Si de verdad le hubiera importado una mierda que Jimin cumpliera las leyes, él ya debía de haber venido a llamarle la atención. Esa era la pruba irrefutable de que la manada Needham era insignificante, un hecho que su hermano se negaba a ver.

Con el apoyo de toda la familia, Namjoon lo envió a Sky High Ranch, el hogar del Alfa regional y refugio seguro para todos los lobos que aún no hubieran encontrado su lugar en el mundo. Jimin pensó que sería una prisión, pero una vez allí, el rancho le recordó mucho más a un campus universitario. Cuando llegó, fue recibida por la hembra Omega de la manada e inmediatamente la acomodaron en su habitación.

Namjoon se quedó muy decepcionado por no haber sido recibido por el Alfa regional. Tal vez quisiera una oportunidad para demostrarle que los Needhams seguían siendo una autentica manada, pero fuera por lo que fuese, Jimin se alegro de que el alfa no los considerara suficientemente para un saludo informal. Tal vez cuando Namjoon se fuera a casa, meditaria un tiempo sobre aquelloy se daría cuenta de que su intento de preservar al lobo en su línea de sangre era inútil. Si Jimin tenia suerte, el Alfa regional le echaría un vistaso y la enviaria de vuelta a Lansing.

Poco despues de llegar, quedó muy claro que Jimin no se reuniria personalmente con el alfa regional. Esencialmente su familia lo acababa de enviar a unas vacaciones de un mes a causa de sus cagadas. Para ser el lugar donde vivia el hombre que hacia y deshacía en todas las manadas de Busan, en Sky High Ranch no parecia que hubiera muchas reglas, y licantropos de varias lineas de sangre se saltaban alegremente las premisas más básicas, socializando con todo el mundo como si les diera igual todo. A pesar de la abundancia de personas con diferentes porcentajes de sangre de licántropo, Jimin podía sentir que la suya era la más debil. Cada uno de ellos tenían su propio olor y eso era bastante facil de distinguir quien tenía más lobo de lobo en su interior y quien tenía menos. Esto sorprendió a Jimin, tan familiarizado que estaba con el olor a su propia familia. Tener sus cosas nasales tan llenas de olor a lobo era casi abrumador, y le tomó un tiempo acostumbrarse.

En Sky High Ranch, no había charlas ni reuniones. A Jimin se le permitía hacer lo que quisiera durante el dia, mientras permaneciera dentro de las instalaciones, pero por la noche, le pidieron que asistiera a la hoguera de grupo. Parecía la forma más extraña de terapia para reformarlo, pero ¿Quien era el para quejarse? No era percisamente la forma de modificar su conducta que el habría pensado, pero iría de todos modos a su sección de "Cumbaya" sin muchas esperanza de que sirviera de algo.

Cuando el sol de sumergió en el horizonte y la luna se alzó en el cielo, los lobos de Sky High Ranch salieron al bosque para su hoguera nocturna. Jimin siguió adelante esperándose una serenata y un grupo de adolescentes asando malvaviscos. Sin embargo, en lugar de un tipo con una funda de guitarra en el hombro, se encontró con varios licantropos con neveras llenas de cerveza helada. Eso si le gustaba.
Uy
Tan pronto como se encendió el fuego, la reunión se convirtió en una especie de fiesta con licantropos dando vueltas conversando entre ellos con las cervezas en sus manos. Eso debería haber sido un sueño hecho realidad para Jimin, rodeado de muchos de los suyos, excepto por el hecho de que nadie parecía querer hablarle a el. Una angustia social como Jimin nunca había sentido le paso por encima con toda su fuerza, aplastando lo con vergüenza y los remordimientos de ser un ser incompleto. ¿Estaba siendo rechazado porque no había lobo suficiente en el? ¿O era por ser grandote?
Una de las grandes ventajas de ser parte lobo era que hace maravillas en el metabolismo, aunque no tanto cuando solo te quedan unas cuantas gotas de lobo en la sangre.
Jimin era, por mucho, el chico más gordito de la fiesta, y no había ni un solo hombre mirándolo. Si alguna vez se sintió más avergonzado, pero no recordaba: Estaba rodeado de los suyos, pero completamente solo.
Trato de no ser demasiado grosero, Jimin tomo una cerveza de la nevera y busco un lugar aislado para sentarce y ver la fiesta desde lejos. La noche era fría, así que se encogió para mantenerse caliente. Si bien se había emocionado al ver que aquello era una fiesta en lugar de la aburrida reunión social que prometía ser, ahora se sentía miserable, y lo único que deseaba era volver a casa.
La fiesta continuó hasta la noche, y nadie le regaló a Jimin una segunda mirada. Había un palito a unos cuantos centímetros de su pie, y pensó en dibujar cuadros en la tierra  con el seria mucho divertido que ver a todos los demás pasar un buen rato. El olor de lobo era tan fuerte en el aire, un crisol en el que se mezclaban los olores de todo el grupo, que ni siquiera noto cuando alguien se le acerco.

  - "Pareces solo". Le dijo una profunda voz masculina, haciendo que Jimin saltara. ¿Era su lobo tan débil que no podía oler a un tipo que casi se sienta a su lado? Otro recordatorio de lo patético que era.

  - "Estoy bien". Suspiro. Esa reacción por si sola hizo evidente de que no estaba bien. Su expresión, la forma en la que sus labios no se habían curvado en una sonrisa desde que se dio cuenta de que estaba siendo rechazado por el resto de los licantropos, hablaba de depresión.

  - "Eres nuevo aquí, ¿Verdad?" El arqueo una perfecta ceja, de pi enfrente de el sosteniendo una cerveza en su mano. El cruce de sus miradas era todo lo que necesitaba en Jimin para ruborizarse.

   Era guapo, como la mayoría de los hombres de la fiesta. La verdad es que si tienes aunque sea una gota de sangre de lobo en ti, te sientes tremendamente atraído por los de tu raza y a veces, incluso hacia que las lineas entre el instinto animal y la atracción real se volvieran borrosas. Sin embargo, ese hombre seria atractivo para cualquier hombre o mujer; Era alto y de hombros anchos, de rasgos afilados, ojos de chocolate tan oscuro que casi eran negros, y un alborotado pelo a juego. Su olor sin embargo... Dios mío, su olor era fuerte, fuerte incluso con todos los demás licantropos alrededor. Jimin podía olerlo, tenia mucho lobo en el. Tal vez incluso era de sangre pura.

  - "Recién aterrizado". Jimin tiro su palito a un lado y tomo su lata de cerveza vacía solo para tener algo que agarrar.

  - "¿Te importa si me siento?". Hizo un gesto hacia el hueco a su lado.

  - "Esta usted invitado". El lo miro mientras se sentaba. Antes su olor era intenso, pero ahora era casi abrumador, aunque era un magnifico tipo de olor abrumador. Habia algo en el que desperto la poquita sangre de lobo que quedaba dentro de el y le hizo sentir cosas que parecian mejor escondidas en su interior. Seguramente solo estaba siendo educado y no habia razon para que su cuerpo reaccionara así.

  - "Entonces, ¿que has hecho para estar aqui?" Se llevo la cerveza a los labios y bebio con entusiasmo, mirando a los demas, que seguian disfrutando la fiesta. Jimin se sintio un poco ignorado, ya que el no lo miraba, pero por lo menos estaban hablando. Tal vez esa era su forma de hacer un nuevo amigo, o tal vez se habia aburrido del resto de los chicos de la fiesta. Fuera lo que fuera, Jimin estaba agradecido de no estar solo.

  La verdadera respuesta lo puso nervioso: Acostarse con humanos, negarse a cambiar con su familia durante la luna llena, separarse de su manada cuando podia cambiar porque no queria seguir los mismos senderos, o tal vez solo porque queria cazar el solo. Tenia la sensacion de que revelar esas violaciones al codigo no le darian puntos extras con un tipo del que estaba casi seguro era que era un puro sangre. En su lugar, le contesto: "No importa. Lo que me pasa no se arreglara aqui".

  - "¿Porque no?" Le pregunto con una mirada curiosa.

 Jimin se enderezó y permitio que sus ojos se pasearan observando a los otros licantropos, todos riendose y pasando un buen rato. "Porque este lugar obviamente no es lo que mi familia pensó que sería. Supongo que creian que era una especie de centro de rehabilitación para hombres lobo, no toda esta fiesta y esta mierda". No podía creerse lo que estaba diciendo, que en realidad sonaba como si estuviera enfadado por eso. Lo ultimo que quería era reformarse, pero el hecho de que no lo hubieran acogido con los brazos abiertos no lo hacían desear precisamente una fiesta. "Alfa no le importan una mierda las manadas pequeñas, ni siquiera se dignaría a reunirse con mi familia porque su sangre esta muy diluida. Seguramente lo único que le importa es divertirse". Frunció el ceño. "Parece que este lugar necesita una nueva dirección"

    ¿Una nueva dirección? Sinceramente, Jungkook no pensaba que su gestión allí fuera tan mala, aunque era cierto que no tenia tiempo para saludar a cada nuevo hombre lobo que se dejaba caer en Sky High Ranch. Había cosas mas importantes que hacer, como reunirse con los lideres de grupos de todo el estado y asegurar que se imponía la justicia cuando alguien rompía ñas reglas sagradas de su raza. Tan solo por la noche podía tratar con los licantropos como Jimin, que habían sido enviados por sus familiares.

   Jungkook lo sabía todo sobre Park Jimin, sobre su manada y sobre las causas de que estuviera allí. Sentado junto a el, podía oler que apenas había rastro de lobo en su sangre, tan poca que que apenas valía la pena recuperarla para su raza. Si no se hubiera sentido atraído por el, ni siquiera se hubiera molestado en ir a saludarlo. El era diferente de los otros lobos, y no solo por su sangre.

  - "Debo admitirlo, me sorprendió ver a un lobo tan encantador como tu dentado solo". Era una mentira, estaba solo porque el quiso que así fuera: Le dijo al resto de lobos que no hablaran con el para hacerlo sentir fuera de lugar. Le resultaría mas fácil entablar una conversación y conectar con el emocionalmente si el pensaba que el era el único interesado en ser su amigo.

  Todo esto era parte de su plan. Había una manera especial de cambiar a los chicos buenos que se habían vuelto malos, y a Jungkook le encantaba. Solo en pensar en que iba a iniciar ese proceso con Jimin hizo que su lobo se agitara inquieto, y decirle ahora que estaba sorprendido de que estuviera sentado solo era un eufemismo. El era jodidamente hermoso. Bajito y voluptuoso, con unas curvas que le hacían salivar al pensar en recorerlas con sus manos. Solo seria cuestión de tiempo antes de que tuviera la oportunidad de hacerlo, ningún hombre lobo se podía resistir la atracción del alfa regional, incluido un hombre que, en la actualidad, no pensaba muy bien de el.

  - "No hay mucho lobo en mi". Le contesto mirando los garabatos que habia dibujado en la tierra, y Jungkook pudo ver su timidez detras de aquellos ojos. Porque aquello le molestaba, no estaba seguro,por lo que había leido en su expediente, el había dejado bien claro que ser un lobo no le importaba en lo absoluto.

  - "Eres suficientemente lobo". Le sonrío, estrechando un poco más el espacio que los separaba. La noche era fría, y sería agradable sentir el calor de su cuerpo, pero es no era la verdadera razón por la que se estaba acercando.

  Sintió como Jimin se estremecía a su lado, pero el no retrocedio. Jungkook estaba acechando a su presa, esperando el momento adecuado, el era mas conejo que lobo para el, y eso lo hacia oler aún más delicioso. Su cuerpo ya estaba despertando a su necesidad básica y primitiva. ¿Podría sentirlo Jimin? Cuando el alfa regional se decidía a lanzarce a su polvo potencial, ellos no tardaban en caer a sus pies. Todos los licantropos estaban programados para inclinarse a sus deseos. ¿Por que el iba a ser diferente?

  - "¿Puedes olerlo? Mi lobo, quiero decir". Los ojos claros de Jimin brillaron bajo la luz de la luna, venciendo la resistencia de sus oscuras pestañas, y la inseguridad que reflejaban excitaban el lado cazador y salvaje del alfa. Jungkook estaba casi siempre tan rodeado de lobos de sangre pura que le resultaba extraño que alguien dudara de su naturaleza. Era agradable por una vez estar cerca de alguien humilde en ese sentido.

  - "Tienes un olor delicioso", le contesto el, permitiendo que su mirada paseara sobre los deliciosos labios de Jimin. El cual paso lentamente su pequeña lengua rosada por su labio inferior como si quisiera burlarse de el, aunque el resto era más por el nerviosismo que por cualquier otra cosa.

   Entonces su expresión se convirtió en una sonrisa divertida. "¿Que eres, un gran lobo malo?" Sus ojos se abrieron para dejar más claro el tono burlón

    Si Jimin supiera...                                                                                                                          

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Aqui les doy el primer capitulo de esta entrega jsjsjjsjs espero y les guste y voten para el prox capituto.

Oh yea Jimin Oh yea 7w7

Esque es tan lindo ×°× mori.