9. Diamante rojo [1]
Advertencia.
Es la primera parte de una serie pequeña, por lo que decidí subirla aquí al no desear hacer una portada nueva. A lo mucho tendrá cuatro partes: problemática, inicio, final y epílogo; sí, en ese orden.
Probablemente los saltos de línea estén mal, es algo de la aplicación de Wattpad que por alguna razón me anda así y por más que corrija sigue haciendo lo mismo. Sinceramente lo odio porque ahora escribo en las notas de mi celular que debo copiar y pegar (aparte que no me consume tanta batería) o en Whatsapp (me acostumbré gracias al rolplay) donde una de mis amigas lee mis one-shots todobaku primero, mas que nada para sacarle un tema de rol nyejejeje (lo conseguí, ajua)
Ahora sí, las verdaderas advertencias de esta parte. Una carta de amor a la literatura.
Mpreg y NTR.
De nada.
Disfruta y revientame las notis de comentarios o lloro.
***
Es el gran día: el evento donde Katsuki Bakugō abandonará su apellido para tomar el "Todoroki", ahora estipulado por la ley. El tiempo ha volado de tal manera que Katsuki apenas recuerda los detalles del momento en que eligió su vestido. No sabe si fue suficiente la protesta por los tacones de diez centímetros o si insistió en la delicada malla blanca que acaricia su piel, adornada con un lazo que abraza su pierna torneada.
No es ningún secreto que Katsuki es uno de los pocos hombres con un vientre capaz de concebir, un don casi mítico que lo convierte en un trofeo codiciado entre los hombres ricos. Enji Todoroki, el magnate de Endeavor Corporation, no dejó pasar la oportunidad. Con el brillo del dinero y las promesas, selló el destino de Katsuki con la bendición de sus padres, a pesar de que no necesitaban nada; Katsuki siempre ha sido un chico tan bonito como mimado. Su estilo de vida es tan opulento que el objeto más humilde dentro de su bolso de edición limitada es un simple papel con un número garabateado.
Un chico capaz de concebir puede ser encontrado y valorado, pero alguien como Katsuki, nacido en cuna de oro, es el epítome del esposo trofeo. Es hermoso, arrogante y tan consentido que ha hecho y deshecho a su antojo en la vida de su familia. Incluso logró que su padre se divorciara solo para que sus deseos fueran satisfechos, como si pidiera un capricho pasajero tal como los hot cakes que desayunó antes de someterse a la aventura del arreglo de vestido.
Katsuki es el doncel perfecto.
¿Qué clase de sacrificio o promesa debió ofrecer Enji para que aquel demonio con cara de ángel aceptara casarse con él? Porque Katsuki, quien lo tiene todo, es imposible de impresionar. Ni la calle llena de rosas bajo sus pies, ni los drones en el cielo proclamando su belleza, ni las alhajas de millones que ha recibido sin solicitar; nada de eso logra arrancar en él la más mínima reacción.
Un chico que, con cada pestañeo, provoca en otros el deseo de pagar simplemente por el placer de mirarlo.
¿Qué hizo Enji para conquistar a ese caprichoso y precioso joven?
Katsuki no es una presa fácil; hasta la misma yakuza se ha rendido ante él (porque intentó secuestrarlo), demostrando una increíble lealtad a un chico que ni un gracias puede musitar. Un chico tan caro que ni siquiera toda la fortuna de Enji podría compararse. Pero eso no lo detuvo. Tras llenar su habitación con flores cada día, proporcionarle a uno de los chefs más renombrados del mundo y poner a su disposición un jet privado, Enji fue paciente. Incluso pintó el cielo con luces móviles que proclamaban su belleza, le obsequió retratos que apenas captaban una fracción de su hermosura, y transfirió su fortuna a su nombre. Finalmente, Katsuki dijo "acepto" sin dudar.
No le importa cómo lo logró, solo que, entre todos los pretendientes, algunos mucho más jóvenes y atractivos, fue él quien recibió el "sí". Apresuró la pedida de mano y organizó la boda, complacido de ver cada pantalla de televisión transmitiendo lo que llaman "la boda del siglo", un evento insuperable hasta que el rostro mimado de Katsuki sea el de un madre mientras carga a sus hijos en su bonito vientre.
En menos de lo que canta un gallo, ahora lleva un traje que será terriblemente opacado por el de su prometido, de su casi Katsuki.
Ahora, de pie en la iglesia, observa cómo su prontamente esposo aparece en la entrada, usando uno de los vestidos más lujosos jamás creados. Diamantes, tanzanitas y serendibitas adornan la prenda, resaltando su figura delicada y andrógina, tan bella que podría causar infartos a quienes lo miren.
Enji toma su mano, notando el diamante rojo que brilla en el anular de Katsuki. No se atreve a preguntar quién se lo dio; la sonrisa de su prometido lo deja sin objeción. Al verlo temblar, asume que son los nervios propios del matrimonio, de sellar sus vidas juntas. No obstante, prefiere que esté triste a su lado que feliz con otro. Así que, cuando llega su turno de aceptar, lo hace con firmeza, deseando un mundo donde Katsuki sea su esposo antes que ninguno en el que no lo tenga.
Al estar a su lado, no puede contener su emoción, su sonrisa es el de un triunfador. Está a nada de obtener el precioso esposo trofeo que tanto ha deseado. Puede notar que para Katsuki es igual, está nervioso y cubierto de un suave rubor que ilumina sus mejillas bajo una muy imperceptible capa de sudor del que apenas es consciente.
Entonces, cuando es el turno de Katsuki para dar su respuesta, algo inesperado ocurre. El doncel tambalea, su respiración se acelera y su rostro se torna tan rojo que lo preocupa. Nadie, ni siquiera él, estaba al tanto de la condición que lo aqueja. Su hijo menor corre a sostener a Katsuki, tratando de mantener el orden mientras lo retiran un momento para recibir atención. Enji se queda de pie, tratando de calmar al público, de buscar respuestas que él mismo desconoce y que debe inventar mientras su hermoso tesoro recibe la ayuda que necesita en la sala continua.
Es en esos breves instantes, viendo la espalda de su hijo alejarse y el frágil estado de su prometido que se aferra a su cuerpo, que Enji comienza a cuestionarse hasta dónde está dispuesto a llegar para poseer a esa criatura tan caprichosa, tan frágil, tan perfectamente inalcanzable y pronto encuentra su respuesta pues no duda en declarar que tan pronto Katsuki regrese la boda continuará.
***
Y sí, esto es un continuará...
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