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53

Pocas veces en la vida JongIn había experimentado el verdadero temor, no creía que era un buen alfa, de hecho, estaba completamente seguro que nada podría cambiar lo mal que se portó en el pasado, cuando estaba enredado en un mundo de excesos, su juventud estuvo llena de malas decisiones, entre ellas el no aceptar que estaba casado con un omega que apenas conocía, su crianza había sido extremadamente jerarquizada, para su gente, los alfas tenían el poder completo de su familia y de su omega, este no tenía permitido quejarse o negarse a sus exigencias, vivió mirando a su padre ser un desgraciado con su madre y a sus tíos tomar el control de sus familias excesivamente, él sabía que nada justificaba sus actos, pero, la realidad era que esa crianza le había hecho creer que era el amo y señor de su hogar y que podía cometer los errores que quisiera y ante su familia sería considerado un alfa fuerte, tener su aprobación era importante, o al menos fue así hasta el día que se dio cuenta de que estaba perdiendo la oportunidad de ser feliz al lado del hombre que amaba.

Los últimos años se había dedicado a cambiar por completo su comportamiento y pensamientos, sabía que tendría hijos alfas y omegas y por ningún motivo quería hacerlos pasar por lo que ellos pasaron, KyungSoo tampoco lo había tenido fácil, su familia era muy tradicionalista, que él haya huido de su alfa y su hogar llevándose consigo a su hijo, lo catalogaba como el peor omega, inclusive en la actualidad tenían problemas con hablar con él.

Luchó con todas sus fuerzas para convertirse en un buen alfa, alguien de quien sus hijos pudieran estar orgullosos y su omega pudiese sentirse feliz y realizado, había heridas que le había causado a su esposo que lamentablemente jamás podrían ser borradas, pero estaba trabajando para darle buenos y mejores recuerdos, sabía que KyungSoo le amaba demasiado, tanto como para darle la oportunidad de hacerlo feliz, así como él lo amaba, por esa razón en ese momento la estaba pasando muy mal.

Había notado fácilmente que este último embarazo era muy distinto a los pasados, al ser cachorros de un alfa y un omega tigres de bengala de sangre pura, eran embarazos muy pesados, más que los embarazos promedio, había pocas posibilidades de pérdida, pero los bebés eran tan fuertes y demandantes que tomaban todo del padre o de la madre omega, los dejaban débiles, adoloridos e incluso con fuertes secuelas, estaba preocupado, aunque su esposo lo estaba haciendo de maravilla, no se encontraba en las mejores condiciones y la última visita al doctor le confirmo sus más grandes miedos.

—Llegamos—dijeron adentrándose por el pasillo hasta la sala, donde JongIn esperaba, con las manos en su barbilla, intentó cambiar su mirada casi por completo, pero era difícil engañar a sus hijos.

—Hola chicos ¿Qué tan la escuela?

—Aburrida como siempre—dijo Jihoon con un puchero tierno—. ¿Dónde está papá? Quiero enseñarle un proyecto que hice en ciencias.

—Él está arriba descansando—suspiró acomodándose en el sillón—. Tengo que hablar con ustedes, es importante, por favor tomen asiento.

Los tres cachorros lo hicieron mirando a su padre consternados, Yoongi quien era el más cercano le miró asustado. —¿Sucede algo? ¿Pasó algo en la consulta?

Ellos estaban al tanto que esa mañana irían al doctor, por lo que intuían a donde iba la charla. JongIn relamió sus labios. —Tienen dieciocho, quince y trece años, considero que ya no son unos niños y que van a comprender un poco mejor la situación ¿Verdad?

—Sí papá, pero dinos de una vez qué es—susurró Jennie con una ligera mueca de preocupación—. ¿Algo anda mal con papá o con nuestro hermano?

—Su hermano está bien, crece y se fortalece, no faltan más que un par de meses para que esté con nosotros, el problema o mejor dicho la complicación viene de su padre.

—¿Qué tiene papá? —preguntó Jihoon temeroso.

—Creo que es algo que les hemos explicado desde un principio, traer al mundo a un cachorro, es un desajuste completo, del cuerpo, de la mente, hormonas y también de nuestros animales internos, los omegas son muy fuertes al sobrellevarlos, todo aquel que pueda dar vida es increíble, pero hay casos como nosotros, somos híbridos de tigres de bengala puros, el cuerpo de un omega tiene que tener una capacidad mucho mayor para poder soportar el desarrollo del cachorro.

—Papá no lo está soportando ¿Verdad? —preguntó Yoongi con una mueca.

—Está gastando muchísima energía para traer a este cachorro al mundo y está siendo muy pesado para él. Demasiado, está bien, pero desde ahora hasta el alumbramiento tenemos que tener cuidados muy especiales. Me refiero a que su padre tiene que estar en cama todo el tiempo, lo mínimo que pueda moverse, no puede tener emociones muy fuertes y debemos procurar que coma mucho más, ha bajado de peso, pero el bebé está creciendo demasiado.

—¿Con eso papá estará bien? —preguntó Jennie seriamente.

—Sí—asintió con un nudo en la garganta—. Sabemos cómo es su padre, querrá levantarse y hacer sus cosas, pero no podemos dejarlo, me tomaré un tiempo de la empresa, trabajaré en casa, cada uno de ustedes tiene que hacer los labores que le tocan, yo haré lo demás, lo que haremos es mantener tranquilo a papá ¿Entendido?

Jihoon y Jennie asintieron, mientras que Yoongi observaba fijamente a su padre, el menor de los tres asintió efusivo. —Iré a subirle a papá un té.

—¡Yo le llevo galletas! —dijo Jennie, ambos corrieron a la cocina.

—Puede pasarle algo malo ¿Verdad? —preguntó Yoongi en voz baja.

JongIn le observó ligeramente, pensaba en negarlo, pero no creía que había razón para ocultarle a su hijo mayor la realidad, así que asintió. —Las cosas pueden complicarse en el parto, es por eso que se le inducirá dos semanas o tres antes, dependiendo de cómo pase estas dos semanas, no es un embarazo normal, no comprendemos la razón. Sólo hay que cuidar que nada perturbe a tu padre antes de su fecha de parto, sé que tienes mucho en la mente con los estudios Yoongi, pero estas a nada de ser un adulto, lamento poner esta presión en tus hombros, hijo, ¿Puedo contar contigo?

—Claro papá—asintió con una media sonrisa, dentro estaba muriendo de la preocupación, había notado el cansancio en su padre, pero nunca se imaginó que sería algo más allá de un cansancio—. No te preocupes, todos ayudaremos.

—Gracias hijo—sonrió con alivió.
























—Bambambambambam pporappippam—cantó Felix animado entes de comenzar a bailar, haciendo reír a carcajadas a BamBam quien estaba comiendo palomitas en el pasto, ese día habían ido a su casa después de la escuela, tenían algunos proyectos y querían comenzar antes de que fuera tarde, pero en vez de eso estaban en el jardín bailando.

—No voy a bailar eso—soltó una carcajada—. Bailemos algo más sexy.

—¿Qué es más sexy que Sunmi? —dijo con los ojos muy abiertos—. Sabes que la próxima semana es la bienvenida, podemos ir al club y bailar, pero sin bebidas, la escuela lo organiza.

—No sé si iré—se encogió de hombros, Felix dejo de hacer ridiculeces y se sentó a su lado.

—¿Por qué no? —preguntó ladino—. Pensé que querías ir, le pediste el permiso a tus padres hace meses.

—Lo sé—asintió—. Pero, no quiero hacerlo, no me siento muy bien que digamos.

—Bam... ¿Qué sucede? —tomó su hombro y lo apretó ligeramente, su amigo había estado distante desde la pelea con Changbin, se le veía desanimado y en las nubes, estaba preocupado—. ¿Es por Yugyeom?

—No he tenido noticias de él en semanas, dejó de contestarme las llamadas, me bloqueo de todas sus redes—sus labios comenzaron a temblar—. Y aunque entiendo que esté molesto por la paliza que le dio Namjoon, bueno, duele, he intentado ocultarlo, pero Felix, se está haciendo cada vez más difícil.

Felix no supo qué decirle o cómo reaccionar, así que simplemente le abrazo con fuerza, no tenía idea de que su amigo estaba tan herido, porque durante días había fingido que todo estaba en orden, de hecho, alardeaba de lo increíble que era su hermano mayor.

—Quisiera golpearlo, hacerle sentir por un momento un poco de lo que tu sientes, porque no es justo.

—Creo que, es momento de aceptar que realmente Yugyeom no me quiere, y que simplemente tengo que olvidarlo, aunque mi estúpido alfa sienta algo completamente diferente, esta aferrado a la idea de que volverá, pero eso no será—soltó con algunas lágrimas recorriendo sus mejillas.

—No, pero con más razón tenemos que ir a esa bienvenida—dijo soltándolo y mirándolo—. Tienes que salir y divertirte un poco, bailaremos, nosotros juntos bailaremos y disfrutaremos, no dejaré que te quedes echado llorando por ese imbécil.

—Pero...

—No hay peros que valgan, iremos a buscarte algo lindo que ponerte y serás el encanto de la noche. Te lo aseguro.

BamBam rio limpiando sus lágrimas. —Bueno, si lo pones de esa manera, supongo que está bien.

Comenzaron a hablar de lo poco que sabían sobre moda y Felix, logró que BamBam sonriera, a pesar de que el dolor aún era visible en sus ojos, estaba preocupado, pero se empeñaría en sacar de aquel hoyo de despecho en el que su amigo había caído a causa de un amor unilateral, quería que Yugyeom se arrepintiera de todo el daño que le estaba causando o que Namjoon le dieran muchos más golpes hasta que dejara de ser un idiota.

Salió de aquella casa decidido a lograr su cometido, había mucho que planificar para ese fin de semana, estaba distraído con los audífonos escuchando música, cuando una mano detuvo su andar, estaba cerca del parque donde se encontraban las paradas de autobuses, se volvió asustado hasta que pudo reconocer a la persona que estaba frente a él.

—¿Qué haces por aquí? —preguntó ChangBin cuando se quitó los audífonos.

—Visitaba a BamBam—dijo con aire casual, no negaba que estar cerca de él aún le ponía nervioso, pero seguía molesto por haber peleado con su mejor amigo—. ¿Me estás siguiendo?

—¿Yo? —dijo con una mueca antes de soltar una ligera carcajada—. Claro que no, vengo de entrenar.

Felix lo vio con el uniforme e hizo una mueca sintiéndose un idiota por haber dicho eso de repente. —M...me voy.

—Espera—detuvo su huida—. Antes de que te vayas, quería pedirte una disculpa, lo que paso hace días, bueno....

Dejo de escucharlo con atención cuando sus curiosos ojos dieron a un punto que había llamado su atención, cerca de uno de los arboles estaba quien menos imagino, la escena hizo que su rostro se contrajera con dolor, pero no el propio, sino el que provenía de su lazo con su mejor amigo. Yugyeom estaba besando a una chica, la escena le asqueo, dejo de lado el hecho de que ChangBin estaba disculpándose con él y se encaminó hacia ellos, sus manos estaban hechas puños, nunca se había sentido tan molesto con nadie en su vida, al acercarse ellos ya habían dejado de besarse, la chica era hermosa, y sobre todo omega.

—¿Qué se supone que estás haciendo? —dijo con desprecio, como si los conociera.

Yugueom le miró con una ceja alzada, pero la expresión en su rostro le dijo que su existencia no era tan desconocida como él pensaba. —¿Qué haces aquí? Largo.

—¡Largo tú! —miró alrededor—. Sabes que estás a unas cuantas casas de él y aun así haces esto ¡¿Qué acaso quieres que te vea?!

—Eso es algo que no te importa—apartó a la chica y se acercó de forma amenazadora, estaba demasiado cerca, intentando intimidarlo, pero una mano lo tomó del hombro y lo hizo a un lado, entonces ChangBin se puso en medio de ellos—. No se metan en lo que no les importa.

—¿Qué no me importa? —soltó lleno de rabia—. ¡No tienes idea del daño que le estás haciendo a mi mejor amigo! ¿Qué es lo que te pasa? ¡¿Por qué actúas como un idiota?!

—¡Eso no te importa!

—¡Me importa pedazo de mierda! Eres un alfa terrible, estás lastimando a BamBam con algo que sabes que él no puede controlad ¡¿No sabes lo que le pasa a las personas que rechazan a sus destinados?!

—¡Cállate! —dijo con los ojos llenos de furia, Felix se pegó a ChangBin quien estaba protegiéndolo, gruñiendole al alfa que se acercaba de forma amenazadora.

—¡Eso es lo que te hace menos alfa, no el hecho de que estés emparejado con uno!

—¡Mira! —estuvo a punto de tomarlo, pero la mano de ChangBin se lo impidió.

—Ni se te ocurra—dijo con los ojos oscuros de enojo, su instinto de protección estaba al límite.

Yugueom le miró directo a los ojos. —Niño, cuida tu boca—se dio la vuelta y tomó la mano de la omega que parecía muy confundido.

—¡Maldito cobarde! —gritó Feelix a sus espaldas, saliendo de su escondite, fue tomado de los hombros, lo que le dijo que no estaba solo, paró en seco, se dio cuenta de su grave error y se volvió, entonces al verse en aquella situación, sintiéndose frustrado por aquel alfa y un traidor, comenzó a llorar preocupando por completo a ChangBin.

El alfa confundido, lo tomó de los hombros y lo atrajo. —Está bien, ese alfa no te hará daño, de eso me encargo yo.

—No lloro por eso, no le tengo miedo—sollozo.

—¿Entonces? —lo separó de su cuerpo para mirarlo fijamente.

—BamBam pensará que soy una mala persona, traicioné su confianza y ahora tú lo sabes—sollozo fuertemente.

Algunas personas alrededor les miraron, ChangBin acarició sus hombros en un intento de tranquilizarlo. —Yo no diré nada. Lo prometo, pero deja de llorar, no me gusta verte llorar.

Felix le miró a los ojos. —¿Seguro que no dirás nada?

—No lo haré—suspiró—. Ese alfa, es un imbécil. No te preocupes, no haré nada en contra de BamBam.

—Gracias—dijo con una enorme sonrisa.

—¿Quieres tomar un helado? —preguntó apenado.

—Sí—asintió limpiando sus lágrimas.
























Jimin se levantó de la cama con sumo cuidado, tomó una sudadera la cual puso arriba de su camiseta de manga corta y sus pantaloncillos de dormir, tomó sus llaves, el celular y la cartera y las puso en los bolsillos de la sudadera y los cerro, estaba en pantuflas de dinosaurio, eran las dos de la mañana y él se suponía que estaba durmiendo, y así era hasta que recibió la llamada de su novio.

Salió a su balcón y miró abajo, aquel balcón daba al jardín, relamió sus labios y comenzó a bajar por la escalera que había a un lado, era un alivio que sus padres no la hubieran cambiado de lugar porque pensaban usarla como enredadera, comenzó a bajar, resbalándose, maldijo y se quedó quieto, escuchando un ruido, al mirar arriba se dio cuenta que una cabeza se asomaba.

Su hermanito Soobin le miró con la cabeza ladeada, él le miró con un puchero. Soobin asintió y puso su dedo en su boca haciendo una señal de silencio, se volvió a meter y Jimin aprovechó para bajar lo que quedaba, agradecía no estar tan lejos del piso, cayó en el jardín y caminó con cuidado, pero de repente sintió un golpe diminuto en la cabeza, se volvió viendo como los cinco niños miraban, entrecerró los ojos al ver a alguien más, Tae le sonreía.

Lo que había caído era un pequeño papel, al desarrugarlo, leyó con una mueca, "Usa condón" eso era lo que estaba escrito, se volvió y caminó hasta la cerca, la cual podía abrir sin problemas con las llaves, intentó no hacer nada de ruido. Una vez afuera, corrió por la acera hasta la esquina, donde Yoongi le esperaba con la motocicleta prendida.

—Tardaste—dijo al momento que le tendía el casco el cual se puso rápidamente y después subió.

—Perdón, estaba durmiendo—respondió tomando sus hombros y permitiendo que este avanzara.

Jimin no estaba seguro de a dónde lo llevaba, pero no importaba mucho, disfrutaba de la noche y de la adrenalina que esta traía consigo. Yoongi tomó una ruta que conocía bien, estaban yendo por la carretera, pasando algunas casas grandes, muchas veces habían hecho eso, pero siempre era de día, algo le decía que estarían más de unas horas fuera, como sea, estaba seguro de que sus hermanos le cubrirían, ya luego le cobrarían.

Aunque Yoongi estuviera tranquilo, podía sentir que aquella noche este estaba necesitado, esa era la forma en la que su alfa reaccionaba a todo, huyendo a un lugar tranquilo cuando las cosas eran demasiado pesadas, llegaron a un claro, tomó el camino de terracería que llevaba al lago, tuvo miedo al ver la oscuridad, por lo que se aferró con más fuerza a él.

Pero Yoongi era bueno, así que llegó sin problema, aparcó cerca de los árboles, se sacó el casco y bajó, ayudando a Jimin a hacer lo mismo, cuando ambos estuvieron abajo, del maletero sacó una linterna tipo marina y la prendió. Le sonrió sacando una manta grande roja, se la tendió y tomó su mano para caminar a la orilla del lago, donde estaba seco.

Jimin deshizo la manta y la puso en el suelo. —¿Crees que es buena idea que estemos aquí de noche? ¿Y si nos sale un asesino en serie o un alíen?

—Dudo que eso pase amor—se sentó y palmeo su lado—. Ven.

—¿Pasa algo? —preguntó preocupado mirándolo.

—No tiene que pasar algo para que quiera estar a tu lado—rio por lo bajo, pero aquella sonrisa fue perdiendo el brillo—. Tengo miedo, no podía dormir y eres la única persona con la que quiero estar en estos momentos.

Jimin tomó su mano y la apretó. —Sabes que cualquier cosa puedes decírmela—se miraron a los ojos por unos momentos—. ¿Es por lo que dijiste en la escuela sobre tu padre? ¿Estás muy preocupado?

—Jamás me había puesto a pensar en qué pasaría si alguno de mis padres faltara, supongo que la noticia no fue del todo digerida, Jimin, también pensé en otras cosas.

—¿En qué? —le miró con la cabeza ladeada curioso.

Yoongi observó a Jimin y no pudo decir lo que su preocupación le dictaba, porque la belleza de este le distrajo, suspiró y elevó la mano para acariciar su mejilla, era suave, la piel de Jimin siempre había sido como la piel de un bebé, suave y cálida, le gustaba tocarlo y la sensación que este le transmitía, entonces, todo lo malo desaparecía con un solo toque, sus peores miedos o peores días, se desvanecían con tan sólo estar a su lado, se preguntaba ¿Era eso lo que hacía el amor? O es que Jimin tenía una magia especial que hacía a cualquiera enamorarse perdidamente, no lo sabía, pero de lo único que estaba completamente seguro era de que Park Jimin le traía toda la tranquilidad que su alma necesitaba.

—No quiero perder a las personas que amo—susurró lleno de temor—. Porque, Jimin, me he dado cuenta que dependo más de los demás para ser feliz de lo que pensaba.

—Sé que eso puede ser aterrador, pero en realidad no podemos saber qué es lo que sucederá en un futuro, hay que vivir el momento, creo firmemente en que el señor Min estará bien, tu padre es muy fuerte y tu hermano estará aquí pronto.

—Supongo que tienes razón, pensar tanto no me está ayudando en realidad.

—No, creo que no, pero ¿Sabes? Es lindo que digas lo que sientes, gracias por tenerme esa confianza, siempre estaré aquí Yoonie, para abrazarte.

—Justamente hoy quiero un abrazo—dijo con un puchero.

Jimin no pudo resistirse a la ternura de su novio, por lo que se acercó y lo abrazó cayendo sobre él, Yoongi comenzó a reír y lo apresó con fuerza de la cintura, evitando que se escapara, escondió la cabeza en su cuello aspirando su aroma, su omega olía demasiado bien en esa noche, besó su cuello haciéndole cosquillas, Jimin rio encantado y acarició su blanquecino cabello, era una sensación tierna que poco a poco fue tomando una connotación mucho más profunda, se separó para mirar sus ojos y sonreír antes de juntar sus labios.

Siempre estaban sobre el otro, besándose, tocándose, abrazándose, nada había cambiado, sin embargo, esa noche los roces de sus bocas parecían ajenos, desconocidos que llevaban consigo un sentimiento fuerte, que iba creciendo en sus cuerpos conforme intensificaban sus besos, Yoongi suspiró, un suspiró que llevo una descarga eléctrica a todo el cuerpo de Jimin, este comenzó a sentirse caliente.

Era un momento extraño, algo nuevo, porque a diferencia de otras veces, no sentían a sus animales internos, eran como si las emociones humanas hubieran sobrepasado por mucho a las de sus animales y que la sensación y el aroma de sus cuerpos los hubiesen dormido, permitiendo que ellos se entregaran sin instintos de por medio.

Yoongi no sentía el miedo de que su alfa saliera y lastimara a Jimin y el omega no sentía el temor de que su cisne lastimara a Yoongi, eran ellos por completo, sin ataduras, queriéndose de manera tan pura y preciosa que sentían sus corazones latir al mismo tiempo.

—Te amo—susurró Yoongi mirando sus ojos que eran como dos lunas brillantes—. Quiero tenerte conmigo para siempre.

—Yo ya soy tuyo Yoongi, te amo—susurró como respuesta, volviendo a juntar sus bocas, ahora con más necesidad.

El calor del momento hizo que ambos se despojaran de sus bocas, para sentir la piel del otro, la suavidad, junto a la aspereza y la dureza de algunas partes de sus cuerpos. Jimin suspiró arqueando los músculos de su cuerpo cuando la boca de Yoongi le recorrió por lugares tan íntimos y erógenos, que estaba perdiendo la lucidez del momento. Yoongi se deleitaba, por las caricias tiernas y las pequeñas mordidas que Jimin daba a sus labios, era glorioso, un momento que estaba seguro atesoraría para toda la vida en su mente.

Adentrarse en su cuerpo, ser nuevamente uno, compartir su naturaleza, fue lo que los llevó a un frenesí, en donde sus caderas se movieron a unísono, sus manos se afianzaron en sus hombros y caderas, besando sus bocas, mordiendo sus cuellos susurrando en sus oídos, con la frescura del aire que impactaba de forma directa con el calor de sus pieles, lo que ambos estaban sintiendo en ese momento era igual o más fuerte que un lazo de mordida.

Sus pensamientos estaban en ellos, en lo que estaban haciendo y en lo maravilloso que se sentía, así hasta que desfallecieron, Jimin gritando el nombre de su alfa con la cabeza hacia atrás para evitar querer morderlo, y Yoongi salió para manchar sus muslos internos, cayó sobre él, besando su cuello expuesto, así hasta llegar a sus labios.

—Creo que nuestros instintos dejaron que por hoy no nos preocupáramos.

—Me gusto—sonrió ladino—. Te sentí mucho más. ¿Por qué?

—No usamos condón—dijo con los ojos muy abiertos.

—No creo que pase algo—se encogió de hombros abrazándolo—. No llegaste dentro ¿Verdad?

—No—suspiró acomodando la cabeza en su cuello—. Te amo Jimin.

—También te amo, mi pequeño gatito—rio por lo bajo—. ¿Deberíamos dormir aquí?

—Supongo, podríamos desayunar cerca—bostezo—. Pero la ropa, no quiero que te resfríes.

—Muy bien—se sentó y le miró con ternura. Esa era una imagen que Yoongi jamás quería borrar de su mente.


























KyungSoo sonrió con ternura a su alfa, quien estaba acostado en sus piernas, con la cabeza hacía su vientre, mientras le hablaba al bebé, estaba muy ocupado en aquella plática que le pareció tierno sacarle una fotografía, lástima que su teléfono estaba cargándose.

—No te preocupes demasiado JongIn, todo estará bien—bostezo.

—Lo dices siempre, pero omega terco, no me dijiste que te sentías muy mal—bufó—. Así no puedo confiar en ti.

—Eres tan dramático—rio negando.

—¿Cómo le pondremos? —preguntó acariciando su vientre.

—No lo sé—se encogió de hombros—. ¿No has pensado en algo?

—Ya que sabemos que es niño—rio encantado—. Creo que es momento de darle un nombre. No podemos seguir llamándolo Hoshi para siempre.

—¿Te gusta alguno? Yo elegí el de los tres, tú elige este. Te doy permiso.

—SoonYoung—dijo con una enorme sonrisa en el rostro—. ¿Te gusta?

—Es lindo—asintió antes de acercarse y besar sus labios—. Me recuerda a noviembre.

—¿Al diez de noviembre?

—Sí, es cálido como ese día—sonrió bajando la mirada.

—Nuestro bebé es como nuestro diez de noviembre, cuando nos casamos como nosotros queríamos.

—Nuestra historia es interesante—rio—. Vamos a dormir.

—Vamos a dormir amor. 

KyungSoo se acostó, JongIn le abrazó por detrás, tan fuerte que su alfa pudo sentirse tranquilo de tenerlo cerca, el aroma dulce de su omega y su cachorro hizo que al poco tiempo se quedara dormido. Entonces lo soñó, un niño pequeño con ojos chiquitos pero brillantes, sonrisa enorme que corría alrededor y su esposo corriendo detrás de él, justo como pasó antes, él conoció a su cachorro.




Espero que les haya gustado

Amores 💜

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