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Podía estar perdida en sus pensamientos mientras miraba al techo o rodar por la cama sintiendo cada parte de su cuerpo con una tensión que le incomodaba, cualquier cosa era mejor que hacerle frente a lo que ocurría a su alrededor, su mente estaba dispersa entre algunos pensamientos que oscilaban entre lo malo y lo terrible. Había mantenido una máscara social de completa quietud, pero la realidad era que dentro de ella se enfrentaba a un remolino de emociones y sentimientos, los cuales le era difícil de sobrellevar.
—Wendy te buscan—dijo su hermana al otro lado de la puerta.
Sabía de quien se trataba, no era como si no hubiera recibido un sinfín de mensajes enlazados con canciones que le golpeaban duro, mordió su labio inferior, aunque había actuado como si nada pasara, como si lo hubiera superado y perdonado por completo, su corazón se sentía destrozado, su omega estaba herida, aunque intentaba asegurarle que Hoseok les quería, no confiaba.
Al mismo tiempo se sentía una hipócrita porque ella había hecho lo mismo, eso lo tenía claro, pero, seguía sintiéndose diferente, porque lo que había pasado con ella y Yoongi fue antes de iniciar una relación con Hoseok.
Bajó las escaleras con lentitud, no había dicho nada a sus madres, le había tenido que pagar a sus hermanas para que mantuvieran la boca cerrada, sólo porque ella también sabía muchas cosas que las metería en problemas. Hoseok era su destinado, no cualquier persona, lo amaba y no quería que su familia pesara mal de él.
—Hola—dijo abriendo la puerta.
—¿Quieres ir a caminar? —Wendy se dio cuenta que llevaba un balón de baloncesto bajo el brazo.
—Claro—asintió, tomó sus llaves y salió de la casa, sus madres no estaban y no creía que tardaría demasiado como para avisarles.
No hubo un beso o un abrazo efusivo como siempre, y eso les incomodaba. Con la cabeza baja comenzaron a caminar a la cancha cercana del vecindario, Hoseok mordía su labio inferior intentando buscar las palabras correctas para hablar con ella, su alfa se sentía avergonzado, aún no sabía cómo era posible que se haya equivocado de esa manera.
—Mañana comienzan los juegos deportivos, Yoongi me dijo que participaran contra los otros grupos en baloncesto—dijo intentando comenzar una conversación decente.
—Sí—asintió con una ligera sonrisa—. Hemos estado practicando después de clases, creo que podemos ganar, nuestra clase será la vencedora—dijo con suficiencia.
Era esa seguridad que Hoseok apreciaba en ella. —Teniéndote no tengo ninguna duda de eso—se encogió de hombros.
—Veamos si puedes llevarme el ritmo—rio por lo bajo al momento que le arrebataba el balón y comenzaba a correr hacia la cancha, Hoseok bufó antes de seguirla.
Llegaron a la cancha y Wendy se puso en posición, le guiñó un ojo antes de comenzar a botar la pelota contra el piso, aunque Hoseok sabía jugar, no era un experto, por eso siempre trataba hacer equipo con Yoongi, no le gustaba ser humillado, intentó jugar, pero ella era rápida, además de que su aroma le estaba distrayendo, se acercó a ella y la tomó de la cintura para quitarle el balón, pero Wendy era muy rápida, en un movimiento le dio un codazo en el pecho, Hoseok soltó el aire de golpe antes de caer de espaldas.
—Ahhh—dijo quejándose.
Wendy soltó el balón que se fue dando saltos por la cancha, se hincó a su lado y lo tomó de los hombros.
—¿Estás bien? —preguntó con ganas de ponerse a reír.
—Creo que mi destino es ser golpeado—rio ahogado, los golpes en su rostro estaban casi curados por completo, aún tenía la nariz amoratada y el rasguño en la ceja, pero todo parecía indicar que estaba a nada de recuperarse por completo.
—Oh lo lamento—suspiró antes de comenzar a reír a carcajadas.
—¡Oye! —reprochó con la mirada. Estaba por hacerse el indignado, pero al fijar la mirada en ella, se quedó helado, estaba riendo, pero al mismo tiempo las lágrimas recorrían sus mejillas.
De repente la tensión de aquellos días estaba cobrando sentido para ambos, el pecho de Hoseok se encogió debido al terrible dolor que su alfa estaba experimentando. Estaba seguro de que algo no marchaba bien a pesar de verla sonreír, porque podía sentir su desdicha aún sin marca de por medio, la abrazó inmediatamente, tratando de reconfortarla, la culpa le estaba carcomiendo la conciencia, porque de alguna manera no quería que ella pensara que no la amaba o respetaba. Lo que había sucedido con Taehyung les dejó inseguros, porque ni en un millón de años ellos se hubieran imaginado que el alfa de Hoseok actuaría de esa manera, podría ser por su inexperiencia, su juventud, el haberse enfrentado al celo de Taehyung, en ese momento confundió todo y cometió un error, del que se arrepentía.
—Lo siento—dijo en su cuello—. En verdad lo siento, sé que nada de lo que diga podría cambiar lo que pasó, pero lo lamento.
—Sé que no debería ponerme así—susurró entre su pecho—. No cuando me han explicado lo sucedido, pero, duele, mi omega se siente triste, temo perderte, porque me he enamorado de ti.
—No, no me vas a perder, te lo dije, aquel día todo era confuso, fue mi parte animal la que no pudo controlarse, porque nunca haría algo para lastimarte, te amo Wendy, en mi vida no hay nadie que pueda borrar de mi corazón y de mi mente lo mucho que te amo, es imposible.
Wendy suspiró y levantó la mirada para verlo de cerca. —Te amo, aunque seas malo jugando, pero me siento mal.
—Lo sé, yo tampoco me siento orgulloso de lo que pasó, mi alfa se siente mal, quiero remediar lo que pasó, déjame hacerlo.
—No tienes que remediar nada—suspiró limpiando sus lágrimas—. Sé que no era tu intensión hacerlo, pero mi omega se siente...—bajo la cabeza incapaz de continuar.
—¿Cómo se siente? —insistió tomando sus mejillas para hacer que le mirara—. Puedes decirlo.
—Se siente insuficiente—susurró con un puchero.
—Eso es imposible, en todo caso soy yo quien no es lo suficientemente bueno como para mantener seguro y feliz a mi omega—suspiró—. Tal vez con el tiempo pueda demostrar que jamás te fallaré.
—¿De qué hablas? Eres el mejor alfa del mundo—respondió entrecerrando los ojos—. Tierno, lindo, apuesto, creo que soy yo quien no encaja.
Hoseok parecía ofendido con lo que escuchaba. —No, tú eres increíble, le mejor jugadora del mundo, hermosa, inteligente y perfecta. Soy afortunado de que el destino nos haya juntado.
—No, Hoseok tú eres el mejor, excelente bailarín, amigo, eres tan amable, un sol—bufó negando.
—No—rio por lo bajo—. Hasta el sol necesita luz y tú eres la mía.
—¿Cómo puedes ser tan perfecto? Por eso es que estoy molesta, alguien más podría ver lo perfecto que eres y si esa persona es mucho mejor que yo, tendré que perderte y eso me duele.
—No me vas a perder, en todo caso, yo puedo perderte a ti, así que espero que no te des cuenta de todo lo que no soy.
—¿Por qué pensaría en lo que no eres? —suspiró con melancolía—. ¿Podremos salir de esto? Solucionarlo y volver a tener la misma confianza ¿Puedo confiar en que tu alfa no buscará a nadie más?
—Sí—asintió relamiendo sus labios—. Eres mi destino Wendy, y te amo.
Sin esperar y porque las palabras que escuchaban hicieron que las mariposas en su estómago despertaran, se lanzó a sus brazos, haciendo que cayera nuevamente sobre su espalda, sobre él comenzó a besarlo, de una forma tierna y animada, Hoseok disfruto cada momento el tener sus labios sobre los suyos, eran cálidos, ella era más pequeña y podía rodearla con sus brazos cobijando todo su cuerpo, sonrió, ella era lo que más amaba en el mundo.
Para muchos podría sonar estúpido enamorarse de esa manera a su edad, pero no todos tenían la dicha de encontrar a su destinado, la persona perfecta, quería crecer junto a ella, vivir a su lado bellos momento y también duros, como el que estaban pasando, sentía que si se esforzaba podría remediar lo sucedido y ser feliz.
—Hobi, esos niños se llevan tu balón—dijo cuándo se separaron por aire.
Él miró a los niños que corrían alejándose con el balón en las manos, hizo una mueca. —No es mío, es de Yoongi—rio antes de regresar la mirada hacía ella y regalarle la más amplia y cálida sonrisa.
—Jung Hoseok, eres peligroso—negó antes de volver a besarlo.
—¿Qué tienes? —preguntó Yoongi limpiando parte del helado que estaba cerca de sus labios, para después llevar el dedo a su boca.
Jimin hizo un puchero, sus labios rosados estaban más hinchados debido al frío. —Estoy preocupado por Taehyung—suspiró—. No sé cómo hacerlo sentir mejor, creo que eso sólo pasará cuando Jungkook regrese a la escuela.
—Se supone que tiene que regresar mañana—dijo con una mueca—. Hoseok está nervioso, me dijo que no sabe qué decirle, ¿Taehyung ha hablado con él?
—No, al parecer sus padres han mantenido el castigo hasta el final, siento pena por ellos ¿No crees que la situación se ha salido demasiado de control? —hizo una mueca triste—. ¿Y si esto marca el final de nuestra amistad?
—No lo creo, no pienses demasiado—rio por lo bajo tomando un poco más de su malteada—. Ellos tienen que hablar, hay una marca de por medio, Jungkook no sería tan idiota como para terminar todo con Taehyung y de alejarse de nosotros, no es culpa de nadie, son cosas que pasan por instinto.
—¿Pensarías lo mismo si yo hiciera eso? —cuestionó con una ceja alzada. Yoongi hizo una mueca, se quedó serio, Jimin quien estaba comiendo su helado rio por lo bajo—. Ves que no es tan sencillo.
—No lo es—suspiró—. Pero no creo que deberían de satanizarlos, son cosas que pasan Jimin, sus instintos despertaron en el momento menos indicado, aun así, ellos se dieron cuenta de la equivocación y pararon, se sienten muy arrepentidos ¿Eso no basta?
—Así es el amor Yoonie—rio animadamente—. Las personas tienen esos sentimientos tontos como los celos.
—¿Tú no los tienes? —preguntó con una ceja alzada.
—Claro que no—bufó abultando sus labios al final—. Porque tú eres mío y si alguien quiere apartarte de mí, bueno, espero que cuente con un buen seguro médico.
Yoongi rio enternecido, creyendo que lo que Jimin decía era una simple broma, sin embargo, el cisne hablaba muy en serio, no dudaría ni un segundo en arrancarle el cabello a cualquiera que quisiera interponerse entre él y Yoongi, su omega estaba muy seguro de ello, por el momento su instinto le decía que tenía que cuidarse de cierto omega tigre que no hacía más que provocar su enojo.
JeongHan estaba jugando sucio, con ese rostro aparentemente angelical, de alguien que no rompía ni un plato, mojigato, así era como le llamaba Jimin, no estaba loco, podía sentir como se acercaba a Yoongi con dobles intenciones, por eso tenía que estar muy atento a sus movimientos.
Estaba perdido en sus pensamientos cuando sintió los labios de Yoongi sobre los suyos, sonrió ladino, su corazón latía con fuerza cada que sentía esas muestras de afecto que tanto le encantaban, no entendía cómo era que aquel alfa tigre lograra hacerle reaccionar de esa manera. Ambos estaban en la cama del tigre, habían comprado helado, malteadas y palomitas para una tarde de películas, cosas que les gustaba hacer juntos.
—Espero que estés pensando en mí—dijo con una ceja alzada.
Jimin enrojeció, Yoongi miró este gesto como algo tierno, era increíble la dualidad de Jimin, podía ser un omega dulce y tierno, y al mismo tiempo, arrancarle la cabeza a alguien. Era esa dualidad la que le mantenía completamente enamorado, pensaba que su omega era especial, alguien que no se veía a menudo, por eso tenía la necesidad de cuidarlo y amarlo. Su alfa lo había adoptado como una cosita tierna y peligrosa que tenía que proteger.
—Siempre estoy pensando en ti—suspiró avergonzado antes de acercarse y enterrar su naricita en su cuello, una de las cosas que Jimin amaba hacer era sentir su aroma inundando desde dentro. Era como magia, su omega se calmaba y aleteaba feliz.
Yoongi lo tomó de la cintura y lo levantó ligeramente para que este subiera a horcajadas sobre su regazo, una vez ahí lo abrazo fuertemente y enterró el rostro en su cuello, haciendo exactamente lo mismo, impregnándose de su aroma, era adictivo, a su alfa le gustaba mucho, tal vez demasiado, porque la excitación comenzó a ponerlo nervioso.
—Me gustas mucho—rio entre su cuello, besando ligeramente el lóbulo de su oreja.
—Yoongi...estaba pensando en que...nosotros—balbuceo nervioso de sentir los besos de su alfa en su cuello—. Tú sabes...nosotros...podríamos.
—¿Sí? —preguntó mirándolo con intensidad, sus labios se elevaron en una sonrisa lasciva.
—Ya sabes...no me hagas decirlo—dijo cubriendo su rostro con sus manos, completamente rojo, hasta las orejas.
—No tengo condones Minie—suspiró acariciando su cadera—. Debería haber conseguido, pero...lo olvidé.
—Está bien—susurró con un puchero, demasiado tierno para Yoongi—. Podemos hacer otras cosas.
"Mi omega quiere mimos, tenemos que darle lo que pide" Yoongi tragó en seco al escuchar a su alfa, estaba desesperado, podía sentir como caminaba de un lado al otro, hipnotizado por el aroma, mordió su labio inferior, sabía que el rumbo que tomaban sus pensamientos era peligroso, pero sus hormonas adolescentes no ayudaban mucho.
Se volvió de repente, ganándose un jadeo de sorpresa de Jimin, lo colocó debajo de su cuerpo, quedando en medio de sus piernas, relamió sus labios antes de comenzar a besarlo, Jimin le recibió con un suspiro, la cercanía de sus cuerpos hacía que sus corazones latieran al unisón, Jimin tomó su cabello entre sus dedos, acariciando mientras movía sus labios con sensualidad, el suspiro cálido de sus alientos se mezclaban, creando a su alrededor una combinación perfecta de sus aromas, una que los drogaba por completo.
Yoongi no puso ningún reparo en adentrar sus manos bajó la camisa de Jimin, donde acaricio la piel expuesta y cálida de su estómago, era plano, Jimin era tan delgado que su mano podía tomar su cadera por completo, ayudaba que sus manos fueran grandes, así podía tomarlo con mayor posesividad, porque sí, Yoongi quería poseer cada parte del cuerpo de su amado, como aquella vez, donde las cosas no habían salido como lo esperaban, pero que el proceso fue glorioso.
Se moría por estar con él, y la forma en la que Jimin se aferraba con sus piernas a su cadera y sus manos jalaban su cabello, le dijeron que no era el único ansioso, llevó la mano con delicadeza, delineando su suave piel hasta el botón de su pantalón, no podía esperar para tenerlo desnudo, Jimin suspiró, ladeando la cabeza, para recibir los besos en su cuello.
La excitación estaba subiendo, al deshacer el botón, contuvo la respiración, su mano iba camino a ese lugar, estaba por adentrarla en sus pantalones cuando la puerta se escuchó, entonces se separó tan rápido que cayó de la cama en un sonido sordo y con un gemido de dolor al caer de nalgas al piso.
—¡Dice papá que bajen a comer! —la voz de Jennie retumbó en sus oídos.
Jimin le miró sobre la cama antes de soltar una carcajada. Yoongi puso mala cara, su oportunidad se había ido, se levantó y se aventó sobre Jimin sacándole el aire cuando cayó sobre él.
—Otro día será—suspiró besando su nariz.
—Vamos tigre—rio entre dientes encantado de la vida.
Cada año el instituto organizaba la semana deportiva, donde las aulas competían contra otras de su nivel, ese año, les tocaría competir los unos con otros al ser de último año. El aula ganadora podía tener diferentes regalos, cupones en tiendas, un viaje escolar y reconocimientos, todo esto tenía un valor curricular, lo que les ayudaría a la hora de entrar a la universidad. Lo que más disfrutaban de esa semana era que las clases se cancelaban parte de la mañana, claro, ellos tendrían tareas que hacer en casa, pero de igual manera disfrutaban estar libres por unas horas.
En el último año había tres aulas, en el primer salón A, se encontraba SeokJin quien participaría en carreras de velocidad, Taehyung que haría juegos de obstáculos, Yerin que participaría junto a otros de sus compañeros en futbol; el segundo salón B, que era el más famoso por su variedad de competidores, Yoongi y Wendy lideraban el equipo de baloncesto, Hoseok de relevos, Namjoon de velocidad y JeongHan que participaría en natación junto a SeungCheol; en el tercer y último salón C, se encontraba Jimin y MoonByul quienes participarían en natación, donde eran increíblemente buenos, Joy en baloncesto junto a otros compañeros, Solar en carrera de velocidad y Mark en relevos.
Estaban listos, con sus uniformes deportivos, esperando a que comenzara el primer deporte que sería baloncesto, Jimin estaba entusiasmado apoyando a Yoongi aunque sus compañeros le miraban con reproche, porque se suponía que tenía que apoyarlos a ellos, pero no, el pequeño cisne de ojos brillantes había conseguido unos pompones color amarillo, con los que animaba a su novio gritando su nombre.
—Creo que no entiendes como funciona esto de la rivalidad—dijo Moon con una mueca.
—Claro que lo sé—bufó—. Pero qué esperaban, es el amor de mi vida quien juega.
—Ah Jimin es muy lindo—sonrió Solar con emoción—. Moon deberías ser así.
—Iugh, no gracias—rodó los ojos cruzándose de brazos.
Jimin se rio de ellas, aunque no hablaban mucho, eran buenas compañeras de clase, sólo una vez había tenido un momento de tensión con ellas y eso fue cuando Namjoon comenzó a alejarse de ellos. Miró a lo lejos como Yoongi hablaba con sus compañeros, estaba emocionado, liso para animar a su novio, a su lado llegó corriendo Hoseok, quien al parecer había tenido la misma idea que él, ya que llevaba en las manos un par de pompones color azul cielo, al verlo sonrió emocionado, se sentó a su lado en la banca.
—Pensé que llegaría tarde—dijo con un suspiró, al verlo sudar, se dio cuenta que tal vez este había corrido hasta la cancha—. Wendy se ve hermosa, ve su rostro de enojo, intimida a todo el mundo, es perfecta.
—Es linda cuando parece que quiere arrancarle la cabeza a alguien—asintió estando completamente de acuerdo con Hoseok, las cosas entre él y Wendy habían mejorado mucho cuando se dio cuenta que está no estaba interesada en Yoongi.
—Creo que va a comenzar.
Tal y como dijo Hoseok, el juego comenzó, los dos equipos se enfrentaron en medio de la cancha, Joy miró con burla a su hermana menor Wendy, quien había dejado atrás toda nota de dulzura para fulminar a todos con la mirada, era dura cuando se lo proponía. Yoongi estaba tranquilo, no quería confiarse, pero al ver quienes participaban en el otro equipo tuvo ganas de reír, algunos de ellos habían sido echados del equipo de baloncesto por ser realmente malos.
—Empecemos—dijo San el capitán del equipo C—. Cuando digas Min.
—Hagamos esto rápido, mi lindo novio dijo que había traído el almuerzo para mí.
—Awww, Hobi hizo lo mismo—sonrió Wendy—. No hay que jugar mucho con ellos, entre más rápido los aplastemos es mejor.
—Veo que tienes mucha fe en ti misma hermana—bufó Joy con aires de suficiencia—. Cuando pierdas me compraras el almuerzo.
—Sueñas—rio por lo bajo, su hermana podía aparentar ser ruda, pero la realidad es que era más asustadiza que un elefante viendo un ratón.
—Empecemos—dijo Yoongi terminando con la charla.
El balón fue lanzado en el aire por el árbitro, los dos capitanes brincaron intentando tomarlo, Yoongi fue más rápido y lo tomó haciéndolo botar en el concreto, el juego comenzaba emocionando a los presentes, el entrenador de baloncesto estaba con los brazos cruzados sonriendo con suficiencia a su equipo estrella.
—¡Vamos Yoongi!
—¡Vamos Wendy!
Hoseok y Jimin gritaban agitando en sus manos sus pompones en una coreografía improvisada que estaba quedando mejor de lo que pensaban, quienes estaban cerca se reían de sus ocurrencias.
El juego estaba siendo una lucha territorial, los alumnos que miraban todo por fuera, podían percatarse de la ferocidad y agilidad con la que el capitán Min jugaba, estaban impresionados, las y los omegas que estaban presentes se deleitaban con la actuación de Wendy, quien no tenía nada qué pedirle a los alfas que jugaban, lo hacía con una fuerza y destreza impecables, no paso mucho tiempo cuando ocurrió la primera encestada, de la mano de Yoongi.
—¡Esoooo mi amoooor! —gritó Jimin saltando emocionado—. ¡¿Vieron eso?! ¡Ese es mi futuro esposo, padre de mis pollos!
Después de unos veinte minutos, el marcador estaba cinco a cero, era obvio quienes terminarían ganando, lo que hacía más gracioso el juego, al parecer a los alumnos les gustaba ver a otros ser humillados en el juego de manera olímpica. Jimin y Hoseok seguían animando a sus parejas con la misma energía, o hasta más, se sentían realmente orgullosos.
—¡Eso Yoongi!
Aquella exclamación hizo que Jimin se volviera de inmediato, pareciendo un cómico momento, salvo que al ver a quien le pertenecía aquella voz, su ceño se frunció tanto demostrando que estaba realmente furioso. JeongHan sonreía mientas miraba a Yoongi, cosa que no le agrado para nada a Jimin.
—¿Qué hace ese gato aquí? —gruñó no lo suficientemente bajo como para no ser escuchado.
Solar le miró con una ceja alzada. —Jimin celoso.
—Oye, ese no deja de estar de zorro regalado con mi novio—bufó con los brazos cruzados.
—Jimin eso es ofensivo—chasqueo la lengua Hoseok al escucharlo.
—Sabes a lo que me refiero, es obvio que quiere con Yoongi ¿Ustedes que harían?
Hoseok lo pensó un momento, Solar torció la boca pensativa. —¿Cuántos años son de cárcel si asesinas a alguien?
Tanto Jimin, como Hoseok y MoonByul miraron a Solar con preocupación. La concentración regresó al juego, al cual le quedaban minutos, Jimin sonrió cuando se anunció que el equipo de Yoongi había ganado, festejó tanto que sus compañeros parecieron muy indignados.
Yoongi se acercó corriendo hacia él, Jimin en una respuesta dramática corrió a sus brazos, siendo elevado y dando vueltas alrededor, el sudor de Yoongi sólo acrecentaba su aroma, lo cual adoraba por completo, le dio un beso en los labios festejando la victoria.
—¡Eres increíble! —dijo completamente emocionado.
—Eso lo sé amor—bufó con aires de grandeza.
Wendy estaba sobre la espalda de Hosek quien le daba pequeñas vueltas. La escena era increíblemente tierna, menos para una persona que miraba todo aquello con una mueca de inconformidad en el rostro.
La pista de carrera era estándar, de al menos 400 metros, Namjoon miraba de soslayo como algunos de sus compañeros y amigos comenzaban a ocupar los lugares de las gradas, no estaba realmente seguro de por qué lo habían puesto a correr, pero no podía negarse, estaba haciendo algunos estiramientos cuando miró a SeokJin, para él todo aquel circo era ilógico ¿Para qué querían competencias de deportes si ni siquiera era una clase elemental? Él nunca había sido bueno con la coordinación o con ejercicios donde tenía que usar la velocidad, incluso cuando andaba en bicicleta lo hacía a un ritmo ligero, uno donde le permitiera disfrutar los alrededores, al tiempo que tenía cuidado de no romperse una pierna.
Se acercó a SeokJin y suspiró llamando la atención de este, quien le miró con una enorme sonrisa. —¿Listo Namjoonie? —preguntó con dulzura.
—Seamos honestos Jin, sabemos que vas a ganar esto y yo sólo quedaré en los últimos lugares demostrando que desde el principio tenía razón y que no debieron hacerme participar, así que si pierdo no es mi culpa, técnicamente me obligaron.
Jin rio por lo bajo. —No seas pesimista, puedes ganarme.
Namjoon entrecerró los ojos y le miró con sarcasmo, SeokJin terminó con una carcajada. —Pero al menos perderás con estilo.
—Odio este sistema.
—Hola chicos—sonrió Solar con energía de sobra.
Al verla se sorprendieron. —¿Serás tú la que concurse? —preguntó Jin alzando ambas cejas.
—¡Sí! —asintió efusivamente.
—Vaya es sorprendente—dijo Jin con una sonrisa forzada.
—¿Por qué? No creo que los sea—respondió ella confusa.
—Oh no, es sólo que...
—Eres una omega tortuga, tus capacidades instintivas no son una buena ayuda si de velocidad hablamos—dijo Namjoon de forma lógica.
Solar boqueo indignada. —Eso es grosero.
—No es grosero, es realista.
—Lo que Namjoon intenta decir, es que estamos muy impresionados y que esperamos que te vaya súper bien, mucha suerte.
—Yo no...—comenzó, pero fue callado por los dedos de Jin que tomaron sus labios cerrándolos por completo.
—Oh mucha suerte para ustedes también—sonrió Solar como respuesta, al comprender que ellos no querían ofenderla, se alejó tomando su lugar en la línea de salida.
—Nam no seas grosero—regañó con los brazos cruzados.
—No es grosero es realista—repitió con una ceja alzada—. Por naturaleza y al ser híbridos, tomamos características instintivas y naturales de nuestros animales internos, es por eso que eres demasiado rápido, tu instinto de guepardo te ha adaptado a desarrollar habilidades en atletismo que son innatas, en cambio ella, bueno, las tortugas viajan a una velocidad de 35k/h en comparación a los guepardos que son aproximadamente 115k/h manteniendo esa velocidad por una distancia de 400 metros.
SeokJin le miró con una enorme interrogante en el rostro. —¿Cómo sabes?....ammm...olvídalo, mucha suerte.
—¿Suerte sin habilidad? Pff—negó antes de caminar a su sitio.
—¿Cuánto ganaría si lo llevo a esos programas de trivias? —dijo para sí mismo.
Cuando estuvieron en posición, escucharon a sus amigos gritar sus nombres en las gradas, SeokJin sonrió, pero Namjoon se puso nervioso, sus manos comenzaron a temblar ligeramente, no le gustaba exponerse de esa manera a las multitudes. El estruendo de la campana sonó y dio comienzo a la competencia, SeokJin no necesitaba esforzarse demasiado para mantener un ritmo rápido y constante, Namjoon iba a su ritmo, y Solar detrás de este.
La ansiedad de Namjoon estaba aumentando, a la vez que despertaba en él un sentimiento extraño, algo que nunca antes había sentido, era como una ráfaga de energía viniendo de la nada, corrió con fuerza, sintiéndose sofocado, queriendo terminar con todo de una vez, porque lo que sentía no le gustaba, por unos momentos igualo el paso de Jin, lo que hizo que este aumentara el paso dejándolo atrás, SeokJin era muy competitivo, amaba a Namjoon, pero no por eso le iba a dejar ganar.
La visión de Namjoon se nubló, a la vez que sentía algo despertar dentro de él, un rugido que hizo que perdiera el control por completo cayendo de bruces contra la tierra, algunas personas, en especial sus amigos pararon en seco preocupados, él estaba boca abajo en la tierra, sintiendo angustia.
—¿Estás bien? —preguntaron a su lado, ayudándolo a sentarse.
—Jin la carrera—dijo con una mueca.
—Te lastimaste la rodilla—dijo mirando la rodilla descubierta de Namjoon—. Tenemos que limpiarla.
—Jin la carrera—repitió, al oler el aroma de Jin cerca, la sensación de ahogo se estaba disipando, pero aún persistía la incomodidad.
—No importa eso—bufó molesto—. No quiero que se infecte.
—Pero...—balbuceo.
—Nada—le sonrió con cariño.
—¡La ganadora es Solar de la clase C! —dijo el presentador.
Jin y Namjoon miraron a la línea de llegada, donde Solar daba brincos, Moon estaba cerca sonriendo y aplaudiendo orgullosa.
—¿Ves cómo las estadísticas se equivocan a veces? —dijo Jin antes de soltar una carcajada.
—Una variable que no tome en cuenta—respondió con una mueca.
SeokJin negó, había perdido la carrera, pero fue él quien llevó a Namjoon a la enfermería y le atendió, ganándose un beso en la mejilla de este, sí, Jin había ganado, como siempre.
Taehyung tragó en seco cuando vio la pista de obstáculos, había aros, un lugar donde arrastrarse en lodo, una pared para escalar y una serie de conos naranjas, no estaba seguro de hacerlo, o mejor dicho lograrlo, no era lo suyo, los deportes no eran su fuerte, él era un pintor, no un corredor, las piernas le temblaban, se suponía que ese trabajo era el de Jungkook, pero este no había asistido a la escuela a pesar de que ese día era su regreso.
Esa era otra razón por la cual no lo lograría, estaba tan concentrado en Jungkook y en que no habían podido hablar, que el dolor de su omega le dificultaba hacer un esfuerzo por poner atención o hacer esfuerzo físico, quería a su alfa ahí alardeando que era el mejor en deportes fuertes.
—Suerte Tae—dijo Hoseok quien sería su contrincante.
Asintió con ganas de vomitar, miró hacia atrás donde Jimin, Yoongi, SeokJin, Namjoon con una bandita de osos en su rodilla y Wendy con un cartel que decía "Eres el mejor Hobi" le observaban, estos levantaron sus pulgares en señal de apoyo, tal vez porque vieron su rostro repleto de terror.
A su derecha estaba Mark, un chico de ojos grandes, tierno y sonrisa que le decía que estaba ocultando algo, no confiaba en su cara de ángel. Tomo una bocanada de aire.
—Tú puedes—susurró para sí mismo, aunque fuese una mentira.
—¡En sus marcas, listos, fuera! —dijo uno de los profesores que era el jurado.
Taehyung se quedó un momento parado sin comprender hasta que escuchó la voz de Jimin que le decía "Muévete idiota". Fue entonces que corrió, lo primero que tenía que hacer era saltar unos aros que estaban en el piso, intentó hacerlo rápido, pero estar tan nervioso no le ayudaba, cuando lo pasó, tuvo que comenzar a rodear los conos, tiró uno, después tirarse al piso y arrastrarse bajo una red en el lodo, fue asqueroso porque intentaba que su rostro no se manchara, grave error, terminó atascado en el medio, chillaba como berrinche porque estaba haciéndolo mal.
El penúltimo obstáculo era una pared de cachos donde tenía que escalar, alguien le ayudó a ponerse la protección y el casco, empezó a subir, era un desastre, cayó al selo tres veces, pero volvía a intentar subirse, el problema era que sus brazos y piernas eran débiles. Estaba por rendirse.
—¡Vamos pato desabrido! —escuchó el grito detrás.
Volvió la cabeza para ver a Jungkook en uniforme parado al lado de Jimin, este le miraba con profundidad, formó una leve sonrisa en su rostro y levantó ambas cejas, el corazón de Taehyung golpeaba tan fuerte que temió sufrir un infarto, sus ojos se agrandaron, para los demás parecía ser un cachorrito perdido, quiso bajar, pero Jungkook negó.
—¡Pato escala como si arriba estuviera un pastel de fresa! —gritó con sus manos en el rostro intentando que se escuchara más.
Asintió al tiempo que comenzó a subir, estaba sonriendo, porque Jungkook se encontraba ahí, entre más rápido acabara con todo, podría ir a verlo, su omega estaba ansioso.
—¡Que buen trasero pato! ¡Sigue subiendo cariño!
Las risas de sus compañeros no se hicieron esperar, Taehyung aguanto la vergüenza y subió hasta la cima, del otro lado había una resbaladilla, la cual bajo de inmediato gritando.
—¡Me encantan tus gritos bebé! —siguió, acrecentando las risas—. ¡Pero baja con cuidado amor! ...Ya te caíste ¡Está bien, levántate campeón, como un guerrero!
Taehyung se sacudió la tierra en su short y siguió corriendo, Mark y Hoseok ya habían llegado, él lo hizo de último, pero no espero a que anunciaran a los ganadores, regresó, esta vez corriendo todo el circuito hasta llegar al otro lado, Jungkook abrió los brazos.
—¡Venga mi patito! —grito antes de ser tacleado por Taehyung, debido a su fuerza no cayeron al piso, pero sí fue doloroso—. Mierda, no sabes lo mucho que extrañe esto—susurró en su cuello, enterrando ahí el rostro para olerlo.
—Kookie—susurró con los ojos cristalinos—. Lo siento, por favor yo...
—Hay amor, yo soy quien lo siente, hablaremos, pero será después de esto—le sonrió limpiando sus mejillas y besando su frente.
Sus amigos le rodearon, quienes estaban alejados eran Hoseok y Wendy, el primero con el temor marcado en su rostro.
—¿Cómo estas Jungkook? —preguntó Yoongi con una sonrisa.
—Estaba a punto de volverme loco, me quitaron todo, hasta mis ganas de vivir—dramatizo—. Oh pero...
Se separó de Taehyung para caminar hasta Hoseok quien le observó con expectativa. —Jungkook...
—Lo siento—dijo con una mueca—. Jamás debí responder de esa manera—suspiró—. No sé qué fue lo que paso ese día, me gustaría que ambos me lo dijeran—miró simultáneamente a Hoseok y a Taehyung—. Pero, lo siento mucho, lo bueno es que creo que te arregle la cara.
La tensión se aligero, Hoseok soltó una carcajada y abrazó a Jungkook, quien suspiró aliviado.
En los camerinos, Jimin se puso el traje de baño con el que saldría para la competencia de natación, nadar para él era como bailar, estaba en su sangre, era innato y era increíble haciéndolo, así que no se preocupaba, sin embargo, ahora no sólo se trataba de ganar la competencia, sino de demostrar algo, nadaría contra JeongHan, era obvio que tenía que ganar, perder no era una opción.
Estaba por salir de los vestidores, cuando al volverse algo sucedió, no vio como pasaron las cosas, pero una nube de humo blanco cayó en si rostro, este polvo entró a sus ojos haciendo que los cerrara de inmediato.
—¡Lo siento Jimin!
Talló sus ojos al tiempo que intentaba limpiar el desastre, con la poca vista que tenía vio a SeungCheol mirándolo preocupado.
—¿Qué es eso? —preguntó tosiendo un poco.
—Es talco de bebé—explicó con una mueca, ayudándolo a limpiarse con una toalla—. Lo uso para ponerme el traje, me queda pequeño. Perdóname, fue un accidente.
—Está bien, no te preocupes—le sonrió amablemente, esas cosas podían pasar—. Nos vemos afuera y suerte.
—Suerte Jimin.
Salió para ir a la piscina techada, sus ojos aún ardían, los tallaba con fuerza intentando quitar el polvo que quedaba, llegó a donde Moon estaba, ella era su compañera de relevo, una alfa de tiburón blanco que era una excelente nadadora, iría primero como lo habían platicado.
—¿Listo? —preguntó seria.
—Sí—dijo sin dejar de tallar sus ojos.
—Mucha suerte Jimin—dijo JeongHan mirándolo con una sonrisa.
—Espero que te ahogues—respondió tajante.
—¿Cómo están tus ojos? —rio por lo bajo.
Jimin no comprendió en ese momento lo que ella intentaba decir, la competencia comenzó, él miraba a sus amigos y a Yoongi quienes le animaban, Moon y SeungCheol se metieron al agua en una explosión, la primera ni siquiera salió del agua, nado perfecta debajo de esta, llegando primero al otro extremo, Cheol a pesar de ser un alfa orca, se le dificultó nadar, Moon llegó y Jimin se puso en posición con los lentes puestos, pero su vista estaba borrosa, se echó en el agua y comenzó a nadar lo más rápido que pudo, sin embargo, sus ojos seguían ardiendo, cuando llegó, se quitó los lentes aun en el agua y miró a JeongHan destejando junto a Cheol.
—Maldito hijo de puta—gruñó al comprender muy tarde lo que ese omega había hecho—. Esto no se va a quedar así.
Salió del agua con tristeza, Moon le sonrió y palmeo su espalda. —Será la próxima Park.
—Estoy enojado—hizo un puchero.
—¡Amor lo hiciste increíble! —llegó Yoongi con una enorme sonrisa a hacerlo sentir mejor, lo abrazó con fuerza—. Fueron sólo dos segundos de diferencia amor,
—Fue medio minuto Yoongi—corrigió Namjoon haciendo que Jin se golpeara la frente con la mano.
—Se llama sutileza amigo—dijo Jungkook al lado de Namjoon—. Jimin lo hiciste bien, ah, ammm...no llores.
—No estoy llorando, algo cayó en mis ojos—susurró.
Yoongi lo tomó de las mejillas y miró sus ojos que estaban rojos. —¿Puede ser el cloro?
—¡Jimin se quedará ciego! —exclamó Taehyung dramáticamente.
—Jimin lo hiciste bien—dijo JeongHan con una sonrisa.
No era que el pequeño omega cisne quisiera comportarse de esa manera, pero en un arrebato de furia, se quiso lanzar contra él para golpearlo. —¡Maldito tramposo! —dijo luchando en los brazos de Yoongi.
—¡Jimin no hagas eso! —dijo Yoongi extrañado de su comportamiento.
—¡¿No ves que es un tramposo?! —gruñó pataleando para que lo soltara—. ¡Sueltame, que le rompo la cara de mojigato!
—No sé de qué hablas Jimin—dijo Jeonghan preocupado.
—Así se pone a veces, es medio especial cuando pierde—respondió Taehyung con una sonrisa.
Jimin se volvió para fulminarlo con la mirada, este dio un paso hasta atrás, cubriéndose con Jungkook, a su vez, Jungkook se puso detrás de Yoongi quien se encogió de hombros.
—Jimin no le digas así a Jeonghan, él sólo quiere ser amigable.
Jimin se tranquilizó por completo. —Es verdad, estoy siendo ridículo, lo siento—la forma en que sonrio, hizo que Taehyung tragara en seco—. Felicidades por tu triunfo.
—Gracias, no te preocupes Jimin, entiendo cuando a veces no se puede manejar la decepción.
Jimin río. —Es terrible, perdón—se volvió tomando a Yoongi de las mejillas para darle un beso muy, muy, muy, exhibicionista.
Los presentes se volvieron avergonzados de cómo el cisne besaba a su novio, Yoongi en cambio estaba muy feliz. Jeonghan apretó la mandíbula y las manos siendo visto sólo por Taehyung quien entrecerró los ojos consternado.
—Nos vemos después—dijo entre dientes.
Cuando se fue Jimin se separó de Yoongi y suspiró satisfecho, llevando las manos a su cintura. Se alejó de sus amigos para entrar al camerino, Yoongi parpadei perplejo.
—Me siento usado—chasqueo la lengua—. Pero me gusta.
Esperar el momento preciso, eso era lo que Jimin hizo durante la semana restante, espero, paciente, hasta que un día, después de las clases vio algo en el jardín que le pareció interesante, dejo de mascar su chicle y sonrió ladino. Se separó de sus amigos haciendo una bomba rosa entre los labios, tarareaba una linda canción.
No, nadie podía meterse con aquel cisne dominante y salirse con la suya, porque quien lo hacía, bueno, recibía su merecido.
Jeonghan abrió los ojos con flojera, se había quedado dormido en una banca del jardín de la escuela, bostezo y se sentó, talló sus ojos y suspiro, cuando levantó la mirada se encontró con sus hermanos quienes le miraban con seriedad y temor.
—¿Qué pasa? ¿Por qué la cara de idiotas?
Minghao y Hyunjin se miraron entre sí, el primero intentando aguantar una carcajada, como no quería ser mal hermano, sacó de su mochila un espejo pequeño que usaba a veces. Se lo tendió a Jeonghan, este le miró confuso, pero lo tomó para verse, al principio no notó nada extraño o fuera de lo común, su rostro lindo como siempre estaba igual, su ropa también, su larga coleta parecía en orden, tocó su cabello entonces supo que algo mp estaba bien.
Toda su coleta estaba enredada, en algo viscoso, sintió miedo al verla hecha una bola, había algo rosa entre sus hebras.
—¿Que...qué es esto? —preguntó tembloroso.
—Es chicle—dijo HyunJin con una mueca—. Tienes por lo menos diez chicles pegados al cabello.
—Y no es sólo eso—dijo Minghao mostrando un largo mechón cortado. Miró a sus pies y se horrorizó de ver algunos mechones de cabello.
Sus ojos se ampliaron lleno de furia, sólo había alguien que lo odiaba tanto como para meterse con su hermoso y largo cabello.
—¡Maldito cisne desgraciado, juro que las pagarás caro! —grito hasta que le dolió la garganta.
Espero que les haya gustado, muchas gracias por leer. Los amooo mucho 🖤
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