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—¿Por qué es tan importante estudiar sobre esto? Odio biología—negó Felix con una mueca.
Bambam siguió tomando los libros del estante de medicina, observaba cada uno de ellos con insteres a pesar de no saber realmente de lo que estaban hablando, últimamente tenía esa idea loca que para conquistar a Yugyeom debía de comenzar a ser muy inteligente.
—Si quiero entrar a la carrera de medicina debo de ser el mejor de los estudiantes—se encogió de hombros.
Espero la respuesta de su nuevo amigo, pero esta nunca llegó, bajo el libro con cuidado para ver como Felix miraba a través de un espacio vacío en el estante, Bambam observó sobre su hombro, a través de aquel espacio, se podía ver las mesas de estudio, en una de ellas estaba ChangBin, un compañero de su curso, hablando con dos chicas de forma animada, la forma en la que Felix le miraba llamó su atención, su entrecejo estaba fruncido a la par que sus labios, los cuales formaban un tierno puchero.
—Cuando dijiste que estabas con un alfa que se hacia el difícil ¿Te referías a ChangBin? ¿Es él quien te gusta?
—Algo así—suspiró dándose la vuelta para mirarlo de frente—. Es como un amor platónico, ahhh me encanta, pero él no se fija en mí, he intentado acercarme, pero es en vano.
BamBam suspiró y negó. —¿Quién se cree que es? Si eres lindo y tierno, cualquier alfa estaría feliz te tenerte como omega.
—Yo no quiero cualquier alfa, yo quiero a Changbin.
—Bueno, no te voy a juzgar de cierta manera te entiendo, mi alfa destinado no quiere saber nada de mí, cambio su número y todo, me hace sentir un acosador.
Felix asintió antes de analizar las palabras de su amigo ¿Había dicho alfa? Le miró con los ojos bien abiertos y boqueando, incapaz de poder decir algo.
—¿Alfa? Pero tú eres un alfa.
—¿Ahora entiendes lo difícil de mi situación? Al parecer el destino me odia, porque estoy enlazado a un alfa, uno que me repudia por completo, niega que sea su destinado y me dice que estoy enfermo por siquiera pensar en él de esa forma.
Felix nunca había escuchado sobre aquello, le impresionaba en gran medida, tenía curiosidad y algún pensamiento que le decía que eso era un error, su familia siempre había visto mal que dos omegas o dos alfas estuvieran juntos, decían que iba en contra de la naturaleza, ¿Cómo era posible que dos omegas o alfas tuvieran una relación? ¿Era eso ir en contra de las leyes naturales? No existía una marca entre omegas y la de los alfas podía llegar a ser peligrosa, no podían tener hijos, entonces ¿Por qué estar juntos de esa manera? ¿No era más fácil encontrar otra pareja que se adaptara a lo normativo?, nunca había visto a una pareja de ese tipo de cerca, sólo en redes sociales, para él era algo nuevo, tenía muchas preguntas, no estaba seguro si algunas de ellas podían ser hechas de manera correcta, no quería incomodar a su amigo, todo aquello parecía bizarro en su mente, estaba por decir algo, pero al ver los ojos de BamBam y el dolor que reflejaba en ellos, dejó aquellas creencias de lado y se acercó para abrazarlo.
Tal vez no lo entendía, pero él mismo tenía el corazón roto, vivía con la tristeza que el alfa que había elegido no quería saber nada de él, dolía demasiado y eso que ellos no eran destinados, no podía imaginar el dolor y la angustia que Bambam estaba sintiendo. No entendía aquello, pero al sentir como su amigo se aferraba a él, supo que lejos de juzgarlo, lo único que quería hacer era apoyarlo, le impresionaba que haya aguantado hasta ese momento el ser rechazado por su destinado.
—Ese alfa es un idiota—dijo molesto, para él BamBam era el alfa más lindo, tierno y amable del mundo, no podía creer que alguien fuera capaz de lastimarlo.
—Yo sé que está mal para los demás—susurró en su cuello—. Entiendo que no muchos pueden comprender que dos alfas estén destinados, ni yo lo entiendo, pero, ¿Por qué mi amor tiene que ser menos que el de los demás? No es justo, él dice que es una abominación, pero mi alfa está dolido, todos los días despierto con este dolor que se vuelve más profundo. ¿Qué está mal conmigo? ¿Por qué no puede amarme?
Felix lo separó de su cuerpo e hizo que le mirara. —No hay nada malo contigo, es la gente que piensa que pueden decirle a alguien qué hacer o qué sentir.
Sintió vergüenza de sus pensamientos, de su familia, de las cosas que pudo haber dicho en el paso del tiempo, sobre algo que no entendía, Felix, estaba seguro de que no quería escuchar a su amigo hablar de sí mismo de esa manera, porque no merecía ser tratado o sentirse inadecuado. No era justo.
—Yugyeom no me quiere, o si lo hace se está alejando y Felix, no creo que mi alfa aguante por mucho más tiempo.
—No—negó con una mueca—. Haremos que ese alfa idiota se de cuenta que no puede ir en contra del destino.
—¿Cómo se supone que haremos eso?
—Pensaré en algo—lo tomó cariñosamente de las mejillas—. Así que quita esa cara. Lo lograremos.
Bambam le sonrió de forma enternecida y emocionada. —Gracias por no rechazarme.
—Jamás haría eso—lo dijo con total sinceridad.
Aquellos amigos estaban compartiendo un momento de total afinidad y cariño, ajenos a los ojos curiosos y molestos de cierto alfa indeciso. Changbin no estaba nada feliz.
—...Su principio es que del bien puede surgir el mal, y que está permitido hacer el mal cuando de ello resulta un bien. No afirma que es bueno en sí traicionar la palabra empeñada, ni que es bueno emplear la violencia, la corrupción o el asesinato. Decís: podemos traicionar cuando ello resulta útil, matar cuando es necesario, apoderarnos del bien ajeno cuando es provechoso...
SeokJin escuchaba atento lo que Namjoon le estaba leyendo aquella tarde, como todos los días desde que habían decidido ser pareja, se encontraban en el parque cercano a la escuela, pasando el tiempo juntos, se empeñaban en seguir con la norma de conocerse antes de hacerse atribuciones del otro, poco a poco, conocían aquellos aspectos de sus personas que les enorgullecían y los que los avergonzaban. Seokjin descubrió que Namjoon leía un libro nuevo cada semana y él se deleitaba escuchando su voz mientras le leía, esa tarde no estaba sentado a su lado, sino recostado en su regazo, Namjoon había colocado su mano sobre sus cabellos y le acariciaba con parsimonia. De ratos se detenía para cambiar la página, después comenzaba de nuevo el relajante acicalamiento.
—¿Lo estás entendiendo? —le preguntó de forma sería.
—No, la verdad es que no entiendo mucho—dijo mirándolo desde abajo con una disculpa.
Namjoon bajó el libro y suspiro. —Maquievelo y Montesquieu no te parecen interesantes ¿Verdad?
—Ni siquiera sé quiénes son—rio por lo bajo—. Me gustó más el libro de la semana pasada.
—¿El país de las ausencias? ¿Realmente te gusto? Hay mucho de ese libro que no logré comprender—se encogió de hombros—. No es algo que volveré a leer, así que estoy comprendiendo un poco ¿Te gustan las lecturas ligeras?
—Sí, definitivamente son mejores para mi cerebro—asintió con una mueca.
—Este libro habla sobre las posturas de estos dos personajes en cuento a la sociedad, al ensayo político y las doctrinas marxistas. Lo elegí porque posiblemente debas saber algo de esto en la carrera que has elegido.
—Oh es muy amable de tu parte—se sentó en la hierba y le miró con una sonrisa—. Creo que debería de poner más atención.
—Jin, tengo curiosidad—suspiró quitándose las gafas, para Namjoon aún era confuso estar cerca de Jin, había ocasiones en las que este le hacía volar la cabeza sin razón aparente, intentaba entender lo que decía y sus acciones, siendo un fracaso total, sin embargo, había cosas que le gustaban de Jin, su risa era contagiosa a pesar de no saber realmente de qué se reía, sus anécdotas eran entretenidas y le hacían cuestionarse muchas cosas, por último pero definitivamente no menos importante, sus muestras de afecto le mantenían alterado de una manera que podía soportar y disfrutar. No se aburría a su lado.
—¿Sobre qué? —preguntó jugando con el pasto que estaba bajo sus pies.
—Me ha sorprendido tu elección de carrera—confeso pendiente de lo que las manos de Jin hacían en el pasto—. Jamás dijiste nada que demostrara que te interesaba la abogacía, ¿Por qué ahora?
—Bueno, es una buena carrera ¿No?
—No niego que sea buena, para quien elige cursarla, hay muchas cosas que están a su favor, la demanda laboral es aceptable, los precios referentes a los diferentes procesos legales también son llamativos.
—Entonces lo que dijiste—rio de manera melancólica.
—¿Realmente quieres esa carrera? Papá Mark me hizo una pregunta, con el fin de que me cuestionara si realmente quería ser químico, siempre me ha llamado la atención aquellas ramas de la ciencia, como la química y la biología, así que no les sorprendió mi respuesta, en cambio a todos nos ha sorprendido la tuya.
—Pues...—chasqueo la lengua sin mirar a Namjoon—. Creo que es una buena opción, ya sabes, buena para el futuro y eso.
—Esa no fue la pregunta, pero creo que no la entendiste, volveré a hacerla, me refiero a si tú realmente quieres estudiar esa carrera, ammm como dijo papá ¿Te ves a ti mismo siendo un abogado?
—No—respondió sin vacilación—. Si me hubieses preguntado hace años yo te diría que mi sueño es estudiar gastronomía, fue así desde la infancia, pero ahora, tomando en cuenta que debo elegir una carrera que me de sustento, pues, sí, abogado está bien. ¿Me veo siendo uno? No, pero supongo que en la marcha podré hacerlo.
Namjoon se quedó en silencio unos momentos, analizando las palabras de Jin, aunque estás estaban dichas de una manera desorganizada, comprendió a lo que se refería, hizo una mueca inconforme.
—Si tu sueño era ser chef ¿Por qué no aplicas a una escuela de gastronomía? —preguntó curioso.
—Esa no es una carrera, es un oficio ¿No fue eso lo que dijiste un día? Es una profesión que no deja mucho dinero—en su voz había una nota de reproche.
—¿Yo dije eso? —entrecerró los ojos—. Bueno, la verdad es que, si lo ponemos de esa manera, sí, es difícil que te hagas millonario estudiando gastronomía y no es una carrera tan compleja, pero Jin, ¿Qué importa lo que yo dije?
—¿Qué? —preguntó mirándolo confuso.
—Bueno, yo realmente no sé lo que conlleva estar en la carrera de gastronomía, porque no es algo que me interese, ese día posiblemente estuviera hablando de algunas cifras estadísticas sobre la demanda monetaria y laboral, sinceramente yo no sé nada sobre eso, entonces ¿Por qué importa la opinión de alguien que no sabe sobre eso?
SeokJin le miró perplejo, una parte de él estaba molesto por lo que escuchaba, anteriormente se había sentido realmente juzgado por el alfa que le gustaba, pero ahora, algo en él parecía cobrar sentido ¿Por qué le importaba tanto lo que Namjoon pensaba? ¿Qué tanto quería ser aceptado por el alfa?
—En aquella plática—continuó Namjoon—. Papá me preguntó si ser químico me haría feliz, no entiendo por qué la carrera tendría que hacerme feliz, supongo que tiene que ver con lo de la autorrealización, como la pirámide de necesidades de Maslow. Así que Jin ¿Ser abogado te haría sentir realizado o feliz?
Pensó la pregunta por unos momentos, hasta que comenzó a negar. —No, no lo haría, realmente creo que no sería feliz.
—¿Estudiar gastronomía te haría feliz?
—Sí—sonrió inconscientemente—. Creo que estoy en el camino equivocado ¿No?
—No lo sé, eso es algo que sólo tú puedes responder—suspiró, con nerviosismo alargó la mano y con el dedo índice le dio un pequeño toque a su nariz—. Eres muy buen cocinero, estoy seguro que, si eliges eso, no se te hará difícil, en cambio la abogacía, bueno Jin, no sabes quién es Maquiavelo.
SeokJin comenzó a reír antes de acercarse a Namjoon y abrazarlo, este se tensó por unos momentos, hasta que pudo responder al abrazo. —Creo que debo pensar bien las cosas—suspiró—. Gracias por tu ayuda.
—Pero si yo no hice nada—entrecerró los ojos.
—Aunque no lo sepas, lo hiciste.
—Oh bueno, entonces no fue nada.
El omega rodó los ojos, pero río, en su interior algo estaba claro, tal vez, debía comenzar a decidir escuchando a su corazón, al final de cuentas ¿Quién iba a vivir su vida si no era él?
Taehyung no se sentía bien, se había regañado mentalmente el haber olvidado sus supresores aquella mañana, ahora el dolor estaba comenzando y su aroma se estaba volviendo más denso, las clases habían terminado, antes de que eso ocurriera se habían encerrado en el baño, esperaba a que Jimin le llevara los supresores, pero estaba tardando demasiado, debido a la desesperación que sentía, se planteó buscar a Jungkook, quien estaba en el entrenamiento obligatorio de futbol.
Su vista estaba nublándose, poco le faltaba para terminar tenido en el pasillo, estaba recargado en una de las puertas cuando sintió algo, era un aroma conocido, pero muy fuerte, le pico la nariz, no le gustaba, pero al mismo tiempo se encontró caminando despacio hasta lo que era el salón de baile, veía doble, sudaba frío y el dolor en su vientre se acrecentaba, necesitaba a Jimin con esos supresores o a Jungkook de inmediato, intentó llamarlo por la marca, pero estaba tan inquieto y confundido por ese aroma a regaliz que no pudo hacerlo.
Entró al salón que estaba en completo silencio, sólo había algo ahí y era ese aroma fuerte, el de un alfa en celo, al darse cuenta de ello, retrocedió asustado, su omega lo había llevado ahí porque estaba confundido, tuvo miedo cuando una persona se apareció frente a él, imponente, con los ojos dilatados y las fosas de las narices anchas, el aroma que desprendía era tan fuerte que su omega tuvo mucho miedo, balbuceo para alejarse, pero aquel alfa lo tomó fuertemente de la cintura y lo acercó a su pecho.
Comenzó a chillar, intentó nuevamente llamar a Jungkook a través de la marca, pero s omega se paralizo, cuando los labios de aquel alfa estuvieron sobre los suyos, besando con necesidad, sentía su cuerpo fornido sobre el suyo, tomándolo de forma posesiva, las lágrimas comenzaron a descender por sus mejillas, estaba intentando alejarlo, cuando cedió.
Sus ojos se cerraron temblorosos, sus manos se aferraron al cuello de aquel alfa y correspondió al beso en un momento de calor, al aroma de ambos comenzó a llenar el lugar, era denso, quien estuviese cerca podría oler las feromonas de apareamiento. Al momento que sus labios se movían en un compás brusco y sus manos buscaban con desesperación el calor ajeno, abrieron los ojos y se miraron, por un mínimo instante sus partes humanas reconocieron lo que estaban haciendo, se soltaron como si el calor que los había envuelto anteriormente, se haya convertido en lava ardiente.
—Vete—dijo el alfa tapando su boca y nariz, evitando seguir oliendo aquel aroma dulce del celo del omega.
Taehyung hizo trabajar a sus piernas, salió corriendo de ahí, se alejó con fuerza, casi tropezando con sus propios pies, hasta que chocó con un cuerpo menudo, terminando en el piso.
—¿Tae? —la voz de su hermano le llenó de alivió—. ¿Por qué te moviste de donde te deje? —se acercó preocupado mirando sus ojos, este estaba muy alterado, estaba por darle los supresores, cuando algo llamó su atención—. ¿Por qué hueles a Hoseok?
Chan chan chan chan
Este maratón es posible gracias a mi beba juliecbp es para ti linda.
💜 posiblemente mañana en la mañana suba los otros dos que quedan porque aún no los acabo n.n 💜
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