La tensión en la mesa era palpable, sólo el sonido de los cubiertos en contacto con los platos era escuchado, Jungkook mantenía la vista fija en su desayuno con un nudo en el estómago, estaba seguro que, si comía de más, podía vomitar todo por la angustia. Las calificaciones habían sido entregadas por correo y a él no le había ido nada bien, reprobando por segunda ocasión algebra, muy diferente de Yugyeom, quien había salido con excelencia académica como siempre, Nayeon, bueno, su hermana se mantenía en un punto neutro.

—Es la maldita segunda vez que repruebas, ni siquiera sacaste un nueve, de las ocho materias apenas pudiste pasar siete ¿A qué se supone que vas a la escuela? —cuestionó Vernon cuando se cansó del silencio—. ¡Levanta la cabeza cuando te hablo!

Jungkook le miró asustado, si bien, Vernon nunca le había puesto una mano encima, en algunas ocasiones estuvo tan enojado que parecía que le quería golpear. Reconocía que era un alfa de mayor categoría, por lo que la valentía desaparecía.

—¿Qué excusa vas a poner esta vez? —preguntó con una mueca.

—No entiendo muy bien las clases—susurró.

—¿Esa es una excusa? Si no entiendes debes de acercarte a tus maestros y estudiar, pero no lo haces, te la pasas en el maldito celular, jugando en la computadora o estando de vago con Taehyung.

—Taehyung no tiene nada que ver—interrumpió nervioso.

—¿Qué no tiene nada que ver? Eres patético, un completo inútil Jungkook, ¿Crees que eres mayor sólo por tener a un omega marcado? ¿Te has preguntado qué clase de vida le darás? —vocifero—. ¡Eres un niño jugando a ser un maldito adulto! No puedes cumplir con las obligaciones simples, tú única responsabilidad es sacar buenas notas en la escuela, pero eres un vago y a este paso no serás nada.

¿Qué dolía más? ¿Las palabras o los golpes? Jungkook estaba seguro en ese momento que hubiese preferido mil veces obtener una bofetada de su padre, no una mirada de decepción, no tuvo otra opción que bajar la vista y comenzar a llorar en silencio, cosa que molestó mucho más a Vernon, porque una de las cosas que realmente odiaba era ver a sus hijos mostrar debilidad.

—¿Crees que llorando vas a resolver algo? ¡Carajo Jungkook, los alfas no lloran! Pareces un completo idiota—gruñó.

—Es suficiente—dijo SeungkWan mirándolo con cara de pocos amigos—. Acepto que lo reprendas por haber reprobado, pero no que lo humilles así.

Vernon miró a su omega negando. —Por eso Jungkook es así, porque siempre estás al rescate, sabes bien que allá afuera nadie lo va a defender, antes de criar a un hijo inútil, prefiero morir—se levantó con molestia—. Me voy al trabajo.

Los cuatro miraron como el alfa se iba, Nayeon estaba enojada de siempre las mismas peleas, por lo que se levantó y simplemente se fue a su recamará, Yugyeom mordió su labio inferior.

—Kookie, te ayudaré a estudiar—dijo con cariño.

—No necesito tu maldita ayuda—respondió tajante limpiando con fuerza sus ojos llorosos.

—Jungkook no le hables así a tu hermano—bufó Seungkwan.

—Nos vemos en la tarde, saldré con unos amigos—suspiró Yugyeom antes de abandonar la mesa.

—Nos quedamos solos—dijo su padre omega tomando su mano.

—No debiste defenderme, no puedes ir en contra de tu alfa—susurró por lo bajo

SeungkWan soltó una carcajada. —Hansol, es un alfa terco, sus ideas a veces son muy duras, pero se preocupa por ti, sólo quiere que seas un buen alfa, que tengas una carrera y que salgas adelante, pero no sabe cómo expresarlo. Tú sabes la vida tan dura que tuvo cuando era niño y adolescente, además la fecha no ayuda.

—Es el aniversario de muerte del abuelo—balbuceo sintiendo una horrible opresión en el pecho.

—Sí, pero eso no quiere decir que dejaré que te hable así, amor—apretó su mano haciendo que le mirara—. A veces cuando se es joven, se piensa qur la escuela no ayuda en nada, pero la realidad es que, en el mundo adulto, una carrera profesional abre muchas puertas, estas a meses de entrar a la universidad, es momento de que te esfuerces más, yo sé que puedes lograrlo, pero tienes que poner de tu parte.

Jungkook hizo una mueca. —Lo haré papá, lo siento.

—Aunque suene mal decirlo, ahora no sólo tienes que pensar en ti, te dije que marcar a tu omega podría traer consigo muchas dificultades, una de ellas es que todo lo que pase contigo le afecta a él, son muy jóvenes, hay mucho que tienen que hacer y construir juntos, por eso debes hacerlo, no sólo por ti sino también por él ¿Entendido?

—¿Crees que Taehyung me deje por ser mediocre? —le preguntó con terrible angustia.

—No—negó llevando su mano a la mejilla de Jungkook quien se estremeció ante su toque—. Principalmente porque no eres un mediocre y porque Taehyung te ama.

—Gracias por decir eso—susurró, aunque no creía ninguna de sus palabras.

—¿Saldrás hoy con él?

—Antes iré a ver a Namjoon, le ayudaré a atrapar sapos.

—¿Sapos? —preguntó con una ceja alzada—. ¿Por qué sapos?

—Los necesita para su proyecto de ciencias—se encogió de hombros.

—Pero, ¿No es mejor comprarlos en una veterinaria?

—Papá—dijo indignado—. ¿Y dónde queda la diversión?

SeungKwan asintió. —Tienes razón, bueno, está bien, siempre y cuando no te metas en problemas. Ve a divertirte, porque a partir de mañana estás castigado.

Jungkook rio antes de levantarse, le miró antes de desaparecer por la puerta de la cocina, dejándolo sentado con un nudo en la garganta. Bajo la mirada a sus manos, en donde se encontraba el anillo de oro en su dedo corazón, eso y la marca en su cuello dictaban que su vida estaba enlazada a su alfa, lo amaba, tal vez las cosas no comenzaron como deseaba, pero era un hombre amoroso y muy temeroso.

Se conocieron en las circunstancias más extrañas, él creyendo que el alfa no era más que otro vagabundo en New York, sin embargo y tras la petición de ayuda, se dio cuenta que todo era diferente, su corazón de pollo no pudo con los ojos de cachorro del chico, por lo que acepto, entonces, se encontró en una embarcación hacía Corea, después de firmar un papel en el civil que dictaba que ahora estaba casado, todo para poder sacar a ese estúpido alfa del país.

No se sentía seguro de ninguna de sus decisiones en ese momento, para él, su simple existencia era un completo fracaso, pero haberse casado con un desconocido sobrepasaba todo, el plan era separarse llegando a Corea, estaba bien con eso, era un omega que siempre deseo encontrar el amor de película, ese que no existía, pero que en su interior seguía deseando.

Pero a medida que pasaba el tiempo y convivía con Vernon, se daba cuenta que el alfa, era mucho más interesante de lo que pensó, hablaba de forma animada de sus aventuras, tenía fuertes deseos de salir adelante, el único tema que evitaba era su familia, hasta una noche, donde recibió una llamada.

Estaba en la cubierta, sentado en la oscuridad de la noche, Seungkwan, le había visto vagar de un lado hacía el otro hasta que se sentó en una banca y comenzó a llorar, se acercó a él, temiendo que le rechazaría, ellos apenas se conocían, y no era el mejor cuidando o consolando a alguien.

—¿Estás bien? —había preguntado al sentarse a su lado.

Vernon le miró, sus ojos cristalinos le cuestionaban en silencio, negó con una mueca surcando sus labios. —No, no lo estoy, mi hermano ha muerto.

—Oh, lo lamento mucho—susurró impresionado—. ¿Estaba enfermo?

—Sí, creo que podría llamarlo así, una maldita enfermedad que te mata por dentro, que te pudre por completo—bufó llevando sus manos a sus ojos los cuales talló con fuerza—. Murió, haciendo lo que lo llevo a la ruina—le miró con una sonrisa dolida—. Tuvo una sobredosis, mi hermano mayor era un maldito drogadicto, igual que mi padre.

Seungkwan no sabía qué decir, se encontraba con la boca abierta sin tener en claro las palabras que debía reproducir para hacerlo sentir bien, no era bueno ni siquiera consolándose a sí mismo, relamió sus labios y tragó en seco, lo único que pudo hacer, porque su omega se lo pedía, fue alargar la mano y tomar la de él, dando un apretón.

—Lo siento mucho—lo miró a los ojos—. Lamento lo que pasó.

—¿Sabes? Yo le dije que esto pasaría, por eso me fui de Corea, porque estaba cansado de ver cómo arruinaban su vida, estaba harto de ver lo miserables que eran, ahora, estoy a punto de volver y tendré que ir a su funeral ¿No es irónico?

Seungkwan suspiró. —Hay veces que las malas decisiones pueden llevarnos a finales trágicos, no puedo imaginar tu dolor, pero lo siento mucho. No soy bueno con las palabras.

Vernon entrelazó sus manos y suspir. —No digas nada, sólo déjame sostener tu mano.

Él creyó que aquella precipitada petición era debido al dolor del momento, pero para su sorpresa, Vernon no soltó su mano, no lo hizo en toda la noche, se quedó a su lado, intentando encontrar el calor y el apoyo que necesitaba, uno que Seungkwan no le negaría. Cuando volvieron a Corea, lo acompañó en todo momento, vio con sorpresa como la pelea contra la familia se desataba, lo sostuvo cuando gritó lleno de furia, cuando lloró a su hermano que era enterrado en aquel cementerio. Sostuvo su mano con fuerza cuando se despidió de su padre y le llevó a su departamento, para darle una taza de café y cuidar de su corazón roto.

Así pasaron los días, las semanas y los meses, en un abrir y cerrar de ojo, ya no era gratitud o solidaridad, era amor, poco a poco conocieron el uno del otro, saliendo como si fueran los mejores amigos, desvelándose jugando videojuegos o mirando alguna película, comiendo juntos y pasando las noches hablando, hasta que un día, Vernon robó un beso de sus labios, fue un toque cálido, uno que ambos necesitaban, cuando no pudieron más, decidieron que podían abrir su corazón al otro, entonces con una marca sellaron aquel matrimonio falso que terminó siendo lo más real que tenían.

Sus padres no estaban muy convencidos, pero aceptaron todo cuando Yugyeom llegó a sus vidas, la preocupación de Vernon creció, ambos trabajaron con mucho esfuerzo para tener una buena vida, tiempo después, llegó Jungkook y por último Nayeon, eran una familia numerosa y feliz.

Sin embargo, aunque Vernon era un excelente padre y esposo, Seungkwan se daba cuenta de que algunas cosas no estaban bien, y todo se fue poco a poco por la borda cuando el padre de este regreso a su vida, cuando quiso conocer a sus nietos, ninguno de los dos estaba seguro de ello, pero lo permitieron, grave error.

Namjoon miraba a Jungkook fijamente, este tenía una mirada perdida y el rostro serio, esas cosas no sucedían a menudo, por lo que intuyo que algo le sucedía, cuando estaban juntos, era que avivaba la conversación, ese día se había mantenido callado, rodeando la atmosfera de un silencio un tanto incómodo.

—¿Tienes algo? —preguntó con una mueca—. Estas muy callado.

—Namjoon ¿Cómo sabes que tus padres te aman? —le miró pensativo.

Namjoon miró alrededor nervioso. —¿De verdad me estás preguntando eso? Amm no lo sé, supongo que porque lo dicen.

—Mi padre nunca me ha dicho que me quiere, o al menos no lo hace desde que tengo siete años—suspiró con tristeza—. Papá Seung dice que ellos me aman, pero lo dudo, nunca hacemos nada juntos, es muy injusto, él y Yugyeom son muy unidos ¿Por qué dejarme de lado?

—¿Por qué es tan importante para ti obtener la aprobación de tu padre? —preguntó confuso.

—Porque es mi padre ¿No debería tener su aprobación por el simple hecho de ser su hijo?

Namjoon ladeo la cabeza pensativo. —¿De qué te sirve? No podemos tener la aprobación de todo el mundo, sería loco ¿No lo crees? Además, los padres son algo...confusos.

—Namjoon ¿Cómo es tu relación con Jackson?

—Él es demasiado enérgico, a veces me exaspera, no puedo seguirle el ritmo, pero BamBam sí, cuando quiere que estemos juntos, sólo se queda a mi lado y hace demasiadas preguntas de los libros que leo.

—Entonces te quiere, se interesa por tus cosas—chasqueo la lengua.

—Porque no le queda de otra Jungkook—dijo con seriedad—. A veces siento que se está esforzando demasiado, como si tuviera que ser diferente porque yo soy diferente. La interacción con BamBam no es tan forzada. Desconozco si lo hace por cariño paternal o simple obligación.

—Me gustaría que el mío lo hiciera, aunque fuese simple obligación—suspiró mirando a los árboles.

Namjoon le miró sintiendo una sensación extraña, una ligera opresión estaba en su pecho. —¿Por qué crees que tu padre no te quiere?

—Porque soy un alfa panda—dijo con una mueca—. Porque soy un desastre, poco inteligente, un bueno para nada y porque no soy un chico ordenado.

—No creo que eso sea suficiente—se encogió de hombros—. Estoy seguro de que debe haber más.

—Simplemente no soy el hijo que él quisiera—chasqueo la lengua—. No hablemos más de eso, mejor cuéntame ¿Cómo va el cortejo con Jin?

—Tengo un problema—suspiró—. ¿Cómo sé cuándo es tiempo para pedirle que sea mi omega?

Jungkook le miró con diversión. —Yo creo que ya es tiempo, sólo dilo, igual yo sólo llegué un día y le dije a Tae, me gustas, seamos novios. No es tan difícil, sólo no lo pienses.

—Esto es muy confuso, Yoongi me dijo que lo invitara a salir, Hoseok que le hiciera un cartel y ahora tú me dices que se lo diga ¿Sabes con quien estás hablando? En realidad, no comprendo por qué es tan importante decirlo, ni siquiera sé cómo decirlo.

—Namjoon ¿Qué sientes por Jin? —preguntó mirándolo de reojo.

—Más bien qué no siento—suspiró—. Siento todo y hay cosas que ni siquiera sabía que se sentían, mi alfa comienza a despertar y eso me tiene más alterado, quiero olerlo todo el maldito tiempo.

—Sí...eso pasa cuando te enamoras y...espera ¿Tú alfa despertando? —le miró alarmado—. Pero ¿Cómo es posible?

—Hice lo que me dijiste, deje el medicamento, pensé que sería rápido, pero aparentemente está llevando tiempo.

—¿Yo te dije eso? —preguntó con los ojos muy abiertos—. ¿Estás seguro que era yo?

—Sí—asintió.

—Pero Namjoon ¿Eso no te causara algún daño? —tragó en seco.

—Me siento bien—se encogió de hombros—. No lo sé, creo que es bueno ¿Puede ser bueno?

—Mientras no digas que yo te dije que dejaras los medicamentos, sí.

Namjoon sonrió ladino. —Creo que llevaré a una cita a Jin.

Jungkook tomaba con fuerza la mano de Taehyung quien después de un paseo por el parque, se había quedado dormido en su hombro, ambos estaban acostados en el pasto, el alfa miraba el cielo concentrado, sus ojos comenzaron a cristalizarse, tal vez no era el mejor de los días, había mucho rondando en su interior, una de esas cosas era la culpa.

—¿Estás bien? —preguntó Taehyung con preocupación—. Parece que estas triste.

—Volví a pelear con papá—suspiró con un puchero.

—A veces odio a tu padre—bufó—. Siempre es tan exigente.

—No es así, papá es duro, pero sólo es porque quiere que tenga una buena vida—hizo una mueca, inseguro de la veracidad de aquellas palabras.

—Una cosa es ser autoritario y otra es ser cruel, no me gusta que te haga sentir mal—llevó la mano a su pecho—. Me duele aquí cuando te veo mal.

Jungkook le sonrió con melancolía. —Taehyung creo que hice algo malo, algo por lo que mi padre no me quiere—se sentó de repente con un nudo en la garganta—. Hoy es el aniversario de la muerte del abuelo.

—Oh, no me dijiste, lamento haberlo olvidado—acarició su mano—. Pero ¿Qué tiene que ver eso con lo que dices de tu padre?

—Tae...cuando el abuelo murió, yo estaba con él—dijo con temor—. Tae...creo que él murió por mi culpa, creo que...mi padre me odia porque dejé morir al abuelo.

Gracias por leer, lamento si están flojos los capítulos m.m me esforzaré mucho más. 💜