No era así como quería pasar la tarde de su viernes, pero no tenía otra opción, les habían castigado y ahora tenían que limpiar los salones de clase, sus amigos se habían reído de ellos y cuando les pidieron ayuda se negaron por completo, no los culpaban había sido su culpa, Taehyung y Jungkook fueron descubiertos besándose de manera muy apasionada en los jardines de la escuela, cuando se suponía que estaban en clase de álgebra, les impusieron el castigo de la limpieza, cosa que agradecieron, porque no querían que sus padres se enteraran de ese pequeño incidente.

Taehyung se paseaba por los pasillos llevando una cubeta con lo necesario para limpiar, además de una escoba, estaba cansado y molesto, pero Jungkook como disculpa por haber tenido la idea de saltarse las clases, le prometió que saliendo irían a comer algo de carne.

La escuela estaba casi vacía, sólo algunos de los miembros de ciertos clubs que se reunían ese día se encontraban alrededor, entro a uno de los salones que parecían vacíos, lo recordaba, se trataba del club de arte del cual había huido meses antes.

Cuando abrió con sorpresa se dio cuenta que no estaba vacío, un chico, al que reconoció como un alfa, se encontraba sentado en un banquillo frente a un lienzo, el cual pintaba con colores pasteles, el ruido llamó la atención del chico quien le miró sobre su hombro.

—Lo siento—dijo bajando la mirada y dándose la vuelta para retirarse.

—Espera—dijo el chico deteniendo su andar—. Lo siento, puede que te esté confundiendo, pero ¿Eres Park Taehyung?

Taehyung parpadeo perplejo y se dio la vuelta, al ver de frente al muchacho lo reconoció como el presidente del club de arte, hizo una pequeña reverencia porque se trataba de su mayor.

—Sí, soy yo—asintió con una media sonrisa—. ¿Por qué?

—No sé si me recuerdas, soy BoGum, el presidente del club, sólo nos hemos visto una vez.

—Ammm sí, lo recuerdo, hola—dijo nervioso, no era común para él hablar con personas ajenas a su círculo de amistad.

—Yo...te estuve buscando—dijo al momento que se acercaba a uno de los estantes, de este sacó una caja grande donde guardaba algunos papeles, extrajo uno con cuidado y se lo mostró—. ¿Este es tuyo?

—¿Mi dibujo? —preguntó antes de enrojecer por haber recordado que lo abandonó en la clase a la cual ni siquiera se pudo presentar—. No es mío—dijo al instante sin pensar realmente en sus palabras.

—Pero tiene tu nombre—dijo con una ceja alzada señalando el lugar donde estaba escrita su firma.

Bajo los hombros derrotado. —Lamento haberlo olvidado.

—¿Por qué no volviste? —preguntó dándole el dibujo sin tocarlo, su alfa podía sentir que aquel chico estaba marcado—. Tienes mucho talento, me impresiona en verdad, muchos de los que están aquí, bueno...se esfuerzan, pero no es nato, en cambio, tu dibujo está a un nivel superior.

—Ammm...gracias, supongo—susurro contrariado, no estaba acostumbrado que alguien ajeno a su familia y amigos le dijera aquello.

—¿Y bien?

—¿Qué?

—¿Por qué no volviste? —volvió a preguntar sin apartar la mirada de su rostro.

—No lo sé—dijo mordiendo su labio inferior.

—Bueno—sonrió BoGum —. Está bien, tus razones habrás tenido, pero, en verdad, si un día quieres regresar, estaremos muy felices de tenerte dentro...vaya eso se escuchó muy mal.

—Sí, se escuchó muy mal—rompió a reír, contagiando al alfa—. No es que no haya querido estar en el club, sólo...no soy bueno con personas nuevas, es algo, tedioso para mí.

—Entiendo, pero bueno, todos estamos así cuando conocemos gente nueva, digo, es algo aterrador, no todos tienen la capacidad de entablar nuevas relaciones tan rápido, sin embargo, pienso que deberías intentarlo, tal vez te guste, los chicos son muy amables, al final sólo quedaron seis.

—¿No sería raro que me uniera cuando el semestre ya está avanzado? —preguntó con una ceja alzada, estaba considerando aquella propuesta, porque a él le encantaba el arte y se había arrepentido de nunca volver, no hizo nada por vergüenza.

—Me gustaría poder hacerlo y volver—sonrió con amabilidad.

—¿Qué se supone que quieres hacer? —dijo una voz a sus espaldas.

Taehyung miró sobre su hombro, Jungkook estaba recargado en la puerta con los brazos cruzados mirando con enojo a BoGum quien retrocedio un paso, sabía que ese alfa de oso estaba muy molesto y él al ser un alfa de cuervo, en realidad no tenía buenas oportunidades de salir ileso si se metían en una pelea.

—Al club de arte amor—dijo Taehyung con una sonrisa—. ¿Acabaste? Debemos ir al gimnasio.

—¿Quién es él? —preguntó Jungkook con una ceja alzada, en esos momentos su alfa estaba exigiendo que su omega le diera una explicación antes de ponerse agresivo, no ayudaba que sea un oso voluble, que tuvieran una marca reciente y que fuera un adolescente.

—Soy BoGun, presidente del club de arte—dijo este con una sonrisa incómoda.

Jungkook chasqueo la lengua y se acercó a Taehyung rodeando sus hombros con el brazo. Taehyung rodó los ojos, había olvidado ya, lo celoso que era su oso panda.

—¿Qué necesitas con mi omega? —preguntó recalcando cada una de las palabras.

—Jungkook—advirtió Tae con molestia.

BoGum suspiró y negó. —Sólo le estaba diciendo que tenía mucho talento y que debería de regresar al club de arte.

—Ajá, ya veo—sonrió con sarcasmo—. No lo voy a negar mi omega novio y futuro esposo, padre de mis ocho polluelos es muy talentoso.

—Okey te estás pasando—bufó Taehyung—. Lo lamento Hyung—dijo dirigiendo la mirada al alfa quien asintió con una sonrisa de disculpa, tomó la mano de su alfa y se lo llevó de aquel salón, dando grandes zancadas, Jungkook se dejó llevar, iba por el pasillo empujando con la lengua su mejilla interna, completamente molesto.

Taehyung lo soltó y le encaró con las manos como jarras en la cintura. —¿Se puede saber qué estúpido cliché fue ese?

—No exageres, sólo le pregunté cosas, no me porté grosero—bufó cruzándose de brazos.

—Eres un bruto, me hiciste pasar vergüenza—negó con incomodidad—. Sabes que no me gustan esas cosas de los celos.

—¿Celos? ¿De ese cuervo? —rio con sorna—. Claro que no.

—No quiero que vuelvas a hacer eso—dijo con seriedad.

Jungkook cambió su semblante a uno más dulce. —Amor no es mi culpa, ellos te quieren llevar, son unos buitres, literalmente—negó tratando de acercarse—. No es mi culpa, mi alfa y yo estamos aquí para protegerte.

—Ya te dije—gruño sin querer ceder.

"Alfa idiota"

"Omega terco"

Ambos se miraron confundidos y molestos. —¡Yo no soy terco!

—¡Y yo no soy idiota!

"Si lo eres"

—¡Oye! ¿Por qué dices eso? ¡Es maltrato en el noviazgo!

—Yo no dije nada—se defendió Taehyung cruzando sus brazos.

"Aparte de terco, mentiroso"

—Espera...—Taehyung se acercó—. ¿Tú dijiste algo?

—No realmente—se encogió de hombros.

—Jungkook piensa en algo—dijo ladeando la cabeza.

"Genial, se volvió loco"

"¡Mierda!, puedo escucharte"

Ambos se miraron como su hubiesen descubierto algo prohibido. —¿Cómo?

—La marca—susurro Taehyung feliz.

Sus padres les habían hablado sobre algunas ventajas de tener una marca, una de esas era el poder comunicarse mentalmente, a través de su lazo, pero no creyeron ser capaces de eso, no hasta que no reforzaran su unión, con años de práctica.

—Diablos, ya no voy a poder pensar en tu trasero—bufó Jungkook.

—Sólo podemos escuchar nuestras voces, no imágenes y eso no es siempre, sólo es cuando el momento lo amerite. ¿No escuchaste nada de lo que nos explicaron?

—¿Para qué? Ahí estabas tú—se encogió de hombros con una sonrisa.

"Eres un idiota" negó Taehyung para luego sonreír. Jungkook se acercó a él y le abrazó, llevándolo lentamente a la pared, cercas de las ventanas, estaba por besarlo de una manera que les haría volver a tener problemas cuando los ojos del alfa se fijaron en algo en el patio trasero.

—¿Esos no son Jin y Namjoon?

Taehyung se dio la vuelta pegando su rostro a la ventana, sus ojos se abrieron debido a la sorpresa. —Espera....¿Se están besando o sólo hablan muy cerca?

—Obviamente se están besando—soltó el alfa con los ojos y boca abiertos. Ambos se miraron con asombro, pegándose a la ventana para ver más.

No era un día donde quisiera estar en la escuela, sus clases habían culminado dos horas antes, lo único que deseaba con ganas en esos momentos, era llegar a casa y descansar, necesitaba dormir, se la había pasado escribiendo esa historia que a los chicos les gustaba durante la madrugada y ahora estaba muerto.

—Hola—dijeron cerca, eso hizo que tomara con fuerza el libro que mantenía en sus manos, conocía la voz, Namjoon apretó la mandíbula antes de levantar un poco la vista, mirando la camisa blanca del uniforme de SeokJin—. ¿Por qué estás aquí Namjoon?

Relamió sus labios antes de hablar. —Espero a BamBam, tiene tutorías, quería que lo esperara.

—Oh—respondió Jin sentándose en el pasto frente a Namjoon quien desvió la mirada casi de inmediato—. Yo estaba esperando a que el juego de Jaehwa terminara.

—Bien—asintió.

Ambos se quedaron en silencio por unos minutos, incómodos, como nunca antes lo habían estado. SeokJin había visto durante una hora a Namjoon de lejos, debatiéndose si debía acercarse o no, porque, aunque su amor unilateral le estuviera lastimando, no quería dejar de ser su amigo.

—¿Por qué ya no estas cerca de los demás? —preguntó con una mueca.

—Porque estoy trabajando en algo importante con los chicos del club de lectura, cuando termine, estaré con ellos nuevamente, creí habérselo explicado a Jungkook.

—Oh, no me lo dijo —sonrió apenado—. Es bueno que estés con ellos, que hagas otros amigos, pero no te olvides de los que tenías.

—No son mis amigos, son mis compañeros del club de lectura—respondió con un suspiro—. Igual no es como si Jungkook no me recordará todo el tiempo que debo regresar con ellos, pero ¿Y tú?...¿También vas a regresar?

—Pues sí, pero...tal vez no pueda estar mucho tiempo, ahora que salgo con Jaehwa, bueno, paso tiempo con él, es bueno que nos conozcamos—dijo bajando la mirada.

—Dime Jin ¿Realmente terminas de conocer a alguien? —preguntó con una mueca—. ¿Cómo sabes cuándo conoces a alguien?

La pregunta le tomó por sorpresa, boqueo, incapaz de responder con coherencia. —No lo sé, supongo que lo haces y ya.

—¿Por qué tendrías que hacerlo?

—Es bueno conocer a las personas—susurró.

—¿Por qué? ¿Para qué quieres conocerlas? ¿Por qué pretender que conoces a alguien cuando no sabes cómo es eso?

—¡No lo sé Namjoon!—gruñó —. Sólo sé que está bien intentar conocer algo o todo de una persona, tal vez nunca logres hacerlo por completo, pero puedes intentarlo.

—¿Quién dijo que tenía que ser de esa manera? ¿Quién dijo que tenía que intentar conocer a alguien?

SeokJin comenzó a reír, confundiendo a Namjoon quien sintió un cosquilleo en el estómago. —A veces yo no entiendo nada de lo que dices, es confuso, porque no puedo comprender tus dudas, intentar conocer a alguien te acerca...creo que me tengo que ir.

Estaba por levantarse cuando su muñeca fue tomada con delicadeza, como si el agarre fuera tan frágil, se volvió a mirar a Nmajoon quien tenía la vista clavada en sus manos.

—Jin, cuando...esa...noche...nosotros....mejor dicho...yo...lo siento...debí decirlo...tú me...

—Hola chicos—la voz intromisora hizo que se separaran de repente, Jin se levantó sintiendo el palpitar de su corazón desbocado—. Hola Jin hyung.

—Hola BamBam—sonrió nervioso—. Bueno...me voy, adiós Namjoon.

El castaño asintió. —Adiós.

BamBam miró la situación con incomodidad. —¿Interrumpí algo? —preguntó a su hermano cuando Jin se había alejado.

—Lo hiciste—asintió con un nudo en la garganta y preguntándose ¿Será que Jin pudiera conocer eso que ni él mismo conoce de sí mismo?

Espero les haya gustado 💜