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Fiebre de celo, eso era lo que el doctor les había dicho tras revisar a Jimin, este le explico que no sería un celo común, Jimin había pescado un resfriado a la vez que su celo llegó, lo que le hacía tener esa sintomatología, fiebre, cansancio y con unas ganas enormes de estar mimoso. Baek y ChanYeol quisieron llevárselo a su casa, se preocuparon mucho cuando recibieron la llamada de los Min, pero Jimin, se aferraba con todas sus fuerzas a Yoongi y este se negaba de igual manera a soltarlo, no tuvieron más opción que dejar que se quedara en la casa de los Min, donde había alfas que según ellos no podían reaccionar al celo de Jimin, claro que no sabían que los jóvenes ya eran pareja y que sus animales internos se habían proclamado como uno mismo.
Ninguno saldría de esa habitación por tres días, KyungSoo les llevaba el desayuno, comida y cena, agradecían que el alfa tuviera un baño propio, JongIn se mantenía muy alejado de la habitación, porque al ser un alfa enlazado, el aroma de Jimin le producía asco, tomaron todas las precauciones, el doctor además de supresores para el dolor en el vientre, le recetó algunos medicamentos para la gripe, claro que este no conocía al pequeño cisne y a su negativa por los medicamentos.
—Vamos mi pequeño hermoso, abre la boca bebé —dijo sosteniendo la cuchara cerca de sus labios que se apretaban con fuerza mientras negaba con la cabeza, como si de un pequeño berrinchudo se tratara—. Abre la boquita mi vida, sino no te pondrás bien. Anda ojitos tristes.
Los ojos de Jimin le miraron suplicantes, se sentía mal y en sus ojitos brillantes y cansados lo decía todo. Yoongi le observo con detenimiento, en un buso tres tallas más grandes, con el cabello rubio despeinado y su pucherito que deseaba besar.
"Aleja eso de él ¡¿No ves que no le gusta?!" Gruño su alfa internamente.
—¡Claro que lo sé alfa idiota pero tiene que tomarlo!—su gruñido asustó ligeramente a Jimin —. No mi amor, no es contigo bebé sino con mi alfa, toma esto cariño.
—No me gusta—susurró, su voz se oía ronca debido al resfriado.
—Pero lo elegí de fresa para ti mi amor, vamos pedacito de pancito abre la boca, esta rica—le dijo con cariño, tal vez Yoongi podría sonar como un completo idiota hablando de esa manera pero Jiminie amaba que lo hiciera y él sólo quería consentirlo—. Si lo haces podemos tomar un baño de tina y después acurrucarnos todo el día. ¿No quieres eso bebé?
Jimin asintió y abrió la boca, la cuchara con el líquido traslúcido rosa entro a su boca, apretó los ojos pero casi al instante relajó el gesto al comprobar que no sabía mal, sino a dulce. Yoongi le quitó la cuchara y se acercó a besar su frente. Jimin enredo los brazos alrededor de su cuello y le miró, sus ojos estaban brillando, su boca ligeramente abriera, la punta de su lengua acarició su labio inferior. El alfa suspiro y se acercó a sus labios, le besó con ternura saboreando el sabor del jarabe para la tos.
El beso que ambos compartían era tranquilo, movían sus bocas en sincronía disfrutando del contacto discreto de sus lenguas, Jimin de vez en cuando, mordía su labio inferior, Yoongi se sentó en la cama y atrajo a Jimin a su regazo, este se sentó a horcajadas, sus piernas largas y torneadas estaban desnudas debido a que debajo del buso sólo llevaba unos bóxer blancos. Yoongi lo abrazó y llevó una de sus manos a su nuca, intensificó el beso sin salirse de control, las feromonas de Jimin comenzaron a esparcirse alrededor, era un olor exquisito, Yoongi comprendió en esos momentos que era hora de darle los supresores.
Pero en vez de eso, sus manos pararo a su cadera, donde acarició sobre la ropa, Jimin separó sus labios llevando sus besos a su mejilla, mentón y cuello, Yoongi suspiró, beso el hombro desnudo de Jimin y tomó finalmente sus mejillas apretando un poco para ver sus labios saltones, le dio un beso y relajo el gesto.
—Amor debemos tomar un baño y hacer que tomes tus supresores.
—¿Por qué? —preguntó confundido.
—Porque sino vendrá el dolor y no quiero que tengas dolor amor—acarició con sus pulgares las mejillas rechonchas —. Vamos.
—Pero estas tú —susurró con los ojos brillando como dos diamantes—. Tú puedes ayudarme, eres mi alfa.
Aquello hizo que el pecho de Yoongi explotara internamente por todas las emociones que experimentaba al escuchar a Jimin decir que era su alfa, hecho del cual se sentía orgulloso, porque tenía al omega más hermoso y puro de alma. Esa situación podría resultar de dos manera, en algo muy bueno para su relación o en una catástrofe porque no tenían protección y aunque Yoongi deseara con todas sus ganas marcarlo, aún tenía que buscar el momento correcto para hacerlo. Pero decirle que no a Jimin, era como estar torturando a un ser inocente.
Jimin estaba seguro de lo que quería en ese momento y eso era las manos de su alfa sobre su cuerpo, las necesitaba, su omega estaba aleteando en su interior, insistiendo que quería mimos del enorme gatito. Tomó las pálidas mejillas y volvió a besarlo, esta vez incluyendo su lengua en el ataque, fue más profundo, íntimo y sensual, se dio a la tarea de restregarse sobre el regazo del alfa, este llevaba un pantalón de chándal y una camisa de tirantes blanca, esa que se usa de interior, bajo las manos a sus hombros y apretó, le estaba mostrando a su alfa que quería ser tocado por él y que lo necesitaba. Dato que no pasó desapercibido por Yoongi.
Sentir el cuerpo cálido de su omega sobre su entrepierna hizo que casi de inmediato se excitara, porque nadie podía negar que Jimin poseía un cuerpo perfecto, un chico dulce que bajo esas capas de ropa era un total Adonis. Llevo sus manos grandes a su trasero voluptuoso, el cual acarició, se dio cuenta que estaba mojado por el lubricante natural, sobre la tela sobo su entrada, pequeña y apretada, se imaginó estar dentro de ella y la lascivia lo cegó.
Le dio la vuelta quedando sobre él, sus largas piernas estaban abiertas, desde arriba le miró, ambos compartiendo la excitación, sonrió besando su mentón dándole pequeñas lamidas a su piel acanelada, llevó una mano dentro del buso y acaricio su torso marcado, Jimim suspiro lleno de satisfacción, sus manitos fueron a parar al borde de la camisa de Yoongi la cual estiro, logrando sacarla sobre su cabeza, el torso pálido se mostró ante él, Yoongi no tenía los mejores músculos, pero tenía un pecho y estomago duro e imponente, una V que escondía algo que hizo a Jimin jadear.
Yoongi no quiso quedarse atrás, agarró el buso y lo sacó sobre su cabeza de forma delicada, sonrió y se agachó para darle un beso esquimal a su omega, sus naricitas calientes se tocaron haciéndose reír.
—Mi precioso omega, parece una obra de arte—susurró bajando a sus labios los cuales lamió antes de besarlo.
Sus cuerpos se juntaron, torso con torso, piel con piel. Su calor mutuo les hizo moverse, simulando pequeñas estocadas que los ponían duros, Yoongi bajo a su cuerpo, besando la piel suave, embriagado por el olor a cereza, girasol y coco, era exquisito, acarició con la lengua sus pezones, Jimin hizo la cabeza hacia atrás y jadeo, Yoongi siguió su camino de besos, dejando algunas marcas a su paso, terminó en la cinturilla de sus boxers, los bajo con cuidado, lento, Jimin enrojecio pero no pudo dejar de mirar la forma tan penetrante con la que lo observaba su alfa, trago en seco, alargo la mano a los pantalones de chándal de este y lo bajo hasta sus rodillas junto a la ropa interior.
—Madre mía—susurró al ver su imponente virilidad—. Eso jamás va a entrar.
Esa exclamación hizo a Yoongi soltar una carcajada, él y su alfa se sintieron orgullosos de ser calificados por su omega. Acarició sus piernas y negó.
—No, no irá dentro esta vez.
Bajo a su entrepierna, al instante sintió el golpe del olor de su lubricante, era adictivo, entonces con su lengua acarició aquella entrada mientras que una de sus manos acariciaba la extensión de su omega y la otra la usaba para darse a sí mismo placer. Estaba haciendo hasta lo imposible por controlar a su alfa que lo quería tomar en ese instante.
Jimin jadeaba, incapaz de comprender las sensaciones y sentimientos que experimentaba en esos momentos. Gemía agudo y su garganta dolía, Yoongi adentro su lengua y él perdió por completo los sentidos.
—Alfa —susurro.
Yoongi se alzó, tomó ambas erecciones con su mano y las acaricio juntas, con una sonrisa llena de suficiencia miraba a Jimin desarmarse entre sus manos. Y eso que todavía no me tienes completo pensó.
El beso lleno de lascivia, los movimientos rápidos y que les llenaban de calor, sus propios lubricantes combinando sus colores, los sonidos indiscretos que salían de sus pechos sin pudor, eso culminó en ellos dos temblando, sintiendo calambres debido al orgasmo, Yoongi mordió la almohada antes de morder el cuello de Jimin, sentía sus incisivos asomarse y su alfa gruñir con fuerza.
Cuando estuvo listo y con un serio conflicto dentro miró a Jimin, este le sonreía mientras sus mejillas se sonrojaban hasta llegar a ser dos pequeños tomates. Le beso la frente, las mejillas y los labios.
—Ahora sí, un baño.
Jimin recostaba la cabeza en el pecho de Yoongi ambos en la tina caliente llena de espuma, el alfa acariciaba su espalda mientras tarareaba una melodía dulce.
—Yoongi te amo —dijo mirándolo lleno de cariño.
—No más que yo —suspiro de vuelta acariciando su cabello mojado—. Creo que si me llegas a faltar, yo moriría sin pensarlo. ¿Está mal que te considere mi vida entera?
—¿Está mal que yo quiera pasar el resto de mis días contigo? —preguntó con una sonrisa.
Yoongi negó. —Si nos amamos, no creo que sea malo, quiero ser el mejor alfa para ti.
—Yo quiero ser el mejor omega para ti, el mejor Jimin, tal vez no te muestre lo mejor de mí siempre, pero te mostraré lo autentico.
Yoongi junto sus frentes y suspiró. —Y eso es lo que me basta en la vida para ser completamente feliz, porque no hay forma en que pueda pensar que tu esencia no es la indicada, porque eres el hombre más hermoso, tierno, berrinchudo y angelical del mundo, el regalo más grande que tuve en la vida fue ese día que entraste a la escuela siendo un niño asustado. Desde entonces eres mi cisne, mi pequeño Jiminie, amor de mi vida y padre de mis cachorros, con quien quiero pasar hasta que mis ojos dejen de mirar este mundo, incluso entonces sé que tu rostros se quedará tatuado en mi mente.
Jimin sintió sus ojos cristalizarse, beso ligeramente a Yoongi y suspiró. —¿Cómo es posible amar tanto a alguien que el pecho parece explotar? Yoongi quédate conmigo el tiempo que necesites, toma todo de mí, que yo, te daré mi amor.
Ambos se besaron, juntos todo parecía perfecto, aunque la vida estuviese llena de malos momentos, sentían que podían sobrellevarlo si estaban juntos.
Demasiado fluff, espero que lo hayan disfrutado.
Los amooooooooooo....
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