Epílogo
15 años después....
Observó la fotografía que había sobre el piano de cola en la habitación de instrumentos, acarició las teclas, nunca aprendió a tocar, era de Yoongi, que desde pequeño mostró interés en la música. Tomó la fotografía y suspiró con melancolía, era una foto que tomaron una navidad, frente a su árbol lleno de adornos que sus hijos pusieron, JongIn lo abrazaba contra su pecho, en sus pies estaba Jihoon bebé comiendo una galleta, Jennie vestida de princesa sonriendo y Yoongi con un gorro de santa haciendo muecas. Su familia, sólo faltaba su pequeño bebé de cuatro meses de nacido. Sus ojos se llenaron de lágrimas, ¿Por qué? Se preguntaba de forma constante últimamente. Cuando creyó que su vida estaba resuelta, nuevamente el pasado había regresado de forma cruel a arrebatarle todo lo que amaba.
Decidieron de forma consciente mantener su pasado en secreto, no querían revivirlo y deseaban que sus hijos no estuvieran enterados de todo aquel dolor e injusticia, porque no sabían cómo explicarlo. Fue un error. Yoongi se había enterado de la verdad y ahora estaba molesto con ellos. No les dirigía la palabra a pesar de haber regresado a vivir con ellos, se la pasaba fuera o encerrado. JongIn se empapaba en el trabajo para no molestar con su presencia a su hijo quien estaba realmente molesto y decepcionado del alfa, Jennie y Jihoon no comprendían la situación, pero no preguntaban. Todo lo que construyó con esfuerzo y amor estaba cayendo ante sus pies y no sabía qué hacer.
Recibió una llamada de un número desconocido, con una mueca contestó.
—¿Bueno? —preguntó con cautela, ya no sabía que esperar de la vida.
—Hola, disculpe ¿Hablo con KyungSoo?
Su garganta se secó, hace años que no escuchaba esa voz, diecinueve para ser exactos, relamió sus labios, confundido.
—¿Lay? ¿Eres tú?
—Hola KyungSoo, Dios no puedo creer que este escuchandote de nuevo, ¿Cómo estás?
—Estoy bien, sorprendido, pero bien ¿Tú cómo estás?
—Estoy muy bien, gracias por preguntar. KyungSoo sé que es repentino, pero, estoy en Corea, vine a dar una conferencia en la facultad de medicina, me preguntaba si podríamos reunirnos.
Su corazón latió con fuerza, no supo nada de Lay desde aquella despedida, pensó un poco en su situación, pero, algo lo impulso a decidir.
—Sí, me encantaría, ¿Puedes hoy?
—¿En una hora te parece bien? Mándame la dirección de algún café al cual quieras ir, las cosas han cambiado demasiado.
—Claro, nos vemos.
Colgó y mandó el nombre de un café cercano al centro de la ciudad, respiro profundamente, era irreal, creyó que jamás podría ver de nuevo a Lay, quien fue una persona importante y el elemento decisivo para cambiar por completo su vida. Salió de la habitación y subió para tomar un baño y arreglarse. Encargo a Soonyoung con Jennie y salió de la casa. Estaba nervioso, se encontraría con un viejo amigo después de años, siempre quiso a Lay y le estaba muy agradecido por todo lo que hizo por él cuando más lo necesitaba.
Llegó a la cafetería y tomó asiento en una mesa para dos, no podía controlar su nerviosismo, miró hacia la cuidad, estaba anocheciendo, era otoño y pronto las hojas de los árboles caerían por completo.
—¿KyungSoo?
Se volvió hacia la derecha y lo vio. No había cambiado mucho, seguía siendo alto y elegante, aunque ahora su rostro era más maduro y había ligeras canas en sus sienes, que lo hacían ver mucho más apuesto. No dudo en levantarse y acercarse para abrazarlo. Era mucho más alto y corpulento que él, por lo cual lo envolvió por completo, sus ojos se llenaron de lágrimas al sentir su aroma, era increíble que estuviera ahí. Se separaron y miraron con una sonrisa.
—Dios, no has cambiado nada—susurró Lay.
—¿Bromeas? Soy viejo.
—No, no lo eres, por favor siéntate.
Ambos se sentaron uno frente al otro, sin dejar de sonreír.
—¿Qué haces aquí? —preguntó aún sorprendido.
—Me invitaron a una conferencia, un antiguo doctor que fue mi mentor en el hospital, me hizo la invitación.
—Vaya eso es increíble ¿Lo lograste? Ser el mejor cardiólogo ¿Lo hiciste?
—Lo hice, bueno, no creo ser el mejor—sonrió apenado—. Pero, tengo algunas investigaciones.
—Sabía que lo lograrás—asintió sin dejar de sonreír, tanto que sus mejillas dolían—. No puedo creer que te esté viendo.
—Tampoco yo—negó con un suspiro—. No miento cuando digo que sigues igual, tus ojos brillan de la misma manera.
—No digas eso—bajó la mirada un poco avergonzado.
—Quería verte—confesó Lay con calma—. Fui a Bombay hace algunas semanas.
Eso llamó su atención. Levantó la mirada y lo observó, lleno de curiosidad.
—¿De verdad?
—Me encontré en una situación algo interesante, conocí un par de chicos, uno de ellos dijo llamarse Jimin y que era la pareja de Yoongi, me mostró una foto de él y...simplemente no pude creer lo grande que está.
KyungSoo elevó una ceja. —¿Conociste a Jimin?
—Sí, los ayude a encontrar un lugar donde quedarse, buscaban a los Min.
—Oh, sí—suspiró—. Fue un gran problema, también estuve allá, tuve que ir por Yoongi, quien nunca debió ir en primer lugar.
—¿Está bien? El chico dijo que estaba esperando un bebé.
—No—negó con una mueca—. Lentamente lo perdieron.
—Dios, lo lamento, ¿Cómo está Yoongi?
—No lo sé—se encogió de hombros—. No habla conmigo. Se enteró de todo lo que sucedió en el pasado, ¿Sabes? Creí que si lo ignoraba podría olvidarlo por completo, pero, no es así.
Lay le miró con atención, con el cariño que siempre demostró tenerle, era como si el tiempo no hubiera pasado, como si nada cambiara entre ellos.
—¿Por qué te quedaste con él KyungSoo?
—Yo...aún no lo sé—susurró siendo completamente honesto—. Pero, no me arrepiento de ello, el pasado no se irá, pero, es un buen hombre, es excelente padre y un esposo amoroso. Soy feliz a su lado y tuvimos cuatro hijos maravillosos. Yoongi no lo entiende y no sé cómo explicarle.
—Sólo dile la verdad, Soo, que a pesar de todo, no decidimos de quién enamorarnos y a veces tenemos que apostar por ese amor, sea cual sea el resultado, el pasado no nos define, sino que nos ayuda a crecer y mejorar, y eso sucedió con ustedes.
—Lay, siempre sabes que decir. Pero, no hablemos de mí, dime ¿Cómo es tu vida?
—Cumplí mi sueño, soy un especialista y tengo un buen trabajo, me casé, se llama Jane y tengo unas gemelas de ocho años.
—Dios, eso es increíble—sonrió.
—Pensé en ti muchas veces—confesó cabizbajo—. Llegué a arrepentirme por haberme ido, creí que jamás podría olvidarte, por eso quería verte, deseaba saber si estabas bien. A veces, me gusta imaginar, qué habría pasado de haberme quedado a tu lado.
KyungSoo apretó la mandíbula con ojos cristalinos.
—Posiblemente habríamos sido muy felices—sonrió—. Pero, no estaba en nuestro destino.
—No lo estaba—asintió—. KyungSoo ¿Eres feliz?
—Tengo todo los que alguna vez desee y mucho más. Soy tan feliz que a veces me preguntó si lo merezco.
Lay rio por lo bajo. —Mereces el mundo entero Soo, es sólo que te costó darte cuenta, me alegro que hayas tenido tu final feliz.
—¿Y tú Lay? ¿Este es tu final feliz?
—Sé que si hubiera quedado contigo, sería muy feliz, pero, no podemos cambiar el pasado, así que sí Soo, tengo mi final feliz.
KyungSoo sonrió limpiando las lágrimas en sus ojos. Entendió, que había tomado la decisión correcta al no irse con Lay o dejar que él se quedara a su lado, porque al final del día, ellos habían encontrado la felicidad y la plenitud sin el otro. KyungSoo no tuvo el mejor pasado, pero Lay tenía razón, su pasado no podía definirlo para siempre. Tenía que avanzar y decirle a Yoongi la razón por la cual decidió su camino. Se despidió de Lay con un abrazo, ambos deseándote una vida increíble. Dejó ir a su primer amor sintiéndose tranquilo con todas sus decisiones.
—Hoy ví a Lay—dijo cuando estaban preparándose para dormir.
JongIn lo miró confundido antes de que su rostro se transformará en una máscara de seriedad.
—¿Lo viste? ¿Está aquí? —había un poco de miedo en su voz.
—Sí, dijo que venia a dar una conferencia y me invitó a tomar un café, sólo nos pusimos al día, como amigos, me habló de su vida, tiene hijos y es alguien importante en su carrera. Eso es bueno, me dijo que había visto a Jimin en Bombay, también estuvo ahí, ¿No es raro ese tipo de coincidencias?
—Lo son—dijo acostándose en la cama sin mirarlo.
—¿Estás molesto? No deberías, somos amigos antes que nada y él me ayudó mucho en su momento. No pienses otras cosas.
—Me alegra que se hayan reunido amor, estoy cansado es todo.
—No estarías tan cansado si vinieras a casa JongIn. No es la forma de resolver las cosas, tenemos que hablar con él.
—No quiero molestarlo, debe tomar su tiempo.
—Entre más tiempo pase, será peor. Prométeme que hablaremos pronto con Yoongi.
—Lo haremos.
KyungSoo suspiró recostado a su lado, cerró los ojos y se dejó envolver en la bruma de sus pensamientos. Hace tanto que no pensaba en su pasado y en las decisiones que tomó. Eso le hizo tener sueños vividos de su propia vida. Se quedó dormido rápidamente, estaba soñando con nada en general cuando escuchó el lloriqueo de su bebé, se despertó y salió de la cama adormilado para levantar a su pequeño de la cuna y mecerlo, no tenía hambre, sólo lo necesitaba. Miró hacia la cama, pero está estaba vacía, ladeo la cabeza confundido, cuando Soonyoung volvió a dormir, lo dejó en la cuna para salir de su habitación, los pasillos estaban vacíos, no sabía la hora, pero era demasiado tarde.
Bajo las escaleras buscando a JongIn, cuando escuchó su voz, la puerta de su oficina estaba medio abierta, se asomó un poco, lo vio sentado en pijama en la silla, recargado y con una copa de whisky en la mano. Hablaba con alguien por teléfono, reconoció la voz de Jackson al instante. Debía darle privacidad, pero no se movió.
—...¿Tienes miedo?
—No lo sé.
—JongIn, ¿Qué pasa contigo? ¿No fuiste tú quien me dijo que no debía ser cobarde? Recuerdo que en ese entonces estaba asustado como el demonio por la situación de Namjoon, me dijiste que dejara la cobardía y luchará por lo que amo ¿Por qué te estás rindiendo?
—Siempre está presente, Jackson, lo que hice y la culpa, jamás se van, pero, me esforcé demasiado para hacer las cosas bien y ahora mi hijo me odia, deje de ser su héroe ¿Cómo voy a luchar después de eso?
—Los padres no somos perfectos, tampoco somos héroes, yo sé que le fallé a Namjoon, pero aún trato de remediarlo, mira que las cosas con los adolecentes tampoco son sencillas, mi hijo se acaba de casar, lo que trato de decir es que, eres buen padre y también eres humano y todos cometemos errores, eso Yoongi tiene que entenderlo. Debes hablar con él.
—KyungSoo me dijo que hoy vio a Lay, y tengo miedo, hace mucho que no recordaba cuál era mi realidad.
—¿De qué estás hablando?
—Soy el detergente barato de KyungSoo, siempre los escucho decir eso, no soy especial, a veces creo que sólo soy con quién tuvo que conformarse, que no me ama de la forma en la que amó a Lay. Él era perfecto, y yo soy...yo.
—También soy el detergente barato, Mark tenía al destinado perfecto, pero me eligió a mí y todos los días intento recordarle la razón por la cual lo hizo. No creo que sea cierto eso que dices, Dios, JongIn, Soo te adora, no deja de mirarte siempre que estás cerca. Hombre, ¿Dónde está la confianza? Entiende, no eres una mala persona JongIn, mereces amar y mereces ser amado y respetado, sí lo jodiste en el pasado, pero ¿Y todo lo que has hecho estos veinte años? Eres el mejor papá que conozco, hasta a veces me darían ganas que fueras mi papá, eres aún mejor esposo que yo y eso es mucho decir, porque yo soy perfecto.
KyungSoo escuchó a JongIn reír por lo bajo y también lo vio limpiar sus lágrimas. Sintió un estrujón en su pecho, regresó a su habitación sumamente confundido. ¿Por qué Lay pensaba que estaba con él como premio de consolacion?
¿Por qué no se dió cuenta antes? JongIn era el más cariñoso y expresivo de los dos, pero, KyungSoo pensaba que le dejaba claro cuando lo amaba. Se recostó en la cama y suspiró. ¿Qué tenía que hacer? No podía quedarse de brazos cruzados esperando a que la situación mejore, tenía que hacer algo. Cuando despertó, JongIn ya no estaba, Yoongi se encerraba en su habitación y sus hijos fueron a la escuela. Tomó a Soonyoung y sus cosas para bajar.
Yoongi estaba en la cocina bebiendo una taza de café, ambos encontraron sus miradas, KyungSoo estaba temeroso de su hijo y sus preguntas.
—Saldré—dijo con una media sonrisa—. Volveré pronto.
—¿JongIn lo hará o seguirá siendo un cobarde?
KyungSoo suspiró recordando la condición que puso Yoongi para permitirles hablar con ellos. Se volvió y se sentó en el banco alto en la barra de mármol frente a él, Soonyoung estaba dormido, pero al sentir su temor, se removió ligeramente, así que acarició su cabecita para que no despertara, Yoongi lo observó con seriedad y KyungSoo le sonrió.
—¿Recuerdas la vez que te rompiste el brazo cuando caiste de un árbol?
Yoongi entrecerró los ojos. —Sí, pero...
—¿Quien estuvo ahí Yoongi?
—No estoy hablando de eso.
—¿Quien estuvo ahí? —preguntó con una sonrisa.
—JongIn—tragó en seco.
—¿Qué hizo?
—Entró conmigo y sostuvo mi mano...sme compró un helado y firmó mi yeso...
KyungSoo alargó la mano para acariciar la mejilla de Yoongi.
—Quiero que pienses en todas las veces que él estuvo ahí. Hablaremos de esto, y te lo voy a explicar...pero....
—¿Por qué te quedaste con él? —preguntó con lágrimas en los ojos.
—Me enamoré—se encogió de hombros—. Me enamoré de la forma en la que te ama a ti—pellizco su mejilla antes de alejar la mano—. Lo odie mucho tiempo Yoongi, lo hice, sufrió también, pero, sonreía cuando estabas cerca, no importaba lo mucho que lo heria con mis palabras llenas de rencor, él llegaba al siguiente día con tu jugo favorito y te abrazaba hasta que dormías. No estoy diciendo que me quedé con él por ti. Es porque me enamoré, y es una decisión que tome y no me arrepiento de ella—se levantó con un puchero—. Fue mi idea nunca decirte nada, porque no quería hacerte sufrir, esa sí fue una mala decisión. Ayer en la noche descubrí que tú papá ha creído estos veinte años que me quedé con él porque no tenía opción y que no lo amo—hizo una mueca—. Él se esforzó, pensando que jamás lo iba a amar ¿Lo ves ahora?
Yoongi hizo una mueca, no dijo nada, KyungSoo se encaminó a la puerta, pero se detuvo antes de salir.
—Te amo gatito—su voz que quebró—. Papá tuvo que hacer lo que pensó que era mejor—lo miró con lágrimas en los ojos—. Y fue lo correcto, has crecido tan bien Yoongi—limpió sus lágrimas, Yoongi mantenía la cabeza abajo, sus hombros se movían en señal de llanto—. Eres mi orgullo bebé, lo único que me mantuvo cuerdo y fuerte, y seguiré siendo fuerte, y vamos a salir de esto, porque siempre lo hemos hecho Yoongi. No lo entiendes ahora, pero tus padres te aman.
Salió de la casa y sollozo, subió al auto antes de dejar al bebé en la sillita y limpió sus lágrimas. No podía resolverlo todo, tenía que empezar con lo principal, recordarle a JongIn que no podían rendirse está vez. Manejó a la casa de Mark, y al llegar, bajo a su bebé y tocó la puerta. Un chico alto y castaño le abrio, le sonrió a Jin, quien ahora estaba viviendo con los Wang.
—Hola querido, ¿Está Mark?
—Hola señor Min, no, dijo que iría a dejar algo en el taller pero no tarda.
—Oh—asintió mirando a su bebé dormido, se encogió de hombros y lo acercó a Jin dejándolo en sus brazos aprovechando su sorpresa, Jin lo miró alarmado—. Ten, dile a Mark que regreso más tarde por él.
—Pero....yo no sé...
—Es para que no quieras tener bebés cariño—le tendió la pañalera—. Ya comió, pero su pañal se va a mojar, suerte.
—¡Espere!
KyungSoo lo ignoró y subió al auto, en el camino le mandó un mensaje a Mark para que no tardara. Manejó a la empresa de JongIn con el corazón latiendo fuerte, pero, antes de ello, hizo otra parada a la pastelería favorita del alfa, donde compró sus galletas preferidas. Al llegar a la empresa subió al piso correcto y sonrió al asistente de JongIn.
—Señor Min—dijo el chico levantandose y haciendo una reverencia.
—Hola—le sonrió—. ¿Está ocupado?
—No, no lo está ¿Quiere que le avise que se encuentra aquí?
—Mmm, no, sólo entraré. Gracias.
Caminó hacia la puerta de la oficina y tomó aire, abrió la puerta y entro. La oficina amplia olía muy bien, estaba limpia y era bonita, le gustaba estar ahí a pesar de no hacerlo a menudo, JongIn estaba de pie dándole la espalda, mirando la cuidad por el ventanal.
—Puedes ir a almorzar Mike.
—Sí, señor—dijo con una risita.
JongIn se volvió de inmediato, alzó ambas cejas y le sonrió.
—¿Qué haces aquí amor? ¿Y el bebé? ¿Todo está bien?
—Sí, calma—rio acercándose, dejó sobre el escritorio la bolsa de galletas—. Te he traído tus galletas favoritas.
—¿De verdad? —sonrió—. Hace mucho que no como una, ¿Las de arándano con chocolate blanco?
—Ajam esas, una combinación no muy apetitosa ¿Por qué te gustan tanto?
—Huelen a ti—suspiró al tiempo que se acercaba y daba un besó en su mejilla.
KyungSoo puso sus manos en sus hombros y le sonrió, beso sus labios tenuemente antes de susurrar.
—Te amo JongIn.
—Yo también amor—recibió con cariño.
Se separó un poco y negó, sin despegar la mirada de los ojos del alfa. Sus ojos eran bonitos, a través de los años los había visto cambiar, siendo casi transparentes a la hora de querer transmitir algo, unos ojos que perdieron la dureza y se volvieron devotos a él.
—Te amo JongIn.
—Lo sé....
—No, no lo sabes y esa es mi culpa—suspiró acariciando su mejilla—. No eres mi premio de consolacion, no me quedé contigo porque no pude estar con Lay, a quien amé, sí, pero, no de la forma en la que te amo a ti. Has hecho que mi vida sea tan increíble y luminosa, que he sanado mis heridas, te amo, y para mí, eres mi JongIn, no un detergente barato—rio—. Sino un detergente hecho sólo para mí, perfectamente imperfecto, pero que cubre todas mis necesidades. Deja de dudar que estoy perdidamente enamorado de ti, que eres lo primero que pienso cuando despierto y lo último que pienso cuando duermo.
—¿Cómo...?
—Te escuché ayer, ¿Por qué jamás me dijiste que te sentías así?
—No es una conversación que alguien quisiera tener—suspiró —. Es que no tiene sentido que me ames.
—Lo tiene, todo el jodido sentido del mundo, porque Min JongIn, has cumplido cada promesa que me has hecho, eres un excelente padre y un magnífico esposo y te amo, todo el mundo me pregunta la razón, pero, estoy contigo porque te amo, no hay otra razón. Eres el amor de mi vida, así que no, JongIn, no eres cualquier persona en mi vida, eres todo.
JongIn dejó que sus lágrimas recorrieran sus mejillas, apretó la mandíbula y junto sus frentes.
—Te amo tanto, eres mi salvación y mi prisión Soo, pero, amo la forma en la que cada una de mis cadenas se enredaron en tus dedos, me encadenaste a tu amor y sólo tu tienes el poder de liberarme.
—Creo que no quiero hacerlo—sonrió acariciando sus mejillas—. Porque tú amor está seguro en mis manos, mi alfa y mi compañero. Te amo JongIn.
—Gracias—murmuro, sin dejar de llorar—. Gracias por amarme aunque no lo merezco.
—Lo mereces—sorbió su nariz—. Mereces mi amor y el de tus hijos, ya no podemos seguir viviendo en el pasado, hemos crecido e hicimos lo correcto, ahora, tenemos que seguir adelante, hablar con los niños y sobrellevar esto como una familia.
—¿Y si me odian?
—Yo aprendí a amarte a pesar de tus errores, yo amé tus cambios y versiones, ellos harán lo mismo, porque eso fue lo que tú nos enseñaste JongIn. Que tenemos que ser mejores día a día. ¿Quieres seguir luchando conmigo?
—Siempre—le sonrió antes de tomar sus labios con una necesidad increíble, con la certeza y la confianza de que sus sentimientos eran correspondidos y también era amado en verdad.
KyungSoo y JongIn rompieron con las cadenas que los ataban al dolor, forjando su destino y buscando su felicidad. Se amaban, se necesitaban y aprendían del otro todos los días. Sabían que nuevos retos venían en camino, sin embargo, se sentían fuertes para afrontarlos, como lo hicieron en el pasado.
Su historia no era un cuento de hadas, sus heridas no fueron fáciles de sanar y no eran héroes o villanos, fueron un todo. Enemigos y amantes, cómplices y desertores, luz y oscuridad. El amor, el respeto, la paciencia y la honestidad fueron sus mejores armas. Y lo supieron en ese entonces, así como ahora, la única cosa que pudo hacer que el tigre rompiera sus cadenas, fue el amor, no sólo hacia su pareja o sus hijos, sino hacia la libertad y el sentido de ser él mismo. Aprendieron a volar.
Fin
Por fin terminamos está historia, quiero agradecerles por haberla apoyado, por comentar y darle una oportunidad. Fue una travesía, pero, ahora comprendemos mejor lo sucedido en el Tigre y el Cisne.
Espero que les haya gustado y que permanezca en sus corazones.
Los amo patos.
Y recuerden...compren siempre el detergente caro.
🩷
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