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—De verdad Mark, si encuentras a un tipo guapo en Ohio, tienes que mostrar el lindo anillo que me obligaste a comprarte, no puedes dejarme, nadie te va a soportar tan bien como yo.

Mark miró a Jackson con una mueca. —Ya te dije que no, dudo que se me acerquen con esta bola en la panza. Es una lástima, no voy a vivir un romance soñado como cuento de hadas.

—Tú ya tuviste tu cuento de hadas—rodó los ojos con las manos en la cintura.

—Sí y lo dejé ir por ti—bufó.

—No es mi culpa que te hayas vuelto adicto a mis feromonas—se encogió de hombros, pero no dudo en acercarse a Mark y tomarlo de la cintura—. ¿Aún recuerdas la fiesta de año nuevo?

—¿A la que me fuiste a buscar por tu estúpida carrera? —elevó una ceja, con una media sonrisa.

—Fue nuestro primer beso—rio antes de besar sus labios, Mark se dejó llevar—. Debes tener cuidado, sólo un par de semanas Mark.

—Bien—asintió acariciando un poco su mejilla—. Compórtate. ¿Entendido?

—Lo haré—relamió su labio inferior, su alfa estaba algo ansioso de dejar ir a su omega a otro país con sus cachorros, pero, trataba de calmarse y comprender que Mark necesitaba asegurarse de que kyungSoo estaría bien—. Cualquier cosa, tienes que llamarme de inmediato.

—Si—se encogió de hombros y se separó de él, fue a su tocador y metió algunas cosas en su bolso de baño—. Me preocupa KyungSoo, se está conteniendo demasiado, y creo que eso no es nada bueno para el bebé.

—No, no lo es—suspiró Jackson siguiéndolo de cerca, con esa necesidad que tenía de no apartarse de él por mucho tiempo—. Con seguridad te puedo decir que JongIn tampoco la está pasando nada bien, no le digas a KyungSoo, pero Heechul dice que parece enfermo, ellos no tienen una marca, pero mantienen su lazo por Yoongi, tal vez sea eso.

—Es una lástima, en verdad creí que ellos podrían llegar a ser felices. KyungSoo se veía feliz.

Jackson lo abrazó por la espalda, aspirando el aroma dulce de su nuca. —Aún espero que pase un milagro, ya sabes, como en las películas.

—No estamos en una película tonto—bufó—. Tienes que soltarme, es hora de ir al aeropuerto.

—En verdad tienes que cuidarte.

—Ya te dije que sí.

Jakson besó su mejilla antes de soltarlo y acompañarlo fuera de la habitación, bajaron las escaleras, todo estaba listo para su viaje, los bebés también estaban listos y el equipaje preparado. KyungSoo estaba sentado en el sillón, mirando su teléfono con desespero, como si esperara que algo sucediera, no lo comprendió, pero le pareció triste.

—Bien Dann estará aquí en unos momentos, iremos en su auto para desviar la atención.

La puerta sonó, Jackson fue a abrir esperando ver a su amigo, pero no fue así, por lo contrario, frente a él estaba una mujer de edad avanzada con el cabello rubio cenizo recogido en un chongo en su nuca, era bajita, pero imponente, el aroma que desprendía era una combinación selvática, muy denso y fuerte, no le tomó mucho tiempo comprender que se trataba de una omega, pero no cualquiera, sino una sigma, una omega altamente dominante, y una muy poderosa al ser una omega tigresa pura sangre. Su propio alfa tuvo conflicto con su dominancia, siendo un alfa león pura sangre, no se sentía tan afectado, pero reconocía su energía y poder, un alfa de un reino diferente no podría luchar y terminaría doblegándose ante ella. Sus ojos azules claros, parecían vidrio frio, eran profundos e hipnóticos. Detrás de ella había un par de alfas de bajo rango que vestía de negro, era su escolta, aquella imponente mujer extranjera era alguien importante.

—Busco a Min KyungSoo—dijo con voz calmada, que contrastaba con su apariencia fría.

—¿Quién lo busca? —preguntó sin apartar la mirada de sus ojos, aunque una parte de él quería hacerlo.

—Min Darsha—sonrió—. Mira chico, sé que quieres protegerlo, lo cual es admirable, pero, no tienes que hacerlo, no estoy aquí para dañar a nadie, al contrario, me encuentro aquí con el único objetivo de recuperar el honor de mi legado, uno que está siendo manchado por las acciones desmedidas de mi progenie.

Jackson elevó una ceja. —Suena bien para mí—dijo haciéndose a un lado para que la mujer entrara.

Darsha dio un asentimiento de cabeza hacía él y entro sola, los hombres que la acompañaban se quedaron afuera mirando hacia la calle. Jackson elevó el entrecejo y siguió a la omega. Mark y KyungSoo levantaron la mirada y se quedaron pasmados.

—¿Quién es usted? —preguntó Mark en voz baja, sintiendo la potente energía y aroma que desprendía la omega.

—Soy Min Darsha—dijo con seriedad antes de volverse hacía KyungSoo—. Lamento interrumpir tu huida, pero tenemos que hablar.

—Es...está bien—susurró KyungSooo.

—Prometo que mi intención no es lastimar a su amigo, así que me gustaría que nos pudieran dejar a solas.

Era claro que esa era una petición para él y Mark, Jackson tomó a Yoongi y a Namjoon quienes parecían un poco asustados por el fuerte aroma y caminó a la cocina pasando al lado de Mark quien observaba a KyungSoo buscando algún indicio, este afirmó, haciendo que Mark e moviera hacía él.

—Dios santo, jamás había estado cerca de una omega dominante—susurró estremeciéndose—. ¿Qué crees que hace aquí?

—Te dije que sucedería un milagro, me debes cincuenta.

—No apostamos Jackson—bufó mirándolo con una mueca llena de fastidio.

—No seas mal perdedor Markie, mejor ayúdame con los niños.

—Tonto—bufo, antes de sonreír.





















KyungSoo se sentía atrapado, ni siquiera era capaz de mirar a la mujer a la cara, estaba asustado, porque no sabía sus intenciones al estar ahí. Extrañamente, la tensión en su cuerpo fue disminuyendo, se sintió tranquilo, el aroma de la omega le estaba ayudando a destensar su cuerpo, la observó, sorprendido por ese acto.

—Eres demasiado joven—dijo ella con una mueca—. Sabía que JongIn se había casado, su padre me explicó todo, miré una fotografía tuya, pero verte en persona es diferente, quiero que me digas todo lo que sucedió. Te escucharé y tomaré mi decisión.

—No sé cómo empezar.

—Hazlo por el principio.

—Fue un matrimonio que arreglaron mis padres—relamió su labio inferior, su boca estaba seca y no dejaba de mover sus dedos entrelazados—. Fui criado para eso, así que estaba feliz, pensé que, por fin cumpliría con mi propósito. Después de la boda supe que todo lo que imaginé sería imposible, JongIn no me quería como su esposo, no quería marcarme y estoy seguro de que las palabras que usó en ese entonces, sólo afirmaban su desprecio. Traté de soportarlo, cada humillación, cada mueca o gesto de asco, las críticas de su familia, me engañaba y yo sentía que era mu culpa—bufó—. Me marcó por un desliz, no porque él lo quisiera así, su desprecio era doloroso, la forma en la que me trataba era dolorosa, me alejé de mi familia, ellos tampoco hicieron mucho por mí. Cuando quedé embarazado de Yoongi, JongIn se molestó mucho, me culpo por arruinar su vida y me abandonó todo el embarazo, me dijeron que era algo normal, tuve a Yoongi y él regresó, volví a quedar embarazado—su voz tembló—. Lo perdí por su culpa, todos me dijeron que fue mi culpa por no estar a la altura, él quiso maltratarme y yo tomé a mi bebé y me fui. Llegué aquí con la ayuda de un viejo amigo, era difícil, mi marca se rompió de forma dolorosa. JongIn regresó, al principio me exigió volver con él, pero me negué. Accedí a que tuviera contacto con Yoongi, no podía negárselo, aunque tenía miedo de que algo malo sucediera. Conocí personas, hice amigos, tuve un trabajo, e inicié una relación con alguien maravilloso. Era muy feliz.

—¿JongIn arruinó esa felicidad? —dijo con seriedad, sus ojos se habían ablandado un poco al escucharlo.

—No, pensé que lo haría, pero no lo hizo. Cambió, era extraño al principio, porque creí que estaba mintiendo, agradezco haberme equivocado, es un buen papá para Yoongi, lo adora, siempre está cuidando de él, incluso se volvió respetuoso de mi relación, mii ex pareja tuvo que irse, decidí no acompañarlo, no porque no quisiera, sino por inseguridad, tampoco creí que fuera muy justo para Yoongi ser alejado de su padre. Odiaba a JongIn, en verdad lo hacía, pero, algo cambio y simplemente nos acercamos, nos enamoramos y cuando creímos que estaríamos bien, su familia volvió, ahora él está en la cárcel y yo trato de buscar la forma de mantenerme en pie y evitar que me quiten a mi hijo.

—¿Por eso te vas a ir?

—JongIn me dio nuevas alas, los tigres no vuelan—rio por lo bajo—. Pero, yo siempre he querido hacerlo, y quería lo mismo para Yoongi, tomé las decisiones que creí eran correctas, siendo él mi única motivación. No quiero faltarle el respeto a su familia, pero ellos no son las personas indicadas para enseñarle a mi hijo lo que es felicidad. He sido lastimado, humillado, he perdido mucho de mí en el proceso, he tenido que madurar a la fuerza y no siento que haya hecho algo malo para merecer esto, lo intente ¿Sabe? En verdad intenté ser un buen omega, un buen esposo y un buen padre, di lo mejor de mí, aunque me estaba cayendo a pedazos. No le pido que me entienda, ni que me tenga consideración a mí, pero, no voy a renunciar a mi hijo.

Darsha asintió, ella suspiró sin dejar de mirarlo. —La vida de un omega no es sencilla, para mis padres yo era una maldición, serían un milagro que encontraran a una persona que aceptara mi dominancia. Tuvieron que pagar una gran suma de dinero a los difuntos abuelos Min para que su hijo se casara conmigo. Yo tuve que apagarme KyungSoo, aprendí lo que era la sumisión, negué mi naturaleza y me doblegue por completo, al punto de besar el suelo por aquellos que se sentían con el derecho de humillarme y hacerme daño. Tuve que aprender a callar, a guardar mis emociones y calmar a mi omega, acepté muchas cosas, por principios y por deber, después acepté muchas más por amor—sonrió a medias—. Nunca tuve la esperanza de salir y volar, acaté cada regla impuesta, cada norma, cada tradición y costumbre, yo no luché por mis hijos y dejé que tuvieran una educación que avalaba la supremacía y el poder, cuando quise intervenir, era tarde. Mi esposo murió, dejando un enorme legado detrás, mis hijos se volvieron pirañas, y yo, ya no sabía cómo era vivir siendo yo misma. Me encerré en un jardín perfecto, ajena a lo que sucedía alrededor, porque era deprimente ver todo lo que había sacrificado para nada.

KyungSoo entonces recordó el día que entró a la habitación equivocada en casa de los Min, escuchando la melodía triste del piano y el frondoso lugar lleno de naturaleza, era ella a quien vio esa tarde.

—Cuando me llamaste—continúo—. Mi intención era ignorarlo, como lo he hecho con todo, pero, investigué quien eras, supe lo que mi familia te había hecho y sentí vergüenza, mucho asco y tristeza. No sé ni siquiera como disculparme contigo. Mientras leía tu información, hubo algo que me llamó mucho la atención, un omega en duelo, destrozado y reducido a la nada, salió de madrugada, tomó un avión llevándose a su hijo y vivió. Reconstruiste tu corazón y le diste a tu hijo la oportunidad de tener una nueva vida, es al acto más valiente que he presenciado en mi vida. Y no sólo eso, tomaste un corazón podrido, una mente enferma y la convertiste en una buena persona. Rompiste las cadenas que ataron a JongIn por generaciones, él hizo lo que nadie fue capaz de hacer, decir que no. Y tú hiciste lo que yo debí haber hecho, buscarme a mí misma, te admiro y por eso quiero concederte lo que deseas.

Su corazón estaba frenético, escucharla le llenó de melancolía, recordó el mensaje de Taemin, era una espiral de vidas que se habían cruzado entre cadenas arrastradas de generación en generación, aprisionando y despojándolos de sus sueños y deseos.

—¿Lo que deseo? —susurró, conteniendo la respiración.

—¿Te gusta este lugar? —preguntó con una ligera sonrisa.

—Sí—asintió—. He conocido a personas maravillosas, mi mejor amigo estaba dispuesto a viajar conmigo porque me quiere y me cuida, perdí a mi familia, aunque creo que jamás la tuve, así que ellos se han convertido en la familia que quiero. Yoongi es feliz y quiero que crezca al lado de personas que lo aman. Me quiero quedar.

—Bien, entonces te quedarás, no tendrás que irte y vivirás siendo tú mismo—rio—. Durante toda mi vida he pensado que soy una maldición, pero, ahora veo que no es así, si puedo usar lo que poseo y lo que soy para cambiar la vida de una buena persona, tal vez es una bendición. Voy a darte tus alas KyungSoo, nadie volverá a lastimarte y te prometo que no te molestarán ni a ti ni a tus hijos. Me comprometo a ello.

—¿De verdad? —susurró con voz quebrada.

—Lo haré—suspiró pesadamente—. Te compensaré de todas las formas posibles, por eso dejaré en tus manos el destino de JongIn.

—¿Qué? —limpió sus lágrimas antes de mirarla, un poco asustado de sus palabras.

—JongIn ha cambiado, pero, eso no borra lo que hizo en el pasado, te falló, lastimó y puso en una posición delicada, tu omega jamás se va a recuperar de lo sucedido, marcó tu vida. Por eso quiero que seas tú quien decida qué es lo que será de él. Hay dos opciones, él puede quedarse en la cárcel para pagar con su libertad lo que te hizo sufrir, o ponerlo en libertad. Yo haré lo que tú decidas.

KyungSoo se quedó en silencio por un buen rato, pensando, recordando, analizando y sintiendo, todo al mismo tiempo, podría hacer pagar a JongIn todo el sufrimiento que lo hizo pasar, cada humillación y palabra. Le quitaría su libertad como él intentó hacerlo, haría que viviera en carne propia el dolor y el abandono. La respuesta era tan obvia que no pudo evitar reír un poco ante la ironía de su vida.

—Quiero que sea puesto en libertad.

Darsha lo miró con una ceja alzada, como si ello hubiese esperado otra respuesta, asintió frunciendo un poco el entrecejo.

—¿Puedo saber por qué?

—Podría condenarlo, hacer que pague, que sufra, causarle tanto dolor, tal vez, algunas personas piensen que es lo justo por todo lo que hizo en el pasado, pero ¿Cambiaría algo? —se encogió de hombros—. Eso no sanará mi corazón y no me devolverá mi vida. Si yo supiera que realmente no ha cambiado, la decisión sería sencilla, pero, él sí ha cambiado, no lo digo sólo como pareja, sino como persona, ambos éramos jóvenes, siguiendo la línea de lo que creíamos correcto, como fuimos criados, no estábamos listos para un matrimonio, rompieron nuestros sueños y nos culparon por los malos resultados. No estoy justificando sus actos, pero, creo que me gusta la persona que he conocido estos meses, me agrada y quisiera seguir viéndolo crecer y mejorar. ¿Sueno muy estúpido?

—Podrías conseguir a una persona mucho mejor.

—Lo sé—sonrió—. Ya la tuve, y sé lo que es el amor de verdad. Jamás olvidaré lo que JongIn hizo, podré perdonarlo, pero, siempre existirá el dolor. Tal vez sólo quiero darle una oportunidad al detergente barato—bufó—. No es de calidad, no es de confianza, pero por el momento es para lo que alcanza. La diferencia es que ahora estoy seguro de que, si llega a arruinar algo, puedo ser capaz de tener el detergente caro, porque merezco la calidad y el bienestar. No voy a apostar por algo que sé que no vale la pena.

—No sé de qué estás hablando, pero, trataré de entenderte—dijo poniéndose de pie—. Quédate tranquilo, vendrán en dos días a recogerte, tendré todo listo para ese momento. Nos vemos pequeño tigre con alma de cisne.

Ella caminó a la puerta y en un abrir y cerrar de ojos, ya no estaba, se sintió confundido, Mark salió corriendo y se sentó a su lado.

—¿Qué te dijo la doña dominancia? —preguntó tomando sus hombros.

—Me quedo aquí—balbuceo—. ¡No nos iremos!

—¡Siii! —gritó Mark antes de abrazarlo con fuerza.






















Tal y como Darsha lo había dicho, dos días después alguien tocó la puerta, era un hombre desconocido que le dijo que lo llevaría a una reunión, aún se encontraba reacio a confiar, aun así, subió a la parte trasera del auto. Se sentía un poco mejor, tanto que había podido comer algo sin devolverlo, la ansiedad por el desenlace del conflicto se mantenía vigente, pero a diferencia de antes ahora tenía una esperanza a la cual aferrarse. El camino no fue tan largo, llegaron a un restaurante tradicional, el hombre le abrió la puerta y lo guio dentro, habló con una de las meseras la cual los llevo por un pasillo a un comedor privado, les abrió la puerta y el hombre le indicó que entrara.

Se quedó en la entrada mirando a los presentes, quienes le observaron con seriedad. Latika lucía molesta, GongYoo estaba ido, había algo en sus ojos que no podía identificar, MinHo estaba sumido en la seriedad con varios golpes en el rostro, ahí también estaba Darsha que se mantenía tranquila, sin embargo, había un aroma dominante que los envolvía en un aura pesada. El miedo de ver a los Min pasó a segundo plano cuando se dio cuenta de la presencia de JongIn, quien al igual que su hermano tenía varios golpes en el rostro. Este lo observo con una sonrisa llena de anhelo.

—KyungSoo, ven aquí, toma asiento a mi lado—indicó Darsha mientras señalaba un asiento vacío a su izquierda.

Le tomó unos segundos reaccionar, se movió lentamente, bajo la intensa mirada de los demás, al sentarse al lado de Darsha, esta soltó feromonas que fueron capaces de calmarlo, se sintió agradecido por ello, JongIn estaba sentado frente a él y no dejaba de observarlo.

—Creo que todos sabemos exactamente lo que hacemos aquí y la participación de cada uno en este conflicto ¿No es así? —preguntó ella mirando a todos.

—Madre—dijo GongYoo con una mueca—. Nosotros sólo hicimos lo que creímos correcto, lo que dicta la tradición familiar.

—En ninguna parte dice que tienes que martirizar a un omega por no querer pertenecer a tu familia, lamentablemente has retorcido todo a tu conveniencia, hablamos seriamente ayer, si no quieres ser destituido como representante de la familia, entonces, tienes que acatar nuestro acuerdo, no me interesan tus motivaciones, no estamos en el pasado, las cosas están cambiando. Para comenzar, el contrato prenupcial que se firmó para este matrimonio es atroz, ni siquiera mi contrato fue así y vaya que tus abuelos tenían mucho qué decir sobre mi unión.

—El contrato estaba bien, no debió haber problema siempre y cuando el omega acatara lo acordado—respondió Latika mirando a KyungSoo con desprecio—. El huyo, falto a varias cláusulas y no sólo eso, mantuvo una relación con otro alfa y alejó a Yoongi de su familia.

—Ya basta madre—gruñó JongIn mirando a su madre con molestia—. ¿No entiendes la situación? Si KyungSoo huyó fue por mi culpa, así que debo ser yo quien pague las consecuencias.

—Mendo alfa—gruñó Minho.

—¿Quieres que te vuelva a romper la cara? —gruñó con el puño sobre la mesa.

—Es suficiente—bufó Darsha—. JongIn tiene razón, quien ha fallado a esta familia y a lo que significa el matrimonio es él, KyungSoo no tiene que ser castigado por las faltas de su alfa, al contrario, debe ser compensado.

—Esto es ridículo—negó Latika con los brazos cruzados, incrédula de lo que escuchaba.

—Veo que tienes mucho que decir Latika, ¿Quieres que te recuerde de dónde vienes y la clase de persona que eres? ¿No crees que mi alfa y yo fuimos muy indulgentes contigo apoyando tu unión con mi hijo sabiendo de donde viene tu linaje?

Latika deshizo su mueca lentamente, bajando los hombros en señal de sumisión y vergüenza, miró a su esposo, pero este no le devolvió la mirada, estaba con la cabeza gacha, lo que sea que haya pasado en su conversación el día anterior con Darsha, lo dejó muy afectado.

—Abuela—dijo Minho con calma—. Lamentamos esta situación, pero, en su momento fue lo que creímos que era correcto.

—No se puede deshacer lo que hicieron—suspiró—. Parte de esto es mi culpa por jamás intervenir, pero es justo que lo haga ahora, JongIn—dijo mirando a su nieto, el alfa la observó con vergüenza—. ¿Estas consciente de lo que hiciste?

—Sí—susurró conteniendo su voz—. Soy muy consciente de todos mis errores, sé que lo que le hice a mi omega no tiene nada de honor, mucho menos perdón. Me siento avergonzado y culpable, por eso quiero que cualquier cosa que deba suceder, sea yo quien lo pague, necesito que dejen a KyungSoo en paz, también a mi hijo, ellos no merecen nada de lo que está pasando.

Darsha asintió con una mueca. —Tienes razón, ellos no merecen esto, es por eso que he tomado una decisión por todos aquí.

Todos la observaron, atentos a lo que iba a decir, Darsha dio una indicación en voz alta, la puerta se abrió y un hombre en traje entró, este hizo una reverencia y se acercó a ella, puso en la mesa su portafolio y extrajo de ahí algunos papeles.

—¿Qué es eso madre? —preguntó GongYoo con un nudo en la garganta.

—Son los papeles de divorcio de KyungSoo y JongIn.

Kyungsoo miró a la mujer con los ojos muy abiertos, después observó a JongIn quien se encogió en su asiento, con la mirada baja.

—Eso es imposible—bufó Latika—. En la familia jamás ha habido un divorcio.

—Pues ahora lo habrá—dijo callándola con la mirada—. Este no es un matrimonio, fue un contrato comercial donde las peores repercusiones cayeron en los hombros de KyungSoo—Darsha lo miró—. Cumpliré mi parte del trato, con la única condición que firmes estos papeles de divorcio.

—Pero...

—Al firmar, se van a eliminar todas las ataduras que tienes a esta familia, todas esas cláusulas que existen para mantenerte encadenado a una farsa se romperán, serás libre, para vivir tu vida como quieras hacerlo—después se volvió hacía JongIn—. Si realmente lo quieres, vas a liberarlo.

JongIn tomó la pluma sin pensarlo, miró al abogado, quien le indicó donde tenía que firmar, KyungSoo lo observó sin habla, estaba pasmado, cuando terminó le pasó los papeles, los cuales miró con seriedad, ¿Por fin iba a terminar? El dolor de estar encadenado ¿Iba a terminar? ¿Sólo con una firma? Apretó la mandíbula y miró a Darsha.

—¿Y Yoongi? —susurró—. ¿Lo perderé?

—No—negó ella con una sonrisa, alargó la mano y apretó la suya—. Habrá cambios que todos van a aceptar, que JongIn ya aceptó—dijo con seguridad—. Yoongi es completamente tuyo, no importa si lleva o no el apellido Min, la custodia completa es tuya, nadie tendrá derecho a quitarte a tus hijos, a ninguno, a partir de este momento cualquier hijo que tengas de JongIn pasarás a tener la custodia completa de ellos. El poder sirve para cosas como estas.

KyungSoo miró a JongIn, quien mantenía la mirada en sus manos enlazadas sobre la mesa.

—¿Estás de acuerdo en eso? ¿Vas a renunciar a él? Porque esto significa que en cualquier momento yo me podré ir y tú no podrás hacer nada contra ello.

—Renuncio a Yoongi—susurró sin levantar la mirada—. Siempre será bajo tus condiciones.

Sintió muchas cosas en ese momento, ¿De verdad estaba pasando? Nadie sería capaz de volver a amenazar con separarlo de su hijo, no tuvo que pensarlo, tomó la pluma y firmó en donde el abogado le indicaba, al terminar, era oficial, él estaba divorciado y su hijo era completamente suyo.

—Bien, KyungSoo bienvenido a tu primer día de libertad completa, espero que aprendas a volar.

Sonrió en grande limpiando las lágrimas que recorrían su rostro. JongIn lo miró por fin, sonriéndole de forma triste.

—La cede de la empresa en Corea quedará bajo la gestión de JongIn, no quiero problemas GongYoo, nosotros ya hablamos, ya sabes lo que sucederá si vuelves a intervenir. Me cansé de estos conflictos, quiero que regresen a Bombay y sigan con su vida, a partir de este momento habrá sólo contacto cordial, si ustedes quieren recuperar a su hijo, tendrán que hacer muchos esfuerzos. Eso es todo, deben irse, su vuelo los espera.

GongYoo se levantó arreglando el saco de su traje y salió de ahí, Latika lo siguió al igual que Minho, ninguno dijo nada, no hubo una disculpa o una muestra de arrepentimiento. El abogado guardó los papeles en su portafolio.

—Sobre el apellido de Yoongi, quiero que lleve el apellido de JongIn, se lo ha ganado, es un buen padre—dijo KyungSoo observando a JongIn quien le sonrió con ojos cristalinos, pero no dijo nada más.

—Arréglalo—dijo Darsha al abogado—. Es hora de irnos, les tengo una sorpresa.

Ella se levantó de la silla, JongIn hizo lo mismo y esperó a que KyungSoo lo siguiera. El camino hacía el auto fue extraño, no debería sentirse diferente por una simple firma sobre un papel, pero lo hacía, era como si el peso en sus hombros se hubiera aligerado, ya no tenía nada que lo atara a los Min, ellos no podrían hacerle daño, al menos no desde la vía legal, otra preocupación nació, estaban molestos y podrían desquitarse en cualquier momento.

—Alégrate—dijo Darsha como si pudiera leer sus pensamientos—. Ellos no harán nada, están a salvo, lamento todo lo que te pasó, todo el dolor que causó mi familia, no debió ser así. Espero que de ahora en adelante puedas vivir bien, lo mereces.

—Gracias—susurró—. Es un alivio.

El camino a partir de ese momento fue silencioso, KyungSoo miraba por la ventana y aspiraba el aire limpio del ambiente, había algo en la forma que miraba las cosas que parecía menos pesimista, hasta creyó que estaba soñando. Entraron a la zona en donde vivía Mark, creyó que los llevaría ahí, pero paró en unas cuadras antes. El auto se detuvo, Darsha los miró con una sonrisa a ambos.

—Le debes mucho a este chico, JongIn, no te lo mereces, pero te están dando otra oportunidad de hacer las cosas diferentes, espero que no lo desaproveches y que no seas como tu padre o hermanos, que ya no tienen salvación, eres libre de tomar tus propias decisiones desde este momento, ya no tendrás la excusa de seguir con el lineamiento familiar. Está en ti si quieres ser feliz o no.

JongIn asintió cabizbajo. —Gracias abuela, en verdad, te lo agradezco, no lo merezco, pero, gracias por querer ayudarme y, sobre todo, por lo que hiciste por KyungSoo.

—KyungSoo—dijo mirándolo con una sonrisa amable—. Espero nunca tener que volver a vernos, y no porque no quiera verte, sólo sé que jamás irás de nuevo allá y yo no creo salir de mi escondite, no estoy lista. Me dijiste que querías ser libre, ahora lo eres, cualquier decisión que tomes a partir de este momento, hazlo siempre pensando en tu bienestar, siempre que me necesites puedes buscarme, aunque espero que no lo hagas, porque eso significaría que estás bien y eres feliz. Cuida de lo que amas como lo has hecho hasta el momento.

—No sé cómo agradecerle. Sólo, gracias.

—No tienes que hacerlo—negó—. No sé si ustedes seguirán juntos, si no lo hacen, espero que al menos puedan llevarse bien por sus hijos, pero, si están dispuestos a seguir delante de la mano, entonces, les deseo la mejor de las suertes, este es un regalo de mí para ustedes, ahora bajen, quiero regresar a mi hogar.

Ambos asintieron, hicieron una reverencia hacía ella antes de bajar. Al cerrar la puerta del auto este avanzó por el camino de regreso, ambos se quedaron de pie, confundidos, mirando frente a ellos una bonita casa color crema de dos pisos lo bastante espaciosa. KyungSoo dejándose llevar por su buen humor y curiosidad terminó avanzando el camino hacia la puerta, giró la perilla y esta se abrió sin problemas, entró observado alrededor, era aún más grande por dentro, con muebles nuevos y bonitos, entraba mucha luz de las ventanas largas.

—¿Ella nos regaló una casa? —preguntó sorprendido.

—Al parecer—susurró JongIn.

Sobre la mesa de centro en la sala había unas llaves y una nota con el escrito de "Un nuevo comienzo, para ti y tu detergente barato" rio negando, se volvió para ver a JongIn quien se mantenía en medio del lugar, su rostro golpeado reflejaba aflicción pura. Se plantó frente a él, volviendo a la realidad.

—¿Estás bien?

—Pensé que podría cambiar todo ¿Sabes? —susurró con voz quebradiza—. Realmente lo creí, pero, después de todo lo que pasó, estoy seguro de que la mejor manera de compensar lo que he hecho es simplemente alejarme de ti, dejarte en libertad, es lo justo, ese tiene que ser mi castigo y...

Las palabras de JongIn fueron interrumpidas por los labios de KyungSoo, un toque que los sorprendió a ambos, era cálido y suave, JongIn lo tomó de la cintura en un abrazo cómodo, su aroma dulce a frutos rojos se mezcló con el suyo a madera. Sus labios se movieron de forma pausada, disfrutando el sabor de sus bocas, cuando se separaron, KyungSoo se dio cuenta de la forma en la que JongIn lo observaba, con un brillo especial en los ojos que hizo despertar algo en su interior.

—¿Sabes? He pasado unos días realmente críticos, me he enfrentado a muchas cosas que no creí posibles, he perdido también otras y ganado un buen combate, estoy cansado y sólo quiero recostarme y abrazarte. ¿Podríamos dejar para después el discurso de lo merezco, no lo merezco?

—Como tú digas—le sonrió jugando con un mecho de su cabello en su frente.

—¿Por qué los golpes? —cuestionó con una mueca al ver las hinchazones en su cara.

—Le rompí la cara a Minho—dijo con un tono de orgullo.

—¿Y ganaste?

—Sí, pelee muy sucio, golpes en los bajos y eso—rio.

KyungSoo mordió su labio inferior, había extrañado la risa de JongIn más de lo que alguna vez llegó a imaginar.

—Dicen que en la vida hay veces donde se tiene que jugar y pelear sucio—suspiró—. Oh, por cierto. Tendremos otro bebé, me enteré cuando estabas en prisión.

Esperó con temor la respuesta, si bien, sabía que tal vez no era la mejor manera de decirlo, quería acabar con esa tensión pronto, el silencio lo estaba poniendo ansioso. JongIn dejó escapar algunas lágrimas que lentamente cayeron por sus mejillas, KyungSoo las limpio con sus pulgares, tal vez no estaba diciendo nada con palabras, pero ese pequeño acto marcó completamente la diferencia, se sonrieron y suspiraron con alivio. No era el comienzo que ambos habían soñado o esperado, pero al menos sabían que no era un final, porque había algo que crecía en sus interiores y no se trataba del bebé en su vientre. 








Ah ya acabo el drama pues.

N.A. Esto es ficción, nunca, jamás perdonen a alguien que ha atentado contra su integridad física y mental, siempre apuesten por el detergente más caro, incluso si no les alcanza aun, ahorren e inviertan en ustedes mismos y esperen el momento indicado para tener lo que merecen, que son puras cosas bonitas, sin dolor y sufrimiento...

🩷💘💖💜

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