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—No te voy a mentir, la situación es algo delicada, los cargos que se le acusan son fuertes.
Escuchó lo que aquel alfa zorro decía, se llamaba Jung Heechul, Jackson y Mark se lo habían presentado esa mañana, al parecer lo conocían bien por haberlos sacado de un problema hace tiempo, se enteró que era amigo de JongIn, era un abogado penalista muy reconocido. Abrazó a Yoongi que no había querido separarse de él desde esa mañana, no sabía qué hacer, llamó de inmediato a Jackson quien fue por ellos para llevarlos a su casa, ahora, estaba en el sillón de los Wang escuchando la realidad de la situación en la que se encontraban. Su mente no había parado de pensar, estaba preocupado por JongIn, no sabía cómo se encontraba, si estaba asustado o si era maltratado, su mente no paraba de pensar en los peores escenarios.
—Pero ¿Tienen pruebas? —preguntó Mark con una mueca.
—Si no las tienen, es sencillo plantarlas, ellos saben bien lo que están haciendo, es un escarmiento, así que podrían parar, pero, a lo que veo, JongIn podría pasar varios años en la cárcel.
Un vacío en su estómago le causó náuseas, olió el aroma de su bebé para poder calmarse, sin embargo, estaba siendo en vano.
—Bueno, yo pensaba que nuestros padres eran jodidos—bufó Jackson—. Este es otro nivel, Heechul, debe haber algo que podemos hacer.
—Lo hay, trataré de ayudarlo, tal vez llegar a un acuerdo con los Min ayude, pero, tomando en cuenta sus motivaciones, no será algo sencillo—suspiró—. Me preocupa otra cosa, tengo un contacto en el juzgado de lo familiar, van a pelear la custodia de Yoongi.
KyungSoo miró al alfa frente a él con lágrimas en los ojos.
—¿Me lo pueden quitar? Pero, yo soy su papá. No pueden hacer eso, nuestro matrimonio no es legal aquí.
—Lo más probable es que vayan a querer llevar el caso en Bombay, tú no eres ciudadano coreano, por lo pronto estuvieron indagando, descubrí que tienes una denuncia por abandono de hogar y secuestro.
—¿Qué mierda? —gruñó Mark—. Es su hijo, no puede secuestrar a su propio hijo y abandonó a su estúpido alfa por violencia.
—Lo sé, pero, no hay denuncia en contra de JongIn hecha por KyungSoo que avale su testimonio. Ellos tiene un contrato, que está firmado por KyungSoo y por sus padres, JongIn me dió una copia hace tiempo. Los jueces siempre le darán la preferencia al alfa y a quien tenga mayores ingresos. KyungSoo apenas tiene veinte años, su empleo no le da los mayores ingresos, y en el contrato prematrimonial dicta que si hay una separación JongIn o en este caso los Min se quedarán con el bebé.
—No tiene sentido alguno—negó Mark, levantándose para caminar de un lado a otro—. Está es otra jodida mierda de la jerarquía. Bueno, estamos de lado de JongIn porque se ha exorcizado, pero, no podemos negar que si KyungSoo huyó de Bombay, fue por su culpa, lo lastimó, no debería tener ningún derecho. Los alfas tienen que perder sus derechos si no cumplen con sus obligaciones básicas, y esas son el respeto y el cuidado. Lo peor es que esa familia jodidamente loca ha metido a la cárcel a su propio hijo para que no pueda hacer nada, es imposible, alguien debería hacerlos pagar.
Heechul asintió. —Entiendo por completo tu punto, lastimosamente en su país las reglas jerárquicas son mucho más duras que aquí. Se me ocurren algunas ideas, pero, no sé si KyungSoo aceptaría hacerlo.
—¿Qué ideas? —preguntó Jackson, sin dejar de ver a su esposo que andaba de un lado para el otro, molesto—. Mark, el bebé.
—Que se aguante, mi cuerpo mis reglas—bufó cruzados de brazos.
—¿Qué podría hacer? —susurró KyungSoo.
—Pedir asilo político en este país, pero, para eso, debes denunciar a JongIn por maltrato y faltas contra la integridad física y mental. Hay muchas asociaciones que apoyan a los omegas, si contactamos con una, además de los medios, es seguro que te dejarán quedarte aquí y te pondrán en el programa de protección. Las consecuencias para JongIn son que sería expulsado de aquí muy probablemente después del juicio, su extradición lo haría cumplir su condena en Bombay, sería provechoso para él porque allá, las penas por maltrato a omegas es menor, incluso podría salir libre con una orden de restricción, prohibición para venir aquí y libertad condicional, eso en tu proceso, en el que sigan sus padres, es incierto.
El silencio reino alrededor, KyungSoo hizo una mueca cerrando los ojos mientras recargaba el rostro en el cabello rubio de su hijo. Si quería conservar a Yoongi y estar libre de los Min tendría que entregar a JongIn. Si le hubiesen preguntado hace meses, diría que sí sin pensarlo, pero, ahora, no estaba seguro de ello, no cuando sus sentimientos por JongIn habían cambiado.
—Tendré que condenarlo.
—Es una opción KyungSoo.
—¿Cuál es tu opinión? —preguntó Jackson a su amigo.
—Como amigo diría que podríamos buscar otras alternativas, pero, como abogado, te digo que es la mejor opción para ti. El caso de JongIn depende de su familia. Eso lo hace aún más complicado, si no te proteges, perderás a Yoongi, esa es la realidad. Es mi amigo, pero, sé que él te diría lo mismo, debes luchar por ti y por tu bebé. Ellos no se van a detener y no se van a tentar el corazón, estamos hablando que han encarcelado a su propio hijo por no seguir sus deseos.
El dolor en su pecho creció aún más al saber que no tenía opción, debía elegir, y lamentablemente no podía arriesgar a Yoongi. Su hijo siempre sería su prioridad, por mucho que quisiera a JongIn y creyera que este no merecía lo que estaba pasando, era su hijo, que podía perder y poner en manos de personas que no dudarían en jugar con su vida para su beneficio, había huido de ese país para proteger a su hijo, no se iba a rendir. Lo peor de su situación era que JongIn estaría completamente de acuerdo con lo que decidiera.
—Esto es jodido—suspiró Jackson—. En verdad pensé que mi familia era la peor, pero esto es...no tengo palabras. KyungSoo, tomes la decisión que tomes te vamos a apoyar.
—Al fin dices algo inteligente—soltó Mark.
Heechul sonrió a KyungSoo. —Mira, piénsalo, yo iré a ver a JongIn y hablaré con él, trataré de ayudarlo, pero, no te daré falsas esperanzas, esto es grave. Me voy, los mantendré informados.
—Gracias Chul—dijo Jackson levantándose para acompañarlo a la puerta.
Sintió que Mark se sentaba a su lado, rodeo su cuerpo con su brazo y lo atrajo más cerca. KyungSoo se acurrucó en su pecho.
—Está bien Soo, saldremos de esto.
—Ni creo que pase—susurró.
—No te culpes por tu elección, sé que ya la hiciste.
—Jamás volveré a verlo—dijo mordiendo su labio inferior para no llorar—. Yoongi jamás volverá a verlo. ¿Qué le diré cuando crezca?
—Le vas a decir que en el mundo hay personas malas, cuya crueldad sobrepasa cualquier situación, y que a veces, por más que queremos luchar, es imposible. La vida nos lleva a tomar decisiones difíciles por las personas que amamos y cometemos errores, porque somos humanos, pero, que toda decisión tomada fue pensando en él y que no lo entiende aún, muy posiblemente jamás lo haga, sin embargo lo que hiciste fue por amor, y que su padre, también lo amaba, por eso se sacrificó por los dos.
Sus palabras hicieron que sus lágrimas fluyeran sin restricciones. Había muchas cosas que quería decir, algunas que se quedaron enterradas en su pecho. Ser un adulto y tomar decisiones era difícil, porque no sabía si era lo correcto, de lo único que estaba seguro era que amaba a Yoongi, era lo único bueno que quedaba en su vida, su bebé, le había hecho crecer, aprender y sufrir. Deseaba hacer lo mejor para él, aunque le doliera el corazón y su omega se sintiera destrozado por la lejanía de su alfa. Un dolor que no creía que alguna vez sanara.
Lloró esa noche y las dos siguientes tratando de no hacer ruido, no quería despertar a nadie, aún estaba en la casa de Mark, no estaba seguro de ir a su departamento, tenía miedo, la ansiedad estaba acabando con su estómago, no podía comer nada, se sentía deprimido. ¿Por qué su vida se había vuelto tan complicada y dolorosa? Era demasiado joven para esas duras experiencias, su vida era diferente, debía mantenerse fuerte por su hijo, aunque por dentro estaba rompiéndose en pedazos.
Las mañanas eran aún más difíciles, porque tenía que fingir que estaba bien, Mark trataba de ayudarlo distrayendolo, pero era en vano, se sentía mal por el hecho de que su mejor amigo se estaba quedando en casa a su lado sin queja alguna. Agradecía tenerlo en su vida. Los síntomas empeoraron, porque ahora le era imposible mantener la comida en su estómago, se sentía enfermo. Sabía lo que estaba pasando, era claro, pero, no quería admitirlo, hacerlo haría las cosas mucho más difíciles. No era momento, todo estaba derrumbándose a su alrededor como para sonreír ante la posibilidad. No era una buena noticia.
—Toma—Mark se sentó a su lado en el sillón, distrayendolo, había estado mirando a Namjoon y a Yoongi jugar.
Se volvió hacia Mark, y tragó en seco cuando vio lo que tenía en las manos, un horrible escalofrío recorrió su cuerpo entero, quiso volver a vomitar, aunque estaba seguro de que no quedaba nada dentro de su estómago.
—No...—comenzó a negar.
—Entre más rápido sepamos sobre el elefante en la habitación es mejor Soo.
KyungSoo boqueo, sus ojos se llenaron de lágrimas, le impresionaba que aún pudiera llorar, parecía no tener límites.
—No debería estar pasando esto, no así Mark.
—Cariño, lo sé, creeme que te entiendo, aterra el resultado, pero, debemos saber, ¿Quieres que entre contigo?
KyungSoo rio negando mientras limpiaba sus lágrimas. —No vas a entrar al baño conmigo mientras orino en una prueba de embarazo.
—No me importaría—se encogió de hombros—. Ve a hacerla, me quedaré con los monstruos.
Se levantó, ya no podía seguir fingiendo que nada estaba pasando, era ilógico, porque por más que lo negaba no podía detenerlo. No sabía en qué ayudaría enterarse que estaba esperando un bebé. Era la peor situación, no sólo por la situación con JongIn y los Min, sino por el miedo de volver a estar en cinta, tenía un gran terror, al igual que su omega, por eso se sentía tan deprimido, solo y confundido. Entró al baño e hizo lo que tenía que hacer, espero impaciente sentado en el suelo, cuando volvió a ver la prueba después de unos minutos se ahogo en un llanto amortiguado por su mano que cubría su boca. No podía. Él no podía estar esperando un bebé en ese momento.
El extraño sentimiento de perdida y duelo que se mantuvo sereno por un tiempo, ahora era en lo único que podía pensar y lo único que sentía en su interior. Su omega lo estaba castigando por su pasado. Pensó en JongIn, en qué tal vez jamás podría saber que tendrían un nuevo bebé, jamás volvería a verlo y estaría solo de nuevo. Siguió llorando por lo injusta que era su vida.
—¿Puedo pasar? —escuchó detrás de la puerta.
No pudo contestar, su voz no cooperaba, Mark lo entendió, abrió la puerta y se sentó a su lado, rodeándolo con los brazos para contenerlo, KyungSoo se aferró a él con fuerza.
—Esto no es justo Mark.
—Lo sé, no lo es KyungSoo. Lamento mucho lo que estás pasando. En verdad lo siento, pero, tienes que ser fuerte. Aguanta un poco más.
—He pasado mi vida aguantando—susurró hipeando—. Nunca he tenido suficiente, hice lo que mi familia quiso, traté de ser una buena persona, pero, eso no importa, estoy harto que me quiten todo lo que amo.
—Buscaremos la forma KyungSoo, lo haremos.
—Esto es tan jodido—murmuro separándose de Mark, quien le observaba con pena.
—La vida es jodida, pero no por eso debemos rendirnos—tomó sus mejillas y limpió sus lágrimas—. Me tines a mi, no es mucho, pero haré cualquier cosa para ayudarte.
KyungSoo rio por lo bajo. —Eres un amigo increíble. Espera..¿Dónde están los niños?
—Llegó Jackson, están con él en el jardín, es alfa y huye de los problemas. ¿Quieres pastel o helado?
—Los dos—suspiró.
—Genial, yo también—se levantó y alargó la mano. KyungSoo la tomó y se ayudó de ella para ponerse de pie
—Aunque, creo que devolveré todo lo que coma.
—Oh, recuerdo cuando trabajaba en ese bar de mala muerte, tenía un bote de metal debajo de la barra para vomitar. Siempre que Jackson llegaba con una nueva chica vomitaba, hijo de perra, no entiendo por qué lo perdoné
—Mark a veces me preocupas.
—Sí, a todos bebé.
Había pasado una semana y aún no tenían noticias de la situación de JongIn. Los Min no habían tratado de buscarlo, Jackson decía que posiblemente no querían entorpecer sus planes, eso no le ayudaba, se sentía mas nervioso aún. Heechul no se había comunicado, más que para decir que aún no había noticias. KyungSoo no podía dejar de vomitar y de sentirse terriblemente ansioso.
Esa tarde, estaba ayudando a Mark a preparar el almuerzo cuando la puerta sonó, ambos se miraron, temerosos, porque se encontraban solos, KyungSoo sintió la adrenalina correr por su cuerpo, los bebés estaban tomando la siesta, cosa que lo hizo sentir más tranquilo, pero, no lo suficiente para calmar su frenético corazón. Mark se movió hasta la entrada, KyungSoo lo siguió de cerca.
—¿Quien es? Tengo un arma y no dudaré en usarla...de nuevo.
—Soy Heechul.
Mark abrió la puerta rápidamente, Heechul lo miró con una ceja alzada.
—Ahora entiendo por qué tu esposo te tiene miedo.
—Él sólo obtuvo lo que se buscó—bufó.
Heechul negó al tiempo que miraba a KyungSoo, se acercó a él y le sonrió.
—Tengo buenas noticias para ti, he estado hablando con JongIn y tiene un plan, es bueno y creo que puede funcionar.
—¿Qué clase de plan? —preguntó curioso.
—No tenemos mucho tiempo, pude arreglar una visita hoy, él te va a explicar. Pero, tenemos que irnos ya.
KyungSoo boqueo, ¿Podría verlo? Miró a Mark quien le sonrió y asintió, podía irse tranquilo, porque sabía que Yoongi estaba en buenas manos.
—Ve tranquilo, Jackson está por llegar.
—Bien...vuelvo pronto.
—Suerte—le dijo con una sonrisa levantando ambos pulgares.
KyungSoo tomó su chaqueta y salió de la casa, subió al auto de Heechul, estaba nervioso, no era bueno estando con personas desconocidas, además de que se hallaban muy ansioso, pensó que jamás podría volver a ver a JongIn y ahora tenía una oportunidad de hablar con él, de calmar su consciencia y conversar de lo que había decidido hacer para conservar a Yoongi a su lado.
—Tranquilo—dijo Heechul con la vista en el camino—. Tengo una buena corazonada de que todo va a salir bien, créeme, siempre le hago caso a mi instinto, eso me ha ayudado a llegar a dónde estoy.
—Entiendo—asintió, convencido por sus palabras llenas de entusiasmo.
—Lo siento, debería ser modesto, pero la verdad es que no soy bueno en eso, mi esposa siempre me reprende por lo mismo.
—¿Está casado? —preguntó haciendo un poco de conversación para calmar su ansiedad.
—Lo estoy, se llama Momo, es una cosita divina, pero al mismo tiempo un dolor de cabeza. Éramos enemigos desde que estábamos en preescolar.
—¿De verdad? —elevó una ceja, ahora más curioso.
—Sí—rio con una negación—. Competíamos por todo, aunque secretamente estábamos enamorándonos, nos casamos y ahora tenemos un pequeño mocoso, tiene la misma edad que tu hijo—suspirò—. Creo que podrían ser buenos amigos.
—Sí—bajo la mirada con tristeza—. Siempre me preocupé por el futuro de Yoongi, quería que tuviera otro tipo de oportunidades, los Min pueden tener mucho dinero y poder, pero ellos realmente no entienden lo que significa vivir. Estaba seguro que Yoongi podía ser feliz aquí. Lo siento, no quería ponerme melancólico.
—No tienes nada por lo cual decir lo siento—negó con una sonrisa—. Cuando tus hijos vienen al mundo, ves las cosas de forma diferente, lamentablemente para mucho, hay padres que no saben cómo hacer su trabajo y que sin quererlo, lastiman a sus hijos. Es complicado, pero, comparto tu opinión, yo también quiero que Hoseok crezca siendo feliz.
—¿Así se llama su hijo? Es un lindo nombre.
—Lo eligió mi esposa, pero, evita elogiarla mucho, se le sube a la cabeza.
Soltó una ligera carcajada, Heechul parecía ser una persona agradable, no se sentía amenazado a su lado y compartían algunos ideales. Era lindo conocer a otra persona amable.
—¿Él está bien? —preguntó jugando con sus dedos en su regazo.
—Es un chico duro, es notorio que se trata de un alfa dominante, no se va a doblegar tan fácil, tiene un golpe en la ceja, pero, no te preocupes demasiado, al parecer le está haciendo la vida imposible a los custodios—dijo terminando con una ligera risa.
Asintió con una mueca. Estaban cerca de un enorme lugar, nunca antes había estado en una prisión, era su primera vez y no se sentía cómodo, había algunas personas afuera entrando y saliendo. Heechul paró en una caseta, le dió una identificación al oficial, que luego se verla por unos momentos los dejó entrar.
—Es enorme.
—Lo es—asintió—. Es el día de visita, por eso hay demasiadas personas, pero por lo general está sumido en la soledad y el silencio.
—Mmm, entiendo—suspiró—. Me siento nervioso.
—Es normal, no estás acostumbrado a estos lugares, pero, tranquilo, aquí nadie te puede hacer nada, si me preguntas, es el lugar más seguro del país, irónico, tomando en cuenta la cantidad de personajes que hay ahí adentro.
—¿Por qué decidió ser abogado? —preguntó mirándolo de reojo, Heechul se encogió de hombros.
—Siempre fui el típico chiquillo que creía en la justicia, amaba los superhéroes y defendía a los más pequeños, era el primero en levantarme en contra de una injusticia, supongo que siempre me llamó la atención. Me gusta lo que hago, es gratificante defender y dar la libertad a las personas inocentes.
—Suena a algo heróico.
—Todos somos héroes, bueno, podemos serlo, sólo hay que hacer lo correcto y ser siempre fiel a tus convicciones, otros prefieren ser los antagonistas, depende de la forma que quieras vivir la vida.
—Entiendo.
Estacionó el auto y ambos bajaron, el viento frio golpeaba su rostro, dándole un alivio, necesitaba esa frescura, respiro profundo siguiendo a Heechul hacia la entrada donde un par de guardias los revisaron, se sintió incómodo con las manos de otra persona sobre su cuerpo, aunque el toque era muy impersonal. Pasaron un escáner sobre Heechul, había leído sobre esas cosas, así que cuando la acercaron a él, dió un paso hacia atrás.
—Estoy en cinta—dijo posicionando de forma discreta sus manos enlazadas en su vientre.
—Pase—dijo el oficial guardando el escáner detrás de él.
Heechul le miró y sonrió a medias, ambos pasaron por un extenso pasillo.
—¿Podría pedirle algo? —preguntó al alfa en voz baja.
—Claro.
—¿Podría no decirle nada a JongIn? Hablo sobre el bebé, no creo que sea buena idea tomando en cuenta la situación.
—Yo no escuché nada—hizo una señal de candado en la comisura de la boca.
KyungSoo se relajó un poco. No es que quisiera ocultarle su bebé, sólo creía que las cosas ya eran demasiado duras como estaban para darle más tensión. No quería hacer sentir peor al alfa y al mismo tiempo, debía mantenerlo oculto por su propio bien, los Min no podían enterarse.
Hubo más revisiones, hasta que le entregaron un gafete de visitante, Heechul estuvo a su lado, ambos sentados en una sala de espera vacía, no donde los demás estaban recibiendo visitas, era un lugar más privado.
—¿Min KyungSoo? —preguntó una de las oficiales.
—Ve—dijo Heechul con una sonrisa—. Te espero aquí.
—Sí—asintió caminando hacia la mujer, la cual abrió una puerta.
Dentro había cuatro asientos de metal pegados al suelo, frente a ellos unas mesas de concreto, había vidrio que separaba la habitación, divisiones entre los asientos y unos teléfonos por dónde se comunicaban al otro lado. Era parecido a las películas, la oficial le indico el último asiento, pasó a su lado y se sentó. Podía sentir su corazón en la garganta, tuvo un pequeño mareo, debido a ello respiro con profundidad, no podía desmayarse en ese momento. Tenía que soportarlo y aguantar, tal y como Mark le había dicho. Esperó un par de minutos que se sintieron como horas, hasta que se abrió la puerta del otro lado, y acompañado de dos oficiales lo vio entrar. JongIn vestía un uniforme gris apagado, tenía esposas delante de su cuerpo, uno de los oficiales lo libero y lo sentó de forma agresiva en el asiento. Ambos oficiales dieron un par de pasos hacia atrás, a una distancia considerable.
Se quedó sin aliento, miraba su rostro, era duro, tal y como lo recordaba del pasado, sin expresión, su ceja tenía una herida, boqueo sin saber cómo actuar. Jamás pensó verlo así. JongIn tomó aire un segundo antes de tomar el teléfono comunicador, KyungSoo hizo lo mismo, más lento debido al temblor de sus manos.
—Hola—la voz de JongIn se escuchaba rota, pero, aún así hizo que su corazón latiera con fuerza y la sensación de nerviosismo carcomiera su estómago hecho un nudo—. ¿Cómo estás? ¿Cómo está Yoongi? Estás con Mark y Jackson ¿Verdad?
—Ammm sí, estamos con ellos y estamos bien, bueno, Yoongi está algo llorón, creo que te extraña.
JongIn soltó el aire de golpe, sus ojos lo miraron fijamente.
—Mi Dios, no sabes lo mucho que esperaba escuchar tu voz—dijo en un tono más dulce y amable—. Me he vuelto loco pensando en ti, estaba muriendo de la maldita preocupación.
—Yo también estaba preocupado y creo que no me equivocaba—sonrió a medias—. ¿Qué te pasó en la ceja?
—Estoy enojado bebé—bufó—. Cuando me encuentro así, es difícil mantener al margen a mi alfa. He dado algunos problemas, lo siento, no puedo ser correcto siempre.
KyungSoo rio por lo bajo. —Tienes que comportarte, no quiero que te hagan daño.
—Bendito sea tu hermoso corazón, aunque yo tenga la culpa de todo esto, sigues siendo amable.
—Es tu familia la que te puso aquí ¿Has hablado con ellos?
—No, no me interesa hablar con ellos, que hagan lo que tengan que hacer conmigo, eso no me interesa, lo único que me importa son ustedes.
—JongIn—relamió sus labios, nervioso—. Me han dicho que la única manera de evitar que ellos traten de quitarme a Yoongi es denunciandote para poder obtener asilo político.
—Lo sé—sonrió de forma amarga—. Y tienes que hacerlo KyungSoo, escucha, no me importa lo que pueda pasar conmigo, necesito que tú seas fuerte y hagas lo que tengas que hacer para protegerte y proteger a nuestro bebé. Lo entiendo, no me voy a enojar ni mucho menos.
No pudo evitar que las lágrimas cayeran por sus mejillas, su labio inferior tembló. Sabía lo que tenía que hacer, sin embargo, no quería hacerlo. Era su deber proteger a Yoongi, pero, no creía que fuera la forma correcta de hacerlo. Bajo la mirada para que JongIn no lo viera llorar.
—Oh KyungSoo, cariño, no llores, escucha, eres un maravilloso padre, todo lo que has hecho ha sido por el bien de Yoongi, nuestro hijo ha crecido de forma hermosa por ti, yo puedo soportar cualquier cosa si sé que los dos están bien.
—¿Por qué está pasando esto ahora? —negó sin poder contener sus lágrimas.
—Eso es algo que no sé, quisiera tener una respuesta, pero, no es así, mi familia es un asco, ellos no se van a dar por vencidos, los odio por todo el daño que te están haciendo. Haré lo que sea, me voy a declarar culpable de inmediato, porque lo soy, yo debía ser un buen alfa y protegerte, pero no lo hice y ahora estas son las consecuencias que tengo que cumplir.
—Heechul dijo que habías pensando en algo, ¿Hay otra opción?
Miró a JongIn quien hizo una mueca.
—Después de que llegué aquí y me fui acercando a ti, tuve la corazonada de que algo podría llegar a pasar, conozco a mi familia, no iba a mantenerse tranquila, así que reuní cosas que te podrían ayudar en ese caso.
—¿De qué hablas? —preguntó con una mueca, sin comprenderlo.
—Escucha, es una opción, no garantizo nada, pero creo que podría darnos tiempo, en mi departamento, en la parte superior del closet, hay una caja, ahí dentro esta todo lo necesario para que tú te vayas de este país y empieces una nueva vida.
Entrecerró los ojos. —¿Cómo dices?
—Sí—suspiró—. Hay pasaporte, visa e identificaciones con una nueva identidad para ti y Yoongi, todos los papeles que puedes necesitar, también hay una tarjeta con una cuenta bancaria a ese nombre...creí que si ellos volvían lo mejor que podía hacer era darte unas nuevas alas KyungSoo. Eres agradable, no te será difícil hacer amigos—sonrió de forma amarga—. Busca a Lay, sé que lo amas, puedes tener una vida con él, empezar de nuevo, mereces hacerlo, no te detengas por mí, vive y se feliz, yo trataré de que ellos no te busquen.
—¿Cómo harás eso? —su voz tembló.
—Ellos quieren que me case con alguien más, voy a manipularlos de forma que ellos crean que estoy haciendo lo que piden, aunque la realidad sea que sólo te estaré protegiendo. Nuestros caminos se van a separar y tú podrás ser feliz.
—Si me voy, ¿Sabes que jamás podrás volver a ver a Yoongi? —preguntó con un susurro.
JongIn sonrió de forma dolorosa, con la melancolía enmarcada en cada una de las líneas de su rostro, sus ojos estaban cristalinos, era difícil mirarlo, porque podía ver lo afectado que estaba.
—Lo sé—asintió, apretando la mandíbula—. Si decides que no le hablarás de mí está bien, lo entenderé, sólo quiero que sea feliz KyungSoo, es mi hijo y lo amo, quiero que viva una vida hermosa y sé que a tu lado lo va a lograr, en dado caso que quieras decirle quién soy, por favor, dile que lo lamento, que todo lo que hice en mi vida fue insignificante, que hay muchas cosas de las que me arrepiento menos de su maravillosa existencia. Que lo amo y que esto es lo mejor que puedo hacer por él.
—JongIn....
—KyungSoo, nuestros caminos jamás debieron encontrarse, ese fue un error, tú jamás debiste caer en esa desgracia, lamentablemente no sé cómo funciona la vida, pero, quiero que sepas que a partir de que regrese, todo lo que he hecho y dicho es sincero, mi prioridad es tu bienestar, así que quiero que salgas de aquí y seas feliz, que busques al amor de tu vida y que tengas una vida maravillosa, porque eso es lo que mereces. Te amo—susurró cerrando los ojos—. De verdad te amo, y seré feliz con sólo imaginar que estás teniendo una vida increíble. Mereces el mundo entero mi pequeño, espero algún día puedas perdonarme.
—¡Min, se acabó el tiempo! —dijo uno de los oficiales.
KyungSoo puso la mano en el acrílico reforzado, JongIn la puso a la par de la suya, no podían sentirse, jamás volvería a tocarse. Las lágrimas recorrieron no sólo las mejillas de KyungSoo sino también las de JongIn, se sonrieron.
—JongIn...—susurró—. Yo....
Uno de los oficiales tomó del brazo a JongIn quien suspiró y dejo el teléfono a un lado, apretó su mano contra el cristal antes de dejar que se lo llevarán. KyungSoo de quedó ahí, mirando como desaparecía al cerrarse la puerta de metal, apretó su mandíbula para evitar sollozar o gritar su nombre. Cerró los ojos unos instantes recobrando el aliento. Su cuerpo entero dolía al igual que su corazón, no podía creer que esa sería la última vez que se verían. Se puso de pie y salió, ¿De dónde sacaría la fuerza para seguir adelante? Porque en esos momentos duros y dolorosos, KyungSoo se había dado cuenta de algo. Amaba a JongIn.
Hay que drama, ¿No? Jajaja espero que les esté gustando, estamos a nada del final!!!
Gracias patocisnes 💜
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