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38

A medida que avanzaba hacia la estancia, algo dentro de él se sintió indefenso, era la misma sensación que había sentido después de aquel arrebato íntimo en el taller, había mantenido alejado a JongIn debido a ello, pero, ahora, se acercaba ligeramente a lo que le hacía sentir extraño e inseguro. ¿Qué estaba haciendo? Era una pregunta a la que últimamente no le encontraba respuesta, ninguna de sus acciones tenían una razón válida de ser, sólo se estaba dejando llevar por sus instintos, por lo que deseaba en ese momento a pesar del miedo a equivocarse.

Se acercó al sofá donde JongIn estaba durmiendo, lo observó unos momentos, confirmando que efectivamente era apuesto, que tenía un rostro atractivo y unos labios que le insitaban a besar, sintió un estrujón de nervios en el estómago. Negó para sus adentros, creyendo que era el ser más patético del universo, se dió la vuelta para irse, pero, su muñeca fue tomada con delicadeza, robando su aliento debido a la sorpresa, miró hacia abajo, los ojos oscuros de JongIn le observaban con una profundidad que lo hizo sentir aún más nervioso.

—Quería saber si tenías frío y...—susurró, no era la mejor excusa del mundo, pero, fue lo único que se le pudo ocurrir en el momento.

JongIn sonrió, no soltó su mano, se sentó en el sillón y lo jaló hacia él, terminando por sentarlo de lado en su regazo. Estaban tan cerca, que podía sentir su aliento caliente en su barbilla, JongIn le observó unos momentos antes de subir la mano hacia su cuello, acariciando con sus nudillos de forma delicada y tranquila.

—Yo tampoco podía dormir KyungSoo, me siento ansioso, últimamente cada que estoy cerca de ti, hay una fuerza en mi interior que no puedo ocultar o ignorar, es demasiado fuerte. Te quiero y te deseo...lo siento, pero es de esa forma y siendo sincero, ya no quiero estar alejado de ti, lo que te dije en la cena es verdad, quiero luchar por ti.

KyungSoo bajó la mirada hacia sus labios, para huir de sus ojos que le hacían sentir indefenso, puso una de sus manos en el pecho duro de JongIn y suspiró. Su piel era caliente, y podía sentirlo aún con la ropa de por medio.

—Dime que me detenga y me iré—dijo conteniendo la respiración—. Pero, si me pides que me quede, sabemos lo que pasará, ninguno de los dos puede contenerse, así que, sucederá y tendremos que aceptar las consecuencias, ¿Qué decides?

La pregunta estaba hecha, y él esperaba su respuesta. KyungSoo mordió su labio inferior ¿De verdad lo quería? Había un temblor en sus manos que se mantenían en el pecho de JongIn, lo sensato y sano era sólo levantarse e irse, sin embargo, no era lo que quería. Luchaba contra lo que sentía, porque no lo comprendía, porque estaba mal, pero, al final del día, lo quería tanto como él. No tenía caso levantarse e irse si después estarían en la misma situación, el juego de la huida no ayudaba a mantener a raya lo que sentía, al contrario, lo hacía más fuerte. Suspiró, no estaba seguro de como terminaría, o si saldría muy lastimado, lo único que necesitaba era acabar con ese deseo de una buena vez por todas.

—Quédate. No tiene caso que te vayas si después de unos días estaremos en la misma situación, es cansado.

JongIn asintió, llevó una mano a su mejilla, dónde acarició de forma lenta y cuidadosa.

—¿Me tienes miedo? —preguntó con un nudo en la garganta.

—A veces, pareciera que he conocido dos personas completamente diferentes que llevan el mismo rostro y nombre—suspiró sin mirarlo—. Recuerdo lo que hiciste y la clase de persona que fuiste, y después te veo aquí, sonriendo con Yoongi y basándome de forma dulce, no sé quién eres en realidad, en cualquier momento todo puede acabar como una ilusión, ¿Cómo no tendría miedo de eso?

JongIn rodeo su cintura con el brazo, manteniendo su cuerpo cerca, olió su aroma a suavizante de telas para bebé, ya no podía oler su aroma a frutos rojos y se lamentaba no haberlo disfrutado cuando tenía oportunidad.

—Si fuera un buen hombre, me levantaría y saldría de tu vida, pero, una parte de mí, quisiera hacerte olvidar. Me he sentido como un muerto en vida durante muchos años KyungSoo, sólo siguiendo lo que mi familia quería, cumpliendo sus expectativas irreales, no me voy a justificar, he hecho tantas cosas malas que sé que en un futuro voy a sufrir las consecuencias, más que ahora. Decirte que esta es la persona que soy es una mentira, pero te puedo asegurar que está es la persona que quiero ser, me siento tan libre y feliz.

KyungSoo acarició el cabello de JongIn y suspiró recargando la mejilla en este, su aroma a roble se hacía más presente.

—No confío en ti, aún te tengo rencor, pero, al mismo tiempo no puedo seguir pretendiendo que esto no está pasando, dime ¿Qué está mal conmigo?

—Nada está mal contigo. Eres sumamente perfecto KyungSoo—salió de su escondite y miró los ojos del omega—. No tienes que darme nada, jamás lo hagas, sólo pídeme lo que quieras y lo cumpliré, cualquier cosa, jamás pensaré en mí, sólo viviré para ti.

—Esa no es la forma de vivir.

—Es la manera en la que yo quiero vivir, sólo por ti y para ti.

Apretó la mandíbula, los ojos de JongIn brillaban, su labio inferior temblaba, había un ruego silencioso que le causaba algo extraño en su interior. Subió la mano de su pecho a su cuello, y después a su mejilla, dónde la mantuvo, JongIn, cerró los ojos y se recargó en su mano.

—Un alfa pura sangre no debería estar diciendo eso, no debería mostrarse vulnerable frente a un omega. Esa es la enseñanza que nos dieron.

JongIn rio de forma amarga, mangeniendo su postura y ojos cerrados.

—¿Hasta donde me han traído esas jodidas enseñanzas? A la soledad y al autodesprecio, todo estuvo mal Soo, lo que nos enseñaron, fue una equivocacion, un alfa pura sangre tiene que sentirse orgulloso de sí mismo y de sus logros sin importar nada—chasqueó la lengua, como si decir esas palabras le causarán asco—. Yo no me siento orgulloso de mí mismo, no me siento bien con lo que hice, jamás en mí vida podré levantar la cabeza y decir que soy un buen alfa u hombre, he perdido todo el respeto por mí mismo, así que no me importa mostrarme vulnerable ante ti, no me molesta llorar y suplicar tu perdón, tampoco humillarme y arrodillarme por ti, no me causa deshonor doblegarme ante ti y decirte que cumpliré todos tus deseos con sumisión. Porque hacerte feliz, hacer algo por ti, aunque sea mínimo, tal vez podría hacerme sentir un poco más tranquilo.

El alfa abrió los ojos y le miró con una profundidad que erizo su cuerpo, que mando un escalofrío a todo su ser.

—Me gusta mucho cuando sonríes, cuando ríes por algo que te causa gracia o tu voz cuando estás cantando a Yoongi, también me gusta la forma en la que me retas, como te enojas y lo bueno que eres lanzando cosas—rieron con eso último—. Jamás había visto tus ojos brillar con encanto o felicidad, no hasta que estuviste aquí, tuve un deseo extraño, que jamás había sentido, yo también quería hacer que tus ojos brillarán, tan vez, nunca lo logré o no sea igual a como Lay lo hizo, pero, me gustaría intentarlo. No te pido que me des una oportunidad ya, sino que me dejes intentarlo.

KyungSoo desvió la mirada unos momentos, escucharlo no debería causarle tantas sensaciones en su cuerpo, no debería sentir ese estrujón en su estómago o las palpitaciones en su pecho, tampoco ese escalofrío en su columna. No debería plantar en su mente y corazón el deseo de que lo hiciera realidad. JongIn no debería gustarle de la forma en que lo hacía, pero, no podía evitarlo.

—No debería decirte que sí, me prometí que te haría sufrir y arrepentirte toda tu vida.

—Puedes hacer eso—susurró—. Acepto lo que sea que venga de ti KyungSoo.

—Te daré una oportunidad para intentarlo—terminó regresando a sus ojos, los cuales brillaron de forma encantadora, la sonrisa de JongIn se ensanchó, no una cínica y cruel como la recordaba, sino una dulce y agradecida.

—No deberías hacerlo, pero, me siento agradecido de tu precioso y piadoso corazón.

No pudo decir nada, sólo, se acercó a él para besar sus labios. Los labios de JongIn eran suaves y era placentero besarlos, movieron sus bocas de forma lenta, era un beso diferente a los demás que estaban cargados de necesidad animal, ahora, era más que sólo deseo. Suspiró sobre sus labios, disfrutando el momento y las caricias que sus manos daban a sus mejillas y cuello, lo tocaba como siempre deseo que lo hiciera.

Sus dedos acariciaron la nuca de JongIn jugando con su cabello, mientras que el beso subía un poco de intensidad, ahora usando su lengua, maldijo el hecho de que ese alfa era tan buen besador y que lo llevará a un estado de trance. Su estómago se estrujó cuando la mano bajo desde su nuca, siguiendo la línea de su columna, hasta su cintura erizando su cuerpo, la otra mano se posó sobre su muslo, la sentía cálida y fuerte mientras subía y bajaba por su muslo. Se separaron del beso, con los labios hinchados y las mejillas sonrojadas.

—Quiero que me toques, pero...

Calló en la última frase, era difícil poner en palabras sus miedos, con Lay fue completamente diferente. JongIn le sonrió y asintió, como si comprendiera lo que estaba tratando de decirle.

—Te tocare hasta donde tú quieras llegar, si quieres que pare, sólo tienes que decírmelo, podríamos usar alguna palabra.

—¿Palabra? —elevó una ceja, consternado.

—Sí, algo que cuando lo digas hará que paremos por completo cualquier cosa que hagamos en la intimidad, la usas en cualquier momento, si te sientes muy incómodo o inseguro de lo que estamos haciendo, yo te juro que voy a parar, sé que no me crees, pero lo haré. No te quiero hacer daño KyungSoo.

Relamió su labio inferior, pensando.

—Lirio—dijo al instante—. Esa es la palabra.

—Muy bien—asintió—. ¿Puedo volver a besarte?

—Sí—se acercó de nuevo a sus labios.

Está vez, el beso fue aún más profundo, las manos de JongIn se afianzaron en su cintura, acariciando su piel por el borde del pijama, KyungSoo también bajo sus manos a su pecho duro, sintiendo el palpitar rápido de su corazón en su palma. Se acomodó mejor, subiendo a horcajadas sobre su regazo, lo que les permitía estar más cerca, juntar sus pechos. Cada caricia era como fuego sobre su piel, el aroma de JongIn se volvió más espeso y lo envolvió, aspiró su cuello, mientras dejaba pequeños besos. Quería más. Sus dedos temblorosos dieron con los botones de su camisa, deshaciéndo uno por uno, era torpe porque se sentía nervioso, pero JongIn espero con paciencia mientras besaba atras de su oreja.

El alfa tenía un cuerpo trabajado, su pecho era duro y había abdominales en su estómago, además de una V que desaparecía en sus pantalones, tocó con cuidado su piel, siendo curioso. Era suave y desprendía un calor abrumador, el color de su piel era bonito, hacia un contraste interesante con la palidez de sus manos, pasos sus dedos por sus pezones y lo escuchó soltar el aire de forma lenta. Al mirarlo a los ojos, pudo ver sus pupilas dilatadas y sus labios entreabiertos. Siguió su recorrido, explorando su piel, hasta que llegó a su vientre, deshizo el botón de los pantalones de vestir y abrió, mordió su labio inferior sólo acariciando su entrepierna sobre la ropa suave. JongIn juro haciendo la cabeza hacia atrás, dando un ligero gemido.

KyungSoo parpadeo perplejo, ¿En verdad lo estaba haciendo disfrutar tanto? Era extraño, con Lay, las cosas se sentían más dulces, pero, él no participaba mucho activamente, dejaba que Lay hiciera la mayor parte del trabajo, observar a JongIn así, le dió la iniciativa para continuar acariciando, su miembro era grande y grueso, digno de un alfa pura sangre.

—Quiero verte—susurró JongIn regresando su mirada hacia su rostro—. Por favor, déjame verte.

Se cohibió, dejó de acariciarlo para bajar la mirada a sus manos sobre su estómago. Estar con JongIn era diferente en todos los sentidos, no era su primera vez juntos, ya habían visto todo del otro, pero, esa vez era diferente y de pronto una gran inseguridad renació, creyó que ese tema estaba resuelto, pero, no fue así. Muchas veces, JongIn le hacía comentarios sobre no desearlo o que su cuerpo no era suficientemente lindo, ¿Y si seguía pensando lo mismo?

Las manos de JongIn levantaron su rostro, beso sus labios de forma tierna, apenas un toque, con su boca recorrió sus mejillas, nariz y frente.

—¿Quieres que nos detengamos? —preguntò muy concentrado en su rostro.

—No lo sé—susurró—. Ammm, ¿Estás seguro que quieres hacer esto? —mordió su labio inferior—. Siempre dijiste que...no te gustaba.

El rostro de JongIn recayó en la melancolía.

—En verdad jamás me voy a perdonar KyungSoo.

—Sólo...es irónico, porque tengo miedo de decepcionarte.

—No sabes lo jodidamente lindo y atractivo que eres—acerco sus labios a su mejilla y beso—. Incluso en ese entonces, yo era un idiota, porque no admitía que me gustabas demasiado, me encantas, tu piel suave y pálida, tus grandes ojos, labios de corazón, tu cuerpo, que tengas muy buenas curvas y que cada que te veo o te toco me quitas el aliento, te deseo tanto.

KyungSoo sintió nuevamente los besos en su cuello, JongIn chupaba pequeños chupetones en su piel, eso lo hizo gemir, cerró los ojos dejándose llevar, sintiendo las manos calientes bajo su camisa, sin abrir los ojos, llevó las manos al borde de su playera, JongIn se detuvo en su exploración, porque creyó que lo quería parar, pero, KyungSoo levantó su camisa hasta sacarla por encima de su cabeza. Abrazó su cuerpo, pero, JongIn tomó sus antebrazos y lo hizo alejarlos de su pecho, podía sentir la mirada del alfa sobre su cuerpo, sus mejillas estaban a nada de explotar.

—Dios mío, eres perfecto.

Abrió lentamente los ojos observando el semblante del alfa, se avergonzó, este, lo miraba como si quisiera devorarlo. Las manos de JongIn subieron desde sus antebrazos a sus hombros, una caricia cálida que le robó el aliento, iba tan lento, como si saboreara el momento, masajeo sus hombros y bajo su pecho el cual subía y bajaba de forma profunda. Sus dedos acariciaron sus pezones que se elevaron, endurecidos y adoloridos. El alfa relamió sus labios y sin dejar de mirarlo acercó su rostro a su pecho, aspirando el aroma de su piel caliente y suave. Sus labios recorrieron con delicadeza su erizada piel, apenas tocando, pero, cuando llegó a su pezón derecho, sacó la punta de la lengua y lo probó, gimió con fuerza, abrazando su espalda desnuda. Su cuerpo se movía lleno de placer al tiempo que lo chupaba, que jugaba con él y lamía su piel. Era delicioso, la mejor sensación de todas. Las manos de JongIn bajaron por sus costados, hasta su cintura, adentro una de sus manos a la parte trasera de su pijama, apretando una nalga, jadeo con fuerza, mientras lo masajeaba, se sentía tan bien ser tocado de esa forma.

Uno de sus dedos recorrió su entrada húmeda debido al lubricante natural que expulsaba su cuerpo excitado, estaba demasiado mojado, se sentía vacío, lloriqueo cuando uno de sus dedos entró, mientras que su boca torturaba su pecho. Se aferró a su espalda, moviendo la cadera, para llevar ese dedo mucho más profundo. Ingresó otro, jugando con su entrada que se tragaba sus dedos, tocó un punto interno que le hizo sacudirse de placer, gimió, deseando más, se sentía tan vacío, que tres dedos ya no eran suficientes, menos cuando debajo de él podía sentir el miembro duro de JongIn restregandose contra su cuerpo.

JongIn lo apartó de su cuerpo, haciendo que se recostara en el sillón, tomó el borde de su pijama y lo bajo, llevándose todo consigo, dejándolo desnudo y a su merced, quiso cubrirse, pero, él se lo impidió, abrió sus piernas y soltó un jadeo mirando su entrada, KyungSoo cubrió su rostro con sus manos realmente avergonzado.

Sintió su boca sobre su estómago, besando y chupando, bajando al sur, se volvió loco cuando engulló su erección, moviendo la cabeza de arriba hacia abajo, fue todo lo que necesito para gemir y negar, descubrió su rostro y lo miró, JongIn tenía los ojos cerrados y parecía disfrutarlo, acariciaba sus muslos internos con sus manos dejó su erección y pasó su lengua hacia su entrada, siseo, mientras lo probaba, la lengua sobre su entrada lo chupaba y se adentraba, podía sentir el lubricante salir a grandes cantidades, preparandolo.

—Por favor...yo...necesito más...

JongIn se levantó, relamió sus labios y regresó hacia arriba besando sus labios, saboreo su propio sabor, era dulce, chupo su lengua y mordió su labio inferior, estaba hambriento, necesitan ser llenado y criado, quería tenerlo dentro de él. Era un deseo atroz. Apretó las manos sobre la espalda del alfa cuando el ápice duro y suave se apretó ligeramente sobre su entrada.

—Relajate mi amor, un poco nada más—susurró sobre su boca.

Su boca experta moviéndose contra la suya lo distrajo lo suficiente como para relajar sus músculos, así se fue adentrando poco a poco, se atragantó al sentir su grosor, no recordaba que fuera tan grande, lejos de molestarle, le gustó sentirse así de lleno. JongIn se levantó sobre su cuerpo y tomó su cintura, hizo su cadera hacia adelante, entrando poco a poco, fijó en las facciones de su omega, quien sólo jadeaba por más. Apretó los dientes y terminó dando una estocada profunda hasta que estuvo dentro, su calor, la humedad y lo apretado de sus paredes le dieron la bienvenida, se sentía aprisionado y eso le encantaba.

KyungSoo rodeo con sus piernas la cadera de JongIn, quien colocó su cuerpo sobre él y empezó con estocadas profundas y lentas. El calor, la piel que acariciaba la suya y los besos en su cuello le traían un gran placer, apretó los costados del alfa, lo que le hizo gruñir y aumentar el ritmo de sus estocadas.

Fue llenado, en cada estocada sentía el cielo, tocaba ese punto tan placentero en su interior, los dedos de sus pies hormiguaban. Arqueo la espalda después de un rato, viniéndose entre sus estómagos, apretó el miembro que lo torturaba desde dentro y gimió largo. JongIn gruñó apretando sus dientes mientras seguía penetrando, apresado y deseoso, llegó al climax derramándose dentro de él. Acomodó la cabeza en su hombro y suspiró inestable.

—Te quiero tanto KyungSoo...

—Yo...

—No digas nada, no estás obligado a hacerlo, sólo quería que lo supieras.

No recibió nada más que los brazos del omega abrazando su cuerpo, entre su calor, se quedó dormido.

Era temprano cuando abrió los ojos, había un llanto a lo lejos. JongIn se sentó en el sillón, por la ventana entraba demasiada luz, recordó todo lo que había sucedido la noche anterior y sonrió para sus adentros, realmente lo habían hecho, se puso la ropa y fue a la habitación, esperando que KyungSoo no huyera como siempre lo hacía. Se recargó en la puerta, su omega estaba terminando de cambiar a Namjoon, mientras que Yoongi esperaba despeinado en la cama con el control de la televisión en la boca.

KyungSoo lo miró y sus mejillas se sonrojaron, sonrió para sus adentros, lucía hermoso, realmente precioso y especial. No podía evitar que su corazón se volviera loco cada que lo veía. Lo miró impaciente, esperando que esté le dijera que se fuera o que lo odiaba, sin embargo, sólo sonrió ligeramente.

—¿Te quedas a desayunar?

JongIn no podía creer lo feliz que le hizo esa simple frase.

—Sí—dijo sonriendo. La esperanza había renacido.


















—Así que dime ¿Qué tan bueno es en el sexo? —Mark elevó una ceja al tiempo que bebía su malteada.

KyungSoo enrojeció hasta las orejas. Ambos estaban en una salida de papás, habían llevado a sus bebés a un lugar donde podían jugar y ser cuidados por personas que les ponían actividades de acuerdo a su edad, ellos esperaban comiendo algo.

—Creo que me volví adicto al sexo. Que vergüenza.

—¿Por qué sería vergonzoso? —rio por lo bajo—. Yo no creí que el sexo era tan bueno hasta que me revoque con Jackson en una bodega. Me drogué con feromonas.

—Tú en verdad tienes una vida muy extraña Mark.

—Sí—asintió estando de acuerdo—. Pero, a lo que quiero llegar es que el sexo es extremadamente bueno, así que disfrútalo.

—¿Aunque lo hagamos todo el tiempo? Yoongi se va a dormir y literal nos volvemos locos.

—Es que están en esa fase de luna de miel, después se calma un poco—se encogió de hombros—. Entonces ¿Qué se supone que son? ¿Cogepadres separados?

—Mmmm no es algo formal, él me dijo que le diera la oportunidad de demostrar que me quiere y yo le dije que si, supongo que el sexo es algo extra.

—KyungSoo, creces tan rápido—dijo con una mano en su pecho.

—De hecho, quería pedirte un favor—susurró nervioso—. JongIn me invitó a una cita el viernes y quería saber si podías cuidar a Yoongi unas horas.

—Va, me apunto a cuidar al gatito, sólo mete su pijama y ropa extra, también cobijas con tu aroma.

—No se quedará a dormir, sólo será una cena.

Mark soltó una carcajada. —No bebé, claro que no será sólo una cena, pero, está bien, diviértete.

KyungSoo bufó y negó hacia su mejor amigo, pero, no hizo nada para refutarlo. Esos últimos días fueron una mezcla de emociones y sensaciones, por un lado estaba teniendo tanto placer que era alucinante, JongIn tomó muy en serio la idea de hacerlo sonreír, no habia parado de hacerlo esos últimos días, estaba avergonzado de sí mismo, al igual que confundido. Era extraño sentirse físicamente bien con alguien que en su pasado fue un error. Se preguntaba si lo estaba haciendo bien o si terminaría perjudicado. Se estaba arriesgando demasiado y eso también lo llenaba de adrenalina.

JongIn estaba más presente que nunca en sus vidas, al salir del trabajo llegaba a su departamento, cenaban algo, jugaba con Yoongi, lo ayudaba a dormirlo y después se quedaban juntos, besandose y teniendo sexo en su sofá, cuando terminaban regresaban a la cama y dormían, desayunaban juntos y JongIn iba a su departamento para cambiarse. Demasiado hogareño para dos personas que se trataron como dos extraños. No le molestaba realmente, había descubierto que JongIn era más divertido y tonto de lo que creía, un chico nerd que hablaba de libros y de cómics, le agradaba mucho más que el alfa que pretendía ser el mejor.

Después de dejar a Yoongi en casa de Mark, subieron al auto y se encaminaron a su cita. Era la primera vez que tendrían una cita, siempre que salían lo hacían con Yoongi, y ser padres robaba mucho de su tiempo, casi no podían hablar. Se había esmerado en arreglarse, no quería admitirlo, pero se sentía emocionado.

—Te ves precioso, bueno, siempre estás precioso, pero hoy estás alucinante.

—Gracias—susurró, sus mejillas estaban rojas—. Tu también te ves muy bien.

—Es el traje, eso siempre le da un plus a las cosas.

—No es sólo el traje y lo sabes—rio por lo bajo.

JongIn sonrió antes de alargar la mano para dar una ligera caricia a su mejilla. Después de eso no hablaron mucho, ambos estaban nerviosos por la velada, si bien, eran esposos y padres, nunca habían tenido una cita, había muchas expectativas que JongIn tenía que cumplir y eso lo tenía muy nervioso. Llegaron a un lindo y gran hotel, KyungSoo le había dicho que tenía ganas de comer algo de mariscos y ahí había uno de los mejores restaurantes de la cuidad. Estacionaron el auto y bajaron, al entrar había dos ascensores en el lobby, uno de ellos llevaba a las habitaciones, mientras que el otro subía directo al restaurante. JongIn le dió su nombre a la encargada cuando se acercaron a la entrada del restaurante y ella los guío a su mesa, estaba al lado de una ventana que dejaba ver el el hermoso paisaje de la cuidad, KyungSoo sonrió admirando su belleza, la mesa estaba ilumibada por unas pequeñas velas.

—Está vista es preciosa—dijo con una sonrisa.

—Me alegra que te guste, elegí este lugar por eso, estuve buscando varias opciones que podríamos visitar después.

—¿Eso quiere decir que habrá más citas? —preguntó con una ceja alzada.

—Sí, te aseguro que las habrá—sonrió—. También hay muchas cosas que podríamos hacer en familia los tres, estaba pensando en ir a la playa.

—Jamás he ido a la playa, sería bueno, Yoonie ama el agua.

—Buenas noches—dijo el mesero llegando con las cartas—. ¿Desean algo de tomar?

—Trae una botella de Protos Verdejo—respondió JongIn—. Por lo pronto veremos la casta, gracias.

—Enseguida, señor.

KyungSoo le miró de forma divertida. —Eres pretencioso a veces.

—Cosas que aprendo de las cenas de negocios.

—Mmm nunca hablas mucho de tu trabajo o lo que haces.

—Pues, no sabía que era algo que deseabas saber—hizo una mueca ligera—. No me gusta incomodarte.

—Mark dice que para tener una buena relación las conversaciones incómodas son importantes—dijo, mientras miraba la carta—. No es que vayamos a tener una relación pronto, pero, bueno, deberíamos conocernos bien ¿No lo crees?

JongIn se quedó en silencio unos momentos.

—Entiendo, tienes razón, las conversaciones incómodas son importantes. Es sólo que, todo lo que sucede en la oficina tiene que ver de forma directa con...ellos.

KyungSoo se tensó, a veces, lograba olvidar con quién estaba hablando, eso incluía a su familia, los Min eran las últimas personas en la que quería pensar, el sólo hecho de hacerlo le causaba incertidumbre y pesar. Tenía miedo de ellos, pero, había pasado casi un año desde la última vez que los vio.

—Oh, entiendo, supongo que es una realidad que deberemos enfrentar. ¿No lo crees?

—No, puedo evitar cualquier cosa que tenga que ver con ellos, no tienes que saber algo. Todo está bien, al principio cuando vine aquí, era apenas una idea a desarrollar, estuve en todo el proceso de la creación de la nueva empresa, empecé con la gestión, contratación. Pensé que no lo lograría.

—¿La primera vez que viniste? —se atrevió a preguntar.

—Sí—asintió un poco incómodo—. Mi padre insistió mucho en que yo tenía que hacerlo, me sorprendió, soy el hermano menor, no se espera mucho de mí, pero mis hermanos y mis padres siempre han querido presionar esa parte de mí.

—¿Cuál crees que sea la razón? —preguntó de pronto curioso.

—No lo sé, pero relacionado a mis padres puede ser cualquier cosa, no me sorprendería que fuera sólo por mantener el control.

Asintió ligeramente, el mesero volvió, abriendo la botella de vino dentro de una bandeja de hielos y sirvió las dos copas, hicieron el pedido de sus alimentos, KyungSoo quería algo de mariscos sazonados y JongIn algo de filete.

—¿Alguna vez les preguntaste por qué te casaron conmigo?

La pregunta lo tomó por sorpresa, JongIn lo miró con una seriedad que no detonaba molestia, sino, preocupación, sabían que esa conversación era una que ninguno de los dos deseaba tener, pero que era necesaria, no podían seguir huyendo del pasado.

—La empresa de tu familia tiene el dominio de la extracción de materiales minerales que son importantes para el uso de ciertos artículos de la empresa principal, por lo que mi padre me dijo en ese entonces, la empresa de tu familia estaba pasando por una crisis y mi padre le hizo un trato, un matrimonio era la decisión más clara.

KyungSoo asintió. —Mmm, me preguntó cómo estará ahora.

—¿No has hablado con tu familia?

—No.

—¿Por qué no? —preguntó con una ceja alzada.

—Por Yoongi—sonrió a medias—. No lo sé, veo a Yoongi sonreír y jugar con sus piernas y simplemente sé que jamás podría dejar que algo malo le sucediera, nunca, así que no entiendo a mis padres y es mejor mantener la distancia, aún le respondo los mensajes a mi hermana cuando pregunta cómo estoy, pero, lejos de ahí, no quiero más contacto.

JongIn asintió. —¿Te gusta estar aquí? Hablo de Corea.

—Amo estar aquí, fue difícil al principio, pero, es mejor que estar allá. Cualquier lugar es mejor que Bombay ¿A ti te gusta estar aquí?

—Sí, es liberador, no tengo que estar siendo vigilado de forma constante por mis padres y hermanos, además estás aquí y Yoongi puede crecer de otra manera. No supe lo que estaba haciendo mal hasta que vine y pude conocer otro tipo de mentalidades, yo creí que estaba haciendo lo correcto, así lo decía mi familia, pero, me equivoqué. Lo lamento, jamás debí haberte dejado solo cuando estabas esperando a Yoongi y jamás tuve que haber dicho esas cosas y reaccionado de esa manera cuando supe que él venía al mundo.

—Fue confuso—hizo una ligera mueca—. Había veces en las que me preguntaba ¿Tan malo era tener un hijo conmigo? Y si tú familia lo esperaba ¿Por qué era tan negativo?

—Antes de casarme estaba estudiando, había ganado una beca para ir a Inglaterra, mis profesores dijeron que era bueno, la beca era para estudiar un semestre sobre literatura. No era lo que mis padres querían, así que adelantaron el matrimonio cuando les dije que me iría. No es justificación, jamás lo será, pero, tenía veinte años, había más que quería conocer, estaba molesto, pero, jamás debí desquitarme contigo, la verdad es que era una persona muy desagradable. No ayuda el hecho de que siempre he estado en conflicto con mi alfa, tiende a hacerme sentir cosas muy negativas, es muy dominante, mis padres fueron advertidos de eso, supongo que es la razón por la cual querían manejar mi vida, un alfa pura sangre y además dominante, es bueno en los negocios y en el control.

KyungSoo bebió un poco de vino, era diferente ver la perspectiva de JongIn, a diferencia de él, que había dejado la escuela en el instituto, y siempre fue criado con la idea de que sería un esposo, nunca experimentó esa sensación de querer ser alguien más o hacer otras cosas con su vida, aunque no lo entendía, podía reconocer que el alfa tuvo que haberse sentido muy frustrado.

—¿Por qué no has tenido problemas con tu alfa?

JongIn apretó la mandíbula y miró hacia la cuidad, pensando en como responder esa pregunta, terminó suspirando y mirando sus manos sobre la mesa, estaba avergoznado de sí mismo, y creía que esa sensación jamás se iría, no importaba lo mucho que cambiara, las consecuencias de sus actos pasados siempre le seguirían a dónde fuera.

—Sucedió después de ese celo—dijo relamiendo sus labios—. Ese día había peleado con mi padre y mi hermano, demasiado, ellos querían que firmara un contrato de matrimonio para Yoongi, yo no quería hacerlo, a pesar de no ser cercano a mi hijo en ese momento, no lo creí correcto, pude sentir tu tristeza cuando te dije que Yoongi se iría a ese internado, otra tradición estúpida, es un horrible lugar, te enseñan a responder como se supone que un alfa tenía que hacerlo, la supremacía jerarquía es demasiado extensa y cruel. Es lo que aprendí a hacer, a esconder mis deseos, emociones y vulnerabilidades. No quería eso para Yoongi—bufó—. Mi padre apretó los botones incorrectos en mí, pero KyungSoo, yo no debía entrar en celo, recuerdo que al volver me sentía extraño, no quiero pensar más allá, pero, era diferente a otras veces, mi alfa se volvió completamente primitivo.

—¿Crees que tu padre te dió algo? —preguntó con una mueca—. ¿O tal vez fue la frustración?

—No lo sé—se encogió de hombros—. Lo único que recuerdo es haber despertado, mi alfa siempre tuvo una renuencia al tuyo, porque no quería ser emparejado, pero, cuando sucedió aquello, sentí la perdida, todo ha cambiado desde ese instante, algo cambio no sólo en mí, sino también en mi alfa, cuando la marca se rompió, lo sentí sufrir, cuando volví a verte, otras sensaciones llegaron, supe que por fin te había elegido como compañero, pero era tarde, aún siento frustración, pero todo cambia y se calma cuando tú y Yoongi están cerca.

Asintió sin dejar de observarlo, sus ojos eran honesto, apretó los labios, pensando que tal vez la aceptación del alfa tigre de JongIn era la razón por la cual su omega se sentía tan atraído a él, no era un secreto que su omega lo consideró su compañero desde la marca, a veces, creía que la única razón por la que la marca se rompió fue porque su omega estaba demasiado herido como para luchar por mantenerla, KyungSoo la rechazó y ninguno de los dos pudo hacer algo contra eso.

—No lo justifica KyungSoo—dijo el alfa con una sonrisa—. No quiero que tengas compasión de mí ni mucho menos. Cuando vine aquí lo hice con la intención de llevarte conmigo, mi orgullo me hacía querer que regresaras, pero, después de ver el daño que te cause, no pude seguir, sólo quería estar cerca de Yoongi, fue inevitable no enamorarme de ti. Ahora sueño con una vida diferente a tu lado.

—No eres tan malo como pensaba—dijo con una sonrisa a medias—. Creo que somos demasiado jóvenes para entender bien la vida, pero, quiero hacer lo mejor para Yoongi.

—Y yo también, podríamos estar en desacuerdo con todo, pero, estoy contigo en esto, hagamos que Yoongi tenga la mejor vida.

—Quiero que jamás lo sepa—susurró—. No quiero que el sepa nada del dolor y lo que sucedió, quiero que crezca siendo feliz, sin tener que preocuparse por nada.

JongIn suspiró antes de asentir. —Yo no quiero que él sepa la clase de persona que fui, yo quiero ser mejor para él, quiero que se sienta orgulloso de mí.

KyungSoo sonrió de forma amable, el mesero llegó con sus alimentos, los cuales lucian demasiado bien, hablaron un poco de algunas cosas que les gustaban, lo que les entusiasmaba cuando eran niños, últimamente llegaban a hablar de muchas cosas. Después de la cena amena que tuvieron, KyungSoo pidió postre, el cual degustaron los dos.

—¿Qué piensas de nuestra primera cita? —preguntó con una sonrisa apenada.

—Mmm, fue interesante, me gustó.

—¿Me dejarías invitarte a más citas?

—Creo que está bien para mí.

—¿Deberíamos volver ya por Yoongi? —sus ojos le miraron de forma intensa.

—Podríamos hacer eso, o quedarnos aquí, ¿Las habitaciones tendrán tan buena vista?

JongIn rio por lo bajo antes de encogerse de hombros.

—No lo sé, pero lo vamos a averiguar.

KyungSoo también rio, aún con las mejillas sonrojadas, jamás pensó que haría ese tipo de propuestas, pero no se sentía mal, la plática con JongIn fue buena, aún había muchas cosas que debían decir y asimilar, pero, por el momento, estaba bien con su extraña forma de relacionarse.







Asi se concibió Jennie 💜



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