Capitulo 1
No hacia falta que estuviera en silencio la casa, el sonido de rechinidos de las maderas producidas por las gotas de sangre que caían del rostro de una adolescente, mostrando lo vieja que eran los materiales. Estaba atada a una silla, impidiendo poder limpiarse su cara morada, desangrándose segundo a segundo.
-"Como llegue a este punto. En que parte me equivoque" -Se preguntaba ella, mientras elevaba sus ojos observando a la persona de su tortura.
Una mueca se formaba de tan solo verla, así como sus puños apretaban con firmeza. Como si un espejo se tratase la responsable en que ella este así, mostraba los mismos sentimientos que ella sentía.
Trato de recordar en como sus padres llegaban enojados del trabajo desquitándose conmigo y aun así no me sentía tan impotente como ahora, ya que aún tenia fuerzas.
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Tan inútil, de tan solo pensarlo se hacia un nudo en mi garganta. Cerré mi labios para que no se filtrara más sangre, ya había perdido demasiada, como si supiera que estaba apunto de desmayarme ella furiosa grito que me desmaye de una vez golpeándome, escupiendo toda la sangre que intenté retener.
Mis manos sin resistencia se dejaron caer, al igual que yo. Con que así de mierda era estar al piso de la sociedad, quisiera que esto solo fuera un sueño, pero no, así de bajo cayo mi vida. Rememore esos bellos momentos que pasaba en la cima de la escuela junto a mi amigo, la persona mas cercana a mí, y en como la mayoría de la institución me respectaba por mi reputación. Sin preocupaciones, sin presiones, al igual que tu, John.
Mi mente no comprendía en como asimilar esta situación. Es mi culpa, ¿no es así?, por ser tan ingenua, por creer que la vida al romper esas cadenas de mi familia seria mas sencilla, mas bella. Como me mostrabas, no John.
-Illena, no crees que esto es demasiado, se esta haciendo demasiado tarde. -Escuche una voz.
-"¿Quien era ella?" -Pensé al no poder verla por mi situación actual.
-No. Esto es lo que se merece ella y toda su maldita clase. ¡¡Me importa una mierda si me atrapan, ella y toda su clase alta la pagará por todo lo que nos hicieron sufrir. -Pude ver en como lagrimas salían de ella, a pesar de que su rostro mostraba un enojo en toda sus acciones.
-Maldita sea. Te puedes escuchar de una puta vez, ya esto se esta pasando de lo establecido. En primer lugar solo queríamos desquitarnos un rato, sobre todo, la vergüenza que nos hicieron pasar.
No entendía de lo que estaban gritando, en ningún momento las avergoncé, asimismo jamás me atreví a torturarlas, no había ninguna razón. Ya mis sentidos no podían percibir la discusión de ellas.
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-Illena mira a tu alrededor. ¡Solo mirara el estado que se encuentra Seraphina, ya ni siquiera puede respirar con normalidad! ¡Esta mierda ya debe parar! -Expresé mi preocupación por las acciones que estábamos haciendo y mas si alguien se entera.
-Cierra tu maldita voca, hipócrita de mierda. Si tanto te preocupas que alguien nos descubra, mejor lárgate, que tu voz me irrita y arruina mis planes. -Apretando sus mandíbulas con fuerza, junto a sus ojos arrugados.
-Ya pasaron dos días y nadie en la escuela se vio preocupada por su ausencia.
-Gracias por apoyarme. Escuchaste, no es así. Seraphina cayo al fondo de todo, ya no le importa nadie, ni su amigo repugnante. No hay nadie que la extrañe, menos a su maldita familia. -Exclamé al verla.
Mis ojos se estaban cansando por el esfuerzo que constaba en ver con pocas luz, ya era señal de irnos. Mi cuerpo y mi mente no se querían ir de acá, quería ver, escucharla y olerla, todo su sufrimiento, mientras que yo respiraba tranquilamente de tan solo tener el pensamiento que esta noche cálida iba hacerla sufrir por todo lo que su gente me obligaron a experimentar.
-Hay que retirarnos, mañana continuaremos esto. Y si alguien no piensa venir mañana, juro que estarán en la misma situación de ella. -Señalaba hacia la perra de persona.
-Hower. Tú y los demás, disfruten de esta noche. Hagan que Seraphina jamás olvide lo ocurrido. -Anuncié a ellos ante de irme, no podía mantener los ojos abiertos por mas tiempo.
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Cuanto tiempo habrá pasado desde que me desmaye, por la iluminación del lugar deduje rápidamente que no paso mucho tiempo. Al recuperar poco a poco mis sentidos pude percibir en que podía mover mis manos y pies con mas libertad, ya no sentía frio solamente en mi parte trasera, sino, que lo sentía en toda mi espalda, al poder ver las paredes desgastadas de la casa mis dudas fueron despejadas de inmediato.
Eventualmente mi instintos me decían que huyera lo mas pronto de aquí, pero mis energías no estaban como normalmente. Pensé en descansar un rato, sin embargo, pude sentir en como si unas manos sujetaban mis pechos, como si fuera uno de esos juguetes antiestrés, dolían en como lo sujetaban. Quise golpear a la persona que se sobrepasaba.
Sin embargo, mis piernas fueron levantadas rápidamente, mis ojos estaban en blancos, mi cuerpo no sabia como contestar esta amenaza y sin previo aviso, empezaron a tocar bruscamente mi parte intima. Todo mi cuerpo empezaba a temblar, movía con lo que me quedaba de fuerzas, quería salir de ese lugar.
Ni el mas doloroso recuerdo que tuve de los maltratos y abusos de mis padres, se comparaban del pánico que estaba sufriendo. Y para finalizar, pude ver en como 3 chicos se acercaban desnudos, con sus miembros expuestos.
Mi cuerpo, o mas bien todo de mí se quedo quieto, no por desear esto, sino, que a pesar de todos los intentos que haga, ellos me tenían sujetados firmemente con sus manos, disfrutando de mi cuerpo, mientras yo estaba muerta por dentro.
-¡¡Deténganse de una maldita vez enfermos!! -Exclamé ante el golpe de adrenalina repentino, pudiendo zafarme de sus manos, cubriendo mi cuerpo temblante y colorado.
Sus miradas fijas acompañada con la penumbra atmósfera que los rodeaba se asemejaban a la misma presencia que mis padres trasmitían.
-Ustedes están locos. No tienen ninguna moral, piensen, si me obligan a hacer este acto indebido. Como creen que los vaya a tomar, ¿unos héroes?. Deben ser unos ingenuos al creer esa falsa, los van a denigrar a todos ustedes, no tengan duda. -
-Seraphina. . . Primeramente te tienen que encontrar, y sabiendo que pasaron más de dos días sin alguna búsqueda tuya, las probabilidades son muy bajas. -Viendo en como ocultaba sus manos en sus bolsillos.
-Además, ¿cuántos casos de profanación crees que estén pasando en este mismo momento?. . . -Dejando por un instante en blanco a Seraphina.
-Lo suficiente para saber que en este país no tienes derecho humanos, y que a la sociedad le importe una mierda tu situación actual. Es lamentable ver que la violencia sexual este mas normalizado, y que la clases altas lo vean socialmente. Aceptable. -Observando en pocos segundos a la adolescente.
Su cara arrugada, el sonido que producían sus pies tocando una y otra vez el piso, junto a sus ojos azulados decaídos. Lo deduje rápido, aún tenia algo de ética, sin embargo, porque estaba tan empeñado en querer hacer esto, me dejaban en medio del océano.
-No. ¿Que clase de enfermedad mental tienen ustedes? -Con cada paso que daban, acortando la pequeña brecha que pude crear, mi cuerpo actuaba como si en un terremoto de grado 7 ocurriera en ese mismo instante.
-¡¡ALEJENSÉ!! Si se van olvidaré de todo esto, lo dejaremos en el pasado. Por favor no se acerquen mas. Se los pido.
-¡¡CALLATÉ DE UNA PUTA VEZ!! -Iluminando sus ojos azules acompañado con una mueca de molestia.
Un golpe directo a mi abdomen, una vez mas abrió la hemorragia interna que sufrí. Pintando el suelo de un color rojo tan oscuro como el lugar. Sin nada más que hacer, me di por vencida, solo iba a quemar tiempo si seguía luchando.
-"Así acaba" -Pensé mientras que ellos no demoraron en quitarme el uniforme estudiantil, desnudándome en frente de sus miradas.
-"Ya no le importa a alguien. ¿Me abandonaste? ¿Me olvidaste? -La sensación de sus lenguas en todo mi cuerpo, era semejante a la peor combinación de enfermedades posible.
Y sin ningún impedimento mío, comenzaron a abusar de mi cuerpo sin filtro alguno en sus acciones. Ahogándome en el dolor que producía cada una de sus embestidas, con el trato más despreciable, pasando encima de cualquier derecho que existía.
Con cada golpe que recibía, mis ojos salían pequeñas gotas de agua, como en un diluvio. Cerré mi boca para que no escapara ningún sonido audible, ni la perdida de mi habilidad, se compara con algo tan preciado como mi dignidad, asfixiada por el dolor, solté cada gota que producían mis ojos y junto a eso gemí por la impotencia.
Recordé el momento cuando enfrente a mi madre, recalcando cada error al criarme, recordé cuando me quitaron mi habilidad, y en cada uno de ellos, estabas hay, dándome ánimos. Anéelo que si salgo de acá, estés ahí.
Necesito que me digas, que si tomé la mejor decisión, o que debería haberte mandado a la mierda.
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La oscuridad de la casa se desvanecía por cada rayo de luz que se filtraba por las imperfecciones de la estructura. El rechinido de una puerta, nos dejaba apreciar a la adolescente culpable de este acto tan vulgar, mirando con orgullo la escena tan retorcida. Seraphina, de un modo de comprender que la vida no es simple que no se desearía a alguien, y que aún estés en la cima de los demás, sigues teniendo la misma posibilidades de caer tan bajo.
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Continuara:
Hice el esfuerzo posible para hacer al menos una introducción, es complicado, ya que tocar este tema en verdad no es simple, es delicado.
El próximo capitulo será mas largo, eso no habrá duda. Y mis mas sinceras disculpas a las faltas de ortografía que pudieran estar presentes.
Recuerden que esta historia no es apta para menores, y que en verdad no quiero tener problemas con alguien al respecto de esta historia. También recuerden que estos personajes no son de mi pertenencia.
Bueno, eso seria todo por mi parte, se despide la Tortilla de Cobre y recuerda ¡CUIDATE! Hasta la próxima.
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