Segundo capítulo.
Segundo capítulo.
Los ojos pesaban más de lo normal, intentó abrirlos aún cuando la claridad se sentía como pinchazos que atravesaban su cerebro.
-Heyyy, tranquilo...tranquilo.
La voz, el tacto sutil en su mano, el aroma terroso ingresando a su sistema. Ae.
-Shhhh amor... estoy aquí...
Otros sonidos comenzaron a colarse, un leve pitido, murmullos lejanos, alguna tos en otro lugar, y todo volvió a él. No se sentía bien, de hecho, hace un tiempo que algo no cuadraba, empezó con pequeñas fiebres en distintos momentos del día, algunos dolores en el cuerpo que decidió ignorar como hacía con cada cosa que no le gustaba. Había ido a trabajar pero se sintió aletargado y somnoliento, caminó de vuelta a casa arrastrando los pies y pospuso el café que había pensado tomarse con un compañero de trabajo.
-Pete, ¿puedes hablar?
-Sss-si -entornó los ojos mientras los dedos de Ae recorrían su pelo.
-¿Recuerdas que pasó?
-Me estaba bañando -susurró- todo se puso negro y creo que caí.
-Si, me diste el susto de mi vida.
-Lo siento...
-No hiciste nada malo, solo no lo hagas nunca más ¿si?
-Si...
-El doctor está haciendo las rondas, así que puedes dormir un poco más.
-Creo que voy a intentar mantenerme despierto -estiró el brazo donde tenía conectada una vía con suero y medicamentos- ¿me abrazas?
-Claro que si -los labios del alfa dibujaron una sonrisa- es lo que necesito en este momento.
Con un poco de esfuerzo se movió a un lado dejando espacio a Ae que se sentó junto a él, acomodó la cabeza en su hombro y dejó que las caricias apenas perceptibles le brindaran calidez y le dieran algo de consuelo. Desde el primer día fue así, y si bien lo había negado, la chispa que se generó en ese encuentro casual había generado un terremoto en su gris mundo beta. Así lo había definido, todo antes de Ae era gris, monótono, un vaivén sin sentido, ver el mundo a través de un cristal deslucido. Lo increíble es que antes de esa primer casualidad nunca lo había pensado ¿Y por qué lo haría? Ser beta era algo que solo otro beta podía entender, era pasar por la vida sin vivirla realmente, no tener instintos, ser invisible para los alfas u omegas, generalmente la única meta que se podía alcanzar era estudiar y tener un buen trabajo. En eso se estaba enfocando cuando Ae apareció con su sonrisa irresistible y persistente insistencia, una carrera simple que le permitiría por lo menos unas horas experimentar algo que la biología le negaba. Primero pensó en ser maestro, hasta que descubrió que su pasión por los libros también podía darle felicidad, y decidió ser bibliotecario, su tarde estaba llena de niños que apenas aprendían las primeras letras y le pedían siempre una nueva historia.
-¿En que piensas? -los dedos del alfa apretaron los suyos- ¿Estás bien?
-Si si... solo estaba perdido en mi cabeza.
-No necesitas perderte -le dijo al oido- siempre me puedes llevar contigo.
Iba a responder cuando el golpe en la habitación anunció que el médico estaba allí. Ae dejó con rapidez su lugar y se colocó a un lado mientras el doctor ingresaba acompañado de una enfermera.
-¿Cómo te sientes? -dijo mientras leía una carpeta con los estudios que le habían realizado.
-Mejor, apenas mareado -respondió mientras la enfermera le tomaba la presión y volvía a medir la temperatura- un poco de dolor de cabeza.
-Tu presión se desplomó -anotó algo en el registro- ¿Alguna vez habías pasado por algo así?
-No...
-Los análisis de sangre indican que estás anémico.
-¿Qué? -se sintió extrañado ante las palabras, era un beta, había dolencias a las que no eran propensos.
-¿Desde cuando empezaste con la fiebre?
-Aparecían en distintos momentos de día, ¿tal vez tres semanas?-no miró a Ae pero supuso que tenía la molestia pintada en el rostro- fueron mas persistentes durante el día.
-¿Cansancio?
-Si, un poco adormilado.
-¿Podría deberse al trabajo, algún problema?
-No no... realmente es tranquilo allí.
-¿Algo familiar?
-Solo somos nosotros dos, y puedo asegurarle...
-Entiendo -sonrió de forma suave- solo necesito tener todo el panorama, no se si es posible...
-¿Quiere saber algo íntimo? Puede preguntar delante de él.
-Esta bien -hizo una seña para que la enfermera se retirara- necesito saber si ingirió alguna hormona sintética.
-¡No! -respondió ante lo estúpido de la pregunta, sintió al alfa tensarse a su lado- yo no haría algo así.
-Solo es una pregunta, no estoy acusando.
-Nunca haría algo así -dijo un tanto indignado.
Sabía muy bien a que se refería el especialista, era común que algunos betas tomaran alguna hormona sintética para lograr sentir algo cercano a un celo, no juzgaba a quienes lo hacían, cada uno sabía la soledad que significaba el no tener aroma ni impulsos sexuales normales, pero Ae lo amaba así, lo de ellos era especial, su amor iba mas allá de lo que expresaban con el cuerpo.
-Mira Pete, voy a ser claro, los parámetros de tus análisis no dieron como se esperaba y algunos valores estan alterados, quiero que te quedes un tiempo más para hacer algunas pruebas.
-¿Es malo?
-No, pero es necesario descartar todas las posibilidades.
-Está bien.
-Descansa un rato más y en unos horas repetiremos las pruebas.
Cuando estuvieron solos los brazos de Ae lo apretaron con fuerza y dejó un beso en su pelo.
-No quería preocuparte -dijo porque sabía lo que pasaba por la mente de su pareja- lo siento...
-Me preocupo porque eres mi vida.
-No es nada, ya lo verás -intentó creer sus propias palabras- seguro es solo cansancio.
-Seguro que si...
Se fue quedando dormido en lo confortable de la cercanía del alfa, ser envuelto por su calor y aroma lo relajó lo suficiente para volver a caer en el sueño aún cuando estaba preocupado. Lo despertó una sensación de opresión en el abdomen que lo sobresaltó y alertó a Ae de que algo no estaba bien. Esta vez vinieron dos médicos a verlo, más pinchazos y órdenes de algunos estudios más exhaustivos que le dieron la pauta de que lo que le pasaba era mucho más que un resfriado o la presión baja.
〰️〰️〰️
-Lo siento -las palabras del médico llegaron a él como un eco lejano- esta noche puedes volver a tu casa si lo prefieres, programaremos la cirugía para dentro de tres días, solo debes seguir todas las indicaciones.
-Lo hará -respondió Ae porque no podía pronunciar ninguna palabra- ¿Pero no es mejor que se quede aquí?
-Creemos que ante esta situación, un entorno familiar puede ser lo mejor.
-Está bien -la voz del alfa respondiendo una vez más por él- me ocuparé de todo.
Se sintió un muñeco, vacío, sin vida. El dolor se sintió como mil rayos golpeando en el mismo punto y aún, de forma inexplicable, seguía respirando.
-Los dejaremos solos mientras preparamos el alta.
Se quedó allí sentado mirando un punto ciego en la pared, la enfermera desconectando la vía ante la mirada atenta de Ae.
-Llamaré un taxi -lo escuchó decir casi una hora después, no podía recordar como había llegado a la puerta del hospital ni mucho menos el trayecto hasta su hogar.
Caminó sin prender las luces, la memoria del lugar llevándolo a la habitación donde por años se habían amado, se desnudó en silencio y se metió bajo las colchas. Estaba anestesiado, su alma agonizando. Las palabras de los médicos volvieron a él "es un caso en un millón, una anomalía que muy pocas veces se da, su cuerpo está tratando con esto de la mejor forma que puede, por eso la fiebre recurrente, el cansancio y la anemia". Llevó la mano a su vientre, allí donde una vida muy pequeñita se estaba formando y que en tres días iba a ser arrebatada de él "un caso en un millón", "eres un beta, el producto es inviable, no hay hormonas en su sistema que sustenten la vida".
"Producto", no vida, no bebé, para los médicos no era mas que un producto, algo a ser extirpado.
-Pete... -llamó el alfa pero nada importaba- por favor amor...
Cerró los ojos con fuerza.
Tres días.
Tres días para amarlo como podría hacerlo una vida completa si el universo no fuera una mierda.
Tres días, su bebé, su niño, cada sueño, cada anhelo. Tres días.
Luego podría morir junto a él.
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Hola!!! Aquí es el lugar y momento donde me odian y desquitan su ira contra mi. Siempre me digo que voy a escribir algo dulce y cursi y mi cabeza hace esto.
Espero sus comentarios y si puede ser una estrellita!. Gracias por estar aquí. Un beso inmenso.
Saludos
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