Quinto capítulo.
Quinto capítulo.
Miró las imagenes que la especialista colocó en una carpeta, varias fotos en blanco y negro con datos de los cuales no entendía mucho, solo era capaz de ver la forma reconocible de una pequeña nariz y labios en un puchero.
-Queremos saber todo -le dijo sentado frente al escritorio- ¿me lo puede explicar?
A su lado, Ae estaba enmudecido, la piel en un tono pálido y los ojos hinchados y rojizos, trató de no pensar en lo que podía estar pasando por su mente.
La médica pasó a explicarle cada aspecto de lo que se podía ver en la ecografía, la medida del cráneo, que aún era desproporcionado con el cuerpo, el largo del fémur, las función de sus riñones y cada órgano ya formado y los latidos de su corazón.
-El saco gestacional está recibiendo irrigación sanguínea, la posición es similar a la que sería en un omega -señaló mostrando en el papel.
-Eso quiere decir...
-Mira, quiero ser clara -dijo con seriedad- si bien es una situación mejor de la que se podría esperar, eso no cambia que eres un beta.
-¿No tenemos posibilidades? -sintió el dolor volver a su pecho.
-Estoy atándome a la información de la ecografía, necesitas un especialista que haga una evaluación completa, la falta de hormonas que permitan al cuerpo prepararse para un embarazo es la misma que dificulta el crecimiento del bebé.
-Entiendo...
-Pero -siguió explicando- voy a darte el número de un especialista en embarazos de alto riesgo, tal vez pueda ayudarte, hay avances constantemente, nuevas terapias e intervenciones.
-Se lo agradezco -susurró sintiendo el peso de la decisión que había tomado.
-Y realmente me gustaría hacer un seguimiento de su caso, así que espero volver a verlos.
Se despidieron con un agradecimiento, Ae no dijo mucho mientras caminaba a su lado, miró su rostro sombrío y la mirada perdida, los ojos no habían vuelto a hacer contacto con los suyos.
-Ae...
-Espera Pete -respondió casi en un graznido- solo espera un poco.
-Por favor.
-Ahora no.
Caminaron en silencio, los dedos casi rozandosé, cada uno con la mente en su propia tristeza.
-Ae -llamó una vez más cuando ya estaban en la tranquilidad de su hogar- hablemos.
El alfa persistió en su mutismo y rostro taciturno, algunas preguntas respondidas con monosílabas. Cenaron en silencio, Pete tomando las vitaminas y tratando de resistir el agotamiento que sentía en los huesos y el moreno con una sombra que no permitía ningún tipo de acercamiento.
-¿Vas a acostarte conmigo? -dijo cuando el sueño estaba a punto de vencerlo.
-Si si... ya voy -fue la respuesta que fingió creer.
Se despertó en la madrugada, el frío de las sábanas le dijo que estaba solo en la cama, se incorporó ignorando el leve mareo, la soledad de la habitación le retumbó en el cuerpo.
Arrastró los pies hasta la cocina donde la imagen de su alfa aún sentado a la mesa dijo más de lo que se podía poner en palabras. Acarició el lugar donde su bebé crecía ajeno al dolor de sus padres antes de acercarse a la espalda de su pareja.
-No voy a poder Pete... -rompió el silencio unos segundos después- no entiendo porque tuvo que pasarnos a nosotros.
-Es nuestro destino.
-No, no lo es, no creo que sea así.
-Sin embargo aquí está, está creciendo dentro de mi, y también tengo miedo.
-La palabra no es miedo Pete... estoy aterrado, ni siquiera esa palabra alcanza, tal vez no exista alguna que pueda definirlo.
-Ae... no puedo hacer esto sin ti, necesito saber que estás a mi lado.
-Toda la vida estaré a tu lado, pero... ¿y si no te tengo, y si te pierdo?
-No va a pasar -respondió aunque sabía que había muy poco a su favor.
-No se que hacer, no se que responder.
-No digas nada, ven conmigo a la cama.
-Ve tu, yo iré después.
-No, te quiero conmigo.
Ae hizo lo que le pidió, caminó con la mirada gacha y arrastrando el paso. Se metieron bajo las colchas luego de desvestirse y se quedaron con los ojos puestos en el otro.
-Ae... por hoy, por esta noche, deja todo afuera.
-No se si puedo -llevó una mano a sus mejillas y la sostuvo allí.
-Solo inténtalo... -entornó lus párpados y llevó sus labios a los contrarios en un toque sensual.
-Pete...-el alfa bajó los dedos su cuello.
-Necesito esto -suspiró antes de recorrerle la boca con la lengua.
No volvió a hablar, porque si había algo suyo era la comunicación sin necesidad de pronunciar palabras. Los besos del alfa fueron suaves hasta volverse cada vez más osados. Calentó su piel con la lengua, bajó a través del cuello y dejó mordiscos en los hombros antes de bajar a los pezones sensibles. No colocó su peso sobre él, se arrodilló entre sus piernas antes de bajar la boca a su ombligo y hacer cosas exquisitas en el que lo mantuvieron retorciéndose sobre el colchón.
-Ae...
Gimió cuando el alfa siguió con sus atenciones cada vez más abajo tomándolo en la tibieza de su boca comenzando un movimiento rítmico que lo llevaba constantemente más cerca de la locura. El clímax llegó como en una tormenta cálida envolviéndolo de a poco hasta dejarlo empapado y tembloroso. Sintió el cuerpo deshuesado ser colocado de costado, el alfa ubicándose detrás de él, los dedos acariciando su entrada con destreza y suavidad sin llegar a penetrarlo, la dureza restregándose cada vez más rápido contra su cuerpo mientras los dientes del alfa iban de una oreja a su nuca en pequeños mordiscos que lo hicieron derretir. El calor líquido baño el bajo de la espalda, un gemido ronco retumbando en la habitación durante el orgasmo de su pareja. Se quedaron en silencio en la misma posición, la colcha volvió a cubrirlo antes de que los besos nuevamente bañaran su espalda.
-¿Estás bien? -la voz oscura y un tanto preocupada sonó tras él.
-Estoy perfecto...Este es nuestro santuario Ae -le dijo minutos después- aquí nada va a tocarnos.
-Okey -acordó antes de apretarlo un poco más a su cuerpo aunque se sintió pegajoso- ahora debes dormir, en unos minutos voy a limpiarte.
-Gracias -bostezó- por esto, por todo.
-Shhhh duerme, temprano tenemos mucho por delante.
Se fue durmiendo arrullado por la respiración de su alfa, tenerlo así era lo que necesitaba, solo faltaba convencerlo de que todo saldría bien, estaba seguro de que sería así, allí nada podría tocarlos.
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Hola gente! Aquí más de mis niños hermosos. Espero que hayan disfrutado el capítulo, pronto vamos a tener más, de seguro alguna parejita más entra en la historia.
Saludos y cuidense. No olviden dejar una estrellita y ooobvio un comentario sobre lo que piensan de esta historia.
Un beso.
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