Décimo quinto capítulo.

Se miró al espejo, los ojos estaban hinchados, el pelo en cientos de direcciones, la ropa arrugada y la marca de la almohada en una de sus mejillas. No quería pensar que así lo había visto ese estúpido de Mean mientras él se veía impecable en su traje de tres piezas y perfectamente peinado. No entendía que hacía allí, se suponía que era demasiado temprano para que dejara su empresa, con las semanas había descubierto cuales eran sus horarios y evitaba encontrarse con él aunque muchas veces fallaba, el alfa era impredecible. Hizo uso del baño, se higienizó, peinó con los dedos su pelo y acomodó un poco la ropa, saldría y se despidiría antes de pedir un taxi.
Caminó por donde venían las voces, Ae y Pete estaban abrazados mientras Kaila y Mean parecían discutir en la cocina.

-Espero hayas descansado bien, yo me desperté hace unos minutos -habló su amigo sin soltarse de su pareja- y te aseguro que ya tengo hambre.
-Se me hizo bastante tarde -le sonrió- ya es hora de volver a casa.
-Pero me gustaría que te quedaras...
-Hoy es imposible -negó- mi padre sigue de viaje, prefiero estar temprano en casa, así que voy a pedir un taxi.

Buscó en su bolso el celular, algunas llamadas perdidas se mostraron en pantalla pero no prestó atención en ellas mientras marcaba el número. Una mano interrumpió la acción, un cuerpo situado frente suyo demasiado cerca.

-No es necesario que llames un taxi, yo te llevo.

No pudo contestar, las palabras de Mean cortaron cualquier pensamiento racional.

-Plan -intervino Pete- voy a sentirme mucho más seguro si Mean va contigo, sobre todo porque no hay nadie en tu casa.
-Pero no es necesario -respondió sintiéndose perdido.
-Por favor, no creo que sea un problema para Mean, después de todo él se ofreció.

Miró al alfa, la mirada de suficiencia le decía que estaba bastante satisfecho y no entendía a que se debía, pero terminó accediendo. Se despidió de todos y subió al auto sin decir nada, se colocó el cinturón y fijó la vista al frente.

-Puedes dejarme en el mismo lugar de la otra vez.
-Pete dijo que te acompañe a casa.
-No es necesario, ya sabes que yo no voy a delatarte, así que acabemos con esta tortura lo antes posible.

El alfa no replicó, pero cuando siguió su avance por el camino, entendió que haría lo que quisiera y lo llevaría a su casa.

-Bueno, gracias -dijo cuando estacionó al frente de la modesta vivienda.
-¿Tu padre sale seguido de viaje?
-No, solo fue una urgencia, volverá en una semana -se desabrochó el cinturón y bajó del auto- gracias.
-¿Estás solo? -lo observó descender.
-Soy bastante grandecito por si no lo notaste.
-Te acompañaré adentro -ignoró sus palabras- vamos.
-Tu bonito auto no pega en este barrio, es mejor que te vayas.
-Pete estará mas tranquilo si verifico que todo esté bien -siguió ignorando sus negativas.
-Mean -suspiró y se llevó la mano a los ojos- ya puedes irte.
-Primero entra.

Sacó la llave del bolso, abrió la puerta y antes de que se diera cuenta, Mean ya estaba dentro inspeccionando el pequeño departamento.

-Ya viste que todo esta bien -dejó el bolso sobre la mesa- así que puedes irte.

El alfa caminó alrededor prácticamente dominando el espacio, abarcando todo con su mirada, posó los ojos en una foto donde se abrazaba a su padre.

-Si estás planeando decir algo despectivo o estúpido sobre mi padre por permanecer a mi lado...
-¿Qué fue lo último que comiste?  -habló sin siquiera escucharlo mientras se paseaba por la sala, las manos en los bosillos del pantalón de vestir.
-¿Qué?
-¿Tienes problemas auditivos?
-¿No?
-Si o no.
-No! No Mean, solo que no entiendo que estás preguntando.
-Supongo que comiste el almuerzo con Pete y mi madre.
-Si...
-¿Y no se supone que en tu estado deberías comer mejor?
-¿Tu que sabes?
-¿El padre de la criatura no se ocupa de cuidarte? -los ojos se posaron en él y parecieron atravesarlo.
-No hay nadie más.
-¿Se hizo solo?
-Mira Mean ¿porqué no te vas? - empezaba a sentirse muy molesto- necesito descansar y ya cumpliste por demás.
-¿Entonces no comiste?
-¡Deja de ignorarme! -le gritó llegando al límite de su paciencia- no es tu problema si como o no.
-Pero Pete se preocuparía mucho si no lo haces, así que...
-Voy a prepararme una sopa.
-¿Sólo eso?
-No tengo hambre.
-Pero es muy poco.
-¡Agregaré unas tostadas! -gritó exaltado- ¿Contento?

Lo vio girarse y caminar a la cocina, abrir la heladera sin ninguna muestra de buena educación al tocar todo sin autorización, rebuscó allí y sacó algunas verduras, leche y supuso que queso.

-¿Quiéres bañarte antes de comer?
-Mean -se acercó al mayor- ¿que estás haciendo?

El alfa dejó todo en la mesada, antes de apoyarse en ella.

-¿Porqué quisiste salir de la casa de Pete? Es por mi culpa ¿no?

Suspiró audiblemente pero no respondió.

-Entonces, ibas a volver solo a casa, tal vez ir a dormir sin comer solo para evitar mi presencia.
-Iba a preparar una sopa...
-Pero ahora, te vas a poner cómodo y relajarte mientras yo preparo la cena.
-No es necesario -dijo en voz baja mientras las mejillas se volvían rojas.
-Lo se, pero me gustaría hacerlo, ¿puedo?

Llevó las manos al frente y entrelazó los dedos, se sentía un adolescente.

-¿Sabes cocinar?
-Lo suficiente para sobrevivir -le sonrió genuinamente por primera vez- tu ve a hacer lo que tengas que hacer, yo me encargo.
-Entonces... gracias, voy a bañarme.
-Tómate tu tiempo.

Prácticamente salió corriendo hacia su habitación, se llevó las manos a las mejillas y las sintió calientes, se miró el espejo y la imagen que le devolvía le era casi desconocida. Bajó la palma a su vientre, una patadita lo volvió a la tierra. Solo estaba pidiendo disculpas a su manera, nada más, arrogante y estúpido, pero una disculpa al fin y al cabo. Tomó una toalla, ropa interior y un pijama, necesitaba un baño urgente, de ser posible con agua helada que lo volviera a la realidad, esto no era otra cosa que una rama de olivo para mantener la paz por el bien de alguien en común. Inhaló con fuerza e hizo retroceder por pura voluntad los pensamientos que le decían que había algo mucho más profundo.

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Hola! Doble actualización para ustedes! Ya pronto voy a ir concluyendo esta historia, espero la esten disfrutando.
Les agradezco que sigan aquí, sus comentarios y estrellitas, amo leerl@s.
Ya que estamos, les recuerdo pasar por el Festival PinSon que está subiendo unas muy bellas historias, dejen cariño para las autoras y no olviden apoyar sus historias.
Les dejo un beso inmenso. Cuidense.