¡No quiero mamá... no quiero!
Este poema quiero dedicarlo a todos esos hijos/as que han perdido a sus madres, con todo mi cariño, porque siempre despedir a quien nos dio la vida es de lo más difícil y duro.
Y especialmente quiero dedicárselo a un gran amigo y compañero de Wattpad, uno de tantos que agradezco a Wattpad haber conocido en esta plataforma y que siempre me demuestra un gran cariño con sus comentarios. Para ti @CarlosChavezGuzman.
— Mamá que no quiero,
que no, no quiero, mamá no quiero...
Y una lágrima se escurre de mis ojos
y detrás otra, que al final es aguacero
y torrencial, me desbordo
en llantos y desesperos.
— No quiero que tu sonrisa me deje de acariciar,
que tus manos que me cuidan me dejen ya de cuidar.
No quiero mamá no quiero,
no te quiero ver marchar,
no quiero que ese camino que va hacia la eternidad
lo comiences ahora mismo,
no quiero...
Y no... no quiero que te conviertas en un brillante lucero,
ni que tu alma se eleve iluminando el sendero.
No quiero redescubrirte en un sutil aleteo,
ni que seas esa estrella,
la que más brilla cuando me inunden los miedos.
No quiero que seas brisa,
ni lluvia,
ni sol,
ni anhelos...
que quiero tenerte siempre,
que siempre estés en mis sueños,
que mis sueños los dibujes
dibujando mil senderos,
y en cada sendero un beso,
un beso en cada te quiero,
y esa luz en la mirada que acalla todos mis miedos.
...
Y me vuelves a mirar.
Con esos ojos tan negros.
Con esa mirada tuya que me atraviesa un momento.
Y me coges en tus brazos,
y me besas con ternura,
con esa delicadeza que me cobija en mi vida.
Y me acaricias la cara,
y me susurras te quiero...
Y vuelvo a llorar de ansias
por atrapar el momento.
— ¿Y qué será hoy de mí?
¿Y mañana?
¿Y quien me bendecirá si ahora el Señor te llama?
¿Qué haré en esos días, si la tristeza me alcanza?
¿Si la ansiosa incertidumbre me aprisiona?
¿Si las ansias de no encontrar la salida me acobardan?
¿Quién me cubrirá de besos... de esos que nunca se acaban,
que solo una madre guarda y rebosa y regala?
Vuelvo a llorar en silencio
porque quedo sin palabras.
Porque no sé qué decirte,
porque no quiero marcharme y me desarmas.
Y al mirar tu desespero,
y al mirarme en tus ansias
siento que no quiero irme
que no quiero ser el alma que siempre eches de menos,
que busques en tus mañanas,
que anheles cuando te pierdas
y necesites mi calma.
Pero sé que no hay mañana.
No existe más tiempo, amor.
Ya no me quedan las fuerzas,
mi cuerpo ya no es mi cuerpo,
y mi yo se eleva al cielo entre suspiros dormidos,
entre la calmada paz que viene de lo divino.
Te miro...
te miro y te susurro:
— Mi vida,
yo no voy a ser un hada,
no seré la luz del alba,
no seré atardeceres ni esa sutil fragancia.
Voy a esperarte mi amor en esa estación del cielo.
Esperaré que tú llegues ya ancianito con tus sueños...
Esperaré que me cuentes cada día tus momentos,
y te escucharé en silencio
pero estaré a tu lado
y estaré en tu corazón
y estaré viva mi vida mientras que tú me recuerdes,
y me envíes con tus risas un te quiero.
Yo voy a secar tus lágrimas,
yo seré ese pañuelo...
Yo seré las carcajadas y ese abrazo de un momento.
No voy a estar a tu lado,
no...
porque tú, me llevas dentro.
— Te quiero mamá...
te quiero...
Y ya no existen palabras.
No existen en el momento
en que el alma se disipa desde tu cuerpo hasta el cielo.
Se eleva como un suspiro,
se evade con el anhelo
y solo queda ese instante,
solo queda esa esperanza que acaricia los recuerdos,
que abraza los corazones que se quedan
...
en silencio
...
Genista77
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