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PIJAMADA


  —Sobre esto... ¿Alguna vez te paraste a pensar sobre tu primer beso? ¿Qué no es qué el primer beso es valioso?—reclamó Karen con preocupación y mirada de autoridad.

—Ah. Pues si fijate.—contesté y dí una tos fingida, hice a un lado la galleta y el pinta uñas.—No sé si te habré contado sobre mi primer beso. Y si, aunque paresca mentira, cuando yo era fea si di mi primer beso. Mi primer beso a la tierna edad de los 13 años.

—¿Qué? ¿13 años? Te conozco desde que tengo memoria y nunca me lo contaste... ¿Cómo pudiste? zorra.

—Calmate. Te lo contare. Pues resulta que por aquel entonces fui a la casa de mis primos, todo bien, todo normal, jugabamos a lanzarnos piedras y de repente yo tiré una piedra que ¡pom! Le llegó a un pendejo que caminaba por ahi.

—Aja.

—Y claro, el chico era muy lindo y adorable, fueron risas y etc, ya sabes. Luego nos veiamos muy seguido y las dos semanas pasaron volando. Es increible como las cosas vuelan cuando uno es feliz, en fin. En los ultimos dias yo ya estaba decidida a darle un beso y tenia ese ruido raro en el estómago. Fuimos al parque y te juro, amiga, nunca tuve tantos nervios. Yo sólo balbuceaba y él me miraba con su carita roja y con una sonrisa nerviosa. Le dí un beso, mi primer beso, un besito asi chiquito pero tan tierno por aquel entonces.

—Ooh... Muy tierno. ¿Eso quiere decir que no importa quien te bese ahora?—dijo ella, suspiró y comió su galleta.

—Si, no importa.—contesté con indiferencia y fingi sostener un cigarrillo—Total, todos alguna vez estaremos en el mismo lugar, en el Boulevard de los sue...
—Karen me calló con su mano.

—No tenemos los derechos de eso, ademas deja ya esas frases.

Regresamos a pintarnos las uñas y tal parece que Karen andaba muy preguntona. Después de todo, era mi amiga, ¿cómo no responderle? Las conversaciones asi son frecuentes en las pijamadas, sólo que a mi me gustaba tambien responder las preguntas de mi amigo Rafael, eran más divertidas, como por ejemplo: "¿ya te depilaste allí abajo?" O "¿y para cuando me haras tio?"

—¿Qué pasó con Brian? Al final, ¿le daras otra oportunidad?

—Simon, talvez para la proxima tenga buen aliento.—solté una carcajada sarcastica y miré a Karen con su expresión de confundida—Hay una fila de chicos que esperan salir conmigo, de verdad.

—Ojala no te consuma el poder... Y ¿ya haz pensado en tu primera vez?—preguntó ella.

—Tampoco quiero llegar tan lejos. Aunque... ¿Cual es el tamaño promedio de un pene?
—dije. Karen tosio un poco y luego me miró con el ceño fruncido.

—Ay. No lo sé, creo que es de unos 13 centimetros. ¡¿Y para qué quieres saber eso, puerca?!

—Bueno, es una pregunta nomás.
Creo que deberia, ya sabes... Eh...
—con mis manos hice un gesto de comillas y luego me puse roja como un tomate—"Practicarlo."

—Hablas de un consolador.—dijo friamente.

—¡N-no lo llames asi!

—¿Entonces cómo? ¿Juguete feliz?—contestó Karen soltando una risita.

—¡Sólo juguete!—dí un gran respiro—¿Y tu novio? No es que me importa como está, por mi que se pudra.

—Ñam... No sé, creo que tiene otra, creo que no. Talvez su celular se quedó sin bateria por una semana.—Karen dió un gran suspiro y desvió su mirada de la mia—No me llama y eso...

Me quedé en silencio un ratito, evite que mi cabeza y mi boca soltaran una respuesta o pregunta estupida.

—¿Sabes cuantos amores fallidos tuve...? 3. No es un número ni grande ni pequeño, es solo un número. Cada uno de ellos dió un gran sabor a mi... vida, digamos vida. No importa en que se diferencian, todos aportaron algo a mi vida. Las personas, algunas, nunca aprenden de ello o simplemente se quedan con lo malo de la relación.

—Si... Pero es inevitable no pensar en lo malo de la relación.
Si recuerdan lo feliz que eran es igual de malo.—añadí—Recordar lo malo de una relación y quizás, intentar aprender de ello, es igual de malo que esquivarlo siempre. Porque ya te imaginas una relación donde nada de lo anterior pase y quieras vivir algo diferente, dibujando en la mente un chico perfecto.

—No me hables como si yo fuera una niña de 10 años.—suspiró.

—Es que... ¿Qué aprendiste de tus relaciones pasadas? ¿Qué ningun hombre vale la pena? ¿O que talvez vea uno en un millon que sea distinto? Dime, ¿qué tiene de diferente tu actual novio de los chicos anteriores?

—En un principio él era detallista y tenia un humor inteligente... Ahora, sólo se parece a los demas sujetos.

—Lo lamento,—añadí, agarrando sus manos y mirandola—pero es imposible que una persona no cambie. Lo lamento, en serio.

—No importa.—dijo limpiando una lagrima.

Estuvimos en silencio unos minutos. Nos reimos un rato de lo serio que nos pusimos.

—¿Recuerdas cuando un chico queria pelear contigo? ¡Y tú, jaja, que buen golpe!—rió Karen, mostrando sus lindos dientes e inclinandose hacia atras.

—¡No te rias! JAJAJA. ¡Ese fue mi poderosisimo golpe, los cinco puntos y palma que revientan el corazón!—ambas reimos sin descansar, retorciendonos por el dolor de estómago y tosiendo por las galletitas—¿Cómo fue que gané? ¿Le habia dado con un palo en la cabeza, no?

—No recuerdo bien, sólo que eras muy fan de esa pelicula. Friki.

—¡Tú eras fan de Cenicienta!

—Sii. Pero eso se me fue a los 6 años. Lo tuyo sucedio hace tres semanas atras.

—Ya ya ya, calladita te vez más bonita.—repliqué haciendole un gesto.

—Ok. Me da verguenza decirte esto, jeje, yo si tengo un juguete feliz.—dijo ella. Abrí mis ojos, menos mi boca porque tenia las galletas.

—Sólo no pongas esa cara... ¡No lo pongas! ¡Ay, no hagas eso! Si, si, si. Te lo mostraré, sólo quita esa cara.—Karen se levantó de la cama, toda avergonzada, se dirigió a su mesa de noche y en el cajón final sacó una caja.

—Puerca resultaste ser.—dije en tono ironico, ella me lanzó un peluche y su cara subio a un tono rojo más fuerte.

—Ca-callate y mira. Eeeh...

—Respira, respira.—toqué su hombro y Karen me lo apartó con timidez.

—Se llama "Rosa"—solté una risa al oir su nombre e incliné mi cuerpo al frente.

—¿En serio? Habiendo tantos nombres. No lo sé, el gran Mike, fierro, Bruce, martillo.

—JAJA, ok. ¿Qué nombre le pondrias a este?—preguntó entre risas y sacó el juguete.

—¿Ok? Eem... Sin duda, rosa. Pero vaya, es grande.

—Mide 15 centimetros. Perfecto para una goloza como tú.

—¿Disculpa? Es tuyo.—contesté.

—Bueno... Limpialo bien y luego te doy instrucciones.

—¿Eh? ¿Lo limpio ahora? ¿Esto necesita instrucciones?

—No, pendeja. Limpialo en tu casa, o sea, lavalo. No hice nada de nada, sólo lo hice por ahi abajo. ¡Ya guardalo! Deja de moverlo para todos lados.

—Oook jejej. No te preguntaré por qué tienes un juguete asi si tienes novio.

Volvimos a las uñas.

—La ultima vez dijiste que estudiarias Psicologia. Pero la otra semana dijiste Cine.
¿Alguna vez te pondras de acuerdo?—preguntó ella con voz de autoridad.

—No, perra.

—¡Raven!

—Oye, no lo sé.

—Si sabes. Eres la encarga de la escenografia en el teatro de la escuela. Hiciste un cortometraje de la escuela que compitió en las demas escuelas.—reclamó ella, tomó aire y continuó—Debatiste contra el profesor de Filosofia y casi le hiciste llorar. ¿Después de todo eso no te decides?

—Ya quisieras, zorra.—contesté burlandome sin sentido.

—Caraj... ¿A qué le temes?

—No es eso... La verdad, no lo sé.

—Tambien escribiste una viñeta graciosa para el periodico que se hizo famoso por una semana. Hay un gran futuro para ti y tú quieres evadirlo.

—Qué alguien sea bueno en algo no significa que tenga un futuro seguro.

—Eso no tiene sentido.—dijo Karen.

—Ok. Me da miedo. Ya vete al diablo.—solté una risita y ella me miró.
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—Eres inteligente. No actues como una chica linda sin cerebro.

—Pues, asi le gustan a los chicos. No sé que hay de malo.

—¡¿Qué?! Escuchate. Es la mayor mierda que oí.—agarró mis hombros y me dió una cayetada sin mucha fuerza—¿Qué te hace pensar asi? Pareces idiota.

—Todo. ¡Todo! Todo me hace pensar asi, y es verdad, claro que es verdad. Los chicos de hoy sólo quieren un cuerpo lindo, una cara linda porque les apena salir con una chica fea. Ellos lo saben y es obvio. Inconcientemente le temen a alguien más inteligente, yo lo sé porque un sin fin de veces me rechazaron.
Me rechazaron por fea y porque sabia más que ellos. Ahora hay demasiados chicos que quieren salir conmigo sin que yo piense.
¿Y sabes qué? Me da gusto. Porque eso solamente reafirma lo que digo.

—Algun dia alguien amara lo que eres por dentro.

—Si, claro. No esperare a ese uno en un millon. Y ahora... ¿Cómo se ven?—levanté mis dedos con mis uñas hermosas color rojo.

—Se ven lindas...—contestó con voz triste, desvió su mirada y luego agarró su celular.

    

         
 

•Hola gente bella. Espero que este capitulo les haya gustado, no olviden dejar su sexy voto y un comentario ;3
Los amoOo... Mañana subo el otro capitulo(ojala)•

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