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ME GUSTAS

Llegué temprano a la gran plaza de juegos, supuestamente el que estaria primero, o el que deberia llegar primero, seria Alan.
Lo unico que pasaba por mi mente era él, habia algo en Alan que me cautivaba y no era por su fisico... Es algo extraño pero lindo que proviene de su mente, casi como una conexión fabulosa de gustos.

Claro que todo es por la primera impresión. Esta cita seria para probarlo como a todos los chicos con los que he salido con el respectivo Test R, pero sin olvidar que Alan puede ser un gran chico e interesante.

Di unas vueltas al árbol detras mio para matar el tiempo esperando a Alan.
Terminé de dar la segunda vuelta y visualicé al chico que se encontraba sacando fotos al paisaje, lo miré bien y era Alan, me acerqué a él y le grité, se dió un pequeño susto y giró a verme.

El muy infeliz sólo carcajeó con la camara de foto en sus manos y me dijo que me estaba esperando desde hace unos minutos.
Yo bufé y golpeé al suelo con mi pie. Su risa me contagió un poco y retuve mi risa con orgullo, evité su mirada y dije que nos vayamos

—¿Eres fotografo? ¿Y tambien te gusta jugar conmigo?—solté un enorme suspiro de furia.

—Si... digo NO, o sea, si soy fotografo. Ademas me parecio divertido verte esperar, jaja.

—Malvadooo.—exclamé al empujarlo. Lo mantuve delante mio mientras lo impulsaba por la espalda.

—Aparte de que me paguen por sacar fotitos, tambien es algo que me gusta hacer... Oye, deja de empujarme.—exclamó con voz chillona.

Llegamos a una zona de juegos donde se podia jugar al Billar y a los Bolos, tambien habia una maquina de peluches y una mesa de ping pong.
Alan respiró fuertemente con un ruido extraño, gracioso y molesto, tal parece que él venia muy seguido porque me hizo un recorrido por el lugar.
Ambos caminamos por el entre medio de cada mesa de juego, y Alan tocaba todas las superficies mientras me explicaba el cómo de ellos.

Su risa y su forma de explicar las cosas con sus movimientos de manos exageradas me provocaba una sonrisa y unas mejillas rojas que yo no podia evitar.

Jugamos al Billar... Terminé perdiendo dos veces.
Tambien jugamos a los Bolos y claro que perdí.
Su manera de enseñarme era muy timida pero luego poco a poco se volvia relajada y tierna. La paciencia que me mostraba me encantaba, su manera de reirse conmigo era muy linda.

Nos dirigimos a la maquina de peluches, habian de tortugas, mapaches, pokemons, perritos, etc.
Él, con fingida voz de caballero, se detuvo a sacarme un peluchin.

—El truco está en agarrar de la etiqueta. Sino es así, sujetar de la parte con más masa.—dijo al mirarme—¿Cuál quieres?

—¡Oh! Pues, quiero ese perrito... ¿Cómo sabes tanto del juego, y alguna vez sacaste uno?

Alan sacó un peluchito de perro, lo levantó con una sonrisa y me lo entregó.

—En efecto. Todos dicen que eres muy mala, pero es claro que no te conocen ni un poco. Me refiero a que lo poco que conozco de ti es lo que los que te juzgan no tienen.

Sonreí con la cabeza agachada y me ruboricé. Era un hermoso cumplido. Mi unico sentimiento era felicidad y mi corazón no tardó en palpitar con rapidez.
Para romper mi record de silencio feliz, sólo levanté mi cabeza con una risa burlona.

Hicimos un paseo rapido por una calle turistica de la ciudad.
Caminamos muy cerca el uno al otro por esa calle con luces amarillas, suelo limpio con dibujos en ellos y locales de negocios bien decorados.
Alan era un niño curioso y alegre, sin temor a señalar cosas lindas, no temia fotografiar el lugar y hablarme entre burla como si yo fuese nueva en la ciudad.

—¿Puedo sacarte una foto ahi?—señaló, timido, a una pared con luz verde y roja.

—Uh. Si. ¿Serás cómo Peter Parker?

Él ocultó su pequeña risa.

—Ahi estás bien. Te ves hermosa...
—su voz se hizo minima, pero aún así logré escucharlo.

Talvez Alan conocia una pequeña parte de mi actitud, pero era una actitud que se me escapaba y era de la vieja Raven.
Hasta ahora, lo más seguro seria que Alan guste de mi cuerpo y cara. Lo minimo que yo dejé salir casi pudo ser inpercetible para él.

Verlo de lejos.
Tenerlo lejos. Un chico guapo e inteligente me está tomado unas fotos.
Lindo en mente y en palabras.
Talvez su cuerpo no es lo mejor del mundo, pero lo bello está en su cabeza y sus expresiones.

Quizás Alan deberia saber como soy enrealidad. Mis gustos, mis hobbies, mi pensamiento.
Claro que hasta ahora no quise mostrarselo a nadie, de hecho, no tuve el porqué.
    
Ademas, todo esto era porque queria jugar con los chicos... Sé que me dije que algun día me terminaria enamorando.

Alan Garcia.

Caracteristicas fisicas (20 puntos): es lindo, su carisma y inteligencia sobrepasan todo los "defectos" que cualquiera podria decir que tiene, ademas de lo que le apasiona hacer, lo hace el doble de hermoso. ¡Pero a quién le importa lo opinen los demas!

Libros y música (20 puntos): tiene un maldito oido. Un buen gusto y me dijo que toca el piano, conoce todo lo exquisito que hay atras del bello arte sonoro.

Peliculas ( - ): queda en mi pendiente. No le pregunté sobre eso.

Romanticismo (20 puntos): su voz, su manera tan rara y divertida de expresar su cariño a algo. Su atención al detalle y su forma de escucharme. ¡Dios! Si pudiera dar más de veinte lo daria.
No me cabe duda de que si es así de atento en publico será el mejor si planea algo romantico.

Fuimos a esperar el autobús con normal tranquilidad, ningun momento junto a él me hicieron sentir aburrida, es más, siempre tenia un relato chistoso o raro que vivió durante un rodaje de una pelicula pequeña.
Puedo decir con total felicidad que compartimos los mismos puestos de trabajos en el escenario, tanto en la luz como en el vestuario.

     
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Al otro día fui a la escuela y me reuní con Alan en el pequeño teatro, acordamos en llegar temprano sólo para hacer tonterias. A los profesores se les ocurrió la genial idea de bombardearnos con tareas para la casa, todo en la penultima hora de clases, obviamente todos mostramos nuestros desacuerdos y comenzamos a abuchearlos.

Me encontré con Alan en la salida mientras yo estaba junto a Karen, quise que nos juntemos en mi casa para hacer la tarea, insistí que seria divertido estar los tres haciendo todas las porquerias.
Karen, con gran tranquilidad, rechazó mi invitación.

Las siguientes semanas las pasé junto a Alan e iba muy seguido a su casa: para hacer tareas, pasar el tiempo con la pc o solamente caerle de sorpresa.
Logramos tener mucha confianza y nuestra amistad pasó de ser risas, juegos y bromas, a ser risas con acercamientos cariñosos, cosquillas que terminaban en abrazos y palabras dulces.

Estabamos tomando un café que Alan solia preparar siempre que yo llegaba a su casa. Tambien aprovechamos en hacer algunas tareas que dejamos pendiente cuando decidimos ir a la playa.
Su habitación es hermosa, algo desordenada, pero hermosa por la decoración que tiene.
Mi mente pasó de ser calculadora a ser perversa, porque Alan estaba batiendo el café a mi izquierda, y estabamos sentados en el suelo de su habitación.

Él llevaba una camiseta de color negro con mangas largas y un pantalón militar. Sus brazos grandes y fuertes se marcaron en su camiseta y mi pensamiento más lascivo pateaba mi cabeza, de verdad deseaba besarle el cuello y dejarme llevar al roce de sus manos.
¡Ah, en qué estoy pensando!

—¿Te pasa algo, Raven? Estás más rara que de costumbre.

—No me pasa nada...
   
Continuó batiendo el café hasta finalmente conseguir que se volviera espumoso.

—Ten, agarralo.

—Espero que esté rico o te golpearé.—di un sorbo ruidoso y como todo café especial de Alan, estaba riquisimo—Está feo.

—¡Eres mala!—sonrió y me pellizcó la panza.

Me reí y me enojé pero Alan seguia pellizcandome, no pude evitarlo más y me acosté mientras él aún continuaba con sus manos en mi barriga.
Abrí mis ojos y sujeté sus manos, lo miré y respiramos con una agitación increible que unian nuestros alientos. Su cara no estaba tan lejos de la mia, solté su mano izquierda y él se apoyó en la misma mientras seguia sonriente y exaltado.

Me incliné un poco hacia al frente y le di un corto beso, Alan lo continuó con uno simple y calido.

—Chicos, bajen a comer.
—anunció la madre de Alan dando golpesitos a la puerta.

Nuestro beso se cortó con esos repentinos golpes. Ambos reimos al mirarnos, él se levantó del suelo y me tendió la mano para que me levantara, lo observé con una sonrisa y sujeté sus manos.
       

         












Hola gente bella con olor a frutas frescas O w O
Chale, mi niña Raven ya está madurando, y sí, apenas ayer aprendí a usar la tilde en el verbo estar.
Me enoja que no lean por orden los endemoniados capitulos >:3 Bueno, denle mucho amor, los amooOo•
                     
      

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