—El amor es mucho más grande que el miedo, aunque ambos poseen al humano y lo llevan a limites que uno jamas conoceria.
—exclamó Jacke, el pripulante del barco más grande del mar— Pero mi corazón rebosa de eso que une tu mirada con la mia, y me hace querer dejar de tener miedo a mi siguiente propuesta: quiero que vengas conmigo, ¡al mar!

El tercer acto de la obra ya casi termina y las miradas de los espectadores brillan y esperan el gran cierre de mi historia.
No es una historia muy cliché si se lo observa con otros ojos.
La obra toma como su fuerte a los años 1895, en EE.UU, una mujer de pelo rubio llamada Rebecca desea con toda el alma ser navegante, Jacke quiere ayudarle a cumplir ese sueño, pero para eso tendran que huir.
Aquí en la historia tambien participo yo, sonó absurdo para los espectadores pero yo pienso que le da ese "algo" a esto, yo participo como un personaje mental y musical entre Jacke y Rebecca llamado Esencia. Soy la música de violín que dio ese tacto en el primer y segundo acto.
Soy la música que hizo llorar a la mayoria de estas personas en la escena del enamoramiento.

Tiempo atras me habia decidido dejarle el papel de Rebecca a Karen y el de Jacke a Alan, fue buena idea porque saben como manejar las emociones de los personajes. Las palabras de Karen aún resuenan en mi cabeza, pero eso no me hizo querer cambiar de opinión, sé que es una buena chica, y me gustaria dejar nuestras ideas muy claras.

Jacke se encuentra a la luz de la luna, en el jardin trasero de la casa de Rebecca, ella está apoyada en la barandilla de su ventana mientras ambos comparten miradas. El viejo Romeo y Julieta.

La hermosa Rebecca se encorva en la barandilla y alza su brazo derecho mientras muestra incertidumbre, su cabello rubio se luce por la luz de la luna y contesta:

—Hermosa propuesta la tuya, Jacke, pero mi familia no me dejará marchar así. Hasta hoy, soñar me ha costado demasiado caro, las golpizas que me han dado, los castigos que me dieron, no hay esperanzas para una mujer cómo yo.—replicó y continuó—Me gustaria ir contigo, fugarme de aqui, vivir junto a ti, acariciar tu cabello castaño y navegar por el mar.

Jacke ocultó sus ojos con la palma de su mano, suspiró como si el cansancio del mundo cayera en él.

—¡Vamonos! Por favor, amor mio, mi vida no será vida sin ti.

Di la orden para que me subieran por un pequeño elevador del suelo, poco a poco empezó a tocar mi cuerpo la luz del escenario y me mostré con un violín en la mano y con una silueta celeste colgando de ella, sujeté bien el instrumento y dejé que la melodia cubriera todo el teatro.

—Ni el barco más grande del mundo logra comparar la felicidad que tú me das cuando me miras. Salgamos de aqui y consigamos un barco, huyamos a donde sea y cualquier lugar que sea será perfecto si estás en él.—exclamó Jacke haciendo un gesto de invitación con las manos—No encuentro más palabras para expresarte lo que siento. Te amo.

Todo el publico, incluyendo las personas detras del telón, soltaron un aaaaawwww. Algunos mirandose unos a los otros y otros con brillos en los ojos.

Rebecca da un enorme SÍ y su siguiente acción es subir a la barandilla y tirarse a los brazos de Jacke.
Yo sigo tocando una melodia que subia de alegre a vivaz; abrí mis ojos un poco sólo para ver la cara de las personas, y subsiguiente, a mis actores: Karen y Alan.
En el guion de la obra escribi que se besaran. No lo hicieron. Fingieron besarse pero lo ocultaron bien como para que el publico aplaudiera y rieran gustosos, yo los pude notar claramente. Ahi, ambos corren hasta desaparecer de la vista de esos ojos espectantes, toco la última tonada con gran entusiasmo y cierran el telón.

Me siento increible. Me siento feliz y realizada.

Claro que... tuve unos cinco finales para la obra: tres de ellos muy amargos, uno donde queda inconcluso, y este.
Sé que desde que tuve esa epifania en casa de Alan quise cambiar este final, pero no me dio el tiempo y obvio que no me escucharian ya todo ensayado.
Pero bueno, el final les encantó.

El director de la escuela posa al frente del escenario y dijo algunas chucherias que no sé qué.
Me encaminé hacia la mesa de comida y bebidas que hicieron los demas, cuando mi presencia se instaló entre todos mis compañeros, me miraron y aplaudieron al sonreir y algunos incluso silbaron; provocando que me sonrojase y mirara extrañada y sonriera.

Rafael, Karen y Alan aplaudieron al unisono. Rafael dejó caer de su boca una pizza cuando exclamó un niceeee, Karen lo alzó y lo regresó a la boca de mi amigo mientras reía. Yo les aplaudí y mostré una sonrisa burlona, muy para mis adentros, era una sonrisa de muchas gracias. Muchas gracias por quererme, por entender, por perdonarme, por ayudarme, por todo.

Segundos después de que agarré la pizza y dejé el violín a un lado, el director nos llamó a todos para ir al frente a despedirnos.
Alan, Karen, Josh, una vegana extremista de compañera, Niki y yo, nos despedimos inclinado nuestras cabezas hacia el frente.
Wow, que raro se veia mi madre, mi hermana y mi abuela allí sentadas y sobretodo, alegres.

Mi sonrisa y mi amabilidad nunca se fueron de mi ser, agradecí a cada uno de mis compañeros, dos o tres veces a los mismos.
Ya no me importó si me veia linda o no, o si alguien me miraba o cuchicheaban algo malo o bueno de mi. Sin falsa modestia murmuré para mi misma: Raven, has evolucionado, eres increible.

Mientras se montaba un pequeño discurso en el escenario, fui a agarrar algo para comer por cuarta vez. Noté que Rafael se acercó hacia mi con una gaseosa pequeña y dijo:

—Te ves hermosa. Si fuese hetero te entro como agua al Titanic.
—reí con lo último y le di un golpesito en el hombro—La otra vez Karen me contó lo que te dijo. Le regañé casi media hora, pero me dijo que lo sentia... Oye, sé que ella actuó como una idiota. Pero es tu amiga desde eones. Al menos acercate a ella, escucha, comprende, analiza, y tu corazón de pollo hará el resto.—ladeó la cabeza hacia la salida de la izquierda—Habla con ella, por mi, Pippo, por Maginner.

Extrañaba esas payasadas.
Inhalé y exhalé en cada paso que me conducia hacia la presencia de Karen, luego recordé a la Raven evolution que soy y sonreí otra vez, y me quedé dubitativa al verla comtemplar la luna.

—Estoo...—desde esa vez que ella escupió todo eso no volvimos a hablar, fue algo que saltó derepente en mi. Karen me miró y se mantuvo seria.

Intenté comenzar con algo complejo: nuestra amistad.

—Lo que habias dicho me dolió. Admito, y obvio que tú tambien no esperabas ser la primera en tirarlo así.—tosí y continué
—Pero eso fue mi punto de partida hacia mi momento de sobriedad. Pude aclarar mi mente, claro como el agua, y estoy tranquila conmigo misma. Juro que nunca crei poder abrir así mi mente. Pero eso es aparte. Sé muy bien que pasé medio año buscando humillar y enamorarme de un hombre, y descuidé tu amistad,—sentí como mi voz se intentaba volver un fragil hilo—tu novio, tu casa, cosas que no quiero decir, todo lo olvidé y dejé de lado tu compañia y tus problemas. Perdón por todo.

Resoplé fuerte y proseguí con algo enormemente complejo, y si lo hago bien, no sé, si lo hago mal, tampoco sé. Pero es algo que queria aclarar.

—No digas nada,—le interrumpí cuando abrió su boca, y me acerqué un poco a ella—dejame continuar. Yo... Yo... Karen, yo... Yo no soy lesbiana.—Karen dejó su diminuta sonrisa y se mostró taciturda—Lo de aquel beso fue sin duda inesperado, pero, si es que te gusto, debes saber que eres mi amiga, nada más. Te apoyo en todo, creeme, si te gusta una chica, no hay problemas, ja ja, la raptamos para ti y etc.

Mi cabeza me dió golpeteos fuertes y por supuesto que era la culpa; de que si la lastimé, de que mi amistad ya no le vale, miles y miles de cosas.
Su rostro de seriedad pasó de ser, con un suspiro, a una sonrisa y unos ojos que querian quebrarse.

—Me sentí celosa de Alan.
—declaró y carraspeó un poco—Y como una víbora; queria tirar un veneno. No me sentí bien después de esa mierda. Perdón.

—Te perdono, amigui.—sonreí. Sus ojos color avellana se desviaron a mis labios y con rapidez volvieron a mis ojos.

De la nada, borrando el ambiente tenso que ella creó por un segundo, dijo:

—¿Quieres ir conmigo al baile de graduación?—sonreí y asentí con la cabeza varias veces—Ja ja ja, ok ok, ay, je je. Volvamos a la mesa de comidas, Rafael ya se habrá comido todos los hot dogs.

Jamas tuve ideas tan claras sobre que hacer en el futuro.
La felicidad me embriaga, paresco una niña perdida en su mundo, y no es tan malo.
Conozco la realidad, a los humanos, los sueños, la locura de encajar, de luchar, de poder, de sentir, la imaginación, la sabidura y la ignorancia. Todos esos enormes bigs bangs del universo humano y diferente se me hacen pequeño, ¿¡por qué!? Porque aprendí a amar lo que soy, lo que fui, y creceré creyendo en mi.

¿Psicólogos...? Mis huevos.

     
Aún habrá más :v
Los tkm, voten y comenten, que me da risa sisi.
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