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Capitulo único

Era un día soleado en el campus de la universidad, donde los estudiantes se apresuraban entre clases y risas. Taehyung, con su característico cabello castaño y su sonrisa deslumbrante, caminaba junto a Jungkook, quien en el pasado era el chico más popular de la facultad. Pero en los últimos meses, algo había cambiado. La conexión que una vez tuvieron parecía desvanecerse lentamente.
Al principio, Taehyung pensó que era solo una fase. Jungkook, siempre rodeado de amigos y admiradores, había comenzado a pasar más tiempo con una chica llamada Mina. Taehyung la había visto en varias ocasiones, riendo y coqueteando con su novio. La incomodidad se instaló en su pecho, pero decidió ignorarla, convencido de que Jungkook lo amaba.

Sin embargo, los comentarios de Jungkook comenzaron a calar hondo. "Deberías hacer más ejercicio, Taehyung. Te verías mejor si bajaras un poco de peso". Las palabras, que antes eran solo bromas, se convirtieron en críticas. Taehyung, que siempre había sido inseguro acerca de su cuerpo, se sintió herido. Pero, en lugar de confrontar a Jungkook, se encerró en un silencio doloroso. Odiaba las discusiones y prefería tragarse su dolor.
La rutina continuaba. Jungkook seguía distante, y Taehyung, aunque dolido, intentaba mantener una apariencia normal. Se sentaba en la cafetería, observando cómo Jungkook reía con sus amigos, especialmente con Mina. La risa de Jungkook resonaba en su mente como un eco, y cada vez que lo veía reír, un nudo se formaba en su estómago.

Una tarde, mientras Taehyung estudiaba en su habitación, decidió que ya no podía soportar más esta situación. Se miró en el espejo y, aunque le costaba aceptar su imagen, comprendió que no podía dejar que Jungkook lo menospreciara. Con determinación, se vistió y salió a buscar a su novio.

Lo encontró en la cancha de baloncesto, rodeado de amigos. Taehyung se acercó, el corazón latiendo con fuerza. Jungkook lo miró, pero su sonrisa se desvaneció cuando notó la seriedad en el rostro de Taehyung.

-Jungkook, necesitamos hablar, -dijo Taehyung, tratando de mantener la voz firme.

-¿Sobre qué?, -respondió Jungkook, un poco evasivo.

-Sobre nosotros. Sobre cómo has estado actuando,- Taehyung se armó de valor. -He notado que pasas mucho tiempo con Mina, y tus comentarios sobre mi cuerpo... me lastiman.

Jungkook frunció el ceño.

-No sé de qué hablas. Solo quiero que estés saludable.

-¿Saludable? ¿Eso es lo que piensas? Porque yo solo veo a un chico que se ha alejado de su pareja y que se burla de mí,- Taehyung dijo, sintiendo que la rabia y la tristeza se entrelazaban en su pecho.

Los amigos de Jungkook comenzaron a murmurar, pero él los ignoró.

-No es así, Taehyung. Yo... yo solo quiero que seas feliz.

-¿Feliz? ¿O feliz a tu manera?,- replicó Taehyung, el dolor en su voz.-Siento que me estás dejando atrás por alguien más. Y me duele que critiques mi cuerpo. Soy quien soy, y no tengo que cambiar para complacer a nadie.

Jungkook se quedó en silencio, su mirada se suavizó al ver las lágrimas en los ojos de Taehyung.

-No quería que te sintieras así,- murmuró, pero las palabras sonaron vacías en medio de la tensión.

-¿Vas a seguir con Mina? ¿O te importa lo que siento?, -preguntó Taehyung, su voz temblando.

-Es solo una amiga. Nunca querría perderte,- dijo Jungkook, esta vez con seriedad. -Pero estoy confundido. No sé cómo manejar esto.
El silencio se instaló entre ellos, pesado y denso. Taehyung sintió que el aire se volvía irrespirable.

-Quizás deberías pensar en lo que realmente quieres, Jungkook. No puedo seguir así. Necesito alguien que me acepte tal como soy.
Con esas palabras, Taehyung se dio la vuelta y se alejó, cada paso resonando en su corazón. En el fondo, sabía que era un momento decisivo. ¿Podría Jungkook cambiar? ¿Podrían encontrar un camino de regreso el uno al otro?


Los días pasaron y la distancia entre ellos se volvió cada vez más. Jungkook intentó comunicarse, pero Taehyung se mantuvo firme en su decisión de poner su salud emocional primero. Se dedicó a sí mismo, a sus estudios y a rodearse de amigos que lo apoyaban y lo valoraban.

Finalmente, después de semanas de reflexión, Jungkook se presentó en la puerta de Taehyung. Con una expresión de seriedad, dijo:

-He estado pensando. Y creo que he sido un idiota. No debería haber hecho esos comentarios. Te amo, Taehyung, y quiero trabajar en esto.

Taehyung lo miró, su corazón latiendo con fuerza.

-¿Realmente lo sientes? Porque no puedo volver a estar en una relación donde no me sienta valorado.

-Lo sé. Quiero cambiar. Quiero aprender a amarte como mereces,- respondió Jungkook, con sinceridad en sus ojos.

Después de un largo silencio, Taehyung asintió.

-Entonces, empecemos de nuevo. Pero necesito que seas honesto conmigo, siempre.

Jungkook sonrió, aliviado.

-Prometo que lo seré. No quiero perderte de nuevo.

A partir de ese día, ambos se comprometieron a ser mejores, no solo el uno con el otro, sino también consigo mismos. Aprendieron a comunicarse, a enfrentar sus inseguridades y a apoyarse mutuamente. Con cada día que pasaba, el amor que compartían se transformaba, fortaleciéndose en medio de las adversidades.

Entre sombras de inseguridades, comenzaron a ver la luz de un futuro juntos, uno donde el respeto y la aceptación eran la base de su amor.

Los días que siguieron a la conversación sincera fueron un torbellino de emociones. Al principio, Jungkook parecía comprometido a cambiar. Se esforzaba por ser más atento, y la conexión entre ellos parecía mejorar. Taehyung, aliviado, se sentía esperanzado. Pero esa sensación de estabilidad fue efímera.

A medida que pasaron las semanas, los viejos hábitos de Jungkook comenzaron a reaparecer. A menudo, sus críticas sutiles se colaban en sus conversaciones: "¿Seguro que quieres comer eso, Taehyung?" o "Quizás deberías acompañarme al gimnasio más seguido". Al principio, Taehyung intentó ignorar los comentarios, esperando que fueran solo deslices. Pero cada vez que Jungkook abría la boca, el dolor se hacía más intenso.

Una tarde, mientras estaban en la sala de estudio, Jungkook, con un tono casual, dijo:

-Deberías comer más saludable. Deberías ser como Mina. -La frase se cortó en el aire, pesada y punzante. Taehyung sintió que su corazón se hundía.

Su rostro se tornó serio, y Jungkook, al darse cuenta de la gravedad de sus palabras, sintió un escalofrío recorrer su espalda.

-Taehyung, yo no quise....

-¿Qué? ¿No quisiste qué, Jungkook? ¿Decirme que debería ser como ella? ¿Que debería cambiar para encajar en tu ideal de pareja?, -respondió Taehyung, su voz temblando de rabia.

Jungkook se quedó en silencio, sintiendo que había cruzado una línea.

-No quise ofenderte. Solo quiero que estés bien.

-¿Bien? ¿O bien para ti? Eres un tipo patético que se cree la gran cosa, Jungkook. Un idiota que no sabe lo que quiere. Me arrepiento de estar con alguien como tú, que jamás debió pisotearme de esta manera. Yo valgo mucho más que tus estándares ridículos, -dijo Taehyung, sintiendo cómo la furia y la tristeza se entrelazaban en su pecho.

Las palabras resonaron en la habitación, y Jungkook se sintió desarmado. Taehyung continuó, su voz firme.

-Me amo como soy, y no necesito que alguien me diga cómo ser. Si no puedes aceptarme, entonces no mereces estar conmigo.

Con una sonrisa desafiante, Taehyung se dio la vuelta, dejando a Jungkook estupefacto. Abrió la puerta de la habitación y salió al pasillo. Mientras caminaba, comenzó a cantar en voz alta, la melodía de "Soltera" de Shakira resonando en el aire. La letra, llena de empoderamiento, llenaba el espacio con cada paso que daba.

-🎶"Nadie va a decirme cómo me debo comportar
Pueden opinar, Pero yo tengo el derecho de portarme mal pa pasarla bien
Estoy suelta y ahora puedo hacer lo que quiera
Se pasa rico soltera...", cantaba con una sonrisa en los labios, sintiendo cómo la rabia se transformaba en liberación.

Jungkook se quedó en la habitación, paralizado, con la mente en blanco. Las palabras de Taehyung repicaban en su cabeza. Nunca había pensado que su comportamiento pudiera tener un impacto tan devastador en la persona que amaba. La realidad lo golpeó como un balde de agua fría: había arruinado algo precioso.

Mientras Taehyung se alejaba, la risa y la alegría del momento se desvanecían en la distancia. Jungkook se dio cuenta de que había perdido a alguien que valía la pena, por su propia inseguridad y egoísmo. El peso de su error se asentó en su pecho, y una sensación de vacío lo envolvió.

En los días siguientes, Jungkook intentó acercarse a Taehyung, pero cada vez que lo hacía, se daba cuenta de que las palabras no eran suficientes. Taehyung había levantado un muro, y aunque Jungkook se esforzaba por demostrar que podía cambiar, la confianza entre ellos se había fracturado.

-Taehyung, por favor, hablemos, -imploró Jungkook un día, encontrándolo en la cafetería.

Taehyung lo miró con un aire de desdén, su mirada distante.

-¿Para qué, Jungkook? ¿Para que me digas otra vez lo que debería hacer con mi vida? No quiero más promesas vacías, -respondió Taehyung, girándose para volver a su mesa.

-Pero yo... yo estoy dispuesto a aprender. Quiero ser mejor,- dijo Jungkook, sintiendo que el tiempo se le escapaba.

-¿Ser mejor para mí o para ti?,- replicó Taehyung, su voz firme. -Porque no puedo ser tu proyecto de mejora. Necesito alguien que me acepte tal como soy, que me quiera sin condiciones.

La conversación se tornó tensa, y Jungkook sintió la presión de sus lágrimas.

-Te amo, Taehyung. No quiero perderte,- confesó, la vulnerabilidad asomando en su voz.

-Amor no es solo decirlo, Jungkook. Es respetar y aceptar. Y lo que has hecho me ha mostrado que no sabes cómo hacerlo,- respondió Taehyung, su expresión seria.

Con el corazón pesado, Jungkook se dio cuenta de que había llegado a un punto de no retorno. La tristeza lo envolvió mientras Taehyung se alejaba, su figura esbelta desvaneciéndose entre la multitud del campus.

Los días se convirtieron en semanas, y aunque Jungkook intentó cambiar, la sombra de sus palabras seguía pesando en su relación. Taehyung, por su parte, comenzó a enfocarse en sí mismo. Se unió a un grupo de apoyo en la universidad, rodeándose de personas que lo valoraban por quien era, no por cómo se veía.

Un día, mientras Taehyung estaba en una reunión del grupo, riendo y disfrutando de la compañía, sintió una oleada de felicidad. Se dio cuenta de que había recuperado su confianza y que no necesitaba la aprobación de nadie, ni siquiera de Jungkook.

Mientras tanto, Jungkook, al ver cómo Taehyung florecía en su ausencia, se dio cuenta de que había perdido algo invaluable. La desesperación lo llevó a reflexionar sobre sus acciones y a buscar ayuda para enfrentar sus propias inseguridades. Sabía que el camino hacia la redención no sería fácil, pero estaba decidido a intentarlo.

Una tarde, después de semanas de distancia, Jungkook se armó de valor y decidió buscar a Taehyung. Quería hablarle, no solo para disculparse, sino para demostrarle que estaba dispuesto a cambiar de verdad. Cuando encontró a Taehyung en el parque del campus, rodeado de amigos, sintió una mezcla de nervios y esperanza.

-Taehyung,- llamó, su voz temblando.
Taehyung se volvió, y sus ojos se encontraron.

En ese instante, ambos sintieron la carga del pasado, pero también la posibilidad de un futuro diferente. Jungkook dio un paso hacia adelante.

-Necesito hablar contigo. Por favor, dame una oportunidad para explicarme, -dijo, su voz llena de sinceridad.

Taehyung lo miró, indeciso. Pero en el fondo, sabía que la conversación era necesaria.

-Está bien, Jungkook. Pero solo si eres sincero.

Sentados en un banco del parque, comenzaron a hablar. La conversación fue difícil, llena de lágrimas y verdades, pero también de entendimiento y vulnerabilidad. Jungkook se abrió sobre sus inseguridades, y Taehyung compartió su dolor. Poco a poco, el espacio entre ellos comenzó a desvanecerse, y la esperanza de una nueva conexión emergía entre las sombras de su pasado.

Jungkook estaba nervioso, sintiendo el peso de las palabras que necesitaba pronunciar. Taehyung, por su parte, lo miraba con una mezcla de curiosidad y desconfianza, sus brazos cruzados sobre el pecho.

-Taehyung, gracias por escucharme,- comenzó Jungkook, su voz temblando ligeramente. -Sé que he sido un idiota. He estado reflexionando sobre lo que he dicho y hecho, y estoy aquí para pedirte perdón.

Taehyung no respondió de inmediato. Su expresión era seria, y Jungkook sintió que la tensión aumentaba entre ellos.

-He estado tan atrapado en mis propias inseguridades y en la presión de ser el chico popular que olvidé lo más importante: tú. Te hice daño, y lo lamento de verdad.

-¿De verdad lo sientes o solo estás diciendo lo que crees que debo escuchar?, -preguntó Taehyung, su voz baja pero firme. -Porque he escuchado promesas antes, y no quiero caer en la misma trampa otra vez.

-Te prometo que no es así esta vez. He comenzado a trabajar en mí mismo. He hablado con un terapeuta y he estado reflexionando sobre mis acciones, -confesó Jungkook, sintiendo que su corazón se abría. -No quiero perderte, Taehyung. He sido un tonto, y entiendo si no puedes confiar en mí ahora, pero te pido una oportunidad para demostrarte que puedo cambiar.

Taehyung lo miró con una mezcla de tristeza y recelo.

-¿Y si no puedo? ¿Y si no quiero volver a una relación que me ha hecho sentir menos? Sería retroceder para mí, Jungkook, y eso no lo voy a permitir. He trabajado mucho para querérme a mí mismo, y no puedo arriesgarme a que me lastimen de nuevo.

-Lo sé, y no quiero que sientas que tienes que volver a estar conmigo. Solo quiero que sepas que estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario para reparar el daño que he causado, -dijo Jungkook, sintiendo que la desesperación lo invadía. -Nunca debí criticarte. Nunca debí compararte con nadie. Te amo por quien eres, y tengo que aprender a demostrarlo.

Las palabras de Jungkook flotaron en el aire, pero Taehyung mantenía su expresión inmutable.

-Amor no es solo decirlo, Jungkook. Es actuar de acuerdo a lo que sientes. Y tus acciones han gritado lo contrario.

-Lo sé. Me equivoqué,- dijo Jungkook, su voz casi un susurro. -He sido egoísta, y estoy aquí para asumir la responsabilidad de mis errores. Por favor, dame otra oportunidad. No solo para nosotros, sino para que yo pueda demostrarme a mí mismo que puedo ser mejor.

-¿Y si no lo logras? ¿Qué pasará entonces? No quiero ser el que te frene si decides seguir adelante,- Taehyung respondió, su voz temblando. -No quiero ser el peso que te arrastra de nuevo a viejos hábitos.

-Lo entiendo. Pero quiero intentarlo. Quiero que ambos intentemos ser mejores por nosotros mismos, y si eso nos lleva a estar juntos de nuevo, me gustaría que fuera así, -dijo Jungkook, sintiendo que su corazón se rompía al ver la resistencia de Taehyung.

Taehyung se quedó en silencio, sus pensamientos girando.

-No sé, Jungkook. He pasado por mucho para llegar a este punto. He aprendido a ponerme primero, a valorarme, y no sé si estoy listo para abrirme de nuevo a alguien que me ha hecho sentir menos.

-Por favor, escúchame. No quiero que esto sea solo una conversación vacía. Estoy dispuesto a demostrarte que puedo ser alguien en quien puedas confiar. Solo dame la oportunidad de mostrarlo,- dijo Jungkook, la sinceridad brillando en sus ojos.

Taehyung cerró los ojos por un momento, sintiendo la angustia en su pecho.

-No es solo cuestión de confianza, Jungkook. Es que necesito saber que esto no es solo un capricho, que no vas a volver a caer en los mismos patrones. Necesito tiempo para pensar.

-Te daré todo el tiempo que necesites. No quiero presionarte, solo quiero que sepas que estoy aquí y que estoy dispuesto a luchar por ti, -respondió Jungkook, sintiendo cómo la esperanza se encendía en su interior.

-Y si decido que no puedo volver? ¿Qué pasará entonces?,- preguntó Taehyung, su voz ahora llena de vulnerabilidad.

-Entonces lo aceptaré, aunque me rompa el corazón,- admitió Jungkook, sintiendo la verdad de sus palabras. -Solo quiero que estés bien, incluso si eso significa que no estamos juntos.

Taehyung lo miró a los ojos, y en ese momento, ambos sintieron la carga emocional de lo que había pasado. Era un momento de verdad, donde el futuro estaba en juego.

-Voy a pensarlo, pero necesito que entiendas que mis sentimientos son válidos. He luchado demasiado para volver a caer en una relación que no me hace bien.

-Lo sé. Y lo respeto. Solo quiero que sepas que estoy aquí, dispuesto a hacer lo que sea necesario, -dijo Jungkook, sintiendo una mezcla de alivio y ansiedad.

-Está bien, -respondió Taehyung finalmente, dando un paso atrás para distanciarse un poco.
-Voy a darte el beneficio de la duda, pero eso no significa que todo volverá a ser como antes. Será un proceso.

-Entiendo. Y estoy listo para eso,- dijo Jungkook con una sonrisa esperanzada, aunque sabía que el camino no sería fácil.

-Solo recuerda, Jungkook: las palabras son solo eso, palabras. Necesito ver acciones,- afirmó Taehyung, su mirada seria pero con un atisbo de suavidad.

-Lo prometo, -respondió Jungkook, sintiendo que, aunque el camino por delante podría ser largo y arduo, había una pequeña luz de esperanza en su corazón.

Ambos se quedaron en silencio por un momento, sintiendo la tensión en el aire. Taehyung finalmente se dio la vuelta y comenzó a caminar, dejando a Jungkook con sus pensamientos. A medida que se alejaba, una mezcla de esperanza y miedo lo invadía. Había dado un paso hacia adelante, pero el futuro seguía siendo incierto.

Mientras Taehyung se alejaba, Jungkook se sintió al mismo tiempo aliviado y ansioso. Sabía que había comenzado un nuevo capítulo en su vida, uno donde tendría que demostrar su valía, no solo a Taehyung, sino a sí mismo. La búsqueda de su propia aceptación y el deseo de ser un mejor compañero lo guiarían en este viaje.

Por su parte, Taehyung, al regresar a su habitación, sintió una mezcla de alivio y confusión. Había dejado abierta la puerta a la posibilidad de un futuro juntos, pero también sabía que debía protegerse. La lucha interna continuaría, pero al menos ahora tenía tiempo para pensar y reflexionar sobre lo que realmente quería.

Ambos sabían que el camino hacia la sanación sería complicado, pero estaban dispuestos a enfrentar lo que viniera. La historia de su amor no había terminado, solo había tomado un giro inesperado, y, con un poco de suerte, podría convertirse en algo más fuerte y significativo.

Los días se convirtieron en un par de meses, y el ambiente entre Jungkook y Taehyung seguía cargado de una tensión palpable. Aunque habían tenido esa conversación sincera en el parque, las cosas no se sentían como antes, y ambos lo sabían. Taehyung dedicaba su tiempo a sus estudios y a sus amigos, mientras Jungkook intentaba encontrar formas de demostrar que había cambiado.

Una tarde, mientras Taehyung estaba en la biblioteca, Jungkook apareció inesperadamente. Se acercó con cautela, sus manos nerviosas en los bolsillos.

-Hola, Taehyung. ¿Tienes un momento?
Taehyung levantó la vista de su libro y sintió el nudo en su estómago.

-Sí, pero no puedo quedarme mucho tiempo,- respondió, intentando sonar neutral.

-Quería hablar contigo. He estado pensando en nuestro último encuentro,- dijo Jungkook, su voz un poco entrecortada. -Me gustaría saber cómo te sientes ahora.

Taehyung suspiró, cerrando el libro con suavidad.

-La verdad es que he estado reflexionando bastante,- comenzó, su mirada fija en Jungkook. -He llegado a una conclusión.

-¿Sobre nosotros?, -preguntó Jungkook, su corazón latiendo con fuerza.

-Sí. He decidido que te perdono,- dijo Taehyung, su voz firme pero calma. -Pero eso no significa que quiera volver a estar juntos.

Las palabras cayeron como un peso en el aire. Jungkook sintió que la esperanza se desvanecía.

-¿Por qué no? Quiero trabajar en esto, en nosotros,- respondió, tratando de mantener la calma.

-Porque perdonar no significa olvidar lo que pasó ni volver a lo que era antes,- explicó Taehyung, su mirada seria. -He estado trabajando en mi autoestima y en querérme a mí mismo. No quiero arriesgar eso por una relación que me ha hecho sentir menos.

-Entiendo que estés dolido, pero estoy aquí para demostrarte que puedo cambiar. Quiero ser alguien en quien puedas confiar de nuevo, -dijo Jungkook, sintiendo la presión en su pecho.

-Y lo aprecio, realmente lo hago. Pero necesito tiempo y espacio para seguir sanando, -continuó Taehyung. -No quiero caer en la misma dinámica en la que estábamos. No quiero que mi felicidad dependa de ti.
Jungkook asintió lentamente, sintiendo que la realidad se asentaba en su corazón.

-¿Y si te digo que estoy dispuesto a esperar? Que puedo ser paciente mientras trabajas en ti mismo.

-Eso no es suficiente, Jungkook. No quiero que nuestra relación se convierta en una carga,- Taehyung dijo, su voz firme. -No puedo permitir que la presión de estar juntos me haga retroceder. He luchado demasiado por mi bienestar emocional.

-Pero me importas, Taehyung. No quiero perderte. Estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario, -insistió Jungkook, sintiendo que la frustración comenzaba a aflorar.

-Y yo también me importo. Pero eso no significa que deba sacrificar mi bienestar por una relación que podría no funcionar,- respondió Taehyung, sintiéndose más fuerte con cada palabra que decía. -Necesito saber que puedo estar bien conmigo mismo, independientemente de lo que pase entre nosotros.

-Te prometo que no seré una carga. Quiero apoyarte, quiero ser tu amigo, si eso es lo que necesitas,- dijo Jungkook, su voz llena de sinceridad.

Taehyung lo miró, sintiendo una mezcla de tristeza y alivio.

-Eso es lo que necesito ahora: tiempo y espacio para sanar. No estoy listo para volver a estar juntos, pero te agradezco que estés aquí y que quieras ser parte de mi vida de otra manera.

-Entonces, seré paciente. Espero que podamos encontrar una forma de reconstruir lo que teníamos, aunque sea como amigos, -dijo Jungkook, sintiendo que había una pequeña chispa de esperanza en su corazón.

-Eso sería un buen comienzo, -respondió Taehyung, sintiendo que, a pesar de la tristeza de la situación, había un camino a seguir.-Pero necesito que entiendas que esto no significa que todo volverá a ser como antes. Tendremos que trabajar en ello, y eso llevará tiempo.

-Lo entiendo, y estoy dispuesto a hacerlo,- dijo Jungkook, sintiendo que, aunque no era la respuesta que había esperado, al menos había una posibilidad de seguir adelante.

Con esa conversación, ambos comenzaron a navegar por un nuevo tipo de relación. Jungkook se comprometió a ser un apoyo constante para Taehyung, mientras este continuaba enfocado en su crecimiento personal. Aunque cada uno estaba lidiando con sus propios sentimientos, había un entendimiento mutuo que comenzaba a florecer.

Los días se convirtieron en semanas, y Taehyung encontró consuelo en la idea de que, aunque las cosas no eran perfectas, había una oportunidad para sanar. Jungkook, por su parte, se dedicó a demostrar que podía ser un mejor amigo y aliado, siempre respetando los límites que Taehyung había establecido.

Un día, mientras estaban en la cafetería, compartiendo risas con amigos, Jungkook sintió una oleada de cariño hacia Taehyung.

-Me alegra que podamos hacer esto,- dijo, sonriendo genuinamente.

-Yo también, -respondió Taehyung, sintiendo que la tensión había comenzado a disiparse. -Aunque aún hay mucho por resolver, me siento más cómodo contigo.

-Eso es un buen comienzo, ¿no?, -dijo Jungkook, sintiendo que cada pequeña victoria era un paso hacia adelante.

-Definitivamente, -confirmó Taehyung, sintiendo que, a pesar de las dificultades, había espacio para el crecimiento.

Sin embargo, en el fondo de su mente, Taehyung sabía que aún había un camino por recorrer. La vulnerabilidad que había compartido con Jungkook era un recordatorio constante de lo que había enfrentado, y aunque el perdón estaba presente, el dolor también lo estaba.

Con el tiempo, ambos comenzaron a abrirse más el uno al otro, compartiendo no solo risas, sino también sus miedos y esperanzas. Taehyung se dio cuenta de que, aunque no quería volver a una relación romántica, la amistad que estaban construyendo era valiosa.

-¿Sabes? A veces me pregunto cómo sería si volviéramos a estar juntos,- admitió Taehyung un día, mientras paseaban por el campus.

-Yo también lo he pensado, -respondió Jungkook, sintiendo la punzada de la nostalgia.

-Pero sé que ahora mismo eso no es lo que necesitamos.

-Exacto. Necesitamos tiempo para entender realmente lo que queremos, -dijo Taehyung, sintiendo que su corazón se aclaraba. -Quiero asegurarme de que, si alguna vez volvemos a estar juntos, sea porque realmente lo deseamos, no por la presión o el miedo a estar solos.

-Eso es lo más importante, -dijo Jungkook, sintiendo que cada palabra resonaba en su corazón. -Quiero que ambos estemos seguros de lo que sentimos antes de dar cualquier paso.
Y así, con el paso de los días, la amistad de Jungkook y Taehyung se fue fortaleciendo. Aprendieron a disfrutar de los momentos juntos sin la carga de la relación romántica, encontrando alegría en la compañía del otro.

Mientras tanto, Jungkook continuó trabajando en sí mismo, asistiendo a sus sesiones de terapia y reflexionando sobre sus comportamientos pasados. Poco a poco, se dio cuenta de que el cambio era un proceso, y que cada pequeño paso contaba.

Un día, mientras estaban en un café, Taehyung miró a Jungkook y sonrió.

-Te he visto esforzarte y realmente aprecio todo lo que estás haciendo.

-Gracias, Taehyung. Eso significa mucho para mí,- respondió Jungkook, sintiendo que el aliento de esperanza comenzaba a florecer en su pecho.

-Solo quiero que ambos seamos felices, ya sea juntos o por separado,- dijo Taehyung, sintiendo la sinceridad en sus palabras.

-Y yo también. Estoy aquí para apoyarte en lo que necesites,- afirmó Jungkook, sintiendo que, aunque su relación había cambiado, había un profundo respeto y cariño que nunca desaparecería.

Con el tiempo, ambos aprendieron a navegar por esta nueva fase de su vida, juntos pero separados. La amistad se convirtió en un refugio, un espacio donde podían ser vulnerables sin el peso de las expectativas románticas.

Y aunque el futuro seguía siendo incierto, Taehyung y Jungkook sabían que, independientemente de lo que pasara, habían encontrado en el otro un compañero en el viaje de la vida, uno que les enseñaría a valorar el amor en sus múltiples formas.

Las semanas se convirtieron en meses, y la amistad entre Taehyung y Jungkook se fortaleció cada día más. Habían encontrado un equilibrio en su relación, apoyándose mutuamente en sus respectivas travesías de autodescubrimiento. Taehyung, en particular, se dedicó a trabajar en su autoestima y en el amor propio, algo que había descuidado en el pasado.

Una tarde, después de una larga jornada de clases, Taehyung regresó a su habitación, sintiendo la necesidad de un momento de reflexión. Se miró en el espejo, y por un instante, se quedó parado, observando su reflejo. Su cabello, un poco despeinado, y su piel, algo cansada, pero había algo más en su mirada: una chispa de autoaceptación que antes no había estado allí.

Taehyung sonrió suavemente, recordando todo lo que había pasado. Desde las inseguridades que lo habían consumido hasta los momentos de dolor y desilusión con Jungkook. Pero también recordó la fortaleza que había encontrado en sí mismo, la decisión de no permitir que otros definieran su valor.

-Eres más fuerte de lo que piensas, -se dijo a sí mismo, sintiendo que cada palabra resonaba en su interior. -No necesitas la validación de nadie para saber quién eres.

Con una sonrisa más amplia, Taehyung comenzó a hablar con su reflejo.

-Te amo tal como eres. Eres único, y eso es lo que te hace especial. No importa lo que digan los demás; lo que importa es cómo te sientes contigo mismo.

Mirando a sus propios ojos, sintió una oleada de confianza.

-Has trabajado duro para llegar aquí, y no dejarás que nadie te haga sentir menos. Eres valioso, y mereces ser feliz.

Taehyung se puso de pie, sintiendo que la energía positiva lo envolvía. Se dio cuenta de que había aprendido a amarse a sí mismo. No era solo un proceso, sino una elección diaria, y esa elección era suya. Se sintió orgulloso del camino que había recorrido, de las lecciones que había aprendido y de la persona en la que se estaba convirtiendo.

"Hoy es el primer día del resto de tu vida", pensó, sintiendo que un nuevo capítulo estaba a punto de comenzar. Se acercó al espejo una vez más, y esta vez, la sonrisa que le devolvía el reflejo era más brillante y auténtica.

-Vamos a seguir adelante,- murmuró, sintiendo que cada palabra estaba impregnada de determinación.- -La vida es bella, y tú mereces disfrutarla. Por qué yo soy un tesoro.

Con ese pensamiento, Taehyung se sintió renovado. Decidió salir a dar un paseo, a disfrutar del aire fresco y a celebrar su propia existencia. Al salir de su habitación, sintió que había dejado atrás las sombras de sus inseguridades. Había aprendido a valorarse y a aceptarse, y eso era un regalo que siempre llevaría consigo.

Mientras caminaba por el campus, encontró a Jungkook hablando con algunos amigos. A medida que se acercaba, Jungkook lo vio y le sonrió, y Taehyung sintió que esa sonrisa, aunque no era la de un amante, era la de un amigo sincero.

-¡Hey, Tae! ¿Cómo estás?, -preguntó Jungkook, su expresión llena de calidez.

-Estoy bien, gracias. Estoy aprendiendo a amarme a mí mismo, -respondió Taehyung, sintiendo que esas palabras eran verdaderas.

-Eso es genial, realmente. Te ves feliz, -dijo Jungkook, notando el brillo en los ojos de Taehyung.

-Lo estoy. Y tú también deberías hacer lo mismo, -le dijo Taehyung, su tono lleno de sinceridad. -El amor propio es la clave.

Jungkook asintió, sintiendo que las palabras de Taehyung resonaban en su corazón. Ambos compartieron una sonrisa genuina, y en ese momento, se dieron cuenta de que, aunque sus caminos eran diferentes, la amistad que habían cultivado era un tesoro invaluable.

Y Taehyung supo que había encontrado su camino hacia la felicidad. Aprendió que el amor más importante de todos era el que se daba a uno mismo, y que, aunque el futuro era incierto, estaba listo para enfrentarlo con confianza y una sonrisa en el rostro.


FIN


Hola!
Espero que se encuentren muy bien
Está historia es de autoaprendizajes
Y de saber el valor que tenemos..
Espero que les guste..
Se que he estado desaparecida..
Pero la verdad es que me está volviendo mi tendinitis y trato de escribir lo menos posible..
Está historia la subí, porque lleva arto en borrador..

Los quiero 🥰
Cuidense mucho 💞

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