3. Ella es mi hija
-Acérquese- pidió Aslan y así lo hicieron.
-La razón por la que están aquí, es la misma razón de su primera visita- miró a los Pevensie.
-¿Una profecía?- preguntó Susan
-Así es, y algo más- hizo una pausa- Jadis está de vuelta.
Todos abrieron los ojos por la sorpresa, ¿Cómo era posible? Si el mismo Aslan había acabado con ella frente a sus ojos.
-Eso no puede ser- dijo Edmund- Tú la mataste.
-Lo único que yo pude hacer fue encerrarla en su propio invierno eterno- los miró- es por eso que en la lucha contra los telmarinos, Jadis apareció para tentar a Caspian y Peter con ayuda de sus súbditos.
-Eso quiere decir que...
-Un hijo de Adán liberó a la Bruja Blanca- dijo Peter terminando la frase de Lucy.
Aslan asintió.
-Sólo tu sangre podrá acabar con tu vida y cuando uno de los corazones deje de latir, el cristal se romperá para siempre- recitó el león.
-¿Sólo tu sangre?- preguntó Caspian
-Es una profecía muy confusa- concluyó Susan, a lo que todos le dieron la razón.
-Jadis tiene una hija- soltó de repente
-¿Qué dices?- dijo Lucy
-Una hija; ella es la sangre de la profecía, ella es la única que puede acabar con Jadis para siempre- esperó un momento para que los reyes entendieran toda la información que les estaba dando- Cuando la pequeña nació, Jadis ya lo había planeado todo. Hizo la profecía a mis espaldas. Cuando me enteré, separé a la pequeña de la Bruja y la mantuve a salvo de la maldad. La entrene para que luchara y defendiera Narnia, le enseñé el camino correcto.
Trataron de digerir lo que Aslan les había contado. Definitivamente era una broma de mal gusto.
-¿Y quién fue el tonto que aceptó tener una hija con Jadi?- dijo Edmund en broma y todos rieron.
-Yo fui ese tonto Edmund- aclaró Aslan.
Las risas se fueron apagando.
-Hace mucho tiempo conocí a Jadis- comenzó a relatar- pero en ese entonces ella no era malvada, todo lo contrario, era una bruja buena. Pero la ambición y el poder la cegaron y se convirtió en lo que conocemos.
El silencio reinaba en el salón.
-Caspian- dijo Aslan y el muchacho lo miró- Tú la conoces.
-¿Qué?- contestó confundido el telmarino y se encontró con las miradas de los otros reyes.
-Hace unos años atrás, tu padre, Caspian IX, cuidó a una niña durante nueve años y prácticamente creciste con ella- dijo Aslan- ¿La recuerdas, verdad? Ustedes crecieron como hermanos.
Los ojos de Caspian se llenaron de lágrimas mientras miraba un punto fijo, recordando los años que Aslan había mencionado.
-Kayla- dijo Caspian, Aslan asintió- pero no es posible- respondió el telmarino- ella está muerta.
-Esta con vida Caspian, ella es mi hija.
-No, ella murió- Caspian miró a los Pevensie y luego a Aslan- en el incendio, en el pueblo.
-Ese incendio fue provocado por los seguidores de Jadis- aclaró Aslan- cuando la bruja supo que Kayla estaba con el rey de los telmarinos no dudo en mandar a su gente para que mataran a su propia hija y así evitar que la profecía se cumpliera. Porque entonces, nadie más podría matarla.
-Tu la salvaste- aseguró Edmund mirando a Aslan
-Tienes razón- dijo Lucy- Jadis lo tenía todo planeado.
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