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La justiciera (escena retirada)


Esta es una escena retirada del capítulo  Tercer ataque . Ethan y Charleen están viajando sin Liaw, que se quedó con Orietta, y esto pasa justo después de besarse por primera vez. Es una escena muy larga que me gustaba mucho, pero tuve que sacarla ya que el libro publicado iba ser demasiado largo. 


Su rutina se normalizó al día siguiente. Ambos actuaban como si hubiesen vivido un episodio de amnesia.

Ethan no quería forzar la situación, menos dejarse guiar por sus sentimientos, eso podría llevarlo a la ruina, tal como había pasado con Drake. Por otro lado, tenía una confusión entre lo que quería y lo que pensaba que debería querer; y creía firmemente que no debía amar a Charleen.

— ¿Cuánto falta para que lleguemos? —Las piernas le dolían a la joven y estaba exhausta tras días de caminata.

—Para Kupro falta bastante, pero ya llegaremos a un pueblo, hay muchos en esta zona. Pararemos en algunos a recoger provisiones.

— ¿Y cómo vamos a comprarlas? Casi no tenemos dinero, solo una bolsa llena de cubiertos. ¿Qué planeas hacer, coquetear a todas las mujeres del pueblo? —se burló.

—Yo no hago eso —se ofendió.

— ¡Claro que sí! —No creyó su descaro—. Lo hiciste en el barco, ¡te vi! —lo acusó riendo.

—No coqueteaba. —Sonrió de medio lado—. Le pedí la hora a esa mujer y ella me invitó a comer. Un caballero no rechaza la invitación de una dama.

—Sí, claro; aprovechado, aunque no quieras admitirlo a veces eres como Liaw, haces lo que sea por un plato de comida.

—No es verdad —la enfrentó.

—Sí lo es. —Se cruzó de brazos y alzó la vista para verlo a los ojos.

— ¿Y si así fuera qué? ¿Celosa?

Charleen borró su mueca de presunción y le dio la espalda, retomando el camino.

—No te creas que por un beso voy a caer a tus pies, he recibido mejores, de hombres muchísimo más apuestos.

Ethan bufó. Ahora a Charleen se le ocurría tomar el hecho como una broma; mejor, así no lidiaban con actuar como si nada hubiese pasado o convertir el tema en un tabú.

—Ya quisieras, seguro nadie te había besado antes. —Le dio alcance.

—Por supuesto que sí, tengo diecisiete años, besé a chicos antes, a muchos —mintió.

Mientras discutían al respecto llegaron a la entrada de un pueblo pequeño.

Charleen corrió hacia un puesto de comida construido de madera rústica y techo de paja. Desde hacía días que deseaba comer algo caliente y beber una gaseosa.

El dinero a Ethan le alcanzaba para un platillo, deberían acampar de nuevo. Dormir en una cama suave estaba muy lejos de sus posibilidades.

—Me di cuenta de algo —Charleen habló una vez que se hubieron acomodado en una mesa, no cabía en sí de dicha porque las cosas con Ethan volvían a la normalidad y el episodio del día anterior pasaba a ser solo otra anécdota de su viaje, con suerte todos esos sentimientos se esfumarían por cuenta propia—. En Dédalo me prometiste que me enseñarías a pelear y a hablar tu idioma. No me has enseñado nada.

— ¿Debo hacerlo? —Resopló, la mirada acusadora de Charleen respondió su pregunta.

La comida llegó a la mesa y Charleen la atacó. Mientras disfrutaban de una sopa más o menos decente, pero caliente, un grupo de jóvenes entraron al establecimiento causando alboroto.

—Por eso no me agradan los adolescentes, son bulliciosos y molestos.

—Apuesto a que tú eras igual —aseguró e inmediatamente cambió de parecer, Ethan de seguro era un sanguinario dedicado a acabar con sus enemigos a esa edad—. Bueno, tal vez no, pero lo quieras o no, ahora te comportas como un adolescente, y a veces como un anciano, pero generalmente eres tan impredecible e impulsivo como uno.

—No soy impulsivo, solo pienso rápido.

Un gran estruendo llamó su atención. Los adolescentes habían volcado un estante del local, y el propietario, un anciano, intentaba controlarlos.

—Creo que deberías ayudar.

—No es mi problema. —Continuó comiendo, intentaba ignorar los problemas de los humanos, además que los oponentes no eran fuertes, de haberlo sido, no habría dudado en intervenir, pero la consciencia de nuevo lo fastidiaba y Charleen le clavaba la mirada con indignación.

Volcando los ojos se levantó, el acto vandálico se convertía en un asalto. Un muchacho había saltado detrás del mostrador y saqueaba la caja de dinero.

—Sabes, mejor ve tú. — Ethan volvió a sentarse, la muchacha puso una mueca de admiración—. Dijiste que querías que te enseñara a pelear, éste es un buen método. Ve y detenlos, tienes gran parte de la pelea ganada si logras imponerte a tus enemigos y causarles temor, pese a que te superen en número.

Charleen tomó el asunto con emoción. Se aseguró de tener sus armas cargadas y caminó decidida hacia el grupo, eran siete muchachos de aproximadamente su edad.

—Huy, bonita. —Se acercó uno de ellos, alertando al resto. En seguida la rodearon—. ¿Quieres venir con nosotros y pasarla bien? —le preguntaron de manera grotesca.

Realizó un mohín y se puso firme.

—No, váyanse de aquí —les ordenó.

Los jóvenes estallaron en carcajadas.

— ¿Qué vas a hacer? ¿Llorar hasta que dejemos al anciano en paz?

—Déjenla —habló otro, quien al parecer los dirigía—. Mejor revísenla bien. —Sonrió con libido.

Un chico la tomó por la espalda y otro acercó la mano para revisarle los bolsillos. Ethan se preparó para intervenir, pero tal como Charleen se había defendido de los bandidos aquella vez en el bosque, respondió con una patada.

—Una fiera, me gusta, tú vas a ser mía. —Se acercó el líder, sonriéndole a escasos centímetros.

Charleen respondió de la misma manera, mirándolo coquetamente, igual a cuando había cautivado a Liaw. Durante el viaje, había aprendido más de lo que imaginaba.

El chico le hizo una seña a su amigo para que la soltara. Al verse libre, Charleen mantuvo el contacto visual, acción que enfureció a Ethan. Éste dio un paso, iba a alejar a Charleen de ese sujeto y su pervertida mirada.

Sin advertencia, la muchacha sacó ambas pistolas de su cintura y apuntó al líder y a un sujeto más.

El grupo retrocedió de inmediato y Ethan frenó en seco.

— ¿Qué hacen?, seguro no están cargadas o son de juguete —los hizo recapacitar.

Para demostrar que sus armas sí iban cargadas y que tenía toda la intención de usarlas, Charleen disparó muy cerca a uno de los sujetos, casi rozándolo con la bala.

El grupo se espantó, quienes estaban fuera del alcance de las armas de la chica salieron corriendo del local.

—No vuelvan aquí —ordenó, ya apunto de bajar las armas una idea surcó su mente. La adrenalina fluía en ella y la aprovechó—. Mejor esperen —detuvo a los tres que se habían quedado—. Vacíen sus bolsillos, denme todo lo que tienen.

Ethan rió sin creérselo, ni él asaltaba humanos.

—No por favor, mi padre va a castigarme, creerá que lo gaste todo en licor. —Lloriqueó.

—Mejor, maldito hijito de papá, saca el dinero, rápido.

Los tres dejaron sus pertenencias en el piso, a los pies de la muchacha y salieron corriendo de ahí.

Charleen respiró entrecortadamente, no podía creerlo. Había terminado asaltando a un grupo de vándalos.

Sin caber en sí de felicidad, devolvió al anciano el dinero sustraído y se quedó con el resto.

— ¡¿Lo viste?! ¡Soy genial! ¡En serio genial! ¡Fue realmente divertido! —Explotó contando las piezas de oro y presumiéndolas a Ethan.

—De acuerdo, estuviste estupenda —reconoció—. ¿Pero era necesario asaltarlos?

—Claro que sí —expresó—. Ellos robaron también y te apuesto que éste dinero no es de ellos, les di una cucharada de su propia medicina... simplemente hice justicia.

—Genial... señorita justiciera, solo dime una cosa ¿Qué harás con la policía? —Le señaló la entrada del local, donde los chicos asaltados regresaban lloriqueando y con un par de soldados como compañía.

Charleen lanzó el dinero al regazo de Ethan y salió corriendo por la puerta trasera del local.

Los soldados ingresaron de inmediato. Uno persiguió a Charleen y el otro se aproximó a Ethan.

—Tú y tu amiga, van a venir conmigo —dijo con alevosía.

Ethan tomó un sorbo de su bebida y apoyó ambas manos en la mesa. Al soldado no le importaba el tamaño de ese hombre, lo sometería. Puso la mano sobre su arma y cambió de parecer cuando Ethan movió su capa, descubriendo uno de sus brazos, revelando sus marcas y haciéndole saber que era un unua.

—Señor yo...lo lamento, solo queremos a la muchacha —hizo un gesto con las manos y se alejó con cuidado.

—La chica viene conmigo.

—Yo... no sabía, por favor continúe con su comida, yo mismo se la traeré de regreso. —Salió corriendo en busca de su compañero, no era buena idea meterse con los unuas, menos con sus parejas.

Charleen corrió por la plaza central, atravesando el pueblo y empujando al suelo a cuanto sujeto se atravesó en su camino.

El soldado no se detenía, la perseguía con agilidad y las doloridas y cansadas piernas de Charleen no le responderían por mucho más.

Tomó ventaja y se detuvo un segundo a coger aire, enseguida emprendió su escape de nuevo. De una angosta calle empedrada el otro soldado se unió a la persecución.

La joven había recorrido casi todo el pueblo y ya llegaba de regreso al bosque. Era un buen lugar para esconderse. Caminó a paso acelerado entre los árboles, hundiéndose en las hojas secas que cubrían el suelo. Las voces de los soldados se escuchaban a la distancia.

Se apoyó contra un árbol a recuperar el aire, su pecho dolía y sentía sabor a sangre en la garganta. Levantó la vista de pronto al escuchar un par de pasos frente a ella. Ethan la miraba con expresión gélida.

— ¿Pudiste haberme ayudado no? —le reclamó.

El guerrero volteo y comenzó a caminar.

—Vámonos.

—Espera —le dio alcance jadeando por el cansancio ¿Y el equipaje?

—En la posada —respondió secamente.

—Pero si no tenemos dinero para pagar una posada.

—No te preocupes por eso, ven, quiero mostrarte algo. —Parecía que hablaba por inercia. Charleen lo siguió, estaba demasiado cansada para discutir.

— ¡Demonios qué es rápida! —exclamó un soldado.

—No me extraña, es unua, o la pareja humana de un unua —le comentó el otro con temor en la voz. Su compañero se sorprendió—. Mejor si se escapó, no quiero tener nada que ver con eso sujetos.

— ¿Con quiénes? —una grave voz los hizo brincar en su mismo lugar. El imponente guerrero los observaba serio—. ¿Dónde está?

—Se escapó al bosque —balbuceó.

Ethan frunció el ceño. Algo no estaba bien. Se arrepintió de haberla dejado escapar. Cerró y los ojos y se concentró para sentirla. Captó su presencia algo alejada de ahí, pero tuvo un mal presentimiento, algo estaba muy mal. Corrió hacia el bosque a una velocidad vertiginosa e impresiónate.

Finalmente la vio, estaba sola frente a un arrollo, observando su imagen en el agua.

Charleen sintió de pronto que algo la había quemado en el pecho, era su collar. Lo sacó de entre la ropa abrigada que llevaba y se percató que brillaba con mucha intensidad. Callada, lo guardó nuevamente y observó con escrutinio la espalda del guerrero. Tenía un muy mal presentimiento.

— ¿A dónde vamos? —preguntó, el guerrero la guiaba hacia una cueva. Era oscura al principio, pero en medio se divisaba una luz.

—Tranquila cariño, te mostraré algo que va gustarte. —La miró de reojo, sonriendo gentilmente.

Charleen reaccionó sacando sus pistolas y le apuntó con ambas.

—Ni en un millón de años Ethan me diría cariño ¿Quién eres?

Tan solo en el instante que volteó, el guerrero cambió de rostro. Ya no era el de Ethan, sus ojos negros y profundos eran ahora verdes y su aspecto era más tétrico.

Sacó una daga y lo le importó las armas de la muchacha.

Charleen disparó y el guerrero esquivó la bala sin hacer el menor esfuerzo. En un rápido e imprevisto movimiento, la desarmó y le cortó el cuello.

— ¿Charleen? —Ethan se aproximó a ella y la tocó con una mano. De inmediato la imagen se desvaneció, así como la presencia de la joven. Había caído en una trampa, una ilusión creada por Valia, una excelente que había logrado desviarlo y confundirlo.

— ¡Demonios! —gritó dando media vuelta, intentando concentrarse para descubrir la verdadera aura de Charleen, la cual había sido ocultada por un hechizo.

Bueno ya mañana continúo con la historia donde la dejé. Espero que les haya gustado, también actualizaré Mi vida un show, una novela juvenil de humor, si no la leyeron se las recomiendo :) y si ya la leyeron, pues léanla de nuevo porque haré varios cambios y mejoras.

No se olviden de seguirme!!! así saben cuando suba cosas nuevas, estoy participando en un concurso de fantasía así que pronto subiré un cuento nuevo y también una pequeña historia, pero que se las narraré en video :D

Los quiero!!!!!

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