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El primer dia de escuela 2



En el primer día de escuela, los estudiantes se registraban en el gimnasio, para recibir la lista de clases que tendrían ese semestre. Mientras Helga caminaba con Phoebe por el gimnasio, observaba varios estudiantes nuevos que habían entrado ese año.

Después que los alumnos tomaron su lista de clase, la directora usó el micrófono para anunciar los eventos especiales reservados para los alumnos del último año escolar. La banda musical de la escuela tocaba, animando a los estudiantes, mientras que la directora daba su discurso sobre lo que se aproxima para el último semestre. 

"Este año tendremos un concurso de talentos. El que gane el primer lugar recibirá mil dólares para ser donados a la organización que escojan y quinientos dólares para gastar en juegos Dave Buster. También quince puntos para utilizarlos hacia su graduación de preparatoria y, aparte, este año tendremos el baile de graduación de secundaria para todos nuestros estudiantes que se gradúen este año."

Los alumnos aplaudieron con emoción mientras la banda de la escuela seguía tocando. Gerald y Arnold estaban sentados en las gradas del gimnasio, en donde estaban sentados la mayoría de los estudiantes, mirando alrededor.

"Oye, Arnold, mira quién está ahí, hermano."

Arnold volteó preguntando "¿Quién?" con su vista distraída buscando el rostro que él quería encontrar entre los estudiantes.

"Susana; te está viendo, mira." apuntó Gerald hacia la chica.

"Oh, sí..." Arnold miró a la chica, levantando su mano en un saludo de cortesía. "Quizás... la invite a salir este año." comentó Arnold mirándola, y él realmente lo creía  pero sin pensarlo, nuevamente su atención se dirigió hacia otros lados del gimnasio.

"Arnold, ¡Susana está allá! ¡¿por qué miras hacia otro lado?!"

¿Qué estaba haciendo? "Ugh, sí... Nada más veo quién regresó este año." dijo Arnold sin percatarse a quién verdaderamente buscaba.

Gerald notó a Arnold muy distraído, mirando alrededor como si estuviera buscando a una persona, pero decidió ignorarlo pensando que quizás estaba actuando extraño por el sueño que tuvo.

Después de la asamblea, todos los alumnos levantaron su lista de horarios para dirigirse a sus nuevas clases.

Helga buscaba desesperadamente entre la multitud de estudiantes para ver si, de pura casualidad, encontraba a Arnold. ¿A quién se refería Arnold cuando dijo "ella es especial para mí"?

"Helga... ¿lo ves?"

"Ah... No lo veo." contestó Helga con rapidez.

Phoebe la miró curiosamente. "¿No ves a quien, Helga? Lo que yo te pregunté es si puedo ver tu lista de clases."

Helga parpadeó un par de veces. "Oh, claro, Phoebe; por un momento pensé que me habías preguntado por... Bueno, ya no importa."

Helga le entregó a Phoebe su lista de materias que tomaría ese año, con los nombres de los maestros y los números de salón.

"Esta es mi lista de clases, Helga." comentó Phoebe entregándole a Helga su hoja de materias.

"¡Diablos, casi no tenemos clases juntas!" dijo Helga mientras miraba el papel con las clases.

"Por lo menos tenemos la hora de la comida juntas." añadió Phoebe.

"Así que tenemos Educación Física y lonche juntas... ¡Ay, no! Tengo matemáticas con el profesor más perro."  se quejó Helga, mostrando sus dientes.

"¿'Perro', Helga?". Phoebe preguntó confundida.

"¡Ay, Phoebe! Tienes la mente más limpia del mundo. ¿Qué no me entiendes cuando me refiero a un maestro como perro?"

Phoebe contestó. "Parece que sí..., ese profesor es muy estricto; tienes que tomar buenas notas." le sugirió Phoebe acomodando sus lentes.

"Para pasar su clase, Phoebe, necesito que Dios me ayude o que este año sea mi año de suerte y cambie mi vida por completo." dijo Helga mientras cruzaba los brazos.

"Todo es posible, Helga." Phoebe la miró de manera positiva, con una sonrisa.

"Era sarcasmo, Phoebe. Sabiendo cómo es mi vida, nada es fácil y la suerte no va conmigo... Bueno, vámonos antes que se nos haga tarde para llegar a la clase."

"Te veo más tarde, Helga." se despidió Phoebe.

Mientras Helga caminaba a su casillero, continuaba buscando a Arnold con la mirada; quería verlo por lo menos una vez más antes de empezar con las clases del día.

¡Oh, mi dulce Arnold! Mi corazón late nada más por ti. Necesito verte por lo menos una vez más para empezar mi día tranquilamente. ¿En dónde estás, mi querido príncipe?

Helga fantaseaba mientras se apresuraba a dejar sus cosas en el casillero. De repente, escuchó a alguien que respiraba atrás de ella.

"¡Gggggrrssssss...!"
"¡Grrrrrssssss...!"

Un chico alto con lentes seguía respirando sospechosamente justo atrás de Helga.

"¡Brainy!" exclamó Helga volteando rápidamente para verlo de frente. "¡Es el primer día de escuela y ya estás respirando detrás de mí!"

Helga ya estaba acostumbrada desde la primaria a encontrar a Brainy mirándola con la respiración agitada. Todos los años Helga siempre terminaba dándole un leve golpe en su cara para que él dejara de espiarla, sin embargo el joven alto de lentes nunca aprendía y seguía respirando agitadamente cada vez que se le acercaba.

Usualmente, Helga se harta de estos incómodos acercamientos y le daba el puñetazo de siempre, pero este año será diferente para ella y, con sus ilusiones puestas en poder ver a Arnold una vez más ese día, sonrió mirando a Brainy.

"Seré generosa y te regalaré este primer día, pero mañana no cuentes con eso." le advirtió Helga dándole una suave palmada en la mejilla, dejándolo tembloroso, cayendo en el suelo por la emoción. "¡Cómo serás de exagerado, Brainy!"

Helga sacó sus libros del casillero y se dirigió a su clase. Mientras ella caminaba por el pasillo de la escuela, seguía pensando en cómo se miraba Arnold en el autobús, pero más que eso ella pensaba... en lo pensativo que se miraba Arnold durante el camino hacia la secundaria.

"¡Criminal! Por estar pensando cosas, ya me perdí; ¡por aquí no es!"

Helga corría apresurada para llegar a su primera clase, cuando...

¡¡Crash!!

Ella se estrelló de frente con alguien, pero esta vez la otra persona cayó encima de ella. Helga abrió sus ojos lentamente, encontrándose con alguien, pero qué sorpresa al saber que no era Arnold.

Al mismo tiempo, a unos metros de distancia, Gerald pasaba por ahí mirando al joven adolescente encima de Helga. "Un chico arriba de Helga; ¡eso es algo que no se ve todos los días!" se dijo Gerald.

Helga apretó sus dientes, alcanzando a escuchar lo que decía Gerald al pasar, pero antes de alcanzara a decirle algo:

"¡Lo lamento mucho! Fue mi culpa ¿estás bien?" le preguntó el joven apenado.

Helga no sabía qué hacer; por lo regular, ella se topaba con Arnold, pero nunca con alguien más. 

"¿No te lastimaste?"

Helga finalmente le contestó: "Estoy bien, gracias.". Ella todavía estaba muy sorprendida por la situación en la que estaba; por un momento no supo qué decir.
"Qué bueno que estás bien. Soy Andrés." le dijo él. Helga finalmente reaccionó.

"¡¿Cómo crees que estoy si sigues todavía arriba de mí?! ¡No es como si estuvieras muy liviano, porque no! Aparte, ¿no crees que después de haberte caído arriba de mí sería el peor momento para decirme tu nombre? como si me importara saber quién eres." Helga le contestó molesta.

"Perdón, déjame te ayudo a levantarte. Y tienes razón acerca de decirte cómo me llamo en ese momento. Todo pasó muy rápido y dije mi nombre sin pensarlo. Quiero hacer esto bien, si me permites. Mi nombre es Andres Cooper, estoy en el último año de secundaria y soy nuevo en esta escuela. ¿Cómo te llamas?" preguntó el joven con una dulce sonrisa.

"¡Primero me tumbas, cayéndote sobre mí, y luego preguntas por mi nombre dando como excusa un discurso sobre quién eres! ¿Piensas que nací ayer?, ¡no tengo por qué decirte nada!" le contestó Helga volteando la mirada. 

Mientras Andrés recogía los libros, intentó ayudar a Helga a levantarse. "Déjame ayudarte. Y no es lo que tú crees, solamente quería introducirme apropiadamente contigo y... sobre la caída, realmente fue un accidente; estaba apresurado para llegar a la clase cuando bajé mi mirada para ver la hora en mi celular y de repente sentí un golpe fuerte en mi cabeza y me tropecé..."

Con la mirada fija de Helga sobre él, Andrés pasaba su mano por su cabello café claro, explicando cómo la caída había sucedido. Parecía que la mirada de Andres permanecía directa en los ojos azules de Helga, sin desviar la mirada mientras le explicaba. Por primera vez, la mirada de alguien más la intimidó, dejándola inquieta.

"... déjame pagar mi error, ¿qué tal si te invito una hamburguesa o nieve? Podemos vernos después de la escuela."

Mmm... ¿por qué será que al verlo me hace sentir... mariposas en mi estomago?, mejor ya no lo veo... ¿de qué estoy hablando?, nadie me hace sentir mariposas en mi estómago, ¡qué tontería es eso! Aunque el chavo de cara bonita no se me hace del todo mal... y tiene ojos verdes como... ¡No, Helga! ¡Concéntrate! ¡No te dejes llevar! Respira...

"Así que, ¿aceptas mi invitación?" preguntaba Andrés, con una mirada coqueta.

"No sé, te dejaré saber después... Aparte, estoy muy ocupada."

"Piénsalo. Todavía no sé tu nombre." Mientras preguntaba, Andrés se acercó mostrando un gesto de interés hacia ella.

"... Helga... ¡ya!, ¡¿ya estás contento?!" contestó Helga, abrumada por el joven; aún así, intentó no dejar ver lo irritada que se sentía por la situación y, levantando su ceja, añadió con más calma "Ahora necesito apresurarme a mi clase." Apretando sus libros entre sus brazos, Helga se alejó caminando lo más rápido que podía, apresurada para llegar a su clase.

"Criminal, perdí demasiado tiempo con aquel tonto de Andrés, como si mi día no pudiera iniciar de mejor manera."

Clack, clack, clack...

"Camino sola por el pasillo, ¿por qué se escucha como si alguien estuviera caminando atrás de...?" Helga volteó para atrás para ver quién era. "¡¿Y ahora qué traes?! ¡Deja de seguirme, Andrés!" le levantó la voz Helga nuevamente.

"Nada más voy a mi clase, Helga." le contestó Andrés muy amablemente.

"Y espero que sea eso porque si me vas siguiendo a propósito te arrepentirás!" le advirtio Helga bufando en frustración mientras seguía caminando a su clase, pensando en su pequeño choque con Andrés; sin embargo, al mismo tiempo, pensaba en lo bien que se miraba Andrés con su pelo café claro, ojos verdes, como los de Arnold, y un cuerpo que se le miraba súper bien. Tarde o temprano ella tenía que tomar una decisión sobre su invitación. Quizás hace mucho ejercicio porque se ve... ¡No, Helga! Enfócate en otras cosas.

Finalmente llegó Helga a su clase "Ya era hora que la encontrara, y bien tarde." Justo antes de poner un pie dentro del salón, Helga miró a Andrés corriendo hacia ella. "¡¿Qué traes conmigo?! ¡Criminal! Ahora eres un acosador. Ya veo por qué insistías tanto en saber mi nombre: ¡¡tú esperas que salga contigo!!" le gritó Helga, desesperada por la situación no percatando quién la escucharía.

La campana sonó mientras Helga y Andrés seguían afuera del salón; todos en la clase ya habían escuchado la conversación que venía desde afuera.

"Helga, no te seguía; mi clase también es el salón ciento nueve. Parece que tenemos la misma clase." le contestó Andrés muy tranquilo.

El profesor escuchó el escándalo afuera del salón y salió de la clase. "Ustedes, enamorados, favor de entrar al salón; ya empezamos con la clase. ¡Les perdono la detención porque es el primer día de escuela! ¡Vamos, ya pasen!"

En el momento que Helga y Andrés entraron al salón, todos los estudiantes se le quedaron viendo, especialmente Arnold.



Author Notes:
Este capituló fue actualizado el 9 de julio 2021.
Hola chicos, estado trabajado con mi escritura para poder crear mejor narración en mis historias, para que así, se puedan disfrutar mejor.

                                   **

Pobre Arnold lo que le tocó en ver en este capituló y Helga que lo buscaba tanto y terminó estando en su misma clase.

¿Y ahora qué estará pensado Arnold después de haberlos escuchado desde la clase? 😏 ¿y que se imagino al pensar en los labios rosados de ella? 😊

Muchas gracias por seguir mi historia.

El español que estoy utilizando es Español de México; bueno, hace mil años que no escribía nada en español, ja, ja...

Gracias por sus comentarios y apoyo.

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