El noviazgo
"Ya se hicieron famosos hermano!" Comento Gerald mirando a Arnold y Helga acercarse a la mesa de ellos en la cafetería.
"Porque lo dices?" Preguntó Arnold.
"El beso que le diste a Helga está en Snapchat y Instagram......y mira la cara que puso Susana...Ja Ja Ja!" Gerald le pasó el celular a Arnold y Helga para que miraran el video. "La quemaron gacho a la chava!" Decía Gerald riéndose.
En el video se miraba claramente el rostro de Susana con su boca abierta mirando como Arnold besaba a Helga.
"El beso se miró más...intenso de lo que pensé." Comentó Arnold apenado.
"Se estaban quemando viejo....como se ve que ustedes ya an hecho cosas juntos."
"Gerald no digas eso!" Añadió Phoebe dejándolo saber que hizo un comentario fuera de lugar.
Gerald levantó los hombros. "Que? Se ve en el video....si yo lo mire otros lo captaron tan bien." Respondió Gerald.
Helga estaba callada con sus mejillas rosadas. Mientras Arnold se le quedó viendo a su amigo con un rostro serio. "Gerald siempre estás pensando mal y demás."
"Entonces dime viejo, porque en el video tienes tu mano sobre las.....asentaderas de Pataki, debo de decir más."
"Gerald!" Exclamó Arnold molesto.
"Solo ve el video hermano!" Comentó Gerald recargándose en su silla.
Arnold y Helga volvieron a ver el video en donde se miraba claramente la mano derecha de Arnold sosteniendo el cuello de Helga y con la otra, sosteniéndola de las asentaderas.
Los ojos de Helga se abrieron. "Arnold Philip Shortman! ¡Tuviste que agarrar mi trasero enfrente de toda la escuela!" Exclamó Helga molesta.
"Perdón Helga...." Arnold estaba nervioso pasándose la mano por su pelo. "...todo pasó muy rápido, y, no me di cuenta en donde puse mi mano. Ya te había aclarado antes que.....ummm, por ejemplo, cuando bailamos el tango y te sostuve en esa posición nece-citaba tenerte bien agarrada."
"Pero de mi trasero!" Añadió Helga cruzando sus brazos.
Arnold le sonrió apenado con su mano atrás de su cabeza.
Gerald no paraba de reírse. Phoebe le dio un leve codazo a Gerald para que no se burlara de más. "Helga, la mano de Arnold en tus...asentaderas no se miró atrevido." Comento Phoebe "Al contrario, se vio que ay confianza y amor entre ustedes."
Helga miró a Arnold con su ceja levantada. "Supongo Phoebe.....pero como quiera ay muchos en la escuela como, Gerald, que pensarán mal cuando vean ese video."
"Oh mira....ya están nuestros cafés listos." Comentó Arnold levantándose apenado de la mesa y caminando hacia la barra en donde le entregaron dos café y dos pastelitos.
"Y...que harán más al rato hermano?" Preguntó Gerald mirando a Arnold regresando a la mesa con los cafés y pastelitos.
"Tengo mucha tarea y tengo que terminar un proyecto sobre una historia planetaria ficción, ni siquiera se como la voy a iniciar."
"Yo te puedo ayudar con eso cabeza de balón."
"Puedo ir a tu casa para trabajar en la tarea." Sugirió Arnold.
"Mmmm.....no, mejor vamos a la tuya. No tengo ganas de verle la cara a Olga."
"Cuanto tiempo estará tú hermana contigo Helga?" Preguntó Phoebe.
"No se....le mande un mensaje a Bob preguntando y no me a contestado. Típico Bob Pataki."
"Y ustedes que harán?" Preguntó Arnold.
"Yo tengo un partido pendiente hoy por la noche." Dijo Gerald.
"Partido?" Preguntó Arnold confundido.
"Si viejo, el juego de death battle martials. Todos nos comunicaremos por el internet para las siete."
"Quienes son todos?" Preguntó Arnold.
"Harold, Stinky, Josh y Raul." Respondió Gerald.
"Que no tienen tarea?" Cuestionó Arnold.
Gerald le dio un trago a su café mirando a Arnold. "Me recuerdas a mi papá viejo, y no tengo nada importante para entregar mañana así que.....estoy libre para jugar."
"Y tú Phoebe, que harás?" Preguntó Helga.
"Tengo un proyecto de química que me urge por terminar."
"Pero me dijiste que ese proyecto no se entregaba hasta dentro de una semana."
"Así es Helga pero ya estoy ansiosa por ver el resultado de mi experimento químico....estoy a punto de descifrar las combinaciones de las substancias necesarias para el código molecular que puede atrapar y eliminar la contaminación del aire causado por el humo......."
Los muchachos se le quedaron mirando a Phoebe intentando en entender lo que ella explicaba.
"Wow...fascinante Phoebe." Comento Helga con su mirada confundida.
"Gerald le entendiste a Phoebe?" Preguntó Arnold.
"Claro viejo....ella y yo tenemos nuestro propio lenguaje." Dijo Gerald agarrando la mano de Phoebe y dándole un beso en la mejilla.
"Entendiste Helga?" Le murmuro Arnold en el oído.
"Para nada." Murmuro ella, riéndose discretamente mirando a Gerald y Phoebe abrazarse.
Arnold miraba a su rubia y acercándose al rostro de ella susurró. "En momentos como estos, es cuando me intimidas con tu risueño Helga Pataki.
Arnold y Helga terminaron sus cafés y se despidieron de sus amigos para ir a la casa de huéspedes para trabajar con sus tareas.
Después de una caminata corta. Arnold y Helga llegaron a la casa de huéspedes saludando a los abuelos que estaban en la cocina comiendo.
"Quieren comer?" Preguntó Philip.
"Gracias abuelo pero, Helga y yo agarramos café y pastel, estamos llenos todavía."
Arnold agarró la mano de Helga y la jalo para ir a su cuarto.
"¡Jueguen bien niños, no se empujen!" Exclamó la abuela.
Helga no pudo evitar en reírse del comentario.
"¡Abuela, Helga y yo estaremos haciendo tarea!" Le aseguro Arnold desde el pasillo.
Arnold abrió la puerta de su recámara y prendió los focos con el control del cuarto para que entrara Helga.
"Mi abuela a veces no piensa bien las cosas antes de decirlo y....."
Helga lo abrazó repentinamente besando los labios cálidos de Arnold. "Me dejaste deslumbrada con tu beso enfrente de todos." Dijo Helga, besando los labios de él otra vez. "Y con lo que me murmuraste en el oído.....cielos Arnold."
"Heelga....." suspiraba Arnold sintiendo los labios calientes de su novia en su cuello. Él la abrazaba respirando aroma dulce vainilla de su dorado pelo. "Helga....necesitamos.....hacer.....tarea." Decía Arnold respirando calor de ella entre sus besos.
A pesar del murmuro de Arnold diciendo que no debían. Helga no lo soltaba, sus manos recorrieron la cabellera rubia de él, besándolo con cada pasión que nacía de ella.
"Amor....tenemos, tarea que......" Arnold intentaba en decirle sintiendo las acaricias de los labios de su Helga por todo su rostro.
"Arnold....me amas?" Preguntó ella con su mirada temblando.
"Con todo mi ser." Respondió Arnold.
Helga se mordió el labio respirando agitadamente. "Entonces....tómame Arnold."
Arnold suspiro sintiendo como Helga le robaba su corazón. "Oh Helga...que quieres decir?"
Helga lo beso una vez más. "Quiero decir......que estoy dispuesta a todo por tu amor."
Arnold la cargo dejando que Helga enrollara sus piernas en su cuerpo. La llevo a su cama y se dejaron caer juntos besándose.
Helga POV
El calor de mi Arnold sobre mi cuerpo me hacía sentir completa de él. No necesitaba más en mi vida, Arnold siempre fue todo para mi y siempre lo seguirá siendo. Podía sentir sus manos por todo mi cuerpo, me besaba sin control, sin límites entre nosotros, él era mi guardian de amor y yo, su eterna princesa fielmente prisionera de su corazón. No me importaba nada, solamente quería estar con él.
Arnold POV
En escuchar a Helga decir que estaba dispuesta a todo por mi, con sus ojos azules enamorados que no paraban de penetrarme con su brillo, incendió el deseo en mi. La acoste sobre mi cama besando sus tiernos labios que no podía dejar de probar. El sabor único que sus besos me daban era, calor dulce de miel. Helga, mi hermosa Helga....me dejaba tocar su cuerpo sin limites. Tenía mi piel ardiendo de lo que mi cuerpo deseaba en hacerle. La miraba encantadora en mis brazos, podía sentir la pasión incontrolable que su ser transpiraba. Pero no podía....sabía que no era el momento y aunque ella estaba dispuesta a todo....yo la amaba lo suficiente para saber cuando iba ser nuestro momento de finalmente, hacerla mía. *
Arnold se levantó rápido de la cama y camino hacia el otro lado del cuarto respirando fuertemente.
"Helga.....te amo, pero, no podemos hacer nada."
"Pero yo estoy lista Arnold. Quiero estar contigo." Dijo Helga sentada en la cama de Arnold.
"Yo se Helga, pero......"
"Que no quieres estar conmigo!" Insistió Helga molestándose.
Arnold se regreso a donde estaba ella sentada en la cama y sentó a su lado. "Claro que si Helga pero....también quiero lo mejor para ti y aunque, yo sé que tú harías cualquier cosa por mi, este no es el momento para estar juntos."
"Entonces cuando?" Preguntó Helga con una inquietud en sus ojos.
"Helga...."Arnold le agarró la mano y la apretó. "Cuando llegue ese momento correcto de entregarnos...los dos lo sabremos, y cuando pase....." Arnold levantó su mirada hacia la ventana del cielo imaginándose como sería ese dulce día. ".....No me detendré a nada, te voy hacer completamente mía, así como eres, hermosa, ruda y amorosa. Ten paciencia amor....y disfrutemos nuestra relación."
Helga lo abrazó volviendo a pegar sus labios al los de él. "Como es posible que cada vez me enamoras más de ti cabeza de balón. Eres tan maduro y afectuoso que....me desesperas, te quiero apretar en mi cuerpo y nunca soltarte." Dijo Helga agitada.
"Mmmm....que puedo decir. Que te tengo loquita por mi." Respondió Arnold con una sonrisa linda de amor.
"Y tú de mi no!" Comento Helga con una mirada traviesa. Arnold la agarró de la cintura y le dio unos besos tiernos en su cuello. "Como me provocas Arnoldo." dijo Helga sintiendo el calor de los besos de Arnold sobre su piel.
"Hmmm....está es mi venganza por todas la veces que me atormentaste de niño con tus bromas Helga." Se atrevió en decir Arnold mientras le besaba el cuello.
"Ahh si.....quieres hablar de venganza cabeza de balón!" Helga aventó a Arnold en la cama y lo empezó a besar del cuello, haciéndole cosquillas al mismo tiempo.
"Ja Ja Ja Ja......Helga, ahí no....me da muchas cosquillas en esa parte, Ji Ji Ji!" Arnold se carcajeaba sintiendo los besos traviesos de Helga con las manos de ella en su torso y estómago.
"Helga.....Ja Ja...nos van a escuchar mis abuelos." Se forzaba Arnold en decir.
"Y que tiene cabeza de balón....solamente estamos jugando como dijo tu abuela."
"Helgaaaa..... está bien tú ganas." Se revolcaba Arnold diciendo.
"Que dijiste Arnoldo, no te pude entender." Dijo Helga haciéndole más cosquillas a Arnold por debajo de su camiseta.
"Que tu ganas....Helga!"
Las risas de Arnold se escuchaban hasta la cocina en donde estaban los abuelos. "Estos niños ahora que se traen." Dijo Phil levantándose de la silla para dirigirse al cuarto de su nieto.
"Oh Phil déjalos, solamente juegan." Comento la abuela.
"Pookie... Arnold ya no es tan niño y su amiguita de una ceja tampoco."
"Claro que si son niños, y has mirado como se quieren?" Comento Pookie tomando de su té caliente.
"Puedes ver eso!?" Preguntó Phil confundido.
"Por supuesto que si....mi Kimba está enamorado." Pookie exhaló pensando. "No puedo creerlo Phil....como pasa el tiempo."
Phil sonrió suavemente. "Si Pookie, tienes razón nuestro nieto está enamorado....te acuerdas cuando teníamos quince años?"
"Ohhh Phil....puede de que mi memoria no me ayude en ocasiones....pero tengo recuerdos que nunca se me olvidarán."
Phil puso su mano sobre la mano de Pookie y la miró con ojos de amor.
Después de buenas risas y besos, Arnold sacó sus libros, y entre el y Helga empezaron a trabajar con la tarea.
"Como batallo con estos problemas de álgebra." Se quejaba Helga mirando la hoja con problemas.
Arnold miro la tarea de Helga y borro unas fórmulas de la hoja conteniendo varios problemas ya hechos por ella.
"Hey qué haces Arnoldo?" Se quejó Helga mirando como Arnold borraba su trabajo de álgebra.
"Amor, tenias la fórmula mal para esos problemas. Mira por ejemplo este problema, queda reducido a un sistema de dos ecuaciones con........."
Arnold le explicaba cómo debía de hacer las formulas escribiendo el modo correcto de resolver los problemas. Sin embargo, Helga ponía toda su atención a los ojos verdes encantadores de Arnold y sus manos fuertes escribiendo con el lápiz.
"...........por eso el X y la Y se aplican de esta forma. ¿Entendiste Helga?"
"Mmmmmm....." respondió Helga con su mirada dulce de amor.
"Ay Helga no me pusiste atención cariño."
Helga reaccionó y miró el papel con los problemas hechos.
"Claro que entiendo pero....es mejor si tú haces mi tarea de álgebra y yo, escribo tu historia planetaria cabeza de balón."
"Lo malo de eso Helga es que cuando te den exámenes no podrás pasarlo si no sabes cómo resolver estos problemas."
"Si se como resolverlos pero....me da flojera en hacerlos." Respondió Helga con una sonrisa coqueta hacia Arnold.
"Ay Helga...." Arnold la miraba con una sonrisa suave.
Helga suspiro dándose por vencida en la tarea de álgebra. "Mira mejor repasemos el reporte de escritura que tienes que entregar para mañana y después me puedes ayudar con mis problemas de álgebra."
"Está bien." Respondió Arnold.
"Ahora dime Arnoldo...sobre que tiene que ser tu historia?"
"Tengo que escribir una historia ficción sobre los planetas y su creación."
Helga pensó. "Que tienes en mente cabeza de balón....dame tus ideas sobre la historia y las escribiré primero."
"Y después de escribirlas que pasará?" Preguntó Arnold.
"Depende, si me gustan tus ideas las convertiré en una historia, si no me gustan, te daré unas ideas buenas de mi parte."
"Como la convertirás en una historia." Preguntó Arnold confundido.
"Cielos cabeza de balón, no sabes nada sobre la narración. Toda historia tiene un, inicio para conocer a los personajes, después viene el conflicto jugoso con el desarrollo y las sorpresas, lo mejor se deja para el clímax con mucha drama y acción y el gran inesperado peligroso......final." Explicó Helga emocionada.
"Helga solamente necesito una historia sencilla."
"Nada es sencillo con la escritura Arnoldo! ¿Cuantas palabras te piden para la historia?"
"Quinientas."
"Solamente!" Exclamó Helga aburrida.
"Quinientas palabras es bastante amor."
"No lo creo Arnoldo, yo puedo escribir mil palabras en un ratito."
"Como se ve que te gusta escribir Helga."
"Puede de que si cabeza de balón, pero.......tú eres mi inspiración......si no sintiera este gran amor que siento por ti........yo no pudiera escribir."
Arnold le dio un dulce beso en la mejilla. "Pudiera pasar años leyendo tu escritura Helga."
"Pues no te queda otra cabeza de balón, si quieres estar conmigo tendrás que leer mis narraciones de amor." Respondió Helga dándole un leve empujón de cariño en el hombro.
"Entonces me dejarás leer, todos, tus libros de poemas y historias?"
"Por supuesto cabeza de balón, mientras yo te lo permita ese día."
Arnold sonrió. "Lo que tú digas Helga."
"Hablando sobre poemas, dame mi libro rosado que perdí hace años."
"No me dejarás quedarme con él?"
"Tanto lo quieres?" Preguntó Helga mirándolo con su ceja levantada.
"Si...pero, si lo quieres de regreso te lo puedo dar." Comentó Arnold.
"Quédate con mi libro unos días más Arnoldo. Después me lo puedes dar. Ahora....dame tus ideas para la historia que ya quiero empezar con esto."
Una hora después la historia planetaria quedó terminada. "Criminal que malo que no pueda agarrar crédito sobre la historia."
"El crédito lo tienes en mi corazón Helga." Arnold miró su celular y observo lo tarde que era.
"Tenemos que irnos Helga, vamos te encaminaré a tu casa."
Durante el camino Helga seguía quejándose de su hermana.
"Criminal no tengo ganas de escuchar a mi hermana hablar."
"Yo se Helga pero tendrás que hablarle bien a tu hermana tarde o temprano."
"No necesariamente cabeza de balón."
"Helga....tú eres más feliz cuando no tienes ese resentimiento por dentro, y yo se que aunque no lo digas...tú quieres mejorar la relación con tu hermana."
"La verdad es que no me importa la relación entre nosotras." Dijo Helga cruzando sus brazos.
Arnold miró a un hombre sospechoso dirigiéndose hacia ellos por enfrente. De inmediato Arnold agarró la mano de Helga y la jalo cercas a él.
"Que tienes cabeza de balón? Tú sabes que no me gusta caminar agarrados de la mano y mucho menos..."
"Helga no hables. Quédate cercas de mi."
Helga levantó la mirada viendo al nombre vulgar dirigiéndose hacia ellos. El callejero se acercó a Arnold diciendo "Oye camarada ayúdame con una plata."
"Lo siento. No tengo nada." Respondió Arnold apretando la mano de Helga.
"Ándale viejo dame unos centavos." Volvió a rogar el hombre.
"No tengo nada." Arnold camino más rápido con Helga mirando como el hombre extraño se quedaba atrás.
"Criminal por poco y le decía algo." Comento Helga irritada.
"Que bueno que no lo hiciste Helga. Esos hombres solamente están buscando dinero rápido."
"Que no tenías a unos amigos así cuando eras niño cabeza de balón."
"Si monkeyman y sus compañeros, pero ellos no eran nada como ese hombre que se nos acercó."
Arnold y Helga finalmente llegaron a la casa de los papás de Helga. Ella sacó su llave y abrió la puerta. Lo primero que ella miró entrando a la casa fue Ángel mirando televisión en la sala.
"Buenas noches." Dijo Ángel.
Arnold estaba parado en la entrada de la casa. "Buenas noches" Respondió Arnold por ser cordial.
"Y Olga?" Preguntó Helga.
"Se está bañando, en un momento salé." Comentó Ángel.
"Quieres que me espere Helga?" Preguntó Arnold.
"No....está bien cabeza de balón, ya es tarde y.....no me gustaría que caminaras solo de noche."
"Estás segura Helga. Puedo esperar hasta que Olga salga de bañarse."
"Dije que no cabeza de balón! Ya vete a tu casa, me hablas cuando llegues."
Arnold miró a Helga ansiosa, pero decidió en no decirle más para no hacerla sentir más incómoda.
"Hecho amor. Te quiero." Arnold le dio un beso a Helga en la mejilla y se despidió.
Helga cerró la puerta y se dirigía a las escaleras, pero una voz impaciente la detuvo.
"Tú hermana estaba preocupada por ti." Comento Ángel.
"Le dije que estaba con amigos."
"Pero ya son las nueve de la noche." Dijo Ángel
Helga no le respondió y siguió subiendo las escaleras.
"Sabes, no es bueno que una chica de tu edad se esté quedando hasta noche con el novio. No será que ustedes están......"
"Mejor mira tú programa de televisión y no te metas en la vida de los demás." Le respondió Helga rechinando los dientes del coraje.
"Olga necesita saber lo que su hermanita inquieta hace." Respondió Ángel mirando a Helga subir las escaleras y entrar a su recámara.
Helga cerró la puerta sintiendo el cólera del coraje entre sus dientes pensando en lo que Ángel le dijo. "Lo odio!" Exclamó ella.
Sintiendo la comodidad y libertad de su cuarto. Helga aventó su mochila y se dejó caer en su cama, a los minutos entró Olga a la recámara.
"Helga me tenías preocupada!" Olga intento en abrazar a Helga, pero ella se negó.
"Después de años de no estar en la casa estabas preocupada por mi...en serio Olga, no seas exagerada."
"Pero lo estaba hermanita, te llame y no me contestaste."
"Te mande un mensaje Olga."
"Pero eso fue cuando saliste de la escuela. Ya es tarde y no sabía nada de....."
"Ya Olga por favor, aquí estoy que más quieres!"
"Necesito que me digas en donde estas a todo momento Helga. Yo te estoy cuidando y...."
Helga soltó un respiro de impaciencia. "No me estás cuidando, lo que hiciste fue traer a la casa a un hombre que yo no conozco y me incomoda en verlo por mi casa."
"Ángel? ¿Como te puede incomodar?" Preguntó Olga confundida.
"Se mete en nuestros asuntos y, la otra noche estaba parado afuera del baño esperando a que saliera."
"Pero hermanita no ay nada extraño sobre eso, Ángel únicamente quería utilizar el baño."
"No era eso Olga, él me estaba esperando para hablar conmigo!"
"Sobre qué?" Preguntó Olga
"Sobre nosotras. El entrometido me reclamo que por mi culpa tú te sentías mal o algo así."
Olga puso su mano sobre el hombro de Helga. "Ángel es muy cuidadoso conmigo. No te deberías de sentir molesta por él."
"No entiendes Olga. Ángel tiene algo que no me gusta, siento que....esconde algo."
Olga se alejó de Helga en frustración. "No me digas eso hermanita. Tú sabes cómo sufrí con mi otro novio que yo amé con todo mi corazón y nos íbamos a casar cuando él tuvo que alejarse de mi vida para siempre y él nunca me dijo nada de sus intensiones......." Olga empezó a llorar recordando.
"Ya Olga cálmate! Ese novio que tenías anteriormente se fue porque tenía a otra por otro lado....eso era todo."
"Noooo!!! No me digas eso Helga!" Lagrimeaba Olga con su rostro rojo del llanto.
Helga miraba a su hermana, rodando sus ojos de ver lo escandalosa que era su hermana mayor. "Papá sabe que Ángel está en la casa?" Preguntó Helga sería.
Olga paró de llorar y se le quedó viendo a su hermana. "No sabe hermanita."
"Tiene que saberlo." Sugirió Helga.
"Tú sabes cómo es papi, y cuando sepa que ay un hombre en la casa sin permiso de él, explotará del coraje."
"Comoquiera necesita saber." Dijo Helga mostrando poco interés.
"No Helga por favor no le digas a papi."
"Entonces dile a tu novio, que se mantenga alejado de nuestros asuntos."
Olga se limpió las lágrimas. "Está bien Helga. Hablaré con Ángel. Pero no le digas a papi."
"No le diré nada Olga."
"Gracias hermanita!" Dijo Olga abrasando a Helga ."Sabia que podía confiar en ti!"
"No sé sobre eso Olga pero....ya sabes sobre nuestro trato."
"Si hermanita lo entiendo."
Olga le dio un beso a Helga en la mejilla, pero ella se limpió el cachete diciendo. "No lo menciones Olga......nunca." Helga se quitó sus botines mirándose fastidiada por su hermana. "Ya estoy cansada Olga. Hasta mañana."
"Hasta mañana hermanita. Me tomare unas pastillas para dormir, si necesitas algo le puedes decir a Ángel."
"No lo creo Olga, buenas noches."
En el momento que Olga se salió del cuarto, Helga se cambió poniéndose algo más cómodo para dormir. Antes de acostarse en la cama decidió en bajar a la cocina para agarrar un vaso de agua.
La cocina estaba oscura, Helga prendió el foco encontrando repentinamente al novio de Helga agarrando un vaso de agua. "Que haces en la oscuridad?" Preguntó Helga poniendo su mano en su pecho del espanto en encontrarse a alguien en lo oscuro.
"Solamente agarraba un vaso de agua para tu hermana."
"Y porque no lo agarró ella?" Preguntó Helga.
"Lo iba a ser, pero le dije que mejor descansara y que yo lo agarraría."
Helga abrió el gabinete para sacar un vaso, después abrió el refrigerador sacando un jarrón con agua fría para tomar. Mientras ella hacía todo eso ella presentía que él la miraba.
"Si ya terminaste de servirle el agua a mi hermana que haces aquí?"
"Porque siempre estás molesta conmigo?" Preguntó Ángel "Muy apenas me conoces y siempre me miras ....enfadada."
"Será porque tú desde un principio te metiste en algo que no te corresponde. Quieres que te vea mejor....no te metas entre los problemas de mi hermana y yo."
"Olga te quiere y tú solamente la quieres culpar por algo que no fue la culpa de ella."
"Mira....Angel, tú no conoces mi vida y claramente no conoces mi familia así que....apártate de esto, que como te dije anteriormente, no te incumbe."
El joven de jeans y camiseta blanca se acercó a Helga haciéndola sentir incómoda por lo cercas que él estaba. "Si no fuera el prometido de Olga, me mirarías diferente?" La mirada directa de él, le daba un escalofríos por su cuerpo, un presentimiento de algo que no estaba bien. Helga estaba congelada sin saber que contestar cuando de pronto como alarma, su celular se escuchó sonar desde su cuarto. Sin decir nada, Helga se alejó de la cocina y sintiendo su corazón latiendo en su garganta, se metió a su recámara y cerró la puerta.
"Bueno" contestó Helga agitada.
"Helga estabas corriendo?" Preguntó Arnold.
"Ugh...no"
"Hacías ejercicio?"
"Tampoco cabeza de balón, solamente estaba....en la cocina agarrando un vaso de agua cuando escuche el timbre del teléfono."
"Perdón que te llame hasta esta hora, llegue sudado a la casa y me bañe primero....espero que no te hayas preocupado por no haberte hablado antes."
"En realidad no me había dado cuenta del tiempo, estuve platicando con Olga un rato y......después, cuando fui a la cocina por agua, este Ángel me.....entretuvo un poco."
"Que te dijo?" Preguntó Arnold.
"No se.... ay algo más de él que no me hace sentir.....segura." Dijo Helga con su voz tímida.
"Porque lo dices Helga?"
"Primero me dijo que estaba agarrando un vaso de agua para mi hermana, después.....estaba en la cocina como, vigilando lo que hacía."
"Que traías puesto Helga cuando estabas en la cocina?" Preguntó Arnold alarmado.
"Mi camiseta rosa de tirantes y, mis shorts blancos."
"Que tan rabones están?" Preguntó Arnold.
"No se, para que quieres saber?"
"Helga! Solamente dime." Insistió Arnold preocupado.
"Son shorts un poco más largos de los que utilizo para el volleyball."
"Y que más te dijo?"
"Dijo.....que porque siempre estaba molesta con él y.....que si lo miraría diferente si no fuera el prometido de Olga."
"QUE?!" Exclamó Arnold con coraje en su voz.
En ese momento sin aviso la puerta de Helga se abrió. Helga estaba sentada en su cama con las piernas cruzadas y el celular en su mano.
"Este es mi cuarto! Que no sabes tocar!" Dijo Helga furiosa.
"Solamente quería decirte buenas noches y....dejaste tu vaso de agua en la cocina, te lo estaba trayendo." Dijo Ángel acomodando el vaso sobre el peinador de Helga.
"Criminal, no tienes porque entrar a mi cuarto sin tocar la puerta. Yo pude haber bajado por mi vaso!"
"Perdón....veo que estás en el teléfono....no te seguiré entreteniendo, buenas noches." Ángel le cerró un ojo a Helga de una manera coqueta y cerró la puerta.
"No puede ser! Ese mendigo, desgraciado hijo de......"
"Que pasó Helga." Preguntó Arnold con angustia en el celular.
"Ese bruto entró a mi recámara sin tocar la puerta, que estaba esperando en encontrarme cambiándome....grrrrrrr, y luego tuvo el descaro de......." Helga seguía agitada respirando con ardor del coraje.
"Helga que más sucedió?!"
"Ya te dije Arnoldo."
"No Helga, ibas a decir algo más....que él tuvo el descaro de qué?!"
"Oh Eso. El muy estúpido me cerró un ojo antes de cerrar mi puerta."
"COMO SE ATREVIÓ!!" Se exaltó Arnold. "Tu papá sabe de ese imbécil?!"
"Umm....no." Respondió Helga tímida por la manera de escuchar a Arnold expresase.
"Tienes candado en tu puerta Helga!?"
"No tengo Arnold, ¿que no te acuerdas de cuando pintaste mi cuarto?"
"No me acuerdo Helga. Siento la cabeza dándome vueltas en tan solo pensar que el prometido de Olga te esta insinuando algo.........para ya voy!"
"No puedes venir paraca Arnoldo!"
"Claro que si.....me sentiré más tranquilo si paso la noche en tu cuarto y mañana quiero que hables con Olga sobre esto!"
"Cielos, está bien. Pero piensa bien las cosas Romeo...no debes de pasar la noche en mi casa."
"Tampoco él Helga!"
"Cierto......pero ya es noche y....." decía Helga preocupada.
"Ya agarré mi mochila Helga, entrare a tu cuarto por la ventana...llego en unos minutos."
"No quiero que vengas, es demasiado peligroso." Insistió Helga.
"¡También es peligroso que él este en tu casa sin que sepa tu papá, en realidad no sabemos nada sobre el!"
"Tienes razón cabeza de balón no te voy a convencer a que no vengas verdad."
"No Helga. Ya voy en camino. "
"Está bien abriré mi ventana, y más vale que te apresures no te quiero caminando por la banqueta muy campante a estas horas."
"Ahorita llego Helga...adiós."
Los minutos se le hacían eternos a Helga pensando que Arnold caminaba solo por las calles peligrosas del barrio.
Treinta minutos después Arnold entró a la recámara de Helga por la ventana.
"No puedo creer que estés en mi recamara a estas horas Arnoldo."
"Tu ya has pasado la noche conmigo Helga."
"Criminal, cuando lo dices así se escucha.....indebido." dijo Helga con sus mejillas rojas.
Arnold le dio un fuerte abrazo a Helga y de inmediato se le quedo mirando a su cuerpo.
"Que tanto me vez Arnoldo?"
"Esos shorts están muy rabones para haber salido así de tu cuarto." Comento Arnold serio mirando lo que Helga tenia puesto para dormir.
"Siempre utilizo estos shorts cabeza de balón que tienen de malo."
"Que no estas con tu familia Helga, ay un hombre desconocido en la casa y debiste haber salido con pantalones a la cocina!"
"Criminal ahora me estas regañando por lo que utilizo para dormir Arnoldo."
"Solamente digo que no te quiero vistiendo shorts o faldas rabonas en la noche mientras él este aquí."
"Solamente porque te quiero hare lo que me pides."respondió Helga mirándose inconforme por lo que le decía Arnold.
"Bueno ya que estas aquí voy al baño." Dijo ella.
"Primero cambiante amor, ponte un pantalón."
"Y como quieres que me cambies si estas en mi cuarto mirándome Romeo."
"No te dio pena en meterte en mi cama durante la noche de navidad." Le recordó Arnold con una sonrisa suave.
"Siempre me lo estarás recordando cabeza de balón."
"Por supuesto Helga."
"Aquella noche estaba oscuro y tu estabas dormido, en realidad... no me miraste sin mis pantalones puestos."
"Pero sentí el calor de tus piernas." Comento Arnold mordiéndose el labio.
"Como quiera Arnoldo no es lo mismo a de que me mires en mis calzoncillos con la luz prendida."
"También te mire cuando estabas intentando en quitarte el vestido negro, después de la fiesta de Rhonda."
"Entonces si me miraste esa noche Arnoldo! Yo pensé que te habías volteado."
"Pues......no me voltee." Admitió Arnold con su mano atrás de su cuello.
"Que atrevido me resultaste cabeza de balón."
"Yo no fui él que te estaba espiando en tu recamara mientras te cambiabas amor."
Helga le levanto la ceja, "Yo puedo hacer contigo lo que yo quiera."
Arnold sonrió al comentario. "Como tu digas, mi Helga. ¿En dónde tienes las cobijas?"
Helga abrió su cajón para buscar un pantalón de pijamas. "En mi armario." Respondió ella sin pensar.
Arnold abrió la puerta del armario y prendió el foco, encontrando algo que el no se imaginaba en ver.
Notas de Autor:
Llego el capituló, y fue largo.
Me gusta mucho ver la relación de novios entre Arnold y Helga y sus pláticas entre amigos, sobre tareas y....sobre su noviazgo y límites de pasión. Arnold es un chico inteligente y maduro, puedo verlo diciéndole a Helga que es mejor en esperarse para tener relaciones más aparte porque son adolescentes y al mismo tiempo puedo ver a Helga pasional desesperada de estar con su mantecado. 🥰😊☺️
Sobre el final del cap. Que bueno que Arnold llego con Helga para asearla sentir más segura, pero Helga te descuidaste......😉
Hasta la próxima.
Saludos a todos y que tengan una excelente semana. Gracias por sus comentarios los adoro.
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