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Capítulo dedicado a MaryPazAhumadaSarmie y moonlight_lila








- En serio tienes buenos gustos Yoongi.  - Le dijo Jimin con una amena sonrisa.

- Gracias, tu igual - respondió Yoongi, con una leve sonrisa, mientras movía el jugo con el sorbete.

Después de dos días hablando seguido con Park Jimin, había aceptado una salida con él. Taehyung le había aconsejado que tuviera cuidado y que no se olvidara de su collar con el dije que suprimía su aroma. A Yoongi se le hacía extraño que su amigo estuviera muy paranoico, pero comprendía.

- El proyecto que hiciste junto a tu grupo el semestre pasado estuvo de locos, admiré mucho sus logros. - dijo Jimin, tomando un poco de su bebida.

- Oh, tu...¿Pasaste por nuestro stand?

- Claro que si, solo que entre tanta gente y lo ocupado que estabas no me notaste - ambos rieron.

- Si creo que esa fue la razón por la que no me dí cuenta de tu presencia, lo siento de todos modos.

- Hey, no te disculpes, no nos conocíamos, aún si me hubieras visto no era obligación que me recordaras.

- Pero tú si lo hiciste, me recordaste - susurró Yoongi, sonrojándose. Jimin mordió su labio inferior, bajando su mirada, tímido.

- Me fue difícil no hacerlo, eres muy bonito. - mencionó, sin poder mirar a Yoongi.

El pelinegro sintió sus mejillas arder, estaba a punto de responder a eso pero...

"Eres muy bonito, mi pequeño matir"

Aquella frase, acompañada del recuerdo de la voz de Jim Parksen invadió su mente. Sacudió con disimulo su cabeza, ignorando aquellos frustrantes recuerdos.

- Yoongi, ¿Estás bien? Si te incomodó lo que dije, yo lo siento...

- ¿Qué? No, no, no me incomodó, descuida. Es que... - rió nervioso. - ...hace tiempo no escuchaba que me dijeran eso.

Jimin sonrió. - Bueno, yo te lo diría todos los días a cada momento si es necesario. - las mejillas de Jimin estaban muy rojas, a Yoongi le causaba ternura. Definitivamente Jimin era su tipo, todo lo contrario al dominante Parksen.

- No me molestaría escucharlo, y más si es de tu parte.

- Bonito...bonito...

Ambos rieron en su burbuja de cursilería y la típica sensación de la primera cita.

*********************

El ocaso había caído, y con ello la finalización de una hermosa y amena cita.

Jimin y Yoongi caminaban por una acera, tomándose de sus dedos meñiques, ambos muy tímidos como para verse a la cara. Eso sí, la sonrisa no faltaba en sus expresiones.

- Muchas gracias Yoongi, yo... - Jimin rió nervioso. - ...no sabes cuan feliz estoy de que me hayas dado la oportunidad para conocernos más.

- No me agradezcas, también estoy feliz de salir contigo. Eres muy lindo, Jimin.

Mientras mordía su labio para evitar que su sonrisa aumentará más, Yoongi llevó su mirada hacia el otro lado de la calle por inercia, y lo que vió lo confundió, y si, lo asustó.

Se detuvo de golpe, sorprendiendo a Jimin. - ¿Qué ocurre?

Yoongi inhalaba y exhalaba, mientras buscaba con la mirada aquello que al parecer había desaparecido. Una águila. No era normal ver una curiosa águila al final de un callejón, en la ciudad.

Una dorada águila. Eso era, no fue su imaginación, pero...ya no estaba.

Su corazón comenzó a latir errático, y no pudo evitar mirar hacia todos lados, incluído el cielo.

- Yoongi... - Jimin se puso frente a él, sosteniendolo de los hombros. - ...¿Qué sucede? Me estás asustando.

- J-Jimin - susurró, pero no podía decirle que le pasaba, obviamente no lo iba a entender. - Es que ayer le robaron a alguien por esta calle y, me dejó un poco paranoico pasar por aquí. Disculpa por asustarte.

Jimin suspiró, asintiendo. - Descuida, te entiendo. - le sonrió, acariciando su cabello para calmarlo, pero obvio que Yoongi seguía muy nervioso y quería salir corriendo. - Será mejor seguir entonces, no quisiera que nos alcance la noche y te sientas inseguro.

- Si, vamos, vamos. - Yoongi tomó completamente la mano de Jimin, sorprendiendolo un poco, pero no le dejó reaccionar, pues prácticamente lo jalaba, hasta el punto de casi correr.

De reojo, Yoongi veía hacia todos lados. Algo no estaba bien, tenía que llegar con Taehyung lo más rápido posible.

Después de recorrer unas cuadras más, llegaron a la pequeña casa dónde vivia junto a su amigo. Al subir el porche, al fin pudieron tomar un poco de aire. Jimin se inclinó un poco, sosteniéndose de sus rodillas. Estaba levemente sudado por el trajín.

- Lo siento mucho Jimin, no era mi intención...

- No, está bien Yoongi, no pasa nada, me alegra dejarte sano y salvo en tu hogar.

- Gracias a ti por acompañarme, ¿Deseas un poco de agua?

- No, estoy bien. - Jimin le sonrió, acercándose un poco a él. - ¿Nos vemos para almorzar mañana?

Yoongi asintió, sonriente. - Claro que si, iré con Tae.

- Yo con mi amigo. Entonces, te veo alli, eh.... - Ambos se quedaron viendo, preguntándose con las miradas si...

Jimin suspiró negando, para tomar las mejillas de Yoongi y dejarle un besito en la frente. - Descansa, bonito. Hasta mañana.

- T-Tu igual. - la cara de Yoongi quemaba. Vió por unos segundos a Jimin, alejándose por la acera, para después entrar a su casa.

Al cerrar la puerta, se arrimó a esta, cerrando los ojos y tomándose unos segundos para calmar su respiración.

- Waoo, tuviste una tarde buena, para que estés así de sudado.

Mencionó Taehyung, mientras lo veía desde el pilar de la entrada a la cocina.

- Si, tuve una tarde genial, pero no con lo que piensas, eso no hizo falta para pasarla bien junto a Jimin. - Yoongi abrió los ojos, suspirando y llegando hasta el sillón.

- Después de que te calmes, quiero todo con cada detalle - le mencionó Taehyung, sirviendo un vaso con agua para a llevárselo hasta el sillón.

- Si, si obvio te lo diré, pero...eso puede esperar, ahora tengo algo más que decirte. - tomó el vaso con agua que le dió Tae, mientras su amigo lo veía desde la mesita con una ceja alzada.

- ¿Que pasó?

Yoongi dejó el vaso en la mesita, mirando a Taehyung. - Al venir hacia acá, yo...yo ví un águila. Era una águila dorada Taehyung.

- ¿Qué dices? Pero, ¿Dónde? - Taehyung se quedó en shock.

- Al final de un callejón, a unas cuantas cuadras de aquí en la principal. Taehyung, sabes que puede significar que...

- Espera, espera... - Taehyung se cuncliyó frente a su amigo, poniendo las manos en sus rodillas. - ...calmemonos, no sacaremos nada con desesperarnos. - tragando grueso continuó. - Un águila dorada, en la ciudad, si, es imposible, así que...tiene que ser un senhariano. - dijo aquello casi en un susurro.

- Lo sé, lo sé Tae, no es nada bueno, eso quiere decir que aún me están buscando  - Yoongi se levantó de golpe, haciendo a un lado a Taehyung. - ¡Maldita sea! Se supone que en ese planeta ha pasado un año y más, mucho más tiempo, ¡¿Por qué ese tipo no puede dejarme en paz de una vez?! - gritó Yoongi, casi al punto de las lágrimas.

Taehyung lo observó impotente. La verdad es que no sabía que más hacer. - Yoo, por favor no cedas al desespero - se acercó a él, tomándolo de los hombros. - Sabíamos que no iba a ser nada fácil, pero eso no significa que ese tipo se saldrá con la suya, aún seguimos en la tierra.

Yoongi lo quedó mirando, con sus ojos llorosos. - Hoy tuve una linda cita con Jimin, no puedo creer que mi día se haya arruinado por culpa de eso.

- Bebé, perdóname, si yo no hubiera insistido en hacer ese experimento nada de esto hubiera pasado y... - Taehyung apretó sus hombros.

- No Tae, es culpa de los dos, fue nuestro error no medir las consecuencias, supongo que cargaremos con esto lo que quede de nuestras vidas.

- Supongo que si, Yoongi... - Taehyung apretó aún más sus hombros, causándole dolor.

- Tae, me estás lastimando. - Yoongi lo miró con el ceño fruncido, tratando de alejarse, pero Taehyung se lo impidió. - ¿Que carajos te pasa?.

- Yoo... - Taehyung le hizo seña con los ojos hacia la puerta, pero Yoongi no entendía.

- ¿Qué te pasa? ¿Estuviste tomando? - Yoongi trató otra vez de soltarse pero Taehyung lo sacudió.

- Vete... - le dijo sin voz, solo con los labios.

Yoongi lo vió con una ceja alzada. - ¿Por qué me...

- ¡Vete ya! - le remarcó con los labios, apretando más sus hombros y abriendo sus ojos desesperado.

Un escalofrío entró en el cuerpo de Yoongi, atando cabos del actuar de su amigo. Sintió su cuerpo temblar, viendo de reojo a los costados de su sala.

Llevado por la impulsividad, tomó la mano de Taehyung, dispuesto a salir corriendo despavoridos, no iba a dejar solo a su amigo.

Pero antes de llegar a la puerta, chocaron contra algo, cayendo al suelo.

- ¡Ahh! - gritaron al caer sentados. - ¿Pero que mierda? - dijo Yoongi, retrocediendo aún en el piso.

Taehyung no resistió más, cediendo a las lágrimas. Se había demorado mucho en avisarle por lo bajo a su amigo, ya era muy tarde.

Un invisible campo de fuerza impedía el paso hacia la puerta. Yoongi negó, totalmente paralizado por lo que eso significaba.

- Perdóname Yoongi - sollozaba Taehyung - quise decírtelo más rápido, pero... - Yoongi miró a su amigo, con los ojos abiertos por la sorpresa e incredulidad.

- Tae... - susurró Yoongi, pero no pudo terminar de decir más nada, pues una tercera voz lo interrumpió.

- Gracias por obedecer terrícola, ojalá todos fueran como usted - dijo aquel hombre hacia Taehyung, acompañado de dos más. Habían salido del pasillo de las habitaciones. Senharianos, del palacio de los Parksen.

Yoongi jadeó tembloroso, ante la seria mirada de esos hombres. Lágrimas volvieron a escurrir por sus mejillas. Taehyung sollozó más fuerte.

- Usted, terrícola Min Yoongi, como matir de nuestro gobernante Jim Parksen, tiene la obligación de regresar a Senha con nosotros. Por favor, no deseamos usar la fuerza.

- No, no, no ¡No! - Yoongi se puso de pie como pudo. - ¡No iré a ningún lado con ustedes ni con nadie! ¡No regresaré a ser el esclavo de ese tipo! ¡Yo soy de la tierra, este es mi planeta!

Los tres hombres lo quedaron viendo, sin inmutarse a sus gritos y llanto. - Solo seguimos órdenes, terrícola Min. Desde que se convirtió legalmente en el matir de un senhariano, este mundo dejó de ser el suyo. Ahora, venga con nosotros.

Los hombres se acercaron lentamente hacia Yoongi, mientras este retrocedía por inercia. - ¡No iré con ustedes! ¡No voy a ir, déjenme en paz! ¡Díganle a su gobernante que se vaya al diablo!

Taehyung se puso de pie, quiso ir hacia Yoongi, pero uno de los hombres se lo impidió, sosteniendolo de un brazo. La fuerza era incomparable, así que Taehyung solo se quedó viendo aquella horrible escena.

- Se lo puede decir usted mismo, y vivir las consecuencias. - dijo por último el hombre, para finalmente llegar hasta Yoongi, y dispararle en el pecho. Una fina aguja se clavó en él, haciendo que cayera dormido. Uno de los hombres lo sujetó en sus brazos.

- ¡¿Qué le hicieron malditos?! - gritó Taehyung, desesperado.

- Él está bien, solo duerme. - le respondió indiferente uno de los hombres, para después subir su muñeca cerca de sus labios y presionar con el dedo un botón. - En un momento subiremos a LevsPark - habló hacia aquella especie de pulsera táctil.

- ¡Nooo, Yoongiiii! ¡Déjenlo en paz, no se lo lleven!! - gritaba Taehyung, tratando de escapar del agarre de ese hombre.

- Usted también vendrá con nosotros. - sonrió cortante aquel hombre, para después enterrarle en el brazo aquella fina aguja.

- Nos espera una gran recompensa de parte de nuestro señor. - dijo sonriente, el hombre que sostenía a Yoongi. - Regresemos a Senha.








Uyuyuyuyiiiii lo que se viene. 😈😭😭😭.



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