- ¡Ya despierta carajo!

Gritó Taehyung, mientras quitaba las sabanas del cuerpo de Yoongi.

- ¡¿Por qué gritas maldición?!

Yoongi pataleó como chiquillo, y se revolvió el cabello furioso.

- Son las once de la mañana, debemos ir a nuestra primera clase a las 12:30.

Taehyung abrió las cortinas, dejando que la brisa matutina entrara. Yoongi se quedó recostado como estrella de mar, por unos segundos más en la cama.

- Ya lo sé, pero... solo un poco más.

- El tiempo se va volando Yoo, así que ponte de pie, te espero abajo.

- Ay Tae, ¿Por qué eres tan molesto?

- Molesto y todo, pero bien que me extrañaste cuando estabas en Senha.

Al escuchar aquella palabra, Yoongi se sentó de golpe, mirando a Taehyung con el ceño fruncido.

- ¿Cuál era la necesidad de...

- Al menos te sentaste ¿No?. Ahora levanta ese culo, tenemos cosas que hacer. - Taehyung salió de la habitación de este, cerrando la puerta de golpe.

*************

Las calles de Seúl estaban abarrotadas de gente que iba y venía en todas las direcciones. Yoongi y Taehyung formaban parte de aquella multitud.

Caminar por la acera, al lado de su amigo, mientras conversaban de algo trivial, era algo que Yoongi siempre valoraría, más aún después de lo que vivió en Senha.

Sí, hubo varios momentos en aquellos dos meses, en los que creyó que nunca volvería a su vida normal, pero ahora toda esa pesadilla quedó atrás. Claro que, siempre habría algo que se lo recordaría, como por ejemplo el collar que tenía que cargar las 24/7, para neutralizar su aroma.

- Por cierto, escuché que tu madre te llamó cuando comías - Taehyung rió - ¿Al fin se le pasó el coraje?

Yoongi bufó - La entiendo, después de todo sé cuanto se preocupa por mi, y que no haya respondido durante medio mes, era de esperar que se enojara por la ansiedad que le causé.

- Tienes razón, mi madre hubiera venido aún en pijama acá a Seúl a jalarme las orejas, si no le hubiera respondido en todo ese tiempo.

Las madres de ambos, eran buenas amigas, puesto que se conocieron cuando Yoongi y Taehyung estaban en la primaria. Pasando su infancia y adolescencia en Daegu, se volvieron muy buenos amigos, casi hermanos, decidiendo seguir la universidad en Seúl, juntos. A pesar de ser mayores de edad, les guardaban mucho respeto a sus padres, y pasando algunos días les escribían para asegurarles que les iba bien.

- Me alegra tanto escucharla aún si está enojada - sonrió Yoongi. Era un alivio tan grande estar en la tierra.

Taehyung lo miró de reojo, al detenerse esperando el verde del semáforo. - Oye, sé que han pasado tres meses, poco tiempo para superar lo que pasó, y que yo no ayudo mucho que digamos...

- Ve al punto Tae... - el semáforo se puso en verde y comenzaron a cruzar por el paso zebra.

- Bueno, es que aún me causa mucha curiosidad lo de tu doppelganger.

Yoongi sonrió. - Aquel extraterrestre fue lo único bueno que me ocurrió allí, Yoon'Yuor...si hubiera caído en su planeta, mi experiencia fuera otra.

- ¿De verdad se parecía tanto a ti?

- Creeme que si. Es decir, se notaba que él era de otro mundo por sus lunares brillosos y color de cabello, pero, era mi copia.

- Me hubiera gustado que veas a mi doble aunque sea de lejos - Taehyung hizo un mohín.

- Pues no vi a nadie parecido a ti, lo juro.

- Bien, bien no insistiré más en eso, cambiando de tema, supe que te has estado mensajeando con alguien - Taehyung lo codeó.

- Eres un sapo, nada se te escapa.

Al fin habían llegado a la universidad, y entraron por la segunda puerta, mientras seguían conversando.

-Ay ya, dime de una vez, de todos modos me voy a enterar, ¡Yoongi!

- ¡Que intenso eres! - Yoongi retiró su gorra, al llegar a los pasillos en el interior del edificio. - Recién comencé a hablar con él hace una semana, no es nada novedoso.

- Su nombre.

- Ash...que estresante - susurró.

Minutos después llegaron a sus casilleros.

- ¿Qué te cuesta decirme?

- Se llama Jimin, ok.

Taehyung cerró su casillero de un brusco golpe, viendo a Yoongi muy sorprendido.

- ¿Jimin?

- Si - Yoongi alzó los hombros - ¿Qué tiene?

Taehyung alzó una ceja, con ironía. - Jimin. No sé porque se me hace conocido ese nombre, quizá lo tiene alguien en otro mundo...

- ¿Qué mierda quieres decir? - Yoongi cerró su casillero, y acomodó sus lentes con el índice.

- Jimin, Jim... No sé, como que se parecen, digo... - Taehyung golpeó con su dedo de en medio los lentes de Yoongi.

- ¡Oye!

- Ese tal Jimin es el doble de Jim, ¿O me equivoco?

Taehyung conocía a Yoongi muy bien, por lo que podía notar cuando mentía, se ponía nervioso, tímido o cuando quedaba traumado por algo.

- C-Claro que no... ¿Ahora no puedo conocer a nadie que tenga "Jim" en su nombre?.

- No he dicho eso, pero se me hace extraño. Su nombre se parece, y no me has querido mostrar ni una foto suya. ¿Qué escondes Min Yoongi?

- Deja de crear suspenso donde no hay, un día de estos planeamos una salida todos juntos, lo conoces y dejas de joderme. Ahora vamos, llegaremos tarde.

Yoongi siguió su camino, cortando la conversación con Taehyung antes de que siga con su interrogatorio. Sabía que no lo iba a poder evitar durante mucho, pero al menos se daría su tiempo de pensar en lo que hacía.

Park Jimin, un carismático chico de la facultad de gastronomía, le había escrito hace una semana por Instagram. Como estaba aburrido, Yoongi cedió a responderle, creando así una divertida conversación que dio paso a querer tener una amistad más cercana, de parte de ambos.

Aceptaba que cuando vio la foto de Jimin, casi se cae de la cama, pues era como estar viendo al mismísimo Jim Parksen en persona de nuevo. Su corazón había latido desaforado de temor y ansiedad por los recuerdos de lo vivido en Senha. Por todo eso, sí pensó en ghostear a Jimin, pero después de tanto reflexionar, llegó a la conclusión de que ese chico no tenía la culpa de ser el doble de un arrogante y pervertido extraterrestre.

Llegando al salón de clases, ambos tomaron asiento, dejando aquel tema en stop, por ahora.

***************

- Me duele el cuello - mencionó Taehyung, arrimado a un tronco. Era su hora libre así que estaba en el campus junto a Yoongi.

- Deberías usar un parche o darte un masaje. - respondió Yoongi, quien no dejó de chatear mientras hablaba.

Taehyung lo miró con el ceño fruncido. - ¿Hablando con ese tal Jim...digo Jimin?

Deteniendo sus dedos por unos segundos, Yoongi miró a Taehyung de reojo, negando. - No tienes remedio. Y sí, estoy conversando con él.

- ¿En qué facultad está?

- Gastronomía.

- Uy, tendremos a alguien que nos cociné - rió Taehyung. - Déjame ver una foto de él.

Suspirando, Yoongi le mostró una de las fotos que este tenía en su cuenta de Instagram. Taehyung silbó por lo bajo. - No está nada mal. - carraspeó. - ¿Así se veía ese extraterrestre?.

Yoongi jugueteó con sus dedos, dejando el celular un momento. - Más o menos.

- ¿Qué significa eso?

- Ay carajo, que si se parecen. Obviamente varían algunas cosas, pero, Jimin si es el doble de Jim Parksen. - la mirada de Yoongi se perdió por un momento.

- Oye, sabes que estaba molestándote, lo siento si...

- No, descuida, estoy bien. Poder hablar sobre esto con total calma y sin llorar, es una buena señal para mí. Jimin es muy divertido y carismático por lo que me he dado cuenta hasta ahora, no tiene nada que ver con Jim, son totalmente opuestos. - Yoongi tomó otra vez su celular, respondiendo a los mensajes de Jimin. - Así que, no le quitaré mi amistad por culpa de ese tipo.

Taehyung sonrió al escuchar hablar de manera a su amigo. - Me alegra escucharte hablar así. Tienes todo mi apoyo Yoo.

Ambos siguieron descansando mientras comían piqueos. El campus estaba lleno de estudiantes y profesores de varias facultades, por lo que era muy difícil fijarse que alguien los veía desde la esquina de la entrada del edificio de enfrente. Sin embargo, Taehyung pudo notar algo extraño.

Aquella silueta, sombra o lo que sea, se había escondido cuando chocaron miradas. Taehyung no quiso asustar o poner nervioso a su amigo, quien recién se estaba recuperando del trauma vivido. Así que antes de poner en alerta, se calmó.

- Yoo, quiero comer helado antes de entrar a la otra clase, vamos. - Se puso de pie, sin darle a Yoongi opción de negarse.

- Pero...

- Pero nada, vamos rápido. - Taehyung lo levantó del codo, obligándolo a caminar rápido.

- Espera, ¿Cuál es el apuro?

- Solo camina Yoongi.

- Ash, que bipolar eres. - Yoongi se soltó, guardando su celular, para seguirle el paso a su amigo.

Taehyung miraba de reojo o intercaladamente hacia atrás. No había pasado nada novedoso en esos tres meses, además, se suponía que en Senha ya habría pasado un año, ese extraterrestre se debió dar ya por vencido y dejar de perseguirlo ¿Verdad?.

Entonces, ¿Por qué Taehyung presentía algo malo al ver aquella sombra?

- Ya mismo me llevas corriendo Tae, para un poco - exhaló Yoongi.

- Eres un flojo... - susurró Taehyung.

Cuando estaba por responder, alguien se les acercó, con una estusiasmada sonrisa, y unos papeles en mano.

- Hola chicos, disculpen si les robo un poquito de tiempo, pero quería pedirles de favor si pueden ayudarme con sus firmas, para aprobar el proyecto de ecológica en el campus.

Taehyung lo quedó viendo con curiosidad, mientras que Yoongi casi se desmaya al ver a aquel chico.

- Disculpa, ¿C-cuál es tu nombre? - preguntó Yoongi, totalmente anonadado.

- Jeon Jungkook, mucho gusto. - respondió el chico, sin dejar de sonreír.

El mundo quería volverlo loco, definitivamente.

Primero con el doble de Jim Parksen, y ahora con el doble de Jungok, el hermano de Jim. Yoongi se quedó callado y con expresión casi asustada.

- ¿Tu amigo está bien? - le preguntó Jungkook a Taehyung.

- Si, descuida, es solo que... Dame eso... - Taehyung le quitó las hojas y dejó su firma y la de Yoongi. - ...de nada.

- Gracias chicos, tengan buen día. - Jungkook se retiró.

- Yoo, ¿Estás en la tierra?

- Tae...voy a enloquecer. - susurró, sobando sus sien.

- ¿Qué sucede? ¿Te acordaste de algo?

Yoongi negó. - Solo sigamos, creo que también debo comer algo dulce.

Ambos siguieron su camino, mientras que aquella "silueta" se encontraba detrás del edificio por los sestos de basura donde no había nadie. Dejando un mensaje por medio de un chip, tomó forma de águila, y se retiró volando.