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CAP 03: "Verdad"

Ambos respiraban agitados tras haber vuelto a repetir lo que habían hecho en la habitación del menor. Esta vez, no había sido sexo salvaje, más bien, Jungkook podría decir que habían tenido un sexo vainilla que había disfrutado tanto como el anterior.

El alfa había cuidado de él en todo momento y se había abstenido de follarlo con dureza. Los besos se habían llevado el protagonismo y las caricias los acompañaron. Incluso después de correrse, ninguno quiso separarse del otro; Namjoon se mantenía entre las piernas de Jungkook, acariciando éstas y dejando besos en su cuello y labios, por su parte, el rubio se dedicaba a acariciar la espalda del alfa mientras correspondía a los besos y acariciaba las caderas del contrario con sus piernas.

No fue sino hasta después de varios minutos que se alejaron, pero sólo para levantarse y dirigirse al baño con la intención de compartir una ducha y robarse unos cuantos besos de por medio.

Ahora en el baño, la lluvia artificial los cubría a una deliciosa temperatura de 30°. Mientras el menor lavaba su cabello, Namjoon lo abrazó por detrás, pegándolo a su cuerpo de forma melosa, provocándole una suave risa.

—¿Qué haces?— sonrió mientras tomaba las manos del mayor, que se sostenían fuerte contra su vientre. Sorprendentemente, esto no le disgustó en lo absoluto.

—Quiero volver a verte, Jungkook— aquellas palabras hicieron al susodicho abrir sus ojos en grande —Ya sé que sólo fui un instrumento para vengarte de tu esposo, pero en verdad lo disfruté y quisiera seguir viéndote, volver a repetirlo.

El menor se dio la vuelta para mirarlo a los ojos —Yo también quisiera volver a verte, pero ¿Y tu esposa? Creí que te sentías muy mal por haberla engañado.

Namjoon hizo una mueca —Hablaré con ella. Estuve pensando en lo que ella me dijo antes de salir y si en verdad se arrepiente de haberse casado conmigo, entonces no veo razón para seguir con ella.

Jungkook lo miró preocupado, la idea de haber roto un matrimonio a parte del suyo le aterró demasiado.

—Trata de arreglar las cosas con ella y si en verdad su matrimonio ya no tiene solución, entonces déjala, pero trata de salvar tu matrimonio, no seas como yo.

Namjoon le brindó una cálida sonrisa y asintió.

—¿Y tú qué piensas hacer? ¿Vas a seguir con tu esposo o...?

—Para nada— le interrumpió —No voy a seguir al lado de un hombre que no me respeta. Tal vez esto te suene muy bajo de mi parte, pero trataré de sacarle el mayor dinero posible para irme de aquí— el alfa lo miró confundido —Lo que pasa es que... Yo antes de casarme con Tae, no tenía tan buena posición económica; prácticamente, mis padres me vendieron a él para que yo tuviera una estabilidad, pero murieron hace poco, así que no tengo a dónde ir si me divorcio de Taehyung en estos momentos.

El moreno asintió, comprendiendo.

—Entonces debo asumir que tus tarjetas de crédito y tu ropa cara han sido regalos de él, y si te divorcias, te lo quitará todo ¿No es así?— Jungkook asintió.

—Es por eso que necesito dinero en efectivo, tanto como pueda sacarle— al ver la expresión de preocupación que el contrario tenía en su rostro, negó con su cabeza —Descuida, Taehyung está podrido en dinero, unos cuantos miles de dólares que le saque, no le harán falta para nada. Además, tómalo cómo una compensación por haberme defraudado.

Mirándolo desde ese punto de vista, ya no sonaba tan mal.

—Mm, está bien.

Terminaron de ducharse y salieron del baño. Mientras Jungkook buscaba qué ropa ponerse, Namjoon se dirigía a la salida de la habitación para ir en busca de su ropa, eso hasta que el menor le detuvo.

—Puedes colocarte esto, Taehyung ya no utiliza mucha de esta ropa— le pasó una camisa celeste, un bóxer negro, un par de zapatos y unos pantalones del mismo color que se veían demasiado costosos para su gusto. Al ver que el mayor no iba a aceptarlos, el rubio recurrió a la táctica del convencimiento —Vamos, acéptalas por mí ¿Sí? Tu ropa ya está muy gastada y no te vendrá mal un atuendo nuevo, además, sino lo usas, Tae lo tirará a la basura tarde que temprano.

¡Eso era un pecado! Esta ropa se veía demasiado fina y costosa como para desecharla así sin más. Al final, terminó por aceptarla sólo para que no tuviera tan triste final.

—Me siento como un ladrón— murmuró después de colocarse el atuendo.

—¿Por qué lo dices?

—Porque vine a la casa de un hombre rico, le robé a su esposo y ahora le robo su ropa— aquellas palabras hicieron reír a Jungkook.

El alfa se hallaba de pie frente al espejo de la habitación, el cual llegaba hasta el suelo, dándole una vista completa de su cuerpo. Mientras se organizaba la camisa, vislumbró a Jungkook abrazarlo por la espalda y apoyar su cabeza en su hombro.

—Así que me robaste ¿Eh?— al darse cuenta de lo que había dicho, Namjoon abrió sus ojos en grande y trató de remediar sus palabras. Sin embargo, Jungkook no se lo permitió, pues dejó salir libremente una risa que lo destensó —No te preocupes, en realidad, no sé qué vaya a pasar de ahora en adelante con nosotros... Ya sé que, si las cosas no funcionan en tu matrimonio, nos seguiremos viendo, pero habrá que esperar a ver qué sale de eso— terminando de hablar, se colocó de puntitas y plantó un delicado beso en los labios del más alto.

Éste no dudó en corresponder. Dirigió sus manos a la cintura del más bajo para pegarlo más a su cuerpo y profundizó el beso.

El sonido húmedo de los besos comenzaba a prenderlos de nuevo, compartieron un par de caricias y miradas hasta que el menor se separó con la respiración agitada.

—Es mejor que no. Si continuamos, voy a querer sexo de nuevo y me estoy retrasando— el mayor lo miró expectante, no entendiendo sus palabras. Ante esto, el menor le brindó una cálida sonrisa —Limpiemos abajo y regresemos al taxi, ya te explico.

Sin poner peros de por medio, el mayor hizo lo pedido y entre los dos bajaron para organizar la sala y limpiarla. Él desechó el condón que había dejado allí y con un trapo húmedo limpiaron el semen de la alfombra que ya hasta se había secado. Namjoon tomó la ropa con la que había llegado y la dobló impecablemente para después llevarla hasta el taxi.

Una vez organizaron todo y estuvieron listos, subieron al taxi de nuevo y emprendieron marcha hacia quién-sabe-dónde.

—Ahora sí, explícame que ya no puedo dar muchas vueltas, se me va a acabar la gasolina— el menor soltó una carcajada antes de pasarle una generosa cantidad de dinero.

—Esto es por el pasaje de hace un rato, por ayudarme y por el pasaje de ahora— Namjoon lo miró por un momento y soltó un largo suspiro, terminando por aceptar el dinero.

—Bien, ahora sí, cuéntame.

Jungkook se veía ansioso, frotaba sus manos en sus pantalones, pensando en si lo que se le había ocurrido era una buena idea.

—Lo que pasa es que... Quiero que vengas conmigo a encararlo, que sepa que no estoy solo— tras decir esto, lo único que se escuchó fue un frenazo en seco que casi hace derrapar el vehículo.

Namjoon lo miró asustado mientras trataba de detectar alguna pizca de broma en su propuesta. Para su mala suerte, no la encontró.

—¿Quieres que yo vaya a enfrentar a tu esposo?— Jungkook asintió, evidentemente tranquilo.

—Bueno, iríamos los dos. No te dejaría solo con él, tampoco soy un desgraciado— mientras hablaba, movía sus manos rápidamente, gesto que revelaba lo nervioso que se sentía.

—¿Estás consciente de que si hacemos eso, no vas a poder sacarle el dinero que querías?— el rubio hizo una mueca.

—Lo pensé, pero podría hacerte pasar como un amigo que vino a defenderme. Le haré un escándalo y después tú lo golpearás.

Okay, okay, okay. Stop!

Namjoon se vio obligado a poner sus manos sobre las de Jungkook para hacerlo entrar en razón. Nunca había visto a un omega calcular las cosas de una manera tan macabra, le daba hasta miedo.

—Oye, yo no voy a golpear a nadie; nunca lo he hecho, ni planeo hacerlo. Yo soy un alma tranquila— el menor bufó divertido.

—Vamos ¿No lo harías por mí?— y aquí íbamos de nuevo con la manipulación.

El moreno le miró por unos segundos. No entendía el propósito de este plan, es más, hasta donde lograba entender, hacerlo sólo destruiría los planes que Jungkook ya tenía para con su esposo. Al final, decidió hablar.

—Necesito que me expliques primero todo.

El menor cruzó una pierna y asintió.

—Mi idea es irle a hacer el reclamo, gritarle y tal vez hasta golpear a esa omega que se le metió por los ojos— el alfa abrió sus ojos en grande ante la agresividad del omega —Después, quiero que tú lo golpees para que se arrepienta de haberme traicionado y conociéndolo, después irá a buscarme para pedirme perdón. Si está con esa tipa, obviamente no es por amor, así que no dejaría a su esposo por alguien que sólo es para pasar el rato. Yo le diré que lo perdono y volveré con él a la casa, pero los siguientes días me voy a dedicar a pedirle dinero para cualquier cosa y obviamente no podrá negarse, si lo hace, le recordaré su engaño y lo chantajearé con dejarlo. Cuando ya tenga todo el dinero que necesito, aprovecharé algún momento en que me deje solo, empacaré mis maletas y me iré, después le haré llegar la solicitud de divorcio.

La boca de Namjoon era una perfecta "o" en estos momentos.

¿Cómo un omega tan lindo podía ser tan frío y calculador? Eso era algo que nunca iba a entender.

—Eres cruel.

—No, cruel fue él al engañarme sin importarle mis sentimientos. Yo lo amaba, Namjoon, en serio que lo hacía sobre cualquier cantidad de dinero que pudiera ofrecerme. Me esmeré para ser un buen esposo ¿Y qué obtengo a cambio? Que me traicione con una omega que posiblemente, sólo está detrás de su dinero. Soy lindo, pero también inteligente y si alguien me la hace, yo se la devuelvo con creces.

Un pesado suspiro abandonó los labios del alfa mientras éste restregaba sus manos por su rostro, tratando de entender la motivación del omega para hacer todo esto. Definitivamente, si algo llegaba a resultar entre ambos, jamás haría algo en su contra, no sólo porque no tenía la voluntad de hacerle daño, sino porque también le daba miedo lo que el omega pudiera planear para él.

Al final, decidió aceptar.

—Bien, pero de una vez te advierto que la idea de golpear a tu marido no me agrada mucho.

Jungkook sonrió en grande, mostrando una adorable sonrisa de conejo —Descuida, sólo será uno chiquito, aquí— empuñó su mano y golpeó suavemente su propio pómulo. Namjoon no entendía cómo podía verse tan tierno planeando la golpiza de alguien.

Jungkook era tan dual que le encantaba y asustaba en partes iguales.

Sin decir más, puso en marcha el vehículo con destino a la dirección que el rubio le había proporcionado.

Después de varios minutos, el alfa se vio entrando nuevamente a la zona de discotecas. El lugar estaba más prendido que hace unas horas, pues al ser ya la madrugada, había más personas divirtiéndose por todos lados.

Condujo hacia el club que conocía muy bien, pues antes había tenido la oportunidad de transportar personas hasta allí. Era un lugar exclusivo y había que hacer una larga fila para entrar, esta noche no era la excepción, pues podía divisar a un montón de personas en la entrada, siendo requisadas por el guarda de seguridad.

Jungkook bajó del vehículo y segundos después, lo hizo Namjoon, claramente, asegurándose de dejar el taxi con seguro y todas las ventanas cerradas.

Ambos se encaminaron hacia el guarda de seguridad, saltándose toda la fila y ganando múltiples gritos por eso. El hombre estaba a punto de decirles que hicieran la fila como los demás, hasta que vio al omega que constantemente frecuentaba el lugar. Jungkook era un cliente VIP al igual que su esposo, por lo que el guarda no tuvo reparos en abrirles la puerta y dejarlos entrar sin más.

Una vez dentro, Jungkook tomó la mano de Namjoon y con decisión, se encaminó hacia el piso subterráneo, lugar que aparte de tener el bar para personas VIP, era donde el rubio había visto a su esposo con su amante.

Bajaron las escaleras con rapidez y allí lo vislumbró.

—Míralo, aún sigue ahí, abrazado a esa mujer— con la rabia dominando su tono de voz, le señaló una pareja que se hallaba casi al fondo.

El moreno miró en la dirección que el omega le señalaba y los vio. El tal Taehyung estaba bailando lentamente junto a una chica mientras la abrazaba.

Realmente, Namjoon nunca creyó que Seúl fuera una ciudad pequeña. Podía pasar horas en su vehículo recorriéndola de extremo a extremo y aún había lugares que, a pesar de ser taxista, no conocía. Seúl era una ciudad jodidamente grande y eso le aterraba.

O quizás no, lo que le aterraba era que a pesar de gozar de una amplia superficie de 605,2 km² y tener una población de más de diez millones de personas, la omega que el tal Taehyung se hallaba besando... Era precisamente su esposa.

La leve sonrisa que tenía en el momento se esfumó con rapidez. Sin darle explicaciones a Jungkook, lo tomó de la mano y salió casi corriendo del lugar.

Una vez estuvieron afuera, Namjoon se subió al taxi desprendiendo un aroma agrio, Jungkook lo miró confundido y se subió al asiento del copiloto sin comprender nada. Después de abrocharse los cinturones, el alfa puso en marcha su vehículo para alejarse lo más pronto posible de ese lugar.

Tenía la mirada perdida y apenas sí se concentraba en la carretera, su mente no podía procesar nada más que la imagen de su esposa siendo besada por otro tipo y el estómago se le revolvía.

¿Acaso esto era el karma por haberla traicionado?

Sus puños se ceñían con fuerza al volante y su entrecejo se hallaba fruncido mientras no dejaba de murmurar cosas que Jungkook no lograba comprender. No fue sino hasta que llegaron a un lugar donde no había casi tránsito, que decidió detenerse a un costado de la carretera.

En ese preciso momento, el menor decidió hablar.

—¿Me puedes explicar qué demonios pasa? Creí que me ayudarías, pero saliste prácticamente huyendo de ese lugar— él no quería ser cruel con el alfa, pero su reacción le había descolocado y necesitaba una explicación ahora mismo.

—La omega... La que tu esposo estaba besando... Era mi esposa— logró decir entre balbuceos, aún sin poder dar crédito a lo que sus ojos habían visto.

Los ojos azules del omega se abrieron como platos y boqueó como pez fuera del agua. No, eso no podía ser cierto. ¿Acaso esta ciudad no era lo suficientemente grande como para que al menos, su esposo lo estuviera engañando con una omega distinta a la esposa de su amante?

De inmediato, comprendió el porqué de la reacción de Namjoon y se sintió mal por haberle exigido una explicación de manera tan tosca. Dirigió su mano al cabello de Namjoon y lo acarició un poco para tratar de reconfortarlo.

—Yo... Lo lamento mucho.

—¿Hace cuánto dices que tu esposo tenía un comportamiento raro?— la pregunta lo descolocó, pero igualmente, respondió.

—Desde hace dos semanas ¿Por qué?

Su labio inferior tembló. Todo cuadraba tan malditamente bien que sentía mucha ira por dentro.

—Es el mismo tiempo que mi esposa llevaba tratándome mal por la falta de dinero.

Al decir aquello, las piezas parecieron encajar en la mente del menor —¿Quieres decir que tu esposa llevaba engañándote desde hace dos semanas con mi esposo y al ser él un hombre tan rico, empezó a sentir la falta de dinero contigo?— a Namjoon le sorprendía la inteligencia del omega, pero terminó por asentir.

—Todo cuadra, Jungkook. Por ese maldito infeliz es que mi esposa empezó a tratarme como una basura— su mandíbula se tensó y el rubio tuvo que sostenerlo por los hombros para que no perdiera los estribos.

—Por favor, cálmate. Yo sé que descubrir una infidelidad es horrible, yo lo viví en carne propia esta misma noche, pero trata de conservar la calma, estoy aquí para ti así como tú estuviste para mí.

Namjoon lo miró melancólico antes de abrazarlo con fuerza, permitiéndose a sí mismo quebrarse en los brazos contrarios. Jungkook correspondió al abrazo y se dedicó a repartir caricias tanto en su cabello, como en su espalda. Cuando sintió sus hombros mojados, hizo al moreno levantar la mirada para besarlo en los labios.

Fue un beso sin dobles intenciones, pero fue uno profundo, uno que logró apaciguar el llanto del alfa. Cuando éste se hubo calmado, se disculpó por la incómoda escena, pero el menor le tranquilizó diciendo que era algo normal y que no debía avergonzarse por llorar.

—Supongo que ya no tratarás de salvar tu matrimonio— el alfa negó —Sé que no nos conocemos, pero algo que tenemos en común es que esta noche ha sido dolorosa y encantadora en partes iguales para ambos. Si aún no has cambiado de opinión, quisiera seguir viéndote.

El mayor le miró con los ojos rojos por el previo llanto antes de asentir lentamente.

—Me encantaría seguir viéndote, Jungkook— suspiró —Perdón por haber frustrado tus planes.

El menor hizo un ademán con su mano, restándole importancia —De todas formas, cuando los vi la primera vez, les tomé fotos. Mañana le diré que lo sé todo y mi plan continuará como lo acordado. No te preocupes por nada.

Namjoon dio un asentimiento y después de dudarlo un poco, volvió a abrazarlo.

—Dejaré a Jihyo mañana mismo— al oír esto, el menor le vio sorprendido —He estado ahorrando un dinero para comprar una casa, aún no me alcanza para la que quería, pero la utilizaré para rentar un departamento. Ya seguiré ahorrando para poder comprarla en un futuro.

—¿Pero al divorciarse, a ella no le tocará parte de ese dinero?— Namjoon negó.

—Nos casamos por bienes separados y desde nuestra boda, establecimos que cualquier adquisición que obtuviéramos en el matrimonio, sería de quien la consiguió. Así que no hay problema por eso— Jungkook le vio preocupado y Namjoon no tardó en notar lo que le acongojaba —Si te preocupa que deje a Jihyo sin un centavo, no te preocupes. Tú mismo dijiste que la amante de tu marido estaba con él por dinero, así que estoy seguro de que Taehyung le dará todo el dinero que quiera y que yo jamás pude darle.

Tras decir esto, aún con su corazón dolido, tomó la mano del omega y la besó como el caballero que era.

—Agradezco al destino por haberte conocido esta noche. En tan sólo unas horas, le has dado a mi vida un giro de 180° y aunque no todo ha sido bueno, jamás me arrepentiré de haberte recogido en mi taxi.

Jungkook se sintió apenado por él, pero al mismo tiempo, sintió alivio; ese alfa que le había ayudado a superar sus penas esa noche, se merecía algo más que una mujer interesada a su lado. Era consciente de que desde su boda con Taehyung, se había acostumbrado a los lujos y que Namjoon, por mucho que trabajara duro cada día, no iba a poder darle todo lo que quería, pero siendo sincero, no le importaba.

Se lo había dicho al moreno horas antes y lo sostenía. Prefería renunciar a sus lujos antes de seguir al lado de un alfa que no lo respetaba.

Además, era un chico inteligente y podía salir adelante. Tal vez era un buen momento para reanudar sus estudios y culminar su carrera de ingeniería biomédica. Así, si lograba establecer algo serio con Namjoon, podría ayudarlo con sus problemas económicos y tal vez, crecer juntos como una pareja.

Ya sabía que se estaba haciendo muchas ilusiones con alguien que apenas había conocido hace unas horas, pero algo le decía que él no había detenido el taxi de ese alfa por precisa casualidad.

De repente, sin decir nada, se sentó en las piernas del alfa que aún se hallaba frente al volante. Éste se sorprendió por la acción, pero no se quejó en lo absoluto. El omega se acercó a su oído y le susurró con un cálido aliento:

—Estoy dispuesto a que sanemos nuestras heridas mutuamente, pero por el momento, sólo hazme el amor aquí mismo.

Y dicho esto, lo besó.

Los siguientes minutos continuos a ello, algunos transeúntes y personas que conducían sus vehículos, habían visto un taxi con las ventanas empañadas mientras se movía de arriba a abajo. Algunos miraban con picardía, otros los ignoraban y algunos se atrevían a tachar a quienes estuvieran adentro como un par de degenerados. En realidad, alfa y omega se mantenían completamente ajenos a ello mientras se fundían el uno en el otro.

Ambos con sus corazones heridos, pero con la intención de sanarlos recíprocamente. Ninguno sabía qué deparaba la diosa Luna para ellos, pero esperaban que al menos tuvieran una segunda oportunidad para amar a quien verdaderamente los merecía.

Desde entonces, Namjoon continuaría saliendo en su taxi a altas horas de la noche para recoger al omega, quien siempre le haría la parada a las diez en el mismo lugar.

FIN

¡Ta-da!
¿Qué dicen? ¿Les gustó?

Yo espero que sí, lo escribí con mucho amor y cariño, tanto para el concurso al que va dirigida, como para ustedes ❤️

Sin más que decir, me retiro.

Atentamente:

©AlejaDeMin

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