Jisung iba a negarse pero... Sólo era bailar, ¿Qué podría salir mal?

Asintió y siguió moviéndose al ritmo de la música con un alegre Minho detrás de el, hasta que la música paró y decidió alejarse, pero Minho lo había tomado del brazo impidiendo su huida.

— Sung bailemos otra canción más. — pidió el menor.

"Diablos" pensó Jisung, Minho era demasiado guapo para su propio bien.

— ¿Por qué? — preguntó.

— Bailas bien y realmente me gustaría pasar tiempo contigo.

— ¿Por qué? — volvió a preguntar.

— ¿Por qué?, no hay porqué.

— Eres extraño, no me conoces. — dijo esperando a que Minho lo dejara.

— Te conozco. — respondió el chico para sorpresa de Jisung. — Te llamas Han Jisung, estás en el club de baile, en tercer semestre, odias las alturas, tu mejor amigo es Hwang Hyunjin que es novio de Jeongin, también eres amigo de Lee Félix, sueles comer sopa instantánea en los recesos, también sueles hacer ejercicio en tus horas libres de los días martes, entre otras cosas.

— OH... — Jisung no supo que decir. — eres un acosador. — afirmó intentando soltarse.

— ¡No para nada! — respondió el pelinegro temiendo haber asustado a el mayor. — es
porque... me gustas Jisung.

— Genial. — respondió muy sacado de onda. — ¿Podrías soltarme? En verdad tengo que irme.

— ¿Realmente estas rechazándome?, podríamos ser una bonita pareja. — insistió.

— No te conozco.

— Podrías llegar a conocerme.

— No quiero conocerte. — le dijo de forma cortante, Minho hizo un puchero infantil.

— ¿Por qué no?, ¿No te gusto?

Jisung lo miró de arriba a abajo deteniéndose justo en la entrepierna lo que provocó que su rostro se pusiera rojo como un tomate.

Minho sonrío socarronamente.

— Seguramente haz escuchado los rumores. — le dijo. — ¿Entonces ya estas más interesado?

— Todo lo contrario. — respondió Jisung dándole la espalda y alejándose caminando a su asiento.

— ¿Qué? — Minho estaba que no se lo podía creer, siguió a el mayor y se sentó a su lado, el ambiente era muy ruidoso y ya no estaban tan cerca como hacia unos momentos mientras bailaban.

— ¡En verdad me gustas! — le gritó al odio.

— ¡No estoy sordo! — le gritó Jisung de vuelta.

— ¡Yo tampoco!

— ¡¿Y por qué estamos gritando?!

— ¡No lo sé! — Jisung suspiró. Minho no se había dado cuenta de que el mayor había esquivado la conversación inicial.

— ¿Qué esta mal en mi?, ¿Por qué no me das una oportunidad? — le preguntó.

Jisung no lo pensó mucho antes de responder, la respuesta le era muy clara.

— Veintiséis centímetros.

— ¿Veintiséis centime..?, oh — Minho frunció el entrecejo.

— ¿Es muy poco para tí? — preguntó sorprendido.

Jisung quiso golpear su cabeza contra la pared, negó.

— Es demasiado. — dijo finalmente con algo de pena.

— Uff — Minho suspiró. — No mido 26 centímetros, soy asiático. — aclaró sin aguantarse la risa.

Jisung se sintió un idiota por primera vez en muchos años.