Al siguiente día Jimin estaba frente a una gran casa que a su parecer creía que era más bien una mansión.

Por fuera era muy lujosa, que casa pues casa no parecía, a comparación de su pequeño departamento que él tenía a la cual llamaba casa no se parecían en nada.

-- Cierra la boca que se te está callendo la baba mochi - Rio el embarazado.

-- Hy..Hyung esto es.. Es..



-- Lo se mochi, Yoongi es un tipo exagerado al comprar esta casa pero bueno le gusta vivir bien - Sonrió.

-- Y vaya que bien - afirmó el menor.

-- Bien, vamos que nos esperan adentro pequeño - Dijo tomando la mano del menor la cual temblaba de nervios.

-- Tranquilo, todo estará bien - Sonrió tiernamente el mayor.

Jimin se calmó un poco al sentirse apoyado por su Hyung pero aún así sentía muchos nervios que lo carcomían.

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Entraron y como lo esperaba, adentro era aún más lujosa que por fuera, cuadros que no conocía pero a leguas se veía lo finísimo que eran, cuadros con notas musicales he instrumentos, terminados de paredes que tal vez ni la misma reina Isabel tenía, el color azul pálido y blanco llegando a crema era lo que más resaltaba.

-- Jin Hyung aquí debe haber tamales de caviar y atole de champagne - Hablo sorprendido mientras miraba a todos lados.

El mayor rio escandalosamente y otra risa lo acompaño.

Ambos voltearon y vieron a dos chicos parados en el marco de esa lujosa puerta que daba acceso a la gran sala de esa casa.

Nam se acercó a su esposo y se paró a lado de el aún riendo un poco con las ocurrencias del menor, los dos, Namjoon y Yoongi habían escuchado lo que el pelirosa había dicho.

Jimin no dejaba de mirar a ese chico que no se movió ni un centímetro de la puerta y solo lo observaba..
Era demaciado guapo, cabello negro, ojos café oscuro profundos y gatunos, parecían de gatito, una nariz redondita que encajaba bien a su rostro al igual que esos labios delgados y bien formados, una piel muy pálida tal vez llegando a blanca, un poco más alto que el y delgado, o así se veía incluso con ese traje que llevaba el cual le sentaba muy bien.

Dios era tan hermosos a los ojos de Jimin que se había quedado mudo.

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Por otro lado Yoongi miraba a ese chico de piel clara, cabello rosa, ojos un poco grandes que reflejaban ternura, unos cachetitos rellenitos, una nariz perfecta, unos labios abultados y esponjosos, delgado, tenía una buena figura y una cintura pequeña, se notaba incluso con esa ropa tipo oversize algo gastada, el chico era atractivo pero a su parecer tenía una cara de niña muy delicada.

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Jin fue quien rompió el silencio que comenzaba hacer incómodo.

-- Bien, entonceees... Creo que debemos presentarlos - Sonrió mientras decía esto.

-- Si, es verdad - reafirmó su esposo.

Yoongi se acercó hacia donde estaba el pelirosa y aventó unos papeles engrapados a una mesa que estaba al costado del menor.

Todos miraron unos segundos estos papales y luego voltearon hacia el pelinegro.

-- Lee esto y luego fírmalo, si tienes alguna petición entonces házmela saber antes de firmar - Dijo el pelinegro con una voz grave y sería, su rostro no era diferente.

Yoongi se dió la vuelta y salió de la habitación donde todos estaban.

-- Ese idiota! - Hablo el castaño embarazado apunto de ir detrás de Yoongi pero fue detenido por su esposo.

-- Tranquilo cariño, ya sabes cómo es - Suspiro.

-- Si pero Jimin no tenía por qué sopor..

De pronto recordó al menor y voltearon a verlo, este sostenía los papeles en su mano con los ojos grandes.

-- Mochi estás bien¿? - Su voz salió preocupado, temía que el menos se sintiera mal por la forma en que Yoongi habla hablado, tan secamente y ni se había presentado.

-- Hy.. Hyung! - Susurro.

El mayor se acercó.

Jimin lo miro aún sin cambiar su expresión de asombro.

-- Esto es lo que me pagará¿? - Su voz salió con emoción pero con mucha sorpresa sin podré creer.

Jin miro los papeles observando la cantidad escrita en estos.

-- Crees que es poco¿? - Cuestión el mayor - Puedo pedirle que lo aumente y..

-- NO!.. - Grito el menor - Esto es demaciado en realidad!

Jin y Namjoon rieron por la forma en que el menor se expresaba y comenzaba a emocionarse.

-- Bien, entonces siéntate y leé todo el contrato pequeño mochi - sugirió el moreno chico esposo de Jin.

Jimin hizo lo pedido, todo iba bien asta la última regla la cual le sorprendió pero en realidad creía que estaba bien.

Para Jimin era una regla que podía seguir, esto era un trabajo y aún que jamás había tenido un jefe tan guapo pues desde el inicio se notaba que el pondría distancia a demás que este tenía pareja.

-- Mochi - Hablo el mayor - Si no estás seguro de hacerlo yo entenderé.

-- Está bien Hyung, la cantidad que me ofrece es demaciado buena y creo que será suficiente para dejar por un tiempo esos trabajos que realmente me están matando de cansancio - Dijo con una sonrisa de alivio.

Jin asintió y dejo que el menor tomara la pluma para firmar ese contrato.