—¡Madre! No vaya—gritó Kösem a corriendo hacía ella

—¿Cómo que no? Ese monstruo ha matado a mi hijo—le gritó y llego hasta la puerta de los aposentos, los aghas se negaron a dejarla entrar —¡Mustafa!—comenzó a gritar—Abre la puerta y da la cara maldito, ven aquí cobarde.

—Madre no siga—susurró su hija

—¡Mustafa!— gritó de nuevo y la puerta fue abierta

—¿Que quieres madre?—le sonrió con sinismo

—Sinvergüenza —le gritó y golpeó su mejilla—¿Por que lo hiciste? Era mi hijo, era tu hermano, ¿Que te hizo? Habla Mustafa.

—Madre esas ratas merecen un mismo destino, morir, era un traidor, hijo de esa asesina—le sonrió y Dilaşud lo miró con dolor

—El no te traicionó, era mi hijo, mi pequeño, lo mataste—sollozo

—No era tu hijo, nunca lo fue,no lo será, su descendencia morirá igual —le dijo

—¡No! Con mis nietos no—lo golpeó —ya hiciste suficiente daño, No te ganes más  espacio en el infierno

—Es mi decisión

—Primero muerta—le quito una de las dagas a los aghas de ahí  —Si tocas a mis nietos, o a alguno de mis hijos, me mato Mustafa, por allah que lo hago, yo no aguantaría perder a otro hijo, ya te perdí a ti y a Murad.

—No me haz perdido madre, dame esa daga—dijo preocupado, lo hizo por ella, por que no quería que sufriera.

—Lo hice, ya no eres mi hijo, haz matado a mi pequeño, asesinó —gritó poniendo la daga en su garganta, Kösem la miró con miedo, Handan y Dilruba llegaron al escuchar los gritos

—No lo hagas madre—dijo Kösem sollozando

—Lo hice por ti, no quería que sufrieras—gritó Mustafa

—Ahora entiendo todo—acercó más la daga—Halime, tu fuiste, no te bastó con esa arpía si no que me quisite quitar a mi hijo, lo hiciste, ¿estás feliz?—gritó y Mahidevran llegó hasta ella

—Si, lo estoy, disfrute ver cómo morian, sus gritos, sus suplicas, su llanto, fue placentero—le gritó

—Maldito—gritó Mahidevran y Dilruba la agarro junto a Handan—Era mi hermano.

—Cruzaste la línea, de ahora en adelante no tienes madre, peor será si tocas a otro de mis hijos, perro traidor—dijo Dilaşud dando medía vuelta

—Madre—susurró y Kösem levantó su mano

—Te odio, odio ser tu melliza, odio ser tu hermana —le gritó

—Tu opinión y la de ellas, no me importan—dijo sonriendo y entrando a sus aposentos, Mahidevran estaba en el suelo llorando aún, Handan sobaba su espalda.

—Aghas, quiero que preparen a Gevherhan está noche—dijo el sultán.

—Por allah Nurhan—dijo Hoşyar

—Sultana tenga cuidado, es peligroso

—Mato a su hermano, allah no quiera que mis hijos se vean envueltos en eso—susurró y comenzó a quejarse—¡Ya viene!—minutos después un séquito de aprendices y la partera ingresaron a sus aposentos, ni la valide, ni las sultanas o el sultán estaban de humor para ir con ella, estaba sola.

—¿Nuria que es ese alboroto?—dijo Nihal

—Hoşyar sultán está dando a luz, y nadie está con ella más que sus criadas.

—Vamos con ella—dijo Ayşe kadin y Nihal asintió —mientras Hoşyar daba a luz, Gevherhan hatun ingreaba a los aposentos del sultan, Ümügülsüm sultán miraba con odio a sus criadas, y las demas sultanas y hatuns estaban sumidas en tristeza.

—Sultana madre, la Sultana Hosyar ha dado a luz—dijo Zeynep

—Justo hoy—susurró y limpió sus lágrimas y se puso de pié —busca lo necesario para el nombramiento.

Habían ido a avisarle al sultán pero este se había negado ha salir, estaba con su harén fue su respuesta, entre tristeza y dolor Dilaşud nombró a su nueva nieta, Safiye, un nombre poderoso para tan hermosa bebé.