Dilaşud, Dilruba y Handan estaban en el harén junto a las hijas y hermana del sultán despidiendo al gran Ahmed, la tristeza se notaba en el ambiente,todas las concubinas de Ahmed hacían reverencia mientras Dilaşud miraba con tristeza a su amado por última vez.

Al otro lado del Palacio un nuevo sultán se sentaba en el trono, todos los jefes de estado besaban el dobladillo de su ropa, mientras que al fondo los jenizaros, el ulema y demás miraban cómo un nuevo Sultán nacía.

Mi nombre es Mustafa, el cruel, vengare la muerte de mi padre, me vengare de aquél que quiera lastimar a mi familia, seré verdugo de quién intenté tan siquiera hacer sufrir a mi madre, soy Mustafa y soy el nuevo Sultán.

—Madre, no quiero verte triste —dijo Mustafa — Eres lo único que me mantiene aquí, sonríe ahora eres la valide de éste imperio, lo que mi abuela la gran Atike quería para ti.

—Lo se mi León, pero eso no quita el vacío que dejo tu padre— lo miró

—Te tengo un regalo, me costo recuperarla, pero se que te hará feliz— de un cojín destapó la tan ansiada corona que alguna vez fue de Hürrem Sultán, la gran Hürrem

—¿Cómo?— sonrió

—El gran visir Mehmet me ayudo a buscarla—la ayudo a ponérsela — ahora ve al harén y demuestra que tu eres la Valide.

—Hoy llegan criadas de regalo del Khan de crimea escogere algunas para ti— sonrió y salió de ahí con la cabeza en alto.

— Atención Devletlû İsmetlu Saliha Dilaşud  Vâlide Sultân Aliyyetü'ş-Şân Hazretleri. — camino despacio y con elegancia hacía el harén, todas hacían reverencia, sus hijas sonreían felices y las criadas la miraban con respeto.

— Felicidades Madre Sultana —dijo  Hoşyar besando su mano y se situó al lado de Handan sultán,  ahora ella era la que mandaba y tenía que darle una vida digna a sus dos mejores amigas.