Relato para Primer Desafío de ClasicosES

Personaje: Sibyl Vane.
Obra: El Retrato de Dorian Gray de Óscar Wilde.
Número de palabras: 2477

•• Email de Sybil_97 a BasilPhotogr:

•• ¿Qué tal, Basil? Supongo que te extrañará recibir un email en pleno 2017. Pero como vas a entender más adelante, no me queda otra que hacerlo así, pues mi idea es programar el envío de este mensaje. A veces la inmediatez no es la mejor opción.

•• Aunque, ¿qué le puedo contar a un fotógrafo sobre eso? Irónicamente, tú vives de los instantes que suceden, y yo de repetirlos una y otra vez como calcos de vida. Y no sólo mientras actúo en el escenario, sino que lo he estado haciendo durante toda mi vida.

•• Hace unas pocas horas que habéis estado Dorian, Henry y tú en el Wilde's Cabaret. La verdad es que me ha chocado bastante veros por allí, como notas discordantes, tan diferenciados con vuestra ropa pija... Entre bambalinas erais lo más comentado. Yo he preferido no opinar demasiado, pero es cierto que no solemos recibir un público tan distinguido.

•• Cada noche en el cabaret lidiamos con borrachos y yonkis que no hacen más que interrumpir la obra. Por muy alternativas que hagamos las versiones de Shakespeare, parece que la cultura en este siglo de móviles y demás cacharros, se está perdiendo sin remedio.

•• Ésta, sin embargo, ha sido una noche distinta, pues yo sólo podía veros a vosotros entre toda esa chusma. En especial, a Dorian. He pasado todo el día nerviosa por esta representación, pues él me había prometido traer a sus compañeros de piso. Y así ha sido. A tí Basil, ya te conocía de antes, pero a Henry no. Y tengo que decirte que la impresión no ha sido buena del todo.

•• Espero que no te moleste lo que te voy a decir; es más, a tí te lo confío porque sé que eres capaz de captar las cosas de una forma especial. Creo que te pareces a mí, pues ambos hemos buscado en el arte lo que la vida no nos ha dado. Suena cursi, lo sé, pero en mi caso ha sido así hasta que conocí a Dorian y nos enrollamos, junto a todo lo que vino después, claro está.

•• Esta mañana mi madre ha debido notármelo en la cara.

- Sibyl, qué temprano te levantas hoy. ¿No hubo anoche actuación? - me ha preguntado sin despegar la mirada de la tele.

- Sí, mamá, pero no podía dormir más.

- ¿Es por ese chico? - ha soltado, esta vez girando todo su cuerpo hacia mí -. Que sepas que a mí me gusta, se nota que está forrado. Es un buen partido, te lo dice tu madre que de eso sabe un rato.

•• He tenido que aguantar la risa. Su vida no ha sido mejor que la mía. Vale que yo he estado en rehabilitación una vez, pero ella ha tenido que ingresar allí hasta en cuatro ocasiones. Todos los hombres le han dejado por su adicción a la bebida. Y también quiso ser actriz de joven, pero sin éxito alguno.

•• Si tuviera que atribuir el fracaso de mi vida a alguien, sin duda sería a mi madre.

•• Pero Basil, no te quiero aburrir ni robarte demasiado tiempo. Me gustaría seguir contándote todo lo que ha pasado en este día, pero no es mi intención que los detalles hagan que pases de seguir leyendo esto. Es muy importante que llegues hasta el final con la máxima atención que puedas prestar.

•• Durante toda la tarde Dorian me ha estado mandando mensajes por WhatsApp, he perdido la cuenta de cuántos han sido. Seguramente hasta te daría vergüenza leer algunos de ellos. Y es que puede ser bastante cerdo si se lo propone, sobre todo desde que Henry es como su sombra. Últimamente hasta las fotos que me envía desde el gimnasio sólo son selfies en los que aparece junto a él.

•• Si no fuera porque ya lo hemos hecho un par de veces, pensaría que Henry y él tienen algo. Su relación es tan estrecha que yo creo que el límite de la amistad ya lo han debido rebasar. Aunque puede que de eso sepas tú un poco más que yo puesto que vives con ellos.

•• Mira, iré aún más lejos. Esta misma noche, mientras soltaba de memoria las frases de Julieta, no podía más que mirar hacia la gente sentada enfrente del escenario. Y me ha puesto muy nerviosa ver como Dorian y Henry no paraban de cuchichear al oído y reírse mientras se miraban con complicidad.

•• No me malinterpretes Basil. Puede que como gay te ofenda escuchar éstas cosas sobre tus amigos. Pero de sobra sabes que yo no tengo problema alguno con ello. Podría aceptar que Dorian fuera bisexual; es más, él mismo me lo ha dejado entrever en alguna ocasión. Me encanta que sea abierto de mente, que no tenga problemas en posar en pelotas para una sesión de fotos para tí, por ejemplo.

•• Pero tengo que admitir que hoy he sentido celos de Henry. Y no podía dejar de pensar en ello en toda la función. ¿Estoy justificando el desastre de actuación que he hecho hoy? No lo sé, Basil. Puede que sí...

•• En las redes sociales me han puesto de lo peor. Es increíble lo fácil que resulta insultar a alguien desde el anonimato que da Internet. Supongo que eso a tí también te habrá pasado, aunque estoy segura de que no te afectará tanto como a mí.

•• Me he pasado una hora entera en Facebook leyendo los comentarios hechos al Romeo + Julieta de hoy en el Wilde's. Estoy destrozada, te lo prometo Basil. Pero no sólo por los comentarios, sino por algo más que aún no te he contado. Y que ha sido lo que me ha terminado de hundir.

•• Y es que, además de todos esos insultos gratuitos de gente que ni conozco, había un mensaje privado en mi bandeja de Facebook que no esperaba para nada.

•• Era de Dorian. Sí, de ese tío que prometió estar siempre junto a mí e incluso habló de casarse conmigo. Ese pijo de clase alta que entró en mi vida por casualidad y que tantas ilusiones metió en mi cabeza durante estos últimos meses.

•• Tú ya sabes lo pillada que he estado por él, las cosas que he sido capaz de hacer. Por ejemplo, dejar de hablar con mi hermano James porque me dijo que no era trigo limpio, que no me fiara de él. Además, confieso que he faltado a casi todos los ensayos por estar con Dorian, por ir a esos restaurantes caros; en un ambiente que no era el mío, donde me miraban por encima del hombro como si fuera una rata que se ha colado en una cloaca de lujo.

•• Sin embargo, no todo ha sido malo. Quizás lo más importante fue que conseguí renunciar a las drogas todo el tiempo que estuve con él. Le dió un sentido distinto a mi vida, te lo juro Basil, es como si Dorian fuera en sí mismo todos esos subidones juntos, estallando a la vez en mis venas. ¿Quien querría un chute después de haber estado con él?

•• Tú lo debes de saber bien, cuando apuntas tu objetivo hacia su cuerpo y su rostro. Es un tío tan perfecto que parece que no pertenezca a este puñetero mundo. Dorian ha sido mi narcótico favorito, el mejor que he probado nunca.

•• Pero dicen que todo lo que sube ha de bajar, y ese mensaje suyo que he leído hace apenas unos minutos, ha derrumbado de una vez por todas mi mundo de fantasía. Ese cuento como los que de niña nos leía mi madre a James y a mí, en el que una princesa pobre y desdichada era rescatada de su asquerosa existencia por un príncipe encantador.

•• Dorian Gray, mi príncipe encantador, ese que me elevó a los altares de los placeres, pero lejos de las drogas. Ese que me ha presentado a gente tan interesante como tú, personas que de otro modo jamás habría conocido; ese tío es el que ha acabado con mis ganas de vivir.

•• Como no quiero dejarme nada, creo que lo mejor que puedo hacer es copiarte su mensaje aquí, Basil. Así lo leerás de su propia mano. Me lo imagino tecleando con furia su iPhone, sonriendo mientras lo hacía, y quién sabe si disfrutando al mismo tiempo de una mamada por parte de su colega Henry.

•• Ahí va su texto. Sin filtros, como todo lo que él hace:

"Hey, Sibyl. ¿Qué pasa? He pensado mejor escribirte que llamarte. Sé que te has quedado esperando en el camerino a que fuera como siempre que acaba la obra. Pero esta vez Henry había quedado con unos colegas de la Uni y, en fin, como Basil se marchaba ya, no quería volverme solo. Y he ido con Henry al Copacabana. Ha estado genial, aunque sólo hemos durado un par de horas. Ya estoy en el piso, como un niño bueno. ¿Me estaré haciendo viejo?
Antes de nada, quiero decirte que, bueno, tu actuación de hoy no ha sido la mejor. Y eso es algo que me da mucha rabia, la verdad Sibyl, pues le había hablado tan bien de tí a Henry, que estoy seguro de que se habrá llevado una gran decepción. Él me dice que no, pero sé que miente. Y, aunque a Basil le caigas bien y tal, él más que nadie ha visto la basura de Julieta que te ha salido hoy.
¿En qué mierdas estabas pensado Sibyl? ¿En dejarme fatal delante de mis amigos? ¿Quién coño te crees que eres para hacerme esto?
Perdona si soy directo, pero es que creo que alguien tiene que bajarte de las nubes de una vez. No se puede ser tan mojigata unas veces, ni tan chunga otras.
Está claro que nunca debí mezclarme con gente como tú. Artistas como Basil sí que me convienen, pues además él sabe captar mi esencia, lo que soy. ¿Pero tú que me aportas?
Había estado ciego cuando nos enrollamos las primeras veces, pensé que si actuabas tan bien en el escenario debías de ser igual como novia, si es que alguna vez lo fuiste.
Pero después de verte hoy ahí arriba, tan torpe, tan patética, arruinando la obra a tus compañeros, sin dejar de mirarme como una gata en celo... No, Sibyl, no te equivoques. Ya no significas nada para mí.
Creo que me he equivocado contigo y este mensaje no es más que para dejártelo claro. Tal vez tienes que buscarte un tío de tu misma clase, no te será difícil pues el Wilde's ese está plagado de drogatas que quizás te ayuden en tu miserable vida mucho mejor de lo que yo podría hacer. ¡Adiós!
Firmado, tu ex-príncipe encantador. Dorian Gray"

•• Y hasta aquí su mensaje, Basil. ¿Qué opinas? No lo sé, y puede que nunca lo sepa.

•• En realidad Dorian tiene razón en muchas de las cosas que escribe. Soy patética por creer que mi vida podía tener sentido de nuevo. Por pensar que él era mi nueva heroína y que estaría siempre ahí, disponible para entrar en mis venas y hacerme rozar con los dedos los confines del Universo. Me he desnudado ante él como ante nadie lo he hecho nunca, le he dado mi cuerpo y mi alma, y me los ha devuelto ambos destrozados. Hechos jirones.

•• ¿Qué debo hacer ahora Basil? Ni siquiera sé si tú te has visto envuelto en algo así alguna vez. Si has podido tener la suerte o la desdicha de cruzarte a un tío cómo Dorian en tu vida. Aunque ahora que lo pienso, en realidad sí lo has hecho, pues nos lo descubriste a los demás, y con tus fotos has podido mostrarlo al mundo. Tus publicaciones de Dorian casi desnudo son las que más éxito tienen en todo Instagram.

•• Tal vez el problema es que Dorian ha sido el centro de nuestro universo, del tuyo, del de Henry, por supuesto del mío... Y a saber de cuántos más. Es un objeto de deseo que de objeto tiene bien poco. Más bien al revés, él nos convierte en objeto a los demás. Y nos maneja como marionetas hasta que dejamos de divertirle.

•• Ojalá nunca tengas que oír esas atrocidades por su parte dirigidas hacia ti, Basil. Es tan horrible lo que siento ahora que no lo puedo seguir describiendo.

•• He de decir que he omitido algo al principio de este email. Después de leer los comentarios negativos sobre la obra -en particular sobre mi actuación de hoy-, he pensado en ir a pillar. Ya sabes a qué me refiero. Llevo limpia casi tres meses, el tiempo que Dorian y yo llevamos saliendo en serio. Sin embargo, he apartado esos pensamientos por él, imaginando que aunque no hubiera acudido a verme tras la función, me escribiría un WhatsApp más tarde, consolándome como sólo él sabe hacer.

•• Pero cuando en cambio ha llegado su mensaje privado y lo he leído durante diez veces seguidas, entonces sólo he podido agarrar la chaqueta y recorrerme las calles con un único y oscuro propósito. El de este mail, mi última carta, Basil.

•• Delante mía tengo el chute preparado, he llenado bien la jeringuilla, está lo suficientemente cargada como para acabar con todo sin dolor y sin darme cuenta. He visto a colegas palmarla con mucha menos dosis. Hoy ni siquiera he comido en todo el día, así que será bastante más rápido de lo que imagino.

•• Puede que pienses que ésta es una rayada de las mías. Puede que lo sea, puede que al final no lo haga... Pero si estás leyendo este mail definitivamente significará que lo habré hecho. Y está programado para que te llegue en dos días, así que poco podrás hacer ya por mí... Si es que pensabas hacerlo.

•• Dorian lo ha sido todo, era mi última esperanza para seguir; y me jodería tanto vivir para tener que darle la razón a James, y para aguantar de por vida los reproches de mi madre, que sin duda, ésta es la única solución ahora. La única que se me ocurre para dejar de sufrir.

•• Se acabó la actriz de tercera, la patética enamorada de un príncipe pijo de clase alta. Me iré en silencio y sin molestar. La Historia no hablará de mí, aunque puede que sí lo haga de Dorian. O de ese retrato que le hiciste, la foto en blanco y negro que te comenté que tanto me fascinaba; y que él guarda tan celosamente en su cuarto. A saber por qué...

•• Adiós Basil, despídete de Dorian por mí. Y dile a Henry que si va a ser la nueva Sibyl, pues que mucha suerte. Pero que las cosas pueden acabar mal. Tan mal como conmigo.

•• Éste ha sido el último día en la vida de Sibyl Vane. Un testamento sobre la vanidad de alguien que nunca supo que la tenía. Mil besos, Sib.

•• Fin del email. ¿Responder? ¿Reenviar? Borrar.