Jin veía a Namjoon entrar por la puerta de su casa, al fin y al cabo cumplió su promesa.

Y eso lo hacia inmensamente feliz.

— ¿Necesitas algo, Namjoonie?

El mencionado se acercó a su pequeño, tomándolo de la cintura, haciéndolo ir hacia el sofá.

— ¿Namjoonie?

—Sólo quiero estar un rato así.

Jin se iba acercando para poder abrazar a su novio.

Pero se detuvo.

Al ver una marca rosácea, casi morada, en el cuello de su novio, la observó con extrañeza.

Se acercó, para verlo más de cerca.

Sus ojos se llenaron de lagrimas.

Era un chupón.

Lo cual era demasiado raro, tomando en cuenta que a su novio no le gustaban en lugares visibles.

Aún con los ojos llenos de lágrimas se dispuso a abrazarlo.

Seguro era alguna picadura o golpe.

Su Namjoonie jamás le haría algo así.

Kawaii56