Capítulo 2
Lugar en la mañana siguiente los rayos del sol entraron por una ventana dándole en la cara a Masha que se despertó rápidamente por el sol.
Al despertar se estiró por un momento soltando un bostezó al mismo tiempo que caminaba en dirección del baño. Al entrar se empezó a desnudar y entrar a la regadera bañándose con agua caliente.
Al terminar de bañarse salió con una toalla cubriendo su cuerpo y otra alrededor de su cabello café oscuro, se miró al espejo con una apuntó a su reflejo.
Masha: Eres una belleza Masha —se dice a si mismo con gran confianza en su belleza admirando sus ojos negros y su buen cuerpo, se empezó a vestir con pantalón de mezclilla, un sostén negro con toques dorados y una camisa negra ligeramente ajustada que mostrando su cuerpo algo musculoso y tonificado. Luego de un cajón del mueble donde tenía la foto saco un secadora para el cabello y se empieza a secar esté mismo.
El timbre sonó una hora después Masha rápidamente salió de su habitación dando un saltó cayendo al piso principal de su mansión llegando rápidamente a la puerta.
Al abrirla estaban los 3 sujetos de la noche anterior con el saco donde estaban los huesos de esqueletos, los sujetos ya estaban mejor físicamente.
Sujeto: Aquí tiene —dice arrojando el saco de huesos hacía Masha que atrapó el saco con tranquilidad.
Sujeto 3: Ahora la paga —dice algo impacientes por recibir el dinero, Masha sonrió con calma y fingió buscar algo en sus bolsillos.
Masha: Ups, olvidé el dinero —dice haciéndose la tonta para molestia del sujeto 3 que gruñó molesto.
Sujeto 3: ¡Tienes que estar bromeando mujer! ¡Nos herimos de gravedad solo para traerte a ése venezolano! —dice enojado sujetando a Masha de su camisa con fuertes mientras le grita, Masha sonríe ahora con falsedad evidente.
Masha: Una verdadera lastima por ustedes… —dice con un tono sombrío mientras sujeta la mano del sujeto y la retira sin problema alguno, sin embargo, el sujeto 3 trata de ir en contra de ésa fuerza siendo inútil.
Sujeto 2: Oye, detente ya —dice poniendo su mano en el hombro del sujeto 3 que retrocede por la fuerza de Masha.
Masha está vez de verdad saco un cheque de su bolsillo cosa que irritó al sujeto 3 porque Masha tomaba la situación de manera muy relajada para el gusto del sujeto.
Masha: Bien caballeros, fue bueno el trabajo que hicieron por mí y ahora largo de mí propiedad —dice con una sonrisa en su rostro mientras cerraba la puerta con fuerza frente a los sujetos.
Masha con cierta prisa empezó a ir a la puerta metálica por donde subió la noche anterior para salir de su sótano. La abrió con su huella y la puerta hizo un sonido metálico mientras se abría de manera pesada.
El joven muchacho de 20 años estaba acostado en la litera despierto, se levantó de la litera para estirarse cómodamente mientras sus huesos crujían un poco.
Al ver mejor vio un saco dentro de su celda con curiosidad y desconfianza se acercó al saco viendo por fuera que tenía algo dentro. Sin esperar demasiado abrió el saco viendo numerosos huesos humanos al principio se vio confundido por unos breves momento.
Joven: No hay restos de carne alguna, tampoco parecen recién limpiados… Solo queda una última opción —dice mientras ve como las cuencas oculares del cráneo brillan en un color azul claro.
Sin tiempo que perder se aleja un poco viendo como los huesos empezaban a flotar frente a el empezando a juntarse formando un esqueleto completo.
Joven: Venezolano, tiempo sin ver uno… —dice analizando fijamente a su nuevo compañero de celda, el esqueleto lo miró fijamente.
Esqueleto: ¿Qué es esté lugar? —pregunta un poco preocupado por su entorno, mientras se acerca a los barrotes mirándolos por un momento. Se dio vuelta mirando al joven a los ojos y esté último también hacía lo mismo.
Joven: Es… una especie de sótano —dice manteniendo su mirada en las cuencas oculares del esqueleto mientras mostraba una expresión algo tranquila.
El joven sudo un poco, el esqueleto parecía alterado y que podría atacar en cualquier momento si decía algo que lo estresara, sin embargo no podía notar violencia alguna en el, aún así, no tenía problemas en calmarlo a golpes por si lo atacaba a el. Desdé que América Latina se unió en un solo país se convirtió en una batalla campal de todos contra todos por unos meses y los poderes lo hicieron más difícil de sobrevivir a dicha batalla campal.
Esqueleto: ¿Qué hacemos aquí? —se preguntó más preocupado mientras se alteraba un poco estando nervioso por su situación actual. El joven suspiro para calmarse un poco, el no poder detectar la violencia del venezolano le ponía los pelos de punta.
Joven: Eso quisiera saber yo… —admite con una mueca de molestia en su rostro. (Aunque tengo una idea del porque) —pensó estando algo serio en su mente.
Esqueleto: Esa respuesta no me dice nada —murmura en voz baja mientras se acercaba a los barrotes más bien a la cerradura, acercó su “mano” a la cerradura empezando a moldear su mano que ahora parecía una bola arcilla.
Hizo que la bola de hueso entrará por la cerradura y su mano lentamente volvía a su forma original menos uno de sus dedos que abrieron la cerradura rápidamente, saco ése dedo que se veía como la llave de la cerradura.
Joven: (El mejor jodido compañero de celda del mundo) —pensó con una sonrisa en su rostro, vio como el esqueleto salía de la celda y el sin perder tiempo también salió detrás de él. Al salir rápidamente todo su ser se puso en alerta máxima detectando una gran cantidad de violencia.
Al salir ambos escucharon unos aplausos detrás de ellos rápidamente el venezolano se alertó demasiado y de dio la vuelta. El joven ya estaba preparado para una posible confrontación.
Masha: Me estaba aburriendo de tener que esperarlos a los dos, un gusto, soy Masha y tú debes ser Alan, ¿O me equivoco? —se presenta con un muy leve reverencia ante el esqueleto que estaba en alerta frente a Masha.
Joven: (Y se arruinó el escape) —piensa con molestia mientras sus músculos se tensan debajo de su ropa listo para una lucha, empezó a sudar por la violencia que Masha generaba. El esqueleto parecía pensativo ante ése nombre, le era familiar.
Alan: … (Me conoce, sin embargo no parece asustada, ella ha de saber de mí influencia política, aunque más bien la del abuelo…) —piensa tratando de parecer calmado ante la mujer, ambos secuestrados podía sentir algo en Masha.
Sentían un aura llena de violencia y peligro… Era casi asfixiante para ambos.
Masha: Deberían presentarse los 2, después de todo se verán constantemente —dice con una expresión calmada mientras los miraba a los dos, al ver que ninguno hablaba suspiro cansada por el silencio incómodo.
Masha: Alan, el es César y César el es Alan. Llévense bien los dos, ¿Está bien? —dice apuntando a casa uno respectivamente mientras junta las puntas de sus dedos entre si, ambos se miraron por un momento y volvieron a mirar a Masha.
El joven protagonista llamado César dio un suspiro mostrando sus dientes de manera violenta y con rapidez tomo al esqueleto de la parte que debería ser el hombro, se dio la vuelta y empezó a correr a gran velocidad haciendo que una ráfaga de aire mueva el cabello y un poco la ropa de Masha.
Masha: ¡Ja! ¡¿Con que queriendo jugar a las atrapadas!? —dice divertida iniciando a correr detrás de el con mayor velocidad, César sintió una violencia enorme detrás de él, luego escuchó sus fuertes y veloces pisadas tan cerca que aumentó su velocidad.
César: (Es bastante rápida, no parece que sea su límite de velocidad) —dice algo frustrado llegando hasta la puerta metálica y viendo que en un costado hay escaleras a un piso inferior.
Sin perder tiempo bajó por las escaleras a gran velocidad
César: (Maldición, ya está detrás de mí) —pensó con el corazón latiendo rápido y con fuerza sudando un poco por los nervios al sentir la violencia de Masha.
Fue tomado por Masha que lo sujetó de su camisa, Masha sonreía enormemente por la carrera, definitivamente fue entretenido para ella.
Jalo a César hacía arriba haciendo que se estrellara contra la puerta metálica haciendo un sonido bastante fuerte. César se quejaba entre leves quejidos de dolor y Alan parecía no querer atacar a Masha para ayudar a César.
César: ¿¡Qué esperas!? ¡Ataca! —le grita desesperado a Alan mientras sujeta a Masha con la poca movilidad que tiene, Masha apegó a la pared sujetando su cuello contra dicha pared.
Masha: Pobre César, tratando de escapar y no recibe mucha ayuda. Se me olvidó mencionar algo importante de Alan que lo hace especial… —empieza a explicar mientras César poco a poco se quedaba sin aire por ser sujetando del cuello.
Masha: Alan no tiene un espíritu de pelea —termina de explicar mientras miraba al mencionado que miraba el suelo con pena de si mismo y sus nulas ganas de pelear.
César: ¿Q-ue? (Incluso los bebés tienen un espíritu de pelea, uno débil, pero lo tienen al fin de cuentas, sin embargo, eso explica por qué no siento ninguna violencia en el) —pregunta con incredulidad en su voz mientras cierra los ojos por el dolor en su cuello, había escuchado que uno de ellos había iniciado un golpe de Estado contra su presidente y la mayoría se unió a dicho golpe que fue un éxito por la cantidad de esqueletos que se levantaron convirtiendo sus cuerpos en armas. Escuchar que un venezolano no tenga un espíritu de pelea era algo poco visto también pensó la explicación de la ausencia de violencia en ése muchacho.
Masha: Impresionante, ¿Verdad?. Un poder tan versátil y es desperdiciado por su propio usuario —dice con una gran sonrisa en su rostro que denotaba burla e irá hacia Alan.
Masha de un golpe fuerte noquea a César y de un golpe certero al cráneo de Alan lo deja inconsciente haciendo que sus huesos se desparramen por el suelo.
Masha: No creía que César intentaría escapar tan rápido, pero fue divertido —dice alegré mientras tiene una sonrisa en su rostro mientras tenía los ojos cerrados. Rápidamente recoge los huesos de Alan y carga a César en su hombro.
César estaba despertando nuevamente en la cama superior de la litera y grita molestó con fuerza mientras se levantó rápidamente cayendo al suelo de pie mientras lleva sus manos al rostro para tratar de calmarse.
César: ¡Tan cerca, tan cerca que estábamos de escapar! —dice frustrado mientras mira el suelo y da un fuerte pisotón que hace temblar toda la cerda. Alan que veía como César hacía su berrinche solo pudo agachar su mirada con decepción.
Alan: Yo… lo siento. Si no hubiera sido por mí probablemente hubieras escapado —se disculpa de manera sincera mientras miraba el suelo con más decepción de el mismo.
César estaba agitado, molesto y se dio la vuelta mirando a Alan. Estaba jadeando mostrando sus dientes apretados con fuerza, al ver que Alan estaba decepcionado se calmó un poco y se acercó a el.
César: No, discúlpame tu a mí… Yo… no sabía que carencias de espíritu de pelea. Así que fue mí error el no haber querido interactuar un poco antes de que abrieras la celda… —dice sujetando a Alan de sus esqueléticos hombros, el tono de voz de César parecía comprensivo.
Alan: Aún así, es mí culpa por carecer de un espíritu de pelea —dice con vergüenza de el mismo y César aumenta su fuerza de agarré y parecía molestó por esas palabras.
César: ¡No te disculpes por ser tú mismo, si no quieres pelear por cualquiera que sea la razón yo lo entenderé! —grita con molestia mientras comprende a Alan con su tono de voz, esté último parecía sorprendido por ésas palabras.
César: Solo se tú mismo, no cambies solo para agradarle a la gente… y si decides cambiar, cambia solo para ser una mejor versión de ti mismo —dice mientras su voz parecía nostálgica, miro el suelo un momento antes de volver a levantar el rostro.
César: Si no te gusta pelear, no te obligaré a hacerlo —admite menos agitado y menos molestó mientras se calmaba. Pero, si vas a luchar a pesar de que eso no te guste, lucha por un buena razón como proteger al indefenso, al débil, a un amigo o por el simple hecho de salvar a quién se merezca ser salvado… —aconseja con una sonrisa de labios que era leve, lo soltó de sus esqueléticos hombros y vio como en el suelo había bandejas para el desayuno por parte de Masha.
Alan: (Esté tipo… puede que parezca que se comporta como un animal o alguien serio, pero es una buena persona y es bastante compresivo) —piensa con una especie de sonrisa que se formo al romper sus huesos del cráneo.
César estaba comiendo de manera apresurada mientras tenía muecas de disgusto por la comida. (Está desabrida) —piensa con disgusto mientras come más por necesidad que por gusto propio.
Alan: ¿Puedo? —dice sentándose al lado de César con su propia bandeja de comida, César asintió en afirmación y ambos comen al mismo tiempo, sin embargo, Alan solo se tiró la comida por la boca que paso entré los huesos hasta llegar a su caja torácica, ahí la comida estaba siendo “digerida” por los huesos de Alan. César simplemente no prestaba atención a eso y comía aún con su mueca de disgusto.
César: Una cosa, ¿Quieres tener un pequeño enfrentamiento de práctica? —pregunta tranquilamente mientras comía con una mueca de asco en su rostro.
Alan: ¿Eh? Agradezco la oferta, pero no gracias —dice con ligera confusión, su tono denotaba nerviosismo.
Masha tenía una grabadora en su mano mientras escuchaba la conversación estando fuera de la celda, tenía una expresión pensativa en su rostro mientras miraba el techo del sótano.
Masha: (“Lucha por un buena razón como proteger al indefenso, al débil, a un amigo o por el simple hecho de salvar a quién se merezca ser salvado”) —repite la frase en sus pensamientos mientras un leve recuerdo de ella en un estado más joven protegiendo a 2 niños aparecía de los golpes de alguien adulto en su mente.
Masha: (Creo que me debo retirar un momento…) —pensaba algo reflexiva mientras se iba con pasos tranquilos, lentos y silenciosos.
César estaba acostado en el suelo mientras miraba el techo tratando de relajarse con el frío suelo. Alan simplemente lo observa fijamente estando tranquilo.
Alan: Oye… ¿Quieres hablar un poco de los poderes? —pregunta para generar un tema de conversación entre los dos, César cierra los ojos por un momento y los vuelve a abrir.
César: Los poderes… Fueron dados a la humanidad hace 5 años en el año 20XX del mes XX a las XX:XX horas del siglo XXI por un meteorito gigantesco que se desintegró al ingresar a la atmósfera y su polvo cayo en todos los seres vivos del planeta donde los más afectados fueron los humanos. Dicho “polvo” según científicos era realmente energía que cambió el ADN de los humanos por país, un ejemplo es que todos los habitantes de Venezuela se convirtieron en esqueletos con capacidades de moldear sus huesos creando diferentes armas a partir de esos huesos, pueden atacar a corta, mediana y larga distancia, también más cosas que desconozco sobre ellos. Otro ejemplo más simple serían los mexicanos como yo, que obtuvieron un poder más físico que se centra en las piernas que dan la capacidad de dar fuertes patadas —explica lo que recuerda mientras Alan lo observa con una expresión de póker por ésa explicación.
Alan: Dije hablar sobre poderes, no que me leas la información de una revista científica… —dice un poco divertido mientras César también se ríe un poco por todo lo que dijo.
César: Puede que haya hablado de más con ésa explicación… Un dato curioso es que los poderes mayormente se parecen a los memes sobre Latinoamérica —explica el dato que se sabía mientras miraba el techo con una expresión aún divertida.
Alan: ¿Coincidencia o presagio épico? —pregunta con gracia y César suelta una pequeña carcajada.
César: Eres alguien algo gracioso, aunque no lo pareces —admite mirando por el rabillo de su ojo a Alan mientras mantenía una sonrisa en su rostro por la pequeña carcajada.
Alan: ¿Qué puedo decir? Soy alguien gracioso cuando es requerido —opina sobre sí mismo mientras se acuesta en la parte inferior de la litera.
César: (Es buena gente esté sujeto, no sería una mala compañía…) —dice mientras mira el techo un poco más relajado, pero su expresión cambia a una más sería y decidida. (No puedo entrenar de buena manera para hacerme fuerte aquí, no hay algún obstáculo que me permita mejorar y así lograr salir de aquí juntó a esté tipo…) —piensa analizando el cómo podría ser más fuerte mientras levanta su brazo al aire y mira su mano. (Pero… creó que ya se como hacerme fuerte, cada ser vivo se adapta a su entorno para sobrevivir, en mí caso debo adaptarme para sobrevivir a ella) —piensa aún mirando su mano donde una imagen de Masha se forma como una alucinación de parte de su imaginación. (Seré tan resistente adaptándome a tus golpes, los recibiere cada que vengas a dejar el desayuno, desgraciada) —piensa con enojó mientras cierra su mano con fuerza destruyendo dicha imagen imaginaria de Masha.
César: Oye, ¿Quieres tener un enfrentamiento de práctica? —dice saliendo rápidamente de sus pensamientos, volteando para ver a Alan, esté último simplemente negó con su cráneo. Bueno, no pierdo nada con intentarlo —dice con una ligera sonrisa.
Masha estaba en la cocina de su mansión haciendo la comida para César y Alan, sin embargo, se veía pensativa mientras miraba la comida cocinarse.
Masha simplemente recordó un poco más la imagen de ella siendo más joven protegiendo a 2 niños. Mientras esa imagen mental estaba en su mente, sus lágrimas lentamente caían por sus ojos de manera inconscientemente.
Masha: ¿Estoy llorando? Dios, me siento patética —dice con algo de gracia mientras se limpiaba las lágrimas de sus ojos.
Masha estando más calmada tenía comida para 2 personas en 2 bandejas para César y Alan, ya eran como las 2 de la tarde.
El resto del día paso rápidamente para Masha que se entretenía haciendo licuados (no muy buenos, por cierto). César y Alan se estaban aburriendo bastante al no tener mucho que hacer estando sin muchas cosas para entretenerse.
Extra 1:
Masha: Andén beban un poco ~ —dice mientras sujetaba la cabeza de César para que bebiera su licuado de melón.
César: ¡Chingada Madre que No! —le mordió la mano como si fuera un perro enojado.
Alan: ¿Así se bebe? —pregunta echándose el licuado de melón por todo el esqueleto.
Masha: ¡Eso ni es beber! —dice mientras abre la boca de César y le avienta el licuado de melón a la fuerza.
César vómito todo el desayuno y la comida de ése día.
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