Artemisa se miró al espejo en trance, ya que no podía creer lo que estaba sucediendo.

Allí estaba ella, con su vestido de novia mientras su madre Hera, Sally, la madre de Percy, las hermanas de Percy, sus propias hermanas y Zoë la preparaban.

Zoë era obviamente su dama de honor, mientras que Atenea y sus amigas Thalia y Atalanta eran sus acompañantes.

(Nota del traductor/ en inglés se utiliza el término "Maid of Honor" para la acompañante principal de la novia, normalmente se trata de la mejor amiga o de una hermana. Mientras que luego están las "Bridesmaids" quienes son varias y son el resto de acompañantes de, digamos, menor rango, el resto de las amigas o hermanas. El problema es que ambos términos se traducen al español como "Dama de honor" así que solamente me voy a referir a Zoë como "dama de honor" y al resto les diré "acompañantes" para evitar confusiones)

Nunca había tenido una relación cercana con Hebe, ya que su herman era mucho más joven que ella, pero sabía de belleza, por lo que también estaba allí.

Su vestido era bastante simple. Blanco, sin tirantes, con una larga falda. Ella pensó que era perfecto. Nada exagerada como sí fue el de su cuñada Afrodita cuando se casó con su hermano, Ares.

Se sentía como ella: Sencillo y silencioso.

Seriamente, ¿cómo fue que ella, una chica sorda y temperamental que la mayoría asumió que era lesbiana cuando estaba en la escuela secundaria, tan solo la segunda de sus siete hermanos en casarse? Con un chico también. Ella era la personificación de desafiar las expectativas.

Horas más tarde y Percy estaba en el altar.

No, no había estado parado allí por horas, solo habían pasado unos minutos. Sin embargo, la sitúa era estresante.

Las puertas se abrieron y Artemisa apareció, de pie con un hermoso vestido blanco.

Sus acompañantes estaban detrás de ella, cada una sosteniendo sus lindos racimos de flores, pero ninguno tan hermoso como Artemisa. Cuando Percy la vio, toda su ansiedad se desvaneció y una gran sonrisa apareció en su rostro. Se miraron a los ojos, y Artemisa le devolvió levemente el gesto, demasiado cohibida como para sonreír con tanta gente mirando.

Tratando de ignorar la sensación de cientos de ojos observándola, comenzó a caminar por el pasillo con su brazo derecho unido al de Zeus. La caminata se sintió como una milla, pero tan repentinamente como comenzó, terminó.

Zeus le dio un abrazo rápido antes de entregársela a Percy con una mirada de advertencia dirigida hacia el joven.

Artemisa sonrió al sentir las cálidas manos de Percy tomar las suyas y llevarla escaleras arriba.

Con el velo todavía cubriendo su rostro, los dos se pararon uno frente al otro, con los ojos cerrados mientras se oficiaba la boda.

La mente de Artemis ni siquiera podía concentrarse en lo que estaba diciendo mientras estaba perdida en los orbes verde mar de Percy.

Finalmente, sintió que él le apretaba sus manos ligeramente y luego pronunció la palabra "votos". Bueno, probablemente la articuló. Eso o lo dijo en voz alta.

En realidad no le importaba de ninguna manera cuál opción era la correcta.

Ella retrocedió un poco y soltó sus manos, e inmediatamente sintió el anhelo de volver a él y simplemente abrazarlo, perdida en su pacífico silencio.

Pero en lugar de eso, repasó mentalmente sus votos, lo que había memorizado. Los había ensayado una y otra vez, y ahora era el momento de actuar.

Se volvió y tendió la mano, Zoë sacó del interior de su guante un pequeño trozo de papel doblado no muy diferente a la nota de propuesta de Percy. Se volvió y se lo entregó a Percy, quien lo abrió y lo leyó, aunque no en voz alta.

Cuando terminó, se lo guardó en el bolsillo del traje y se volvió a mirarla.

Artemisa sonrió y luego realizó tres simples gestos. Ella señaló su pecho, hizo una gesto de amor sobre el área de su corazón, y luego lo señaló a él.

Te amo.

Toda la multitud estaba asombrada, Percy tenía lágrimas en los ojos. No iba a recitar los votos, porque eran más que votos, era realmente personal, y se sentía feliz de saber que las únicas dos personas en el mundo que lo sabían eran él y su futura esposa.

Tuvo suerte de que su madre, Sally, conociera el plan de Artemisa. Ya que le había sugerido que hiciera lo mismo.

Entonces, siguiendo los pasos de su prometida, Percy se volvió hacia su padrino y tomó la carta, entregándosela a Artemis e imitando el gesto. No era ASL real para "Te amo" ese un gesto con la mano, pero cállate, el mensaje se entendía y eso era lo importante.

Se dieron la mano de nuevo. Y después de unos minutos, Percy asintió en silencio hacia la derecha, indicando que era hora de su siguiente línea. A pesar de que no hubo ningún sonido saliendo de sus labios, Artemisa se sabía la línea de memoria y la dijo en silencio para que Percy pudiera leer sus labios.

Lo hago.

El funcionario repitió la misma pregunta a un ahora sonriente Percy, quien respondió de forma honesta y audible.

—Lo hago.

El hombre cerró el libro con una sonrisa.

—Puede besar a la novia.

Si bien Artemisa en realidad no sabía que el hombre acababa de decir eso, se lo imaginaba y lo esperaba con impaciencia. Aún con eso, la tomaron con la guardia baja cuando Percy le retiró el velo, envolvió un brazo alrededor de su espalda y la atrajo con fuerza en un beso.

A pesar de todas las dificultades que Artemisa había soportado en poco más de 20 años de vida, lo había logrado.

Tenía el trabajo de sus sueños, había logrado hacer amigos y ahora estaba casada con el hombre que amaba. Su vida estaba completa, su historia era perfecta, el final no podía ser mejor.

Bueno, puedes apostar tu trasero a que el final puede mejorar.