Chapter three
Final pt1
Otoño / Invierno de 1982;
El día que conocí el amor.
Que supe que me
había enamorado sin querer.
Y el día en que
las mariposas tímidas
no volaron conmigo.
Porque ellas habían
volado con usted.
—No quiero ser del tipo que solo se dedica a sermonear, pero Hyung—dije llamando su atención ante mi tono firme—No deberías ser así de imprudente, han incrementado la seguridad en las calles por las protestas que se han formado en Seúl, ha muerto centenar de personas y se que tú has estado participando..—viró sus ojos hacia otra parte, sabiendo que yo tenía la razón—Lo que no logro entender es como has descubierto la manera de evadir por completo a los jodidos policías corruptos que se despliegan en las calles.
No hubo respuesta.
—Y aunque no sabes el alivio que siento de que no tengas ni un rasguño, quisiera no volver a sentirme así cada vez que desapareces de la habitación, quisiera siempre tener la seguridad de que estas bien ¿Acaso es mucho pedir, Hyung? Eres como un hermano mayor para mi, no soportaría que algo malo te sucediera.
—Sabes lo importante que esto es para mi, Taehyung-ah—murmuró con pesar—Participo de las marchas porque me hace sentir importante, me hace sentir que tengo un motivo más por el que luchar..—su mirada chocó con la mía—Un propósito en la vida, ¿Lo entiendes amigo?. Quiero luchar para que tú y Jimin y todos los que soportan esta crueldad, puedan tener una mejor calidad de vida, en donde puedan ser felices realmente y no tener que esconderse porque eso sea un pecado.
—¿A costa de tu propia vida, Hyung?. Eso no es justo, no me parece en absoluto lo que estás haciendo aún y cuando es por un bien en común—dije con un nudo en la garganta—Le destrozarías el corazón a Jimin, a mí, si algo malo llega a sucederte, y nos harías sentir impotentes porque sabes que no podremos hacer nada por ti. No podremos luchar porque no tenemos la valentía y ese coraje que se necesita. Tristemente nos acostumbramos a vivir nuestra felicidad detrás de las puertas.
—Debes entender porque no desisto de esto, Taehyung..—dijo, girándose en mi dirección y entrelazando sus dedos entre sí—Y-yo, es lo último que deseo hacer antes de irme definitivamente de este maldito país, quisiera dar mi última lucha, aunque de esta no consiga absolutamente nada ¿Esta bien? Te prometo que no me pondré en peligro en ningún momento..
Suspire, mientras pasaba una mano por mi frente, exasperado por la situación.
—Se que se convocara a una marcha a todos los que estén en el mismo camino que nosotros..—dije, posando mis manos en mis caderas—Será dentro de tres días, puedo..—titubee—Podría ir contigo para asegurarme de que no correrás un riesgo..
—Me confundes, debería ser yo quien se preocupe de ti por cualquier cosa que hagas Taehyung-ah—dijo con una pizca de diversión, que se esfumó en breve—Se que estas debatiéndote contigo mismo sobre todo esto, pero no tienes que hacerlo si no es lo que deseas realmente. Se que te asusta la idea y lo entiendo, yo también temo por mi vida cada vez que protesto junto a los demás, y aunque me duela me preparo mentalmente para lo que pueda sucederme si no soy lo suficientemente inteligente, porque es parte de lo que hago.
—Pienso que podrías estar más seguro si tienes la compañía de un buen amigo—dije, con esa cierta pizca de incertidumbre—Le daremos más seguridad a Jimin y a Jungkook si saben que estaremos juntos.
Él enarco una ceja.
—¿Y piensas decírselo? ¿No me habías dicho que estaban en una situación algo complicada? Esto no mejorará nada si me permites aconsejarte, como tu Hyung me parece mejor que en vez de ir conmigo, intentes arreglar las cosas con tu novio. Se que Jungkook es muy importante, no quisiera verte triste si su relación acaba.
—Hyung, no digas eso—le reproche—No vamos a terminar, ni estamos en ese grado de mal ¿Si? Solo, ha estado actuando raro desde el verano pasado, ya casi no nos vemos después de las clases en la universidad y puedo jurar que cada vez que nos vemos esta más delgado. No se que pueda estarle sucediendo, pero nada me saca de la cabeza que pueda estar mal de salud, todo esto no es para nada normal..
—Te lo diría, Taehyung-ah. Quizás solo se encuentra bajo mucha presión en la universidad, ya casi acaba el año y los exámenes de cierre se acumulan mucho—asentí lentamente, comprendiendo poco y es que no me convencía absolutamente—Se por Jimin-ah que es así, y bueno, tú también deberías entender todo eso ¿No?. Eres estudiante al igual que ellos dos.
Suspire.
—Tienes razón, Yoongi Hyung. Pero aún así no me puedo sacar esa espinita del pecho cada vez que lo veo—apreté mis labios, mientras cruzaba mis brazos—Su vitalidad pareciera desvanecerse minuto a minuto y me desespera no saber la razón. Evita el tema cuando se da cuenta de lo que quiero preguntarle, me sonríe cada vez y me asegura que las cosas están bien, pero sus acciones, aunque sean de manera inconsciente, no me dicen eso, se contradice con todo lo que hace de un tiempo hasta acá. Ya no se que pensar..
—Tiempo al tiempo, amigo. No te estreses demasiado y solo enfócate en mejorar las cosas con Jungkook. Si él tiene que decirte algo lo hará cuando él se sienta preparado—vire mis ojos hacia uno de los últimos cuadros que pinto mi Jungkook a principios de octubre, que ya había pasado—No te desanimes, verás como las cosas van a mejorar notablemente para antes de tu cumpleaños, solo se paciente, amigo—me sonrió y se acerco a mi—Me iré ahora, prometí visitar a Jimin, hoy es nuestro aniversario..—le mire sorprendido, viendo la fecha en mi celular, y efectivamente, era 19 de noviembre—Quiero darle algo especial.
—Claro, por supuesto amigo.. Solo prométeme que hablaremos de esta marcha luego—le pedí, cuando tomo sus cosas y coloco su casaca de cuero—Si vas a irte dentro de unos días, hazlo en paz, no provoquemos más a esos imbéciles.
El solo sonrió con gracia.
—Hasta luego, Taehyung-ah. Mantenme al tanto de lo que suceda entre tú y tu novio.
Y no pude retenerlo más aquí.
No era la primera vez que teníamos esta conversación, desde que las marchas habían tomado poder de las calles hace ya tres meses que el tema salía de forma inevitable en cada charla que teníamos. A causa del pequeño percance por el que estábamos pasando Jungkook-ssi y yo, había tenido más tiempo para compartir con mi único mejor amigo en la vida. Deje caer mis hombros y decidí estirarme en la cama, cerrando mis ojos al sentir como mis músculos se destensaban en mi espalda, hoy había tenido un día bastante ajetreado debido a actividades y demás asuntos que se impartían en la facultad.
Por un segundo pensé en salir de acá, pero mis ánimos estaban por los suelos. Anhelaba desde lo más recóndito de mi ser poder tenerlo a mi lado, poder darle esa tranquilidad que sin duda necesitaba, poder apaciguar esa tormenta que no cesaba en su interior porque lo veía en sus ojos en cada oportunidad que tenía, algo le estaba carcomiendo por dentro. Y me dolía no poder contribuir en algo para que ese dolor por el que estaba pasando desapareciera.
Volví a sentarme en la cama.
Pose mis manos sobre mi rostro, sintiéndome exhausto por toda esta rara situación, deje que el aire abandonará mis pulmones y lleve mis pies al suelo, la frialdad del mismo calando hasta lo más profundo de mi cuerpo. Llevándome una vez más a la realidad que estaba viviendo.
Mi celular sonó dentro de mi bolsillo, pero no atendí inmediatamente. Fueron una, dos y hasta tres veces que este vibro bajo la tela y tuve curiosidad al respecto, ya que para cuando quise contestar el celular se había apagado, no dándome siquiera el tiempo de ver de quien se trataba, pero no me basto más respuesta que la que tuve.
Un golpe a las afueras del cuarto, un desplome que me alertó en demasía. Con mis pies descalzos salí a la oscura recepción, a la espera de encontrar lo que había causado tal sonido, y entonces fue que halle entre viejos escombros el cuerpo de quien amaba inmensamente.
—Jungkook-ssi—llamé. Baje las escaleras que nos separaban y sostuve su cabeza entre mis manos, apoyando la misma luego sobre mis piernas—Jungkook-ssi ¿Me esta escuchando? Dígame algo, ¿Qué fue lo que sucedió? Hábleme por favor.
Sus labios se fruncieron.
—N-no es nada..—respiro con dificultad—Sólo.. por un momento se me fue el aire y caí por todos estos escombros..—tosió.
Apreté mis labios y lo tomé entre mis brazos. Oprimiendo mis palabras y limitándome a guardar silencio por ese momento, me cerciore de que la puerta estuviera bien cerrada y volví a subir con esfuerzo cada escalón, hasta que llegue al cuarto y con cuidado deje el cuerpo de mi Jungkook sobre el colchón, analizando su rostro pálido, más delgado que hace unos días, con un pequeño rastro de sangre en sus labios que no logré pasar por alto.
Sentí una presión en mi pecho, lo que ocasionó que mis labios se fruncieran levemente ante aquella impresión. Mire a Jungkook los últimos cinco minutos, de pie a los pies de la cama, sintiéndome un poco más aliviado al ver que volvía a respirar con normalidad, y aquellos orbes maravillosos volvían a verme con cariño.
—¿Qué haces allí, Taehyung? Siéntate a mi lado, por favor..—tragué saliva y me acerque lentamente a su lado, con mis manos entrelazadas al frente, evitando llevarlas a su cuerpo, a su rostro suave, por lo turbado que me encontraba aún por aquella mancha de sangre aún seca en sus labios—Perdón por haberte asustado así, no pensé que me caería por todos los escombros cuando no es la primera vez que vengo a este lugar..—sonrió apenas—Ya me encuentro muchísimo mejor, te estuve llamando alguna veces pero no co-
—¿Por qué tiene sangre en los labios?.
Su sonrisa se desvaneció.
Rápidamente paso el dorso de su mano y quito todo ese rastro de la carne rosada.
Mis labios temblaron—Jungkook-ssi, porque tiene sangre en los labios, no haga como que no me escucha y respóndame de una vez por todas..—hice una pausa, conteniendo aquel suspiro tembloroso—Que es lo que esta sucediendo, se lo pido.
Sus ojos se llenaron de lágrimas.
—¿Acaso ya no confía en mí? ¿Por qué ha estado actuando de manera indiferente cada vez que le hago la misma pregunta?.
—No digas eso, por supuesto que confío en ti..—dijo mientras respiraba profundamente—Lo que me sucede no tiene nada que ver con todo esto, y por esta vez no será algo que te concierne, te pido por favor que no sigas indagando al respecto, Taehyung-ah.
Aquello había dolido.
Fruncí mis cejas y le mire expectante.
—¿De verdad lo cree así?—sus ojos llorosos me vieron directamente a los míos, un puchero se formó en sus labios—No me concierne, pero tengo el derecho de sentirme preocupado por el hombre que amo, hombre que ha estado actuando extraño, que guarda secretos y le es indiferente a la persona en la que alguna vez deposito toda su confianza..—vire mi vista hacia otro lugar por un segundo—Hombre que a pesar de su evidente cambio físico, aparenta que todo esta bien. ¿Acaso se imagino que no lo notaría, Jungkook-ssi? ¿Pensó que no me sentiría preocupado e impotente por no saber la razón de este drástico cambio en usted?.
Se puso de pie y se alejó lo más que pudo.
—Ya basta, quiero que te calles—se abrazo a si mismo, dándome la espalda.
—Algo pasa, y el hombre que amo se rehúsa a decírmelo..—expresé con dolor—No sabe cuanto me lastima con esto..
Él negó, dejando caer su cabeza hacia adelante, soltando el primer sollozo.
—Sólo te protejo de un dolor mucho más fuerte, mi Taehyung. Entiéndelo por favor—deje caer mis hombros y me acerque a su lado, apoyando mis manos a los costados de sus brazos, apretando poco la carne, haciéndole ver que estaba con él—No quiero hacerte daño con todo esto..
—¿Qué puede ser tan complejo, mi amor? Dígame por favor que es eso que tanto le ha atormentado todos estos últimos dos meses, podemos solucionarlo juntos.. Le puedo prometer que encontraremos una solución a ese calvario que no lo deja..
Una risa casi imperceptible sonó.
—¿Podrías luchar contra el tiempo entonces, mi querido Kim Taehyungie?—su pregunta me había desconcertado, él se giró de pronto y me encaró—¿Podrías hacer que el tiempo se detenga para así tener más oportunidades de amarte?.
—¿Qué está diciendo? No lo entiendo..—miré como una de sus manos subía hasta mí mejilla, posándose allí con suavidad, sus ojos escanearon cada hemisferio de mi rostro, sus lágrimas de pronto brillaron en sus pálidos pómulos—Jungkook-ssi..
Sorbio su nariz.
—El tiempo se me acaba, mi amor..—siguió acariciando la piel—Y no hay momento que no me arrepienta de haber desperdiciado este último tiempo apartandote así..
Sentí un nudo en mi garganta.
—S-sigo sin entender, sea claro..—mi nariz ardió, y aquel ardor subió hasta mis ojos. Y es que no estaba preparado para esto.
—Cuatro meses, Taehyung—musito sin más. Su mirada de pronto divagando por la habitación, la respiración se me atasco y sentí a mis piernas débiles un instante—Me diagnosticaron cáncer de pulmón en etapa terminal. Fue poco después de mi cumpleaños..—agacho la mirada, su mano aún en mi rostro, que luego se sintió como un fantasma y nada más—Lo siento tanto, yo venía sospechando desde hace meses, tuve que haberte comentado al respecto..
Y sentí frío.
Sentí a mi corazón helarse lentamente, al tiempo mismo detenerse, y mi cerebro reproduciendo como cinta de película esa frase que no olvidaría en mucho tiempo.
No pude hacer más que acercarlo a mi cuerpo y estrecharlo entre mis brazos. De pronto sintiendo nada más que un vacío en mi interior, las lágrimas no salieron, pero la tela de mi camisa se había mojado a causa de lágrimas que no eran mías.
—Pensé que las quimioterapias ayudarían en estos meses, que habría esperanza..—murmuró contra mi pecho—Pero no tuve esa suerte, ya no hay nada más que hacer. No te dije nada porque tenía esperanzas de que mi situación cambiará para mejor, pero en un abrir y cerrar de ojos empeore.
No pude responderle más, y sólo tuve la fuerza y el valor para contenerlo a él por unos cuantos minutos más, en donde me dedique a transmitirle todo mi cariño, cada partícula de él, se la estaba dando justo en ese momento, no entregándome al sentimiento horroroso que sentía ahora, no cedería a él, por más difícil que fuera.
—Perdón por habértelo ocultado..
—Shh—acaricie sus cabellos—Eso ya no es importante mi Jungkook, tenemos cosas más importantes en las que centrarnos ahora ¿No lo cree?—salió de su escondite y me miro a los ojos—Aún nos quedan muchísimas cosas por hacer juntos, amor.
Le sonreí apenas, mientras una lágrima descendía por mi mejilla, no logrando contenerlas más. Sostuve su rostro con una mano y me incliné para besar tan lentamente sus labios, deseando no salir de allí jamás. Un toque sutil que le saco una sonrisa entre sollozos, junte nuestras frentes, y estuvimos así un buen tiempo.
—Prometo cumplir mi palabra, amor mío.
Acarició su nariz con la mía.
—Se que si, no me fallaras de esa manera.
Y comprendí entonces, que no tendría el corazón más roto a como lo tenía ahora. Porque dolor más grande que saber que pronto el amor de tu vida se iría de tu lado para siempre, no tenía comparación.
Y en medio de la noche había abierto mis ojos, estos encontrándose nada más que con penumbras y la escasez lunar dando poco de su luz, la misma colándose por un hueco en la pared que no alcanzaba a ser ventana realmente. Me quedé quieto unos segundos, asimilando mi alrededor, y convenciéndome de que el ruido que había escuchado entre sueños no había sido invención mía. Había sido suave, casi imperceptible como diría, aguarde lo que fueron dos minutos tal vez, no perdiendo el tiempo y observando lo poco que tenía al alcance del rostro de mi Jungkook-ssi.
Este se encontraba abrazado a mi cuerpo, su rostro apoyado sobre mi pecho y respirando tan suavemente que parecía sumido en un profundo soñar maravilloso.
Quise volver a dormir cuando creí que aquel ruido seria irrelevante en esta larga noche, pero como otras veces, falle. Mi corazón dio un vuelco al oír casi a lo lejos dos golpes en la puerta principal, aquella que se encontraba alejada de nosotros, y encarando al mundo cruel del exterior. Por inercia apreté a Jungkook contra mi, lo que ocasionó que se removiera sobre la cama, soltando algunos quejidos, pronto abriendo sus ojos con dificultad, le mire.
Su mirada somnolienta, pronto transformándose en una mirada atenta, confundida por la extraña situación.
—¿Qué hac-?—le calle.
—Alguien esta afuera.
Y es que haberle dado noción de lo que estaba sucediendo de esa manera tan abrupta no había sido la mejor decisión, dado que se levantó de golpe y debido a eso, una fuerte punzada atacó a un lado de su espalda, doliendo al respirar. Pero aquello no había sido motivo del cual alterarnos ya que había algo muchísimo más importante en estos momentos. Sus ojos me vieron con preocupación, pavor.
—¿Cómo sabes que alguien está afuera? Son más de las una de la madrugada, Tae. ¿Estas seguro que no fue algún ruido de algún animal callejero?—musito, y todo se corto allí cuando nuevamente aquellos golpecitos en la puerta se volvieron a oír. Amague a levantarme, pero una de sus manos me detuvo completamente—¿Qué piensas hacer? ¿Acaso estás demente?.
Vi el miedo reflejado en sus ojos.
—Necesito ver quien es, Jungkook-ssi.
Su agarre se afianzó.
—Tú no te vas a mover de esta cama, debemos buscar la forma de hacer que sea quien sea que esté afuera se largue—respondió con seguridad, aún y cuando en el fondo sabíamos que era solo para la fachada—Puede ser peligroso, por favor.
—Estoy nervioso, pero tengo seguridad de que no se trata de alguien uniformado ¿Ok? porque esa puerta ya estaría tirada y nosotros no estaríamos aquí, no tenga miedo mi amor, me aseguraré de que los dos seguimos seguros aquí dentro—su mano cayó sobre el colchón de la cama, con un poco de frío en mis pies, toque el suelo y camine despacio por la habitación, una suave y fría ventisca acariciando mi torso desnudo, dándome la sensación de más incertidumbre y tensión. El ruido a mis espaldas diciéndome que Jungkook me estaba siguiendo, le mire un instante antes de abrir la puerta, este en el camino había sostenido un viejo bate de béisbol.
Fue inevitable no ver sus piernas delgadas al descubierto, flectarse levemente ante aquel mínimo esfuerzo, sentí un apretón al notar el contraste de lo poco que entraba de luz lunar con la tez de su rostro, pálido como una hoja de cuaderno, despeje mi garganta y deje de divagar en aquellos únicos pensamientos que últimamente estaban invadiendo mi mente a diario. El ruido en las escaleras eventualmente fue insoportable, tanto que seguramente eso había alertado a quien sea que estuviese afuera, y es que al abrir la pesada puerta de hierro sólido, pensé en todo, en todas las personas que podrían saber de este sitio y nunca me hubiera imaginado verlo a él. Y es que su presencia no me decía nada bueno, y las lágrimas en sus ojos y su pecho subiendo de arriba hacia abajo con frenesí me lo confirmaban aún más.
—Jimin-ssi..—dije en un suspiro. Rápidamente le deje pasar y miré hacia todas partes para asegurarme que no hubiera nadie merodeando por allí. Luego cerré la puerta una vez más, centrando mi completa atención en el chico que tiritaba del frío, ya que solo se encontraba con una chaqueta no demasiado gruesa para el frío del exterior, y es que ese detalle no lo había notado hasta que salí del cuarto.
Jungkook ya había bajado el bate.
Ambos nos miramos con preocupación.
—S-se que no es prudente aparecerme por aquí a estas horas—comenzó diciendo, pero antes que siguiera hablando le anime a que subiera las escaleras para estar en un ambiente muchísimo más grato y cálido. Una vez arriba, cerré la segunda puerta a mis espaldas y cogi una polera que tenía cerca y la coloque en mi cuerpo—Siento haberlos despertado, pero no supe a quien más acudir, Taehyung-ssi.
Su labio inferior tembló.
—Estoy desesperado, no saben el desastre que es allá afuera—dijo afectado.
—Eso mismo te iba a decir, hemos escuchado desde aquí como esos buitres han atacado otra vez—dije con el corazón agitado—Nos vimos en la obligación de quedarnos aquí porque las marchas eran imposibles de evitar, es peligroso estar entre tanto caos, no se como pudiste salir ¿Acaso Yoongi no estuvo contigo?—y fue cuando caí en cuenta de que el novio de mi mejor amigo no se encontraba con él ni había dado indicios de donde estaba—¿No has visto a Yoongi Hyung verdad?.
Sus ojos me vieron otra vez aguados.
—Pensé que tu podrías darme razón de él, Taehyung-ssi—expreso mientras las lágrimas descendían por sus mejillas—Se que ha estado participando de esas cosas, lo permití porque nada había pasado hasta el momento y todas esas veces llego con bien al departamento, de todas formas no soy quien para prohibirle algo a un hombre de veintinueve años.. Pero hoy no lo hizo, Taehyung-ssi, y ya he buscado por todas partes..—aguanto su llanto—No se que más hacer, por favor necesito que me ayudes a encontrarlo, se me acaban las opciones..
Desvíe la mirada hacia otra parte, sintiendo como mis ojos se llenaban de lágrimas que retuve con mucho esfuerzo.
—Es peligroso salir a esta hora, Jimin Hyung—contestó esta vez Jungkook, mientras se cruzaba de brazos—No sabemos qué puede esperarnos allá afuera si salimos a buscar a Yoongi Hyung, y no quiero asegurar nada..—dijo pausadamente—Pero todos aquí somos conscientes de lo peligrosas que son esas marchas y que muchos mueren por dar esa batalla contra el estado. Hyung ha tenido muchísima suerte de salir con vida las veces anteriores, Jimin Hyung—dijo con suavidad, ambos examinando el rostro de nuestro amigo—Pero no siempre podrá contar con cartas bajo la manga, debemos estar preparados y pensar con la mente fría...
Por más duro que sonará, era verdad. Y siempre era mejor hablar las cosas claras en momentos como estos, y dolía mucho.
—Yo sé.. —comentó bajito, mientras sorbia su nariz, mirando hacia abajo, evitando vernos a los ojos en todo momento—Pero por más innecesario que sea tal vez, aun me queda una pizca de esperanza, y no pienso dejarla ahora, no hasta que vea con mis propios ojos que mi novio murió—sollozo. Mi corazón dolió ante lo dicho—Si no es así, seguiré fiel a la idea de verlo a salvo..—tomo una pausa—Donde quiera que se encuentre, yo lo voy a encontrar..
—Jimin-ssi tiene razón..—dije con un nudo en la garganta—Yoongi Hyung es listo, quizá no regreso ni aquí ni a casa de su novio, pero me aferro a la idea de que si pudo llegar a algún otro sitio igual de seguro que este ¿Si? Hay que intentarlo.. podemos encontrarlo con vida si salimos ahora a su búsqueda..—Jungkook me vio atentamente, con el miedo intacto en sus ojos, y es que lo entendía perfectamente.
El silencio reino entre nosotros, aumentando la tensión del momento y subiendo aún más nuestra incertidumbre con respecto a que decisión tomar en este momento. Jungkook retrocedió y se dejo caer sobre la cama, inhalando profundo, virando sus ojos hacia la madera del suelo, siguiéndole Jimin eventualmente.
—Esto no tendría que estar pasando.. —murmuró, dejó caer su cabeza esta mirando en dirección a sus manos sobre sus piernas—Yo no tendría que estar aquí..
—Una fuerza mayor fue la que te trajo hasta acá, Jimin-ssi—dije de brazos cruzados, con ese apretón en el pecho que no me dejaba respirar en paz—Se acordó hace bastantes meses que si algo llegaba a sucedernos..—tome una pausa, tragando saliva—Este sería nuestro punto de encuentro, porque no tenemos otro lugar más seguro y estable que este.. es verdad que esto no debería estar pasando y debo admitir que nunca quise pensar en ver a alguien en este lugar, fuera de mi Jungkook-ssi y yo claramente que somos los que más frecuentamos la habitación. Pero era algo que pasaría..
Jungkook alzó la mirada.
—¿Creen que Yoongi Hyung pueda volver aquí por sus propios medios?—inquirió, llamando la atención de su novio—Digo, ¿Hace cuanto fue que salió de allá? Vino a vernos a las cuatro de la tarde y luego nos dijo que iría a visitar a Jimin Hyung porque debían preparar sus papales para el viaje a Estados Unidos esta semana..
—Nunca llego al departamento—contestó. Sin dirigirnos la mirada, de forma seca—Nunca me llamó ni me dio razón de él.. aunque yo siempre he sabido que esta en esas marchas por un futuro mejor en este país—ambos con Jungkook le oímos con atención—Derrocar al presidente y líder de todo este infierno es clave en los planes, pero Yoongi siempre me decía que solo participaba de las protestas y que nunca se metió más allá en aquellos asuntos..
—¿Sabes que Yoongi Hyung te protege demasiado no? No angustiarte siempre ha sido la mayor de sus prioridades—dije.
Jimin asintió, mientras entrelazaba sus dedos y sorbia su nariz.
—Yo sé, que solo quiere protegerme. Pero la angustia que siento en estos momentos y ese temor que no me deja de llenar la cabeza de todos los posibles escenarios en los que pueda estar, me hacen sentir que Yoongi no hace más que pensar en sí mismo, siguiendo sus propios ideales y dejándome a un lado por no querer hacerme daño ni exponerme de la forma en la que él lo hace consigo mismo..—sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas—No se detuvo a pensar en que me rompería el corazón si algún día llegase a faltarme por seguir esa vida que nunca hemos tenido a nuestro alcance, y eso él lo sabe muy bien..
Sentí a mis propios ojos aguarse.
—No obstante, iré a buscarlo porque es el hombre que elegí amar por el resto de mis días aunque no pueda gritarlo a los cuatro vientos—sorbio su nariz y se puso de pie—Lo seguiría hasta donde sus pies lo lleven, no podría abandonarlo, no seria capaz.. él siempre me protegió, es mi turno ahora. Y si dije que vine aquí buscando ayuda, no los obligare a seguirme, porque se como es el miedo que los esta corrompiendo.. y sinceramente no quisiera empeorar las cosas trayéndolos conmigo a esta hora..
—Empeorar las cosas seria si vas solo a buscar a Hyung—dije llamando la atención de ambos—Jimin-ssi, no enfrentarás esto solo, por más arriesgado que sea, iremos los tres o no saldremos de acá y se que mi Jungkook-ssi esta de acuerdo con esto—giré a mirarle, sus ojos brillantes y redondos viéndome desde la cama, con suma atención y es que desee en ese momento poder saber que pasaba por su mente. Eventualmente se puso de pie y se acercó a mi de manera pausada, tomando mi mano y entrelazando nuestros dedos cuando estuvo a mi lado, me sonrió—Eres parte de esta pequeña familia, desde que Yoongi Hyung te hizo parte de su vida..
Sus ojos aguados se achinaron al sonreír.
—Gracias..
No habían palabras para describir la monstruosidad que se nos presentaba frente a nuestros ojos. Sentí a mi corazón apretarse en mi interior, la bilis subirme por el esófago hasta la garganta, y las lágrimas en mis ojos salvándome de ver con más claridad el genocidio que se llevó a cabo en las calles de Daegu. Mis labios se fruncieron en un puchero y las lágrimas por fin se deslizaron por mi cara.
—E-esto es espantoso..—musite. La mano de Jungkook se afianzó por un momento sobre la mía, le mire por sobre mi hombro no alcanzando a percibir demasiado de su rostro debido a la oscuridad de aquel sobre mi rostro, rozando la punta de mi nariz—Por mas difícil que sea, no nos centremos en esto—sus labios temblaron al decir, pronto él alejándose de mi completamente y ambos centrando nuestra atención en un Jimin perturbado, ido y estupefacto ante todo el escenario. Sentí tristeza por eso.
—¿Por do-donde debería comenzar?—musito—¿Cómo debería acallar a los pensamientos en mi cabeza cuando tengo todo esto en frente?—sus ojos llorosos nos vieron a ambos, calando hasta lo más profundo de mi ser—E-es macabro, Tae..
Escondidos en las penumbras de aquel callejón, saqué mi celular para ver la hora. Mis manos temblaron ante tal acción y mi vista un tanto borrosa entorpeció mi labor.
—E-el toque de queda acaba en cinco minutos, deberíamos comenzar a andar—dije con un nudo en la garganta—No será peligroso una vez sean las seis de la mañana, así que mientras iremos a paso lento, no debemos llamar la atención..—ambos asintieron, tomamos una profunda bocanada de aire y uno a uno salimos del callejón, con el aire frío bailando a nuestro alrededor, y el son del silencio siendo rey en su totalidad, causando una sensación de inquietud y desconfianza en demasía.
Por decisión de todos, creímos que estar lo suficientemente separados uno del otro al transitar por las calles sería lo correcto. Escasos rayos de sol comenzaban a salir desde las montañas, el firmamento sobre nosotros se volvió más claro y entonces fuimos aún más conscientes del suelo manchado en sangre por el que andamos.
Era escalofriante.
Un revoltijo se había formado en mi estómago al ver como los militares se desplegaban por las calles, procediendo a retirar los cuerpos de las calles de la ciudad, el apretón en mi pecho no me dejo en todo el tiempo que les tomo hacer la tarea. Había contado los camiones de basura que llegaron eventualmente, eran cinco, en donde uno tras otro tomaban y dejaban los cuerpos inertes de la gente.
Vire mis ojos y metí las manos en mis bolsillos en mi chaqueta y apresure el paso. Y por un momento, al cruzar miradas con mi querido Jeon Jungkook, pensé seriamente en que camino tomar para comenzar con nuestra búsqueda. Aquello había sido lo único en lo que no habíamos hecho algún tipo de acuerdo previamente, y es que solo estábamos siguiendo a Jimin y a nuestro instinto. Más adelante nos detuvimos frente a un cruce peatonal, tragué saliva cuando una de sus manos rozo sutilmente la mía, me fue imposible no dedicarle una mirada, y en que sus ojos a pesar de la situación solo podía ver luz.
—¿Saben a donde estamos yendo? ¿Por qué nos detuvimos aquí?—indague, Jimin se giró levemente a observarnos.
—Aquí es donde fue que comenzó la marcha, las manchas de sangre no siguen mas allá—comentó con angustia, negó mientras sus ojos brillaban otra vez—¿Cómo debería sentirme entonces si no encontré a Yoongi entre toda esa gente?—llevo sus manos hacia su cabello, mientras giraba en su lugar mirando a su alrededor—No se que estoy haciendo, esta vacilación me tiene demasiado aturdido, no se a que lugar recurrir como primera parada, Tae..
Mire a mi alrededor.
Nadie más que nosotros deambulando.
—No son muchos los lugares, Jimin-ssi..
Intente animar.
—Hyung debe estar en una parte que él sabría que tú podrías encontrar—dije. Y fue cuando el color en su rostro volvió a ser el habitual, su respiración comenzó a ser más rápida y me quedé en blanco al ver como corría en dirección contraria—¡Jimin-ssi! ¿¡A donde vas!?—masculle, pero no tuve una respuesta en absoluto. Giré a ver a mi Jungkook con angustia y desesperación—Ve a nuestro lugar feliz ¿De acuerdo? Iré por Jimin-ssi y estaré con usted en una hora, sabe lo que tiene que hacer si no regreso en ese lapso de tiempo, cuídese.
Jungkook solo asintió mientras sus labios se fruncieron en un puchero que desee poder disipar con mis propios labios pero no pude. Le entregué una sonrisa y corrí detrás de Jimin antes de perderle de vista.
—¡Vuelvan pronto!—escuche detrás de mi.
Agradecí por un momento que los militares se hayan retirado de las calles y que los cuerpos ya no se encontrarán allí. Tosí unos segundos y tome otra bocanada de aire para seguir al ritmo de mi amigo, y fue cuando los edificios comenzaban a ser menores, que me llamo la atención de la dirección que estábamos tomando.
¿Biseulsan?.
—¡Jimin-ssi! ¡Detente por favor!
Me detuve cuando mis piernas no pudieron soportar más. Volví a toser y apoye mis manos en mis rodillas para recuperar el aire que me faltaba. Alce la mirada y resople al caer en cuenta de que Jimin se había borrado de mi campo de visión, me reincorpore como pude y miré al frente.
Demonios..
¿Por donde debería seguir ahora?.
Amague a correr de nuevo pero me detuve cuando un grupo de uniformados se cruzó en mi camino, lo que ocasionó que me quedara de pie en mi lugar, con la mirada gacha y esperando que ellos pasarán y siguieran su camino eventualmente. Alce la mirada y observe a mis espaldas como los oficiales seguían su camino de forma tranquila, retome mi caminata y cruce la calle para poder acercarme a la entrada de aquella montaña. Sentí nostalgia al ver el lugar que alguna vez conocí en fotos de otra manera, incoloro y sin una pizca de vida; mi corazón parecía que en cualquier momento saldría disparado de mi pecho.
Quise gritar su nombre una vez más, pero el temor a ser encontrado por un policía era mayor, por lo que decidí quedarme callado y buscar en silencio a mis amigos, aunque me muriera de la desesperación.
—O-oh dios..—mis labios temblaron. Sentí mis rodillas flaquear y todo a mi alrededor parecía similar—¿Qué debo hacer..?—no sabia que camino tomar exactamente y era lo que más conflicto me causaba. Me moví unos cuantos metros, no avanzando demasiado en realidad, hasta que los vi aparecer entre unas cuantas ramas secas, y todo mi mundo se redujo a ese instante.
A ese tormentoso instante en que nuestro escenario se tiño de rojo. Mis pies no respondieron al llamado silencioso en los ojos de mi mejor amigo, ni la mirada perdida de Park Jimin mientras caminaba con él en sus brazos de manera pausada.
—Hay que irnos a casa—murmuró apenas, avanzando en la quietud del lugar, ignorándome completamente a su paso. Mire con pavor la sangre emanando del pectoral derecho de mi mejor amigo, sin medición alguna, y de los leves quejidos saliendo lastimosamente de sus labios.
—Jimin-ssi..—llamé con lágrimas en los ojos—Debes detenerte, él no se encuentra bien..—dije con un nudo en la garganta, acercándome lo más que mi estabilidad emocional me lo estaba permitiendo ese momento, mi corazón dolió al ver la fuerza ejercida en las manos de Jimin en brazos y piernas de mi mejor amigo—Le estas haciendo daño, Jimin-ssi, por favor.
Y fue cuando se detuvo, y con ello todo su cuerpo cayendo en seco al árido suelo bajo sus talones, sus ojos cerrándose de pronto mientras las lágrimas eran libres de descender por su rostro pálido y el agarre en el cuerpo de Yoongi siendo más suave ahora. Mis labios se fruncieron en un puchero, y mis rodillas tocaron la tierra.
—Llevarlo a un hospital sería imperdonable, Taehyung-ssi..—dijo viéndome con sus ojos cristalizados—Lo dejarían morir al saber que pertenece al grupo de aquellos revolucionarios del estado, y-yo, necesito llevarlo a casa.. e-—se detuvo, mi mano cayó sobre la mano de mi mejor amigo, y le miré por unos cuantos minutos, ojos entrecerrados, iris opaco y cuerpo temblante, vire mis ojos y apreté mis labios, reprimiendo a lo más profundo esas inmensas ganas de llorarle al cielo por tremenda injusticia este día—Por favor Taehyung-ssi—sollozo—Pu-puedo sanarlo..
Una sonrisa involuntaria y casi imperceptible se bordó en mi boca.
—Ambos sabemos que el tiempo se nos acabó, Jimin-ssi..—solloce, acariciando inconscientemente el dorso de la mano de Yoongi Hyung—Su destino se selló justo en el momento en que salió de casa.. ha perdido mucha sangre Jimin-ssi, no podr-
Negó rápidamente.
—No—contestó firmemente—En casa podré protegerlo, puedo hacer que viva.. yo..—me miro a los ojos, y ambos entendimos que nada ya se podía hacer—N-no lo soportaría—lloró. Mientras mecía a Yoongi en sus brazos, y le daba leves caricias en su rostro—N-no puedo creer que este pasando esto.
—Esta sufriendo, Jimin-ssi..—dije con un terrible nudo en la garganta—Tenemos que dejarlo ir, ya nada podemos hacer..
—Tú..—dijo en un arrebató de impotencia, dejó caer sus hombros y suspiro entre sollozos, viró si rostro hacia un moribundo Yoongi-ssi—Que este lugar sea testigo de que lo intente mi amor, de que fuiste y serás siempre ese hombre que lucho por sus ideales y el de gente que amo, Min Yoongi será recordado por sus cercanos con respeto y cariño absoluto..—asentí a sus palabras—Mi corazón se parte en pedazos.. pero es tu derecho después de haber tenido una vida tan complicada, es momento de que puedas descansar amor..
Yoongi Hyung con sus últimas fuerzas alzó si rostro y encaro los brillantes ojos de su amado, sonriéndole con sus ojos irritados en lágrimas y resto de sangre en sus mejillas, y fue cuando me cuestione, ¿Cuántas veces más tendría que vivir un momento como este en lo que me resta de vida? Mi corazón se apretujo ante la escena, viéndome a mi mismo en el lugar de Jimin-ssi, sosteniendo el cuerpo inerte de a quien amaba más en este mundo.
—Q-que la v-vida misma sea tes-testigo de que también luche por darnos una vida mejor, mi amor, mi Jimin-ssi.. l-lo siento..
Y fue tan doloroso imaginarlo, como darte cuenta que finalmente tu mejor amigo no resistió mucho tiempo más que aquel, desfalleciendo en los brazos en quien reposo sus más hermosos deseos, a quien amo más que a nadie en el mundo y con quien tenía muchos planes pero que tristemente muchos de estos no llegarán a concluir. El llanto silencioso e incesante de mi amigo culminó con la mañana de ese día, dejándonos en un silencio largo.
Deje salir la tristeza sin importar que, ignorando completamente que estábamos expuestos a que cualquier persona nos viera en este lugar, porque en ese instante nada era más importante que la despedida a quien considere un hermano.
:'(
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro