Últimamente las cosas estaban raras, los malditos carteles seguían apareciendo día tras día con un chisme nuevo, haciendo que toda la escuela se encontrara inquieta y expectante al saber un poco más sobre la siguiente víctima.

Estos días la estaba pasando fatal, tenía miedo de que al llegar un día encontraría mi secreto decorando todas las paredes blancas del lugar y un grupo de gente murmurando sobre mi.

Sacudí mi cabeza, para alejar esos pensamientos horribles, no iba a pasar, nadie lo sabía, solo Jungkook pero él jamás lo contaría, teníamos un trato.

Un viento cálido golpeó mi rostro haciendo que levantara mis ojos hacia el cielo, el día estaba tan cálido, el sol brillaba pero no quemaba, ¿sería un día cálido hoy? deseaba eso.

Apresure mi paso, no quería llegar tarde hoy me había tocado venir a pie, ya que SeokJin y los demás afectados por los carteles, habían sido citado una hora antes con el director para tratar el tema.

Ni siquiera la escuela había podido encontrar a los culpables, así que supondrán lo alterados que estaban.

—¡Tae! —Gritó Jae hyun mientras me sonreía, yo sólo me quite los audífonos y le devolví el saludo — ¿Paso algo? —preguntó, haciendo que negara con la cabeza — Caminabas como una tortuga deprimida.

— ¿Y cómo sabes, cómo caminan las tortugas deprimidas? —Contesté con gracia. El miro hacia el cielo, como si estuviera buscando alguna explicación lógica hacia mi pregunta.

— Nunca vi una, pero si la veo seguramente se parecería a ti —soltó, haciendo que una pequeña sonrisa apareciera en mi rostro.

—¡Chicos! — un grito llamó nuestra atención, se trataba de Huening Kai, quien se encontraba a unos pocos centímetros algo alterado, por su cara podía deducir que no era algo bueno  — Tienen que entrar y ver esto ya —dijo para luego correr nuevamente hacia adentro de nuestra escuela.

Crucé una fugaz mirada con Jae hyun, antes de echarme a correr hacia dentro, ¿otro ataque?

La entrada se encontraba completamente empapelada nuevamente, fije mis ojos en una hoja que se encontraba en el suelo.

Mis ojos se abrieron de par en par al ver a los nuevos involucrados, en una hoja blanco y con grandes letras rojas los nombres de mis demonios personales llamaban completamente la atención:

“Uno de los hermanos Min, estaba revolcándose con alguien debajo de las gradas, ¿Les gustaría saber quien fue?, hagan sus apuestas, Yoongi o Hoseok”

Levanté la vista rápidamente para escanear el lugar, todos se encontraban murmurando sorprendidos observe hacia todos lados buscando a alguien que luciera sospechoso, pero nadie realmente lo parecía, más bien estaban curiosos de saber quién era la afortunada que se estaba revolcando con uno de los Min.

Mis ojos se cruzaron con los de Jungkook, quien se encontraba enfrente mío. A su lado se encontraba Namjoon, quien parecía estar contándole algo, pero Jungkook parecía estar perdido en sus pensamientos.

Los murmullos cesaron cuando los hermanos Min aparecieron en el lugar, todos estábamos expectantes de su reacción.

Yoongi levantó uno de los papeles que se encontraba en el suelo, soltó una risa burlona antes de destrozarlo y cruzar miradas con su hermano quien se encontraba tranquilo con sus manos en los bolsillos.

Compartieron algunas palabras que lamentablemente no pude escuchar, antes de que el mayor hablara.

— La próxima vez nos las tiramos enfrente de todos, por si tanto morbo les causa esta putada de cartel —soltó Yoongi, quien sin importarle la mirada de los presentes, caminó junto a su hermano por medio de todos, para luego desaparecer por el pasillo.

Todo el mundo quedó en silencio por unos segundos, los odiaba, pero envidiaba él como les había importado tan poco algo así.

El timbre sonó, haciendo que todos corrieran a sus aulas, me despedí de Jae hyun con una sonrisa y me dirigí hacia mi aula.

Todo esto era demasiado raro, ¿no se suponía que ellos eran como la realeza?, ¿Quién les haría algo así? No voy a negar que en primera instancia pensé que ellos eran los culpables de todo esto, pero ahora resultaba que ellos también eran las víctimas, parece que alguien estaba en contra de su reinado, ¿Quién sería?

Estaba tan distraído en mis pensamientos que casi me llevó puesta a la persona en frente mío.

— Mira por donde vas — dijo con su voz gruesa, levanté la vista para encontrarme con Jungkook, quien se encontraba apoyado en la puerta de mi aula.

—¿Sucedió algo? — pregunté curioso, este solo negó con la cabeza — Entonces, ¿Qué haces acá?

— Después de clase, quiero que me encuentres en la terraza. Tengo algo que decirte, así que puedes traer a tu amigo rubio contigo —dijo, para dar la vuelta y dirigirse a su aula.

Durante toda la clase estuve perdido en mis pensamientos, ¿qué habrá pasado con SeokJin?, ¿cuál era el plan de Jungkook?, ¿encontraremos al culpable?

Me encontraba realmente ansioso, contando cada minuto del reloj que parecía interminable y cuando por fin sonó di un brinco del asiento y salí lo más rápido posible del aula hacia la de Jimin.

—¡Jiminie! —grité al ver a mi amigo, este se giró y me regaló una sonrisa, aunque parecía estar cansado.

— Tae, pensé que estarías en el comedor — comentó, una vez me encontraba enfrente suyo.

— Debería, pero Jungkook necesita decirnos algo y me dijo que lo encontráramos en la terraza.

Jimin solo asintió y mientras me contaba sobre su día y como habían convencido a YeonJun de no viniera a clases hoy. En el camino encontramos a SeokJin, quien se encontraba sacando sus cosas del casillero, me acerqué curioso pues se suponía que tendría que estar en clases.

—¿Adonde vas? — pregunté.

— A casa —dijo desanimado

—¿Qué? — pregunté confundido — ¿Qué pasó?, ¿No deberías estar en clases?

— Al parecer el director cree que la solución del problema, es suspenderme — dijo, mientras cerraba su casillero.

—¡¿Qué?! — dijimos al unísono con Jimin, haciendo que algunos alumnos nos dedicarán una mirada rara.

— Si y no solo a mi, todos los fuimos quedamos suspendidos hasta el lunes.

Me quedé atónito, no podía creer que había quedado suspendido injustamente.

Lo acompañamos hacia la salida donde lo esperaba Jongin, quien había decidido acompañarlo a casa, ya que SeokJin estaba bastante desanimado.

Me ponía demasiado triste ver a mi hermano así, él siempre era tan alegre pero ahora parecía tan desanimado.

Nos dirigimos hacia la terraza curiosos, no sabía que plan raro tenía Jungkook en mente pero nunca me imagine que al llegar me encontraría con los hermanos Min.

Estos se encontraban apoyados en una pared, mientras Jungkook, Jae hyun y Namjoon estaban parados en frente suyo.

— ¿Qué está pasando aquí? — pregunté curioso mientras cruzaba miradas con Jungkook.

— Supongo que es su plan, ¿no? — contestó Jimin, haciendo que los tres a sintieran.

— Ahora que llegaron la rata y su acompañante, supongo que nos dirás el motivo de tu llamado — habló Hoseok mirando a nuestros amigos, Yoongi solo tosió y se mantuvo callado.

— Creo que estamos de acuerdo que ninguno de aquí, es el responsable de los carteles — habló Namjoon.

—Yo tengo mis dudas... — interrumpió Hoseok.

—Basta de tonterías — se quejo Jungkook — Voy a hablar lo más rápido posible. Aunque no es de mi agrado esta unión, creo que es necesario que trabajemos en equipo, ambos lados estamos siendo afectados, con todo lo que está pasando y hablando con Namjoon llegamos al acuerdo que el trabajar juntos solo por esta ocasión nos serviría.

— No creo que sea un tema para hablar en la escuela, ¿si nos reunimos en otro lado? — murmuró Yoongi.

— Pueden venir a mi casa, no hay nadie más que SeokJin y un amigo de él — dije nervioso — Y sería más cómodo.

— Me parece bien — Me apoyó Jimin — ¿después de clases? 

Todos asintieron y cada uno siguió su camino.

Las clases duraron poco, pero yo me encontraba demasiado ansioso por la salida. Era la primera vez que invitaba a alguien a mi casa, le había mandando un mensaje a SeokJin avisándole sobre la situación, este se puso feliz y me contestó que hornearia una tarta junto a Jongin, para recibir a nuestros invitados, aunque algunos no eran tan deseados.

Caminaba por el pasillo y  lo lejos divisé a Jimin, que me estaba esperando justo en la puerta del colegio, ya juntos caminamos hacia el estacionamiento donde nos esperaban los demás.

— Hay un problema —dijo Namjoon, en cuanto llegamos.

—¿Qué sucede? — pregunté.

— Es que no entramos todos en mi auto — dijo Jae hyun, señalando hacia su costado.

Ellos ya eran cinco y no podíamos ir todos amontonados, tampoco podía llamar a SeokJin pues demoraría mucho en llegar.

— Nosotros tenemos espacio para el que quiera venir con nosotros — interrumpió Yoongi — Ah, menos Taehyung — soltó una risa burlona.

Rodé los ojos, pero risa de Huenig Kai y su novia rompió el silencio, haciendo que Namjoon los golpeara en la cabeza.

— Yo te llevo — Dijo Jae hyun —  Kai puede ir con Jimin en su auto, ya que le causa tanta risa sus chistes — La risa del menor se silencio y seguido de eso vinieron quejas y súplicas, el no podía ser separado de la madre de su hijo peludo.

—Eso por reírte — Me burle, mientras le sacaba la lengua como niño.

— Podemos hacer el acto bueno del día y llevar a la rata y su amigo — habló Hoseok.

—Esta bien — dije, ya me daba igual ir con el enemigo.

—¿Estás seguro? —preguntó Jae hyun,  asentí no quería dejar solo a Jimin con los demonios y mucho menos separar a Kai de su novia, este me agradeció con un abrazo.

—Si ya está arreglado, vámonos — habló Jungkook suspirando aburrido.

Me acerque a Jae hyun para darles las indicaciones para que pudiera llegar a mi casa, de igual forma iríamos detrás suyo.

Su auto se marchó antes que el nuestro, mire a Jimin quien se encontraba nervioso, no sabía si le incomodaba estar cerca de los Min o solamente era cosa mía.

Yoongi fue el primero en ingresar a su auto sin decir ni una palabra, mientras Hoseok solo nos dio una mirada burlona y dijo:

— Suban al auto ratas.

Rodeé los ojos y mientras subía al vehículo, para mi sorpresa el aroma del auto era agradable.

— Que rico aroma — le murmure Jimin.

— A mi me gustaba más el anterior — susurró.

Yo solo lo mire confundió pero este corrió su mirada hacia la ventana, tal vez había escuchado mal.

En el trayecto del viaje mis ojos se cruzaron con los de Yoongi, quien parecía más serio de lo habitual, este solo rodeó sus ojos y siguió mirando el camino.

El resto del viaje fue corto y silencioso pero para nada incómodo, los demonios mo dijeron ni una palabra, Jimin iba tarareando la canción que sonaba en la radio y yo estaba perdido en mis pensamientos, ¿qué saldría de esta unión?

¡Hola Pinochitos!  ¿Qué tal ese capítulo? ¡La tensión está al máximo!  Los nuevos carteles, la suspensión de Jin… ¡y esa reunión en casa de Tae!

¿Qué secretos se revelarán?, ¿y no les pareció raro ese comentario de Jimin?
No digo más 👀

¡Cuéntenme sus teorías en los comentarios!  No olviden votar para que la historia siga. ¡Los leo!