14. ¿Quién es culpable?
El lunes había llegado más rápido de lo habitual. Caminaba por los pasillos vacíos, aún medio adormilado. La noche anterior había sido una lucha contra la gripe y el insomnio; apenas había logrado dormir unas cuantas horas. El día se encontraba lluvioso, haciendo que se me complicara aún más el mantener los ojos abiertos. El aire se sentía pesado y húmedo, cargado de una tensión palpable que, aunque no había a la vista ningún cartel ni gente murmurando, parecía presagiar un día lleno de sorpresas desagradables. Un mal presentimiento se instaló en mi estómago.
Mi primera clase era Inglés, que por suerte compartía con Huening Kai. Aunque era menor que yo por un año, su promedio estaba entre los mejores de la escuela y daba clases particulares a otros alumnos. Yo también me sorprendí cuando Yuna me contó que se habían conocido gracias a eso; Yuna se había anotado en sus clases y, de ahí, había florecido su amor. Algo tierno, aunque un poco cliché, ¿no?
Entré al aula con una sonrisa; su historia me hacía feliz, por lo menos ellos tenían a alguien que los amaba incondicionalmente. Busqué con la mirada a Kai, encontrándolo sentado en su pupitre, con los ojos clavados en un libro que parecía bastante divertido, porque por momentos hacía muecas y sonreía.
—Ey, Tae —dijo, levantando la vista y encontrando la mía. Yo me había quedado pasmado en la puerta; solo atiné a levantar la mano en forma de saludo y caminar hacia el pupitre a su lado.
—Hola Kai —contesté. Cuando ya había acomodado mis cosas, él quiso contestar, pero la profesora llegó pidiendo silencio.
La clase transcurrió con una calma engañosa. La mayoría se encontraba prestando atención, aunque yo solo me encontraba haciendo garabatos sin sentido para fingir que estaba copiando. Kai, por otro lado, se había encargado de tomar notas detalladas y las había organizado con marcadores de colores.
"El verde es para lo importante, amarillo para lo que tengo que estudiar y rosa para lo que no me interesa", me había contado un día cuando estábamos en el comedor. Yo solo podía pensar en qué comida podía ofrecerle a cambio de esos apuntes, más tarde.
El timbre sonó, haciendo que más de uno soltara un suspiro de alivio. Les dije que el ambiente estaba denso, pero al fin había terminado. ¡Moría de hambre!
Esperé a que Kai guardara sus cosas para irnos juntos. En mi cabeza solo imaginaba el menú del comedor; ¿sería que hoy tendría suerte y habría pizza? Pero mientras nos acercábamos a la salida, algo llamó nuestra atención. Todos los que salían se quedaban parados afuera, comentando algo con entusiasmo. Imaginen mi sorpresa cuando, al salir, todos los ojos se clavaron en mí; algunos me abrieron camino mientras se susurraba entre ellos. Contuve el aire en mis pulmones cuando vi todas las paredes llenas de carteles con caras conocidas.
"Kim SeokJin sale con el menor de los Park"
U
na foto en la cual Yeonjun y SeokJin salían abrazados pintaba todos los casilleros, una foto que yo había tomado semanas atrás cuando visitamos una heladería con los hermanos Park.
— ¡¿Qué mierda es esto?! —grité, mi voz llena de incredulidad y enojo. El repentino estallido sorprendió a los presentes.
Me acerqué hacia los casilleros y arranqué una de las fotos para luego tirarla al piso y pisarla con fuerza. Pude sentir un fuerte "Uuuh" de reprobación, pero lo ignoré; estaba demasiado enojado para preocuparme de ellos. Arranqué cada cartel con la ayuda de Kai y Yuna, quien parecía haber venido a buscar a su novio y se encontró con esta situación.
Estaba demasiado molesto. Ya había sido demasiado que molestaran a Namjoon Hyung, pero ahora también habían involucrado a Jin, a mi SeokJinie, que a pesar de todas sus locuras era la persona más buena del planeta. Y no solo eso, Yeonjun también estaba metido en esto.
De solo pensar en lo que el papel decía, mi sangre ardía. ¿Cómo podía haber gente tan enferma para jugar con esto? Estaba tan absorto en mis pensamientos que no noté que alguien había llamado mi nombre varias veces.
—Tae… —susurro, haciéndome girar hacia el costado. Allí se encontraban Jungkook y Namjoon con caras serias. Ambos me dijeron a unísono: —Tenemos que hablar.
Así que ahora iba guiado por Namjoon a un lugar que desconocía, pero parecía estar dentro del colegio. Unos pasillos más tarde, llegamos a una sala que parecía haber pertenecido al club de ajedrez; había algo de polvo, pero lo demás seguía todo en su lugar. Todos tomamos asiento en los bancos que se encontraban ahí.
Por mi parte, me encargué de llamar a Jin y Jimin y decirles dónde me encontraba para que pudieran unirse a la charla que, según Jungkook, involucraba a todos, mientras él y Kai trataban de comunicarse con Jae hyun, quien aún seguía en clases.
Pasaron alrededor de quince minutos cuando la puerta se abrió y un exhausto Jae hyun apareció cargando una guitarra. No sabía que tocaba instrumentos; después tendría que preguntarle si me podía enseñar.
—Vi los carteles por toda la escuela —soltó después de recobrar el aire—. ¿Estás bien? —dijo mirándome, yo solo asentí, incapaz de articular palabra.
—¡Tae! —gritó Jimin, quien golpeó a Jae hyun al entrar, ya que este se había quedado parado en la puerta. Después de muchos "Lo siento", finalmente llegó al asiento a mi lado y se acurrucó contra mí.
—¿Esperamos a algui…? —dijo Yuna, pero fue interrumpida por la presencia de Jin, quien claramente había llegado con mucha energía… o eso parecía.
—¿Qué es esto?, ¿un velorio? —Su voz estrepitosa hizo que todos casi saltáramos de nuestros asientos—. ¿Por qué esas caras? —preguntó, mientras se sentaba en una silla con una sonrisa irónica.
—¿No leíste los carteles que circulan por todos lados? —pregunté serio, mi tono lleno de frustración.
Mi hermano observó a cada uno y luego sonrió para decir: —Claro que lo vi y debo decir que en esa foto salgo divino, así que no me molesta para nada que mi cara esté empapelada por todo el instituto —y culminó con una sonrisa que intentaba disimular su enojo.
Todos quedaron boquiabiertos ante su confesión. Y yo también lo hubiera estado si no lo conociera tan bien. Jin nunca se hacía problemas por nada, o por lo menos eso pretendía hacer creer a los demás. Yo sabía que por dentro seguramente estaba realmente molesto, pero para él era más importante calmar el ambiente tenso.
—Hyung, puedes molestarte, no es necesario ocultarlo —habló Jungkook, quien se había mantenido serio hasta el momento. Podía ver cómo sus ojos observaban la cara de SeokJin, seguramente tratando de descifrar sus sentimientos. Jin, por su lado, solo hizo una mueca de disgusto y contestó:— Y lo estoy, créanme, no fue nada lindo salir y ver esos carteles pegados por todos lados y a mis compañeros preguntando si era cierto o no. Mientras caminaba hacia aquí la gente murmuraba a mis espaldas, pero no le di importancia; me molesta más el hecho de que se metieran con Yeonjun; él es mucho más joven que yo y esto lo podría afectar demasiado. Yo puedo ignorarlos, pero siento que él puede llegar a estar pasándola mal justo ahora —finalizó mirando a Jimin.
— No te preocupes Hyung, Yeonjun se encuentra con Soobin y Taehyun, sus compañeros. Antes de recibir el mensaje de Tae, lo primero que hice fue correr hacia su aula; por suerte, aún seguían en clases, así que arranqué todo lo que pude y cuando él por fin salió, le pedí a Soobin que se lo llevara a casa y le prohíba mirar su teléfono hasta que todo estuviera solucionado —contestó Jimin.
—¿O sea que tu hermano no sabe nada en este momento? —preguntó Kai—. Porque como lo contaste, parece que fue secuestrado.
—Oh no, él sí lo sabe, pero no toda la historia. Le dije que algunos chicos habían colgado algunas cosas por la escuela porque se enteraron de que ayudamos a Jungkook y Tae —contestó—. Y me lo creyó, por suerte.
— Fue una buena idea Jimin, creo que lo mejor va a ser que no regrese hasta que encontremos al culpable y aclaremos la situación —dijo Jin, quien se mostraba levemente aliviado.
—¿Y ahora cuál es el plan? Porque les recuerdo que aún no encontramos ni al culpable del rumor de Namjoon —irrumpió el silencio Jae hyun, quien se encontraba en una esquina al lado de Jungkook con los brazos cruzados—. Y mucho menos al que hizo esto.
—En realidad, sí lo hicimos… —dije avergonzado, todos observaron hacia mi asiento—. O algo así…
— La verdad es que gracias a Jimin y Yeonjun encontramos a un posible sospechoso, pero este negó todo y no pudimos averiguar nada más —continuó Jungkook.
—¿Quién era? —preguntó Jin, quien no estaba al tanto de la situación.
—Seonghwa, lo debes conocer, él juega con Jongin Hyung —contestó Jungkook. Jin solo asintió, quedando pensativo.
El ambiente se había calmado, todos nos encontrábamos inmersos en nuestros pensamientos, buscando posibles personas sospechosas, pero por sus caras podía notar que nadie tenía a alguien en mente.
— ¿No creen que sería mejor que saliéramos a buscar información en vez de quedarnos acá sentados? —irrumpió el silencio Namjoon. Todos lo observamos para luego asentir.
Después de una pequeña charla en la cual formamos grupos de dos, o algunos prefirieron ir solos, elegimos sectores del colegio para dividirnos y abarcar más.
Yo me encontraba con SeokJin. Íbamos en búsqueda de Jongin o Chan; mi hermano creía que él podría saber algo más sobre Seonghwa, o al parecer algo le estaba molestando desde que escuchó el nombre de él.
Esperaba que alguno lograra sacar algo de información.
( Narrado por Jungkook )
Me encontraba cansado; había recorrido toda la maldita escuela y nadie había visto o escuchado nada. Sentía mi cabeza a punto de explotar; presentía que algo se me estaba escapando y el no saber qué era me estaba matando.
Entré al baño, no antes de fijarme que este se encontrara vacío. Me había saltado de clases y no quería a ningún chismoso que me delatara o me viera afuera. Me acerqué al lavamanos; un gran espejo abarcaba todo el lugar. Levanté la vista hacia él para chequear mi rostro; por él corrían pequeñas gotas de transpiración. Suspiré con pesadez y acerqué mi cabeza al lavamanos. Necesitaba un momento para calmarme.
Esperaba que esto lograra mitigar el dolor de cabeza y calmar mi transpiración.
La puerta de uno de los cubículos se abrió, haciendo que sacara mi cabeza del agua y fingiera lavar mis manos, mientras observaba hacia otro lado.
— Parece que te saltas de clases, eh. ¿Debería contarle a mamá o papá? —la voz de Yoongi resonó por todo el lugar, haciendo que volteara la cabeza y cruzáramos miradas.
— Parece que tú también. ¿Debería decirle yo que su hijo perfecto se escapó para fumar en los baños? —repliqué con sarcasmo, mi tono lleno de desafío.
Yoongi solo soltó una risa para luego apagar el cigarro con agua y tirarlo en el tacho. Dijo un "permiso" haciendo que retrocediera hacia atrás, mientras él lavaba sus manos sin despegar su vista del espejo y de mí.
— Creo que ya tienes demasiado problemas como para sumarle uno más, así que por esta vez lo dejo pasar —soltó de repente, haciendo que yo le diera la espalda y sacara toallas de papel para secarme un poco—. Deberías buscar más de cerca, Jungkookie —dijo antes de hacer una pausa—. Hay algo que no estás viendo.
Apreté la toalla enojado. ¿Qué carajos sabía él de todo esto?, ¿por qué de repente me hablaba? Y sobre todo, ¿por qué su voz sonaba tan rota cuando pronunció mi nombre?
Giré algo tembloroso; algo en mí deseaba gritarle todas mis preguntas, pero por otro lado temía encontrarme con sus ojos nuevamente. Mi sorpresa fue grande cuando, al girar, noté que él ya no estaba.
¿De quién rayos hablaba?, ¿Hoseok? No, él jamás lo traicionaría. ¿Entonces quién era el culpable? ¿Él lo sabía?
Salí casi corriendo de los baños; el timbre estaba a punto de sonar y tenía que encontrarme con algunos de los chicos cuanto antes, pero sobre todo necesitaba encontrar a Tae. Tenía que contarle lo sucedido; tal vez él podía ayudarme a pensar mejor. Por ahí escuché que dos cabezas piensan mejor que una.
Me reí al pensar que eso sería algo que él diría. ¿Por qué el pensar en él me ponía algo feliz? Por mi cabeza pasaron mil cosas, hasta que por fin entendí lo que significaba, pero por el momento era mejor quedarmelo para mí mismo.
¡Hola Pinochitos! Espero que hayan disfrutado del capítulo de hoy ¡La escena del baño con Yoongi estuvo tensa! ¿Será él sabe quien es el culpable?, ¿o sólo lo quiso confundír?
Y notaron que Jungkook estába pensando en Tae… *Grito* se vienen cosas...
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