Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Híbrido

(Por: Emmeline)

Lo había oído acercarse antes que nadie. Tal vez incluso antes que Nina, ya que ella seguía en la cama, junto a James.

Su cabello seguía sedoso y brillante y su piel aún era nívea y perfecta pero algo había cambiado en ella de tal forma que parecía otra persona.

Nina estaba sufriendo. No la clase de dolor por el que había pasado últimamente, lleno de cadenas de hierro y magos negros queriendo hacerle cosas que la Cofradía penaba con la decapitación, sino la clase de dolor que te rompe de adentro hacia afuera.

Nunca había notado con tanta fuerza como ahora lo ciegos que habíamos sido Kyle y yo ante lo que pasaba con ella y James. Incluso tenía la impresión de que aún no conseguía poner todas las piezas en su lugar.

Por eso creo que fui la primera que lo oyó en el pasillo que llevaba hacia la habitación que nos habían asignado. Pasos firmes, haciendo eco en el silencio circundante. James empezó a moverse e Irina se puso de pie.

—Fuera de aquí. Los dos —su tono era cortante.

¿Quién estaba viniendo para que ella reaccionara así?

—Pero...

—Nunca han visto nacer un vampiro. Y son humanos los dos. Esto es peligroso, muy peligroso.

Después de todo, ella no lo había escuchado, estaba preocupada por el despertar de James.

—Somos hechiceros —interrumpió Kyle— estamos preparados para...

—¡Fuera!

La potencia en su voz me hizo retroceder, pero crucé los brazos obstinadamente. James era amigo mío también, y retaría a cualquiera en Diringher o Beckendorf a un concurso de conocimientos sobre vampiros.

Irina parecía estar a punto de lanzarnos algo, cuando los pasos doblaron el pasillo en nuestra dirección. Unos segundos después, se detuvo junto a mí.

El recién llegado paseó su mirada sobre nosotros con una mueca desagradable en su rostro. No soy de las personas que se apresura a juzgar a otras por su aspecto, pero lo detesté desde el primer instante.

No me tuvieron que decir quién era. El rostro de James era fácil de encontrar debajo de esas arrugas, pero eso era todo lo que podía encontrar de él en su padre.

Lo primero que pensé fue: James nunca deja de sonreír. Su padre parece nunca haber sonreído.

De hecho, el señor Sandler parecía de las personas incapaces de demostrar alguna clase de sentimiento. Sus ojos azules carecían de la calidez y picardía que adornaban los de James. Algo en la mueca que le dirigió a su único hijo postrado en cama me dio ganas de abofetearlo, lo cual es muchísimo para mí. Si ignoramos el hecho de que he matado un par de demonios y submundos diabólicos, soy una persona inofensiva.

Todos nos mantuvimos callados un buen rato, intentando encontrar la frase adecuada. "Buenas tardes", "quién es usted", "mucho gusto" o "¿cómo está?" no parecían apropiadas.

—Jonathan —la voz de la madre de James rompió la tensión.

—Adelaida —él la saludó con una formalidad casi insultante—. ¿Cómo has estado?

Olviden el "casi". ¿En serio? ¿Es que no podía ver el sufrimiento escrito en toda su cara?

Los colmillos de Irina empezaron a crecer.

—¿Qué hace aquí? —Le espetó.

El señor Sandler paseó la mirada hacia ella.

—Pensé que era obvio.

¿Cómo este tipo era capaz de sonreír cuando su hijo estaba tendido en una cama a menos de cinco metros?

—No lo es —Nina no se estaba dejando intimidar—. Si no va a decirlo, puede largarse por donde vino.

Él pareció darse cuenta de que no era una persona fácil de manejar.

—Él todavía es mi hijo —susurró con altivez—. Tengo derecho a estar aquí.

—Usted no tiene ningún derecho —Susurró Nina con una frialdad que me hizo sentir escalofríos subiendo desde la planta de los pies—. Él puede ser su hijo, pero usted actúa como si fuera un objeto de su propiedad. Le ha hecho la vida imposible todo el tiempo y es evidente que ni siquiera desea estar aquí.

Sin embargo, el señor Sandler no se inmutó, como si estuviera viendo a un niño hacer una rabieta.

—Tal vez deberíamos debatir sobre si tengo más derecho al ser su padre o las personas que lo pusieron en esta terrible situación.

Los colmillos de Nina alcanzaron su longitud máxima mientras la furia relampagueaba en su rostro.

—Su hijo se encuentra en "esta terrible situación" —su voz subía una octava con cada palabra— ¡¿y todo lo que ustedes quiere hacer es debatir sobre sus derechos y los nuestros?! ¿Qué clase de monstruo es usted?

Si algo podía resaltar era la admirable sangre fría del padre de James.

—No del mismo tipo que usted —respondió echándole una mirada a los colmillos de mi mejor amiga.

—Váyase —Kyle acababa de meterse en la conversación—. Si le importa un poco James, haga lo que es mejor para él.

Lo admiraba por ser capaz de inyectar respeto en su voz incluso cuando sus puños parecían deseosos de saludar la cara del señor Sandler.

—Solo quería revisar el estado de mi mujer y mi hijo —parecía que hubiera sacado eso de algún discurso previamente memorizado.

—¿Tan mal queda para su reputación que no tenga sentimientos? —Interrumpió Nina sarcásticamente.

No esperó que le respondiera, sino que nos dio la espalda y se dejó caer junto a James. En contraste con su furia, le peinó dulcemente las hebras que se habían desordenado entre sus convulsiones.

La madre de James finalmente se puso de pie.

—Jonathan...

—¿Así es como educaste a mi hijo? —La cortó él, en un tono que rivalizaba con el de Nina en desprecio—. ¿Para que tuviera amigos que ni siquiera acatan las leyes básicas del respeto?

—Jonathan, será mejor que te vayas. Él va a estar bien.

—¿Eso es lo que llamas bien? —Señaló vagamente hacia la cama y por primera vez me di cuenta de que hasta ahora no había mirado a su hijo.

—Jonathan...

La señora Sandler suspiró cansadamente y se puso de pie. Quise aprender el hechizo de Kyle, en el que podías darle tus energías a otra persona, porque ella se veía tan frágil. Sin embargo, cuando parpadeé, se había convertido nuevamente en la mujer que fue capaz de cortar su propio vestido para poder bailar con tranquilidad.

—James va a estar bien. Hemos estado monitoreando el avance y él está resistiendo la conversión. Mi hijo...

—Nuestro hijo —corrigió automáticamente el señor Sandler.

—Nuestro hijo —asintió ella— va a salir de esto. ¿Has hablado con las familias?

—Preferiría no hacer esto aquí —su voz me hizo pensar que estaba en una reunión de negocios y nuevamente tuve que contenerme para no golpearlo.

La señora Sandler, en cambio, se volvió hacia la cama.

—Irina...¿lo cuidarás por mí?

Estaba segura de que mi cara de sorpresa era tan grande como la del señor Sandler. Nina asintió como si le acabara de encargar el destino del universo y volvió a centrar su atención en James.

—Gracias por estar aquí para él —dijo ella dedicándonos la más pequeña de las sonrisas—. Avísenme cuando haya cambios, por favor.

Pude ver en sus ojos lo duro que esto resultaba para ella, tener que alejarse de su propio hijo para ir a discutir con gente hipócrita y aburrida, así que traté de que mi rostro expresara mi total determinación a ayudarla.

—Lo haremos —se adelantó Kyle.

—Claro que sí —confirmé.

Ella asintió y encabezó la marcha por delante de su marido, que ni siquiera nos dedicó una segunda mirada y se largó de vuelta a algún lugar donde la gente pueda temerlo.

—Cierra la puerta —dijo Nina cuando sus pasos dejaron de oírse—. Que nadie vuelva a entrar hasta que termine.

Kyle le hizo caso sin replicar.

—¿Algún cambio? —Preguntó, sentándose junto a ella como si nos hubiera estado permitido desde el inicio.

—Está despertando —susurró ella entrelazando sus dedos con los de James.

—¿Tan pronto? —Pregunté colocándome del lado opuesto.

Nina se encogió de hombros.

—Parece que la Cofradía tiene otro híbrido que añadir a sus registros.


Nota:

Capítulo adelantado por motivo de celebración (aka. HOY ES MI CUMPLEAÑOOOSSSS!!!!!) 🎉🎉🎉

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro