CAPÍTULO 57
⋆EZRA⋆
Me siento un completo estúpido. Un imbécil.
¿Qué diablos me pasaba?
Las señales siempre estuvieron ahí frente a mis ojos y me negué a verlas.
Me dejé nublar por Holly. Quise confiar ciegamente en ella, en que en verdad me quería.
Pero esto lo cambia todo. Nunca estuvieron juntos. Jamás fueron nada. ¿Y aun así dejó que me sintiera culpable? ¿Dejó que le pidiera disculpas cuando era ella quien con sus mentiras nos controlaba a Fox y a mí?
Pequeñas lágrimas me corren por el rostro. No quiero perderlo, pero también recuerdo la advertencia que hizo más de una vez. El que una vez que abriera los ojos ya sería demasiado tarde, que se iría a Francia. Y ahora parece como una predicción, porque es justamente lo que está ocurriendo. No quiero, no quiero que esté lejos de mí. Es la primera y única persona a la que he amado, a quien sigo amando. Con quien aprendí a conocerme y ser fiel a mí mismo.
Fox, no dejaré que te vayas.
Acelero lo más que puedo. Dakota me dijo que aún estaba a tiempo. Y sé que Naomi cuidará a Oliver.
Estaciono el vehículo sin mucha precisión. Con el nerviosismo me pierdo en el aeropuerto, yéndome al lado de los vuelos nacionales. Reviso la pantalla advirtiendo el número de vuelo de Fox, ya están haciendo el embarque.
Cruzo a la sección del aeropuerto dónde se encuentran los vuelos internacionales. Una señora me grita que no puedo pasar por ahí. Corro ignorando a los guardias que me siguen. Me siento como un maldito criminal cuando solamente necesito evitar que la persona que amo se vaya del país.
Logro perderlos. Y mi ansiedad aumenta cuando diviso esos rulos. Las personas no me permiten distinguir por completo su figura, pero sé que es él. Está en la fila para subirse al avión.
Me abro paso en medio de ellas y cuando por fin quedo a escasos metros de él, casi quiere formarse una sonrisa en mi rostro, por el alivio de haber llegado a tiempo.
Sin embargo, esta se esfuma tan pronto como advierto que no está solo.
Emma está junto a él. La misma Emma que conozco desde que era niño. Siempre fue ella. La amiga de Mike. Y no puedo evitar sentirme confundido, ¿por qué se va de viaje con ella?
Ambos se ven felices. No logro vislumbrar ni un rastro de tristeza en la expresión de Fox.
Emma viste un hermoso vestido negro y en su cabeza trae un sombrero de playa con una cinta con flores a su alrededor. Se lo acomoda y cuando lo hace, sorpresivamente Fox se lo quita de la cabeza dejándolo en la suya. Emma intenta quitárselo, y es entonces, cuando él la sostiene en sus brazos ignorando sus quejidos. El sombrero cae al suelo mientras dan vueltas, y captan la atención a su alrededor.
—Qué bonita pareja —susurra una niña a mi lado. Le habla a su madre, y ella coincide con su pequeña. Cualquiera estaría de acuerdo, parecen esas perfectas parejas de las películas o anuncios publicitarios.
No obstante, Fox, tú dijiste que no comprendías mis celos. Dijiste que el error había estado en creerle a Holly. Pero ahora te encuentro aquí, yéndote a Francia con esa mujer.
¿Por qué no consideraste irte conmigo?
Yo... lo entiendo. Causé daño al no creerle, pero si me hubiera dicho que nos fuésemos juntos, si tan solo me hubiera enterado de la verdad antes, entonces quizá todo podría haber sido muy diferente.
Y ahora quiero acercarme, quiero ignorar los celos irracionales o el resentimiento y decirle que no se vaya. Sin embargo, mientras la mantiene abrazada la manga de la camisa se le recoge e inevitablemente es la ausencia en esa muñeca lo que me hace retroceder un paso.
«El día que la deje de usar será porque me habré rendido».
Te rendiste, Fox, por eso la pulsera no se encuentra en tu muñeca.
Podría hacer un último intento, mas no lo haré. Después de mucho tiempo lo veo feliz, y aunque no sea a mi lado, parte de amar también es aprender a soltar. Quizá solo es una amiga, si creo en sus palabras, pero ella ha sido capaz de hacerlo sonreír mientras yo lo único que hice fue dudar de él. No creí en sus sentimientos, y sé cuánto lo decepcioné. Debí haberlo hecho y seguramente me arrepentiré por ello el resto de mi vida.
Lo mejor que puedo hacer por Fox es dejarlo libre. Alejado de mí,
y de la persona que osé llamar hermana.
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⋆FOX⋆
—¿Ocurre algo? —me pregunta Emma, intentando captar mi atención, pero no puedo concentrarme en ella, no cuando de pronto, me pareció advertir ese brillo anaranjado.
¿Ezra?
¿Eres tú?
—Emma, cuida mis cosas, por favor —suelto con prisa.
—¿Fox? ¡¿Fox?! ¡¿Qué pasa?! —pregunta a lo lejos. No puedo responderle, no cuando exista la mínima posibilidad de que Ezra haya venido al aeropuerto. No perderé ni un maldito segundo.
Siempre tuve el sueño de que este viaje lo haría con Ezra. Darme cuenta de que no creyó en mis palabras me dolió, y Emma ha sido un refugio para mí. Una persona que me hace olvidar todo lo que viví con Holly, al ser alguien externa. Es la persona que necesitaba conocer. Ha pasado por muchas cosas y nos entendemos mutuamente. Pero si Ezra se arrepintió de sus decisiones, si Ezra creyó en nosotros, entonces no debo pensarlo demasiado, y Emma entenderá, sé que lo hará. Nos hemos convertido en muy buenos amigos.
Corro en medio de la multitud. Su silueta se aleja cada vez más de mí, descendiendo por las escaleras mecánicas.
—¡Hey! —grita Emma, y siento su agarre desde mi espalda— me asustaste.
—Yo... creí haberlo visto —digo confundido al volver a mirar hacia adelante y no encontrar ni rastro de aquel muchacho pelirrojo.
Emma parece conmovida. Retrocedo un paso, alejándome de aquella escalera mecánica que pensaba bajar.
—A veces también creo verlo... quizá ansiamos tanto verlos, que nuestra mente juega una mala pasada —dice, refiriéndose a su novio.
—En verdad creí que era Ezra... —No logro ocultar mi decepción. Hasta el último minuto quise guardar algo de esperanza.
—Si hubiera sido él se habría acercado Fox... ¿Si no por qué molestarse en venir hasta acá? —Me hace entrar en razón.
Asiento con gran pesadumbre.
—Ustedes son el uno para el otro... es lo que creo en base a todo lo que hemos hablado. Quizá este no era el momento, pero en un futuro ¿Quién sabe? No todo está escrito.
—Me haces tan bien, Emma. —La envuelvo en mis brazos, y apenas la suelto saca de su bolsillo algo que ya extrañaba.
Me la tuve que sacar cuando pasamos por las máquinas.
—Gracias por cuidarla —digo mientras me coloco nuevamente la pulsera de estrella.
—Dime la verdad, ¿nunca la dejarás de usar no es así?
—Ni para bañarme —bromeo, tomándola de la cintura para que volvamos a la zona de embarque. A este ritmo perderemos el vuelo.
—Debes dejar de hacer estas cosas, los demás pensarán que somos algo —dice mientras avanzamos.
—A mí nunca me ha importado lo que piense el resto. Y si eso me trae problemas, al menos moriré en mi ley.
Emma solo coloca una cara de fastidio. En el fondo ya me conoce, y no le desagrada mi manera de ser. Al contrario, pese a ser muy diferentes congeniamos perfectamente.
Anuncian el último llamado del vuelo 0824 destino París.
—¡Habrá que darse prisa! ¡A ver quien llega primero! —grito, escondiendo muy bien el dolor.
El dolor de que él no se haya presentado.
La vida debe continuar. Si algo aprendí de todo lo que he vivido, es que la vida está lejos de ser perfecta. Puedes tenerlo todo y aun así sentir un gran vacío. Ezra lo sintió en su familia. Yo lo sentí al cargar con la culpa. Culpa de lo que vivió mi madre. Culpa de haberle arrebatado la vida a alguien. Culpa de que Holly se obsesionara conmigo.
Pero ahora hay paz en mi alma. Si no hubiera conocido a Ezra, a Dakota, Naomi y a Emma no lo habría conseguido. Cada uno de ellos me enseñó una importante lección. Me hicieron abrir los ojos, de que no podía cargar con la responsabilidad de situaciones que escapaban de mi control. Yo no quería que las cosas se dieran de esa manera.
Yo... solo quería ayudar a alguien. Primero a mi madre, luego a Holly.
Y las cosas no resultaron, y está bien.
No todo sale como uno quiere. Aceptarlo es parte de madurar, y al parecer a mí aún me falta bastante a pesar de que ya soy un hombre. Quizá nunca se termina de aprender cosas sobre sí mismo ni de los demás.
Creo que de lo único que me arrepiento es de no haber tenido una última conversación honesta con mi madre y con Ezra. Justamente las personas más importantes en mi vida.
No creo que se trate de una simple coincidencia, es precisamente por cuanto los amo que no he podido hacerlo. Quizá para conseguir esa tan anhelada paz no debía hacer lo correcto. No en mi caso. ¿Alguna vez Fox Grimes haría lo correcto? Claro que no.
Después de todo, sigo siendo impulsivo, desinhibido y problemático. Quizá mi verdadero viaje era perdonarme a mí mismo, y no conseguir al amor de mi vida.
Las palabras que nunca se dijeron no quedaran atrapadas, porque las demostré cada vez que estuve con ellos; con Ezra, con mi madre. Y en el fondo de sus corazones saben mis sentimientos. Sé que sí.
*Quedan dos capítulos + epílogo. A nada del final❤️🩹.
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