CAPÍTULO 50
⋆EZRA⋆
Solo llevo unos pocos segundos en el kayak cuando siento un gran peso detrás mío. Giro la cabeza, encontrándome con Fox en el asiento trasero. No debería sorprenderme, era evidente que seguiría buscando una oportunidad de quedarnos a solas. Yo lo he evitado, pero él no se ha rendido, y me lo deja ver al seguir usando la pulsera con la estrella en el centro.
—¿Pensabas salir solo? Te recuerdo que es de a dos. No seas aburrido.
Me quedo callado, concentrándome en la fuerza de mis brazos para avanzar y salir de la orilla.
Desde esa noche en que me dejé llevar por mis sentimientos no hemos vuelto a tener una conversación ni un acercamiento. Una parte de mí quisiera hacerlo, pero los constantes mensajes de Holly son un recordatorio de que por más que duela, él debe quedar en mi pasado.
—Quería un poco de calma... además puedo hacerlo solo.
Esta tarde nos vamos de la isla. El plan era pasar el último día en un lujoso hotel en Sídney, así que dejé mis maletas hechas en la mañana para alcanzar a disfrutar del lago una última vez. Mi idea era tener tiempo para reflexionar sobre todo lo que ha sucedido, pero con la presencia de Fox Grimes dudo que finalmente lo tenga.
—Ezra, ¿Qué pasa? ¿es por esa noche, no?
—Es difícil, Fox, es muy difícil.
Sus movimientos se sincronizan con los míos logrando que avancemos con facilidad por el agua. A lo lejos veo a parejas sonrientes andando en kayak, por un segundo quisiera ser como ellos, tener un buen momento con la persona que quiero, pero esa realidad se ve distante para mí.
—Ezra, en el pub me preguntaste por Emma, quisiera entender... ¿por qué te pondrías celoso, si sabes que me gustan los hombres? ¿O acaso debo dejarlo más claro? —La diversión se advierte en la entonación que usa en la última pregunta. A veces es como si nunca pudiera tomarse las cosas por completo en serio.
—Siendo honesto lo tenía más o menos claro hasta el día en que Holly dijo que estuvo contigo la misma noche en que estuviste conmigo ¿lo recuerdas, no? Holly es la parte que no me cuadra en todo lo que dices. Quizá en verdad eres bi, ya no sé qué pensar.
—Mmh, ¿Sabes por qué no te cuadra? Porque todo lo que rodea a Holly es una mentira, por eso nada te cuadra. No soy bi, lo diría con orgullo si lo fuera, ¿por qué lo ocultaría? Yo no soy el que se oculta.
¿Por qué dice eso? Yo no me oculto, hace mucho tiempo que me acepté a mí mismo.
—No lo sé —bajo la voz— o realmente no la querías y querías aparentar que...
—La única persona que usaría a otra es Holly. Ezra, todos se han dado cuenta poco a poco, menos tú. Tú que viviste años en la misma casa. No puedo entenderlo, me da bastante rabia a decir verdad.
—A mí también me da rabia estar en esta situación, Fox. Tú no lo comprendes, tengo mucho qué perder.
—¿Sí? Porque antes también tenías mucho qué perder, y mira cómo han cambiado las cosas. Ya pudiste salir de esa casa, ¿entonces qué es lo que realmente te detiene y te...?
—¡Oliver! —me exalto— ¡No puedo dejar solo a Oliver! Ya... debe sentirse bastante solo... —Intento recobrar la compostura—. Sé que Holly lo está cuidando, pero el vínculo que ambos tenemos es especial. Son muchos años en que me dediqué por completo a Oliver... no puedo desaparecer por completo... ya desaparecí de su día a día, pero si mi mamá descubre que lo sigo viendo entonces será por siempre, ¿lo entiendes? Ella buscará la manera... y yo me muero sin él, me muero, porque no quiero que crezca con ese recuerdo ni con el trauma de ese día y....
—Ezra, tranquilo. Perdóname... ¿está bien? Lo comprendo, es por Oliver, estaría igual en tu lugar. Pero con todo el cariño que te tengo, Holly te está manipulando con Oliver.
Niego una y otra vez, perdiéndose mi vista en el punto en que la línea del agua se une al cielo azul.
—Ezra, escúchame... te está manipulando. Y temo que a Naomi también le pasó algo con Holly... ¿No lo notaste? Al inicio estaba muy extraña. En la fogata conversamos y comentó que la última vez que vio a Holly fue en su apartamento, su expresión decía mucho. Ella sabía todo, así que estoy seguro de que le debió haber dicho algo para que cerrara la boca. Ama el silencio...
—¿El silencio? ¿Fox de qué hablas...?
—El suyo, sabe qué decir y cuando callar. Busca la manera de silenciarte hasta que ya no te das cuenta y tienes los labios sellad...
—Sellados... —De pronto, me quedo demasiado quieto, el amargo recuerdo me hace olvidarme de todo.
—¡¿Ezra?! Mierda... —El kayak se balancea, en tanto Fox rápidamente toma los remos antes de que se pierdan en el agua—. ¿Qué...?
Sacudo la cabeza, tomando consciencia de mi entorno y de la realidad, de que estoy despierto.
—Lo lamento, recordé una pesadilla que tuve con Naomi... fue en esos días... Dios, fue la peor pesadilla que he tenido en mi vida. Soñé que su cuerpo... su cuerpo... Dios... Su boca estaba sellada, y yo gritaba y luchaba... quería salvarla, pero nadie me escuchaba. Quería gritar, pero mis labios estaban sellados con hilo negro, al igual que los suyos.
El kayak se queda inmóvil flotando en un vaivén suave. Y así como se queda estático, nuestra conversación se detiene, mas no por ello él se queda ajeno a mi perturbación. Me calma, logrando que mi ansiedad baje, recordándome que solo se trató de una pesadilla, que ahora todos estamos sanos y salvos, que seguimos luchando, pero que estamos en pie.
Me dejo guiar por esa voz tan determinada, por él y lo que me hace sentir, dándome cuenta una vez más que el deseo más egoísta que he tenido en la vida es seguir queriendo refugiarme en él, es seguir anhelando su amor a pesar de saber que mi hermana lo amó profundamente.
El recorrido de la isla Fraser a Sídney es largo, pero se siente aún más extenso al no contar con la emoción de las vacaciones. Todos sabemos que el volver, también es un regreso a la realidad. Sin embargo, cada segundo valió la pena, Naomi está feliz, incluso ha bromeado durante el viaje de la misma manera que lo hacía antes. De hecho, la auxiliar de vuelo llegó a llamarnos la atención por el alboroto que estábamos ocasionando con nuestras carcajadas. Una vez que la mujer se alejó, Dakota susurró que eso nos pasó por ser demasiado humildes y no querer viajar en primera clase. Naomi negó con la cabeza, ella siempre ha intentado tener una vida medianamente normal, a pesar de todos los recursos que maneja su familia. Por lo mismo, comentaba que no quería que su padre utilizara su figura pública para garantizar el resultado del juicio, que ella quiere lograrlo de una manera justa.
En algún punto, dejé reposar mi cabeza en su hombro y nos quedamos dormidos durante el vuelo. Desperté con el aterrizaje, despabilándome rápido para no retrasar todo el trámite de las maletas.
Fue más rápido de lo imaginé, sin darme cuenta ya estoy sentado en el taxi camino al hotel.
Al llegar, quedamos en que cada uno descansará el tiempo que estime conveniente. Todos hemos dormido mal y poco. Tomo una siesta de unas tres horas, dejándome llevar por la suave sensación del plumón de finas plumas y la tranquilidad del cuarto. Una vez que me siento nuevamente activo y con energía, decido ir a la suite dónde están Naomi y JJ.
—Quisiera... hablar un minuto, Naomi... —digo cuando después de muchas vueltas, por fin la tengo frente a mí.
Agradezco que haya estado despierta y no haber sido inoportuno.
—Claro. —Toma un suéter y se lo coloca mientras caminamos hacia el buffet.
—Dime... ¿de qué quieres hablar? —pregunta una vez que ya se ha servido un cappuccino y una tartaleta de frutas.
—Quiero hablar sobre Holly y Fox.
Bebo un sorbo de té en tanto reúno la fuerza para tener esta conversación. Hay pocas personas a nuestro alrededor, y los chicos siguen en sus habitaciones.
—Estoy en... una encrucijada. Yo... amé a Fox como nunca he amado a nadie. Y lo sigo amando, por más que me dé vergüenza admitirlo, esa es la verdad. Lo irónico es... que toda la vida quise mantener en secreto lo que pasaba en mi interior... y ahora, que por fin eso ha quedado en el pasado, siento vergüenza de mis sentimientos pero no porque sea un hombre, sino por ser él. ¿Me entiendes, Naomi? Me siento mala persona cada vez que estoy con él, cada vez que vuelvo a caer con él, porque la historia con mi hermana... yo... —Me trabo, buscando explicar lo que ha sido mi relación con Fox. El remordimiento siempre ha estado presente, al igual que la culpa.
Naomi me toma de las manos, impidiéndome continuar. Las suyas tiemblan.
—Ezra... no quiero que sufras...
—Tú sabes toda la verdad, ¿no? Si es así, entonces...
—Holly tiene que decirte una verdad. —Con cuidado dejo la taza descansar en la mesa. ¿Una verdad? El recuerdo de nuestra promesa frente al mar, de nuestro nuevo inicio sin mentiras regresa a mí generándome angustia e incertidumbre—. Una verdad dolorosa —continúa— pero que espero... salga a la luz. Yo... tuve una discusión... muy fuerte... aún me duele. —Sus ojos se llenan de lágrimas.
—Naomi... —Me aflige verla así, Fox tenía razón en que algo más había ocurrido entre ellas.
—No creas en todo lo que ves... —sostiene— Espero me entiendas... siento que debo aprender a respetar los espacios de los demás, de ustedes. Estoy arrepentida de mi actuar en el pasado, así que debo hacer lo correcto. Y creo lo correcto es dejar que Holly hable... Sé que ella ha sentido que la he pasado a llevar, que me involucro demasiado... —su voz se corta, como si sus palabras se atoraran en su garganta— y cuando me dijo todas esas cosas... me hirió... pero es cierto. Debe tener esa oportunidad de hablar...
—Naomi, pensar en eso no te hace bien... Yo te comprendo, Holly a veces es muy hiriente en cómo dice lo que siente, pero yo sé que te quiere mucho, Naomi... Yo también me siento muy mal, es como si por algún motivo... cada vez que estoy cerca de mi hermana me sintiera muy culpable. Constantemente me siento culpable cuando estoy a su lado.
—No te sientas así... Todos hemos cometido errores, Ezra, pero me atrevo a decir que los tuyos son los más inocentes. Tú nunca has querido hacerle daño a los demás, siempre mides tus acciones y palabras... no eres impulsivo, Ezra. Es cierto, esta situación se escapó de tus manos... pero, Ezra, prométeme que no creerás en todo lo que ves, ¿sí? Te pido que mantengas eso en tu cabeza hasta que puedas hablar con Holly.
Asiento, y me levanto quedando a su lado. Dejo que nuestras frentes se junten y cierro los ojos.
—Te quiero, Naomi... —susurro.
—Yo a ti, Ezra... mucho, mi espíritu afín.
—Mi espíritu afín...
Abro los ojos, encontrándome con Dakota al fondo del salón. Al inicio, dedica una mirada cargada de celos, le gusta jugar a ese papel, pero en pocos segundos, se une a nosotros diciendo que también quiere formar parte. Y es así como terminamos los tres abrazados, ajenos a los problemas una última vez.
Salgo del hotel, caminando unas cuadras conociendo los locales alrededor, y analizando las estructuras de los edificios.
—Dakota comentó que habías iniciado tu práctica, ¿en qué estás trabajando? —Me sobresalto ante la inesperada intervención de Fox.
—¿Me estás siguiendo?
—No, salí a comprar. —Me enseña la bolsa que carga.
Hago una media sonrisa a pesar del caos que hay en mi mente. ¿Cuál es la verdad que tiene que decirme mi hermana?
—Es... un proyecto sustentable. La idea es construir un edificio con invernaderos verticales con el propósito de dejar una menor huella ecológica, disminuyendo el consumo hídrico.
—Suena interesante. ¿Tú tuviste la opción de elegir?
—A decir verdad... sí —confieso. De pronto, me percato de que sus pasos se han sincronizado con los míos, nos movemos al mismo tiempo. Vuelvo a enfocarme en el camino frente a mí—. Postulé a diferentes empresas, y tuve el privilegio de poder elegir entre las que me respondieron, este proyecto fue el que más llamó mi atención.
Solo faltan unos pocos pasos para entrar al hotel, mas detengo la marcha al darme cuenta de que él se ha quedado atrás. Lo miro con cautela en tanto me dirige una adorable sonrisa.
—Me gusta cuando hablas así... suenas... feliz y orgulloso.
—Sí, al menos en ese ámbito lo estoy —digo, y me muerdo ligeramente el labio.
Reposo la espalda en la estructura del hotel, los automóviles pasan a un lado en la calle, corriendo a bastante velocidad. El ruido de los motores y el bullicio de las personas queda en segundo plano ante la proximidad qué hay entre él y yo.
—¿En qué piensas Ezra? —inquiere— ¿en qué ámbitos no lo estarías?
—Sabes en cuáles... puedes verlo en mis ojos en este momento.
—Sí, veo mucho deseo en tus ojos, aunque no estoy seguro de qué es lo que en verdad quieres, Ezra.
—¿Ahora mismo? No demasiado, aunque tengo unas fuertes ganas de besarte, Fox, a pesar de que sería una pésima idea en este momento.
No podía esperar otra cosa de Fox Grimes. Le basta escuchar esas palabras para invadirme con sus labios. Me acorrala con fuerza contra la superficie, y mis ojos quedan muy abiertos ante la impresión y adrenalina del momento.
Esa impresión no hace más que acrecentarse cuando abro los ojos. Fox mantiene los suyos cerrados, pero no es en él en quien me concentro, sino en la persona que está a pocos pasos de nosotros. No termino de asimilarlo, por más que la veo ahí frente a nosotros, con un vestido hasta los tobillos en color café y unos zapatos resplandecientes de tacón que me recuerdan a mi madre.
Hermana.
Me suelto del agarre de Fox abruptamente. Él aún no entiende mi comportamiento hasta que se da vuelta encontrándole sentido a mi inminente nerviosismo.
—No puedo creerlo —habla Holly.
—Holly, puedo explicarte.
No quiero perderte.
No otra vez.
Tantos años deseé tu afecto, y cuando por fin lo tenía volverás a soltarte de mi mano. Es como si de un momento a otro no fuera yo, sino nuevamente ese niño que estaba solo en casa. Rogándole por amor a mi hermana mientras ella me ignoraba y se encerraba en su cuarto.
No quiero que esta realidad se desmorone.
Y Oliver.
Entro en pánico ante la imagen de Oliver creciendo solo, sin saber nada de mí.
—Y yo que venía a hablar. Qué ironía.
—¿Sí? —Fox le habla con cierta prepotencia— de verdades, ¿no? eso estaría bueno.
—Bastante —coincide Holly— pero en tu lugar no estaría tan feliz, aunque quien sabe quizá la noticia por fin te haga cambiar.
—¿Y ahora de qué hablas? ¿Sabes? A veces me preguntó cuando volverás a ser esa persona que tanto quise. Yo te quería mucho en ese tiempo que ahora parece tan lejano.
—Me querías porque era alguien a quien debías salvar, pero cuando me viste fuerte ya no.
—Te dejé de querer cuando empezaste a manipularme —le debate.
—Ezra, no lo escuches —se dirige a mí— Debo decirte algo... que te hará abrir los ojos. ¿Recuerdas que te dije que tenía algo qué hablar con Fox? ¿Que quería mantenerte alejado de la verdad porque quería protegerte?
Asiento, no han pasado demasiados días de ese incidente en la facultad.
Ella se ve satisfecha con mi afirmación. Saca de su bolsillo un objeto, que al inicio no distingo bien qué es hasta que expone las dos líneas que sé que significan. En la otra mano sostiene un papel. Mi mundo se cae, así como mis rodillas hacen contacto con el suelo.
—Positivo, tanto el test como el examen de sangre. Y las semanas de embarazo datan de esa fecha... Tú no querías creerme, Ezra, pero es la verdad, él estuvo primero conmigo esa noche.
—¿Qué... mierda? ¡Basta Holly! Holly... qué mierda... ¡Yo jamás me he acostado contigo! —Fox pierde los estribos, se acerca a ella casi como si estuviera al borde de perder por completo el control.
—¿Ah sí? ¿Y entonces dime cómo se explica esto?
Fox le arrebata de las manos el papel que confirma lo que refleja el test de embarazo.
—¿Fue... Nolan?
—¡Es tuyo! ¿O acaso me vas a pedir una prueba de ADN cuando nazca? Perfecto, lo hacemos. ¡Saldrá positivo!
—¡Mierda, Holly! ¡Siempre sacas lo peor de mí! ¡Cuánto te odio! ¡TE ODIO! ¿Cómo mierda sería posible que salga positivo? Si jamás hemos estado junt... —su voz se corta— No... ¿no habrías sido capaz? Holly... me falta el aire... no... dime que no hiciste una estupidez, ¡mierda! ¡habla de una puta vez y que no sean más mentiras! Estoy harto, harto de tus mentiras, de tus manipulaciones, de tus episodios. Holly por favor... ¿no queda nada de la persona que me envió ese mensaje? ¿De la persona con la que hablaba hasta la madrugada? Te cuidé y apoyé cuando esos imbéciles te encerraron en ese baño, cuando se burlaron de ti... ¿Dónde está esa persona? ¿Dónde está?
—Está frente a ti solo que la abandonaste... —Su mirada es acusatoria—. Tú sabes todo mi pasado, sabes cuánto he sufrido precisamente por la falta de consideración de todos... entonces ¡¿por qué me abandonas?! ¡¿por qué esperan que yo dé todo por los demás si nadie ha sido capaz de ponerse un segundo en mi lugar?! Ahora otra vez me abandonas... ¡Todos se quejan de mí, pero nadie se pone en mis zapatos! ¡Tú también sacas lo peor de mí!
—No pienso caer en esto. Aún no lo quieres entender, pero yo me desprendí de tus hilos hace mucho tiempo. Ya sané mis heridas y también me perdoné a mí mismo. Se acabó. Sin importar lo que hagas, sin importar cuántas mentiras compulsivas sueltes, conmigo ya no lograrás nada. Si quieres créele, Ezra —me dice— pero cuando te des cuenta de todo, estaré a kilómetros de distancia.
Se aleja de nosotros, su imagen se pierde lentamente mientras yo sigo en el suelo. Mi hermana se me une, quedando a mi lado.
—Perdóname por hacerte daño, quería evitarlo —murmura— pero era una bomba de tiempo.
—No... está bien... —digo mientras asimilo todo. La verdad que transcurría por detrás. La oportunidad que Naomi quería darle a Holly de ser honesta conmigo—. A veces pienso que solamente te he causado daño —mi voz se apaga— no puedo dejar de sentirme culpable cada vez que estoy a tu lado... —admito con tristeza. La angustia de tan solo estar cuestionándome estar con él, darnos una oportunidad mientras mi hermana estaba lidiando con una situación tan importante y preocupante me mata.
Y entonces, son sus manos las que me dan cobijo. «Todo está bien, Ezra. Yo te perdono». Solo lo ha dicho una vez, pero hace eco en mi mente. Y ese niño que alguna vez fui y que estaba solo deja de estar en soledad, su mano vuelve a ser tomada por aquella persona que tanto añoró.
Su cariño alivia el dolor.
•*☆*☆*☆*☆*☆*☆*☆*☆*☆•
Ezra & Fox.
(Comisión)
𝑀𝓊𝒸𝒽𝒶𝓈 𝑔𝓇𝒶𝒸𝒾𝒶𝓈 𝓅♡𝓇 𝓁𝑒𝑒𝓇
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