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CAPÍTULO 47

NAOMI

Me acomodo el vestido en tanto avanza el ferry que cruza a la isla Fraser. El viento azota con intensidad el borde de este y temo que se levante dejándome expuesta. JJ aparece por detrás mío, me abraza, y su cuerpo corta el viento, impidiendo que ocurra lo que me preocupa. Sonrío, porque siempre está atento a los detalles, en este caso, a la fuerza con la que mis manos se aferraban al vestido, y ha decidido echarme una mano.

—Fue una mala elección de vestimenta... pero quería volver a usarlos... extrañaba mis vestidos —digo, y JJ deposita un suave beso en mi cuello.

—Para este momento no es lo más indicado, pero te ves hermosa —dice, y sonrío un poco avergonzada. Es cierto que por el clima no era lo más apropiado, podría haberme quedado dentro del vehículo, pero es imposible no querer admirar la vista.

Alquilamos un automóvil en Brisbane, y Fox condujo hasta Rainbow Beach. Desde ahí tomamos el ferry que nos llevará directo a la isla. Ese es nuestro destino final, dónde pasaremos los siguientes días. Es la primera vez que vengo a este lugar, y me ha dejado cautivada por las hermosas playas... amo el verano y el sol, creo que por eso los chicos eligieron este destino... Volteo la cabeza en dirección a ellos. Están comprando snacks y bebestibles. Dakota pone los ojos en blanco cuando Fox le extiende unas papas sabor salchicha y cebolla.

—¡Fox! ¡Eres tan raro con tus gustos! —Dakota lleva sus dedos a la boca, dejando ver su asco.

—¿Sí? Yo juraba que mis gustos eran taaan buenos —dice, y clava su mirada en Ezra. Dakota mira a uno, luego al otro, y vuelve a poner los ojos en blanco.

—Aún no supero eso de que se besuquearan en el mismo espacio dónde yo estaba. Iugh. Viví engañada con que tenía mi propio zorro, y Ezra tenía sus manos encima de él, literal.

—Dakota... —murmura Ezra— no hables así, por favor...

—Más bien —interviene Fox— yo tenía mis manos encima de él todo el tiempo. Sí, tooodo el tiempo —exagera el tono, provocando que Dakota ponga mala cara.

—Ya me molesté. —Los fulmina con la mirada.

—Si, si, se hace la dura y que todo le da asco, pero es un dulce cuando quiere. —Fox le guiña un ojo a Ezra.

—No le guiñes el ojo, no quiero coqueteos frente a mí.

—Anotado, iré por él cuando estés durmiendo, Dakys, ¿te parece bien así? —su sonrisa es maliciosa, todos entendemos lo que está insinuando. Ezra se pone rojo como un tomate a pesar de que dice haber dado vuelta la página, es más que evidente que aún lo ama. Sus intentos por ocultarlo se ven algo... tiernos.

—Fox... ya es demasiado. Que Holly no esté, no significa que te sientas en libertad de hablar de esa manera —le responde suavemente.

Inmediatamente siento todas las miradas encima de mí. No se debe a que con JJ hayamos acortado distancia quedando junto a ellos. No.

—¿Holly no quiso venir, verdad? —pregunto, agachando la cabeza.

—Está en Sídney con la abuela —habla Ezra— yo le pedí si podía cambiar la fecha, pero en verdad está muy ocupada.

—No es que no haya querido venir —interviene Dakota rápidamente— ella... mandó muchos mensajes, deseando lo mejor.

Tanto Ezra como Dakota quedan mirando fijo a Fox como esperando a que él también diga algo, pero no lo hace. 

Suspiro.

—Chicos... yo he estado en el mismo lugar que ustedes. No hay más qué decir, se entiende —digo, con dolor en el corazón.

Lo que me dijo en el apartamento aún duele, pero aun así yo esperaba... yo realmente esperaba que viniera, tener una disculpa de su parte. No entiendo por qué me trató de esa manera... ¿Hice algo malo? ¿Sin querer herí sus sentimientos? Me siento tan insegura después de nuestra conversación. No puedo parar de cuestionarme todo, el cómo soy, el cuánto he interferido en sus vidas. Me siento confundida, no he querido hacerle mal a nadie. ¿Acaso siempre ha sido así? Me detengo en JJ, Ezra, Dakota, Fox... ¿y si ellos también creen eso de mí? ¿y si Holly tiene razón? ¿y si se sintieron presionados a hacer este viaje? ¿y si Holly no vino porque nuevamente pensó que todo giraba alrededor de mí? No es lo que pretendo, para nada. Sé que detrás de este hermoso gesto, está también la tristeza de lo que viví, y fue muy considerado de parte de ellos, pero también es muy doloroso el siempre volver a tener presente la corrupción a mi cuerpo. «No, basta. Debo... debo... intentar... ser fuerte».

—Te quiero, Naomi —habla Ezra, sacándome de mis pensamientos— te queremos mucho, eso es lo importante, no lo olvides. Holly también, pido disculpas en nombre de mi hermana.

Fox chasquea la lengua, a lo que Dakota le da un codazo.

—No pidas perdón... Yo... los quiero mucho.

Veo las sonrisas en sus rostros, y trato de dejar a un lado todas las inseguridades que quisieran cobrar forma en mi cabeza.

—Ya es hora de subirnos al auto —señala Fox al ya estar tan cerca de la isla— yo seguiré manejando, no tengo problema.

—Gracias, Fox —le digo.

Fox maneja con habilidad el vehículo 4x4. El camino no es demasiado bueno, destaca su estrechez y las peligrosas curvas, pero él avanza sin problemas. A un lado, acompañan nuestro recorrido distintos lagos, que se hacen presentes cada cierto tramo. El brillo que el sol dibuja en el agua es realmente hermoso. Me pierdo en esa imagen.

JJ me sostiene la mano. Dakota se aproxima, mostrándome fotografías del último desfile de la marca de su madre. Fox sube el volumen de la música mientras Ezra parece absorto viendo el paisaje a través de la ventana. Fox baja el vidrio de esta tomando a Ezra por sorpresa, y no sé qué significado tendrá para ellos, pero Ezra le sonríe con timidez antes de sacar su mano por la ventana, moviendo sus dedos con suavidad, siendo acariciados por el viento.

De pronto, todos nos vemos muy animados.

Después de mucho tiempo mi corazón no pareciera romperse, al contrario, es como si lentamente las piezas de este volvieran a su lugar.





Bajamos del vehículo al llegar a las cabañas dónde nos quedaremos. Son dos cabañas, una es para JJ y yo. Y en la segunda dormirán Fox, Dakota y Ezra. Desempaco mientras JJ está unos minutos en el teléfono. Entro al cuarto de baño y me quedo unos segundos arreglando mi pelo, el glitter destaca en finos cabellos. El recuerdo de Dakota llevando a mi estilista al apartamento sigue presente. Siempre amé mis extensiones, me hacían sentir con energía, me daba gusto haberlas adherido a mí como una sombra de mi personalidad, proyectando mi identidad, o al menos, ese es el sentido que siempre he querido darles a los diferentes looks que he usado en mi vida. Sin embargo, luego de todo lo sucedido, no tenía el impulso para recuperarlas.

Enrollo unos mechones de cabello alrededor de mis dedos, admirando el brillo en este. «Gracias, Dakys, fue un gesto demasiado precioso».

Salgo del baño, JJ sigue sentado en la cama con la vista en el teléfono.

—Uy, ¿escribiendo y sonriendo a la vez? Si fuera una novia celosa, pensaría que me estás engañando. —Le saco la lengua.

—Y de ser ese caso, te diría que tu intuición es bastante mala, ya que sigo hablando con tu hermano.

—Dile que ya te perdió y que lo supere de una vez —sonrío con suficiencia.

—Sí... cualquiera perdería contra ti...

—Mmh, no estoy muy segura de eso la verdad.

—Pero yo sí... Yo... estoy bastante seguro... —Camina, cortando toda distancia entre nosotros, quedando frente a mí—, que nadie puede contigo.

—JJ... sé que quieres darme fuerza, pero en este preciso momento... no me siento alguien poderosa, ni mucho menos capaz de hacerle frente a todos. Soy solo...

—Eres una mujer increíble, alguien que sobrevivió... una persona que admiro mucho.

—Yo te admiro a ti, desearía tener... un poco de tu fortaleza... —mi voz se corta.

—Ambos la tenemos... pero entiendo si en este momento no la puedes ver o sentir...

—Perdóname... por siempre... por siempre hacer que vuelvan a ti malos recuerdos... —Siento los ojos llorosos.

—Naomi no digas esas cosas... oye... siempre estaremos el uno para el otro ¿Recuerdas?

—Sanaremos juntos. —Me apoyo en su pecho—. Lo sé... a ratos me invade la tristeza, se vuelve inevitable.

—Yo sé... yo sé...

Los minutos corren, nos mantenemos callados, pero nos acariciamos con suavidad. Me aferro a su sudadera negra, y con los dedos recorro su espalda sobre la ropa.

—¿Quieres salir?—pregunta— deben estar afuera esperándonos.

Asiento con la cabeza. Salimos, encontrándonos con Dakota, Ezra y Fox sentados en la pequeña escalera que sube a su cabaña.

—Hoy día nos quedamos, ¿no? —pregunta Fox.

—Sería lo más prudente, creo —le responde Ezra— estamos cansados por el viaje.

—Ah, aunque con eso no me refiero a que nos olvidemos de la diversión —Fox sonríe de manera maliciosa.

—¿En qué piensas, zorro? —pregunta Dakota apoyándose en su hombro.

—Donde yo esté, siempre habrá fiesta —sentencia, e intercambia una mirada con JJ como si hubieran planeado algo.

—Me... ¿me perdí de algo? —cuestiono confundida.

—Con tu novio planeamos una sorpresa —responde Fox.

La curiosidad me invade intercambiando miradas de JJ a Fox, y de Fox a JJ.

—Estoy intrigada —confieso con una sonrisa en la boca.

—Ya verás —me susurra JJ en el oído estremeciéndome.

Fox entra a la cabaña. Cuando regresa trae una caja en sus manos, la abre dejando ver su interior. Son luces de bengala.

—¡Amo la idea! —grito emocionada, sacando uno de los palitos.

—Pensamos que te gustaría —me dice JJ, quien también sonríe de oreja a oreja.

—Fue por completo su idea —habla Fox— pero, cortesía de los Grimes...

Suelto una risa en tanto tomo con rapidez la caja de fósforos, enciendo uno y lo llevo a la punta del palito. La noche es oscura, pero de pronto, el protagonismo se lo lleva mi luz, aquellas chispas que brotan enérgicamente de esta. JJ se suma, encendiendo la suya, luego, Fox y Ezra.

—¿Es seguro, verdad? —pregunta Dakota— no quiero que se queme mi Dolce & Gabbana.

—No pasará nada. Me declaro el protector del Dolce & Gabbana, preciosa —le dice Fox.

—Preciosa será la mujer con la que siempre andas.

—¿Dakys? ¿y tú cómo sabes sobre eso? No te hacía amiga absorbente.

—Te he visto pasar a lo lejos. Yo debía ser tu mejor amiga, no me gustan las traiciones.

—Emma ha sido importante para mí, así como tú también lo eres, eres especial para mí, Dakys.

¿Emma? Desvío los ojos en dirección a JJ. Sé que Emma estuvo muy presente el tiempo que estuve desaparecida. Apoyó a Mike y a JJ después de estar bastante tiempo alejada de ellos. Sin embargo, debe tratarse de un alcance de nombre, sería demasiada coincidencia.

—Eres muy celosa, Dakys —continúa Fox, persiguiéndola con la luz de bengala.

Ezra se ve algo pensativo, aunque su semblante cambia por completo cuando me aproximo a él. Elevamos nuestras luces por el cielo nocturno con la compañía de la música. JJ encendió el parlante de Ezra. Suena la canción safe and sound, contagiándonos su vibra nostálgica. Rio, cautivada por esa luz en medio de la oscuridad; las chispas que siguen luchando contra las tinieblas que quieren apagarlas, absorbiéndolas. JJ me toma de la cintura, su contacto se siente bien.

—Amo escuchar esa risa —susurra en mi oído.

Y yo te amo a ti, JJ.

Levanto la vista, deteniéndome en Dakota, Fox y Ezra que corren en círculos persiguiéndose. Parecen unos niños que han dejado a un lado sus preocupaciones, solamente divirtiéndose. Así debería ser siempre, el tener tiempo para vivir plenamente, para alejarse de todo lo que hace daño, sin buscar escapar de ello, enfrentándose a las adversidades, porque la vida es dura, sí, pero cada uno de nosotros es un luchador. Aunque nuestro deseo de superación fuese grande, por momentos sentirás que se ha debilitado, y está bien, las adversidades nos hacen creer que no hay salida, que no hay otro camino, pero si mi voz pudiera dejar una huella quisiera que no se sintiera como el final. Duele, es cierto, y yo también he querido rendirme mil veces mientras sufría, mientras sobrevivía a las consecuencias de lo que viví, pero no los dejaremos ganar. Ni hoy ni nunca. Quizá mi fuerza no la sienta tan potente como alguna vez fue, pero cuando estoy con ellos me fortalezco. Y mientras lo hago, me envalentono para enfrentar ese juicio que cada vez se aproxima más.

Cuando pienso en aquellas que no pudieron hablar, lloro, y aunque sé que esa responsabilidad se convierte en una carga difícil de sobrellevar para una víctima, deseo hacerlo. Siento que debo hacerlo desde el fondo de mi alma, como si se tratara de un propósito, como si mi sensibilidad hacia estas injusticias y crueldades del mundo cobrara sentido. Por mí y por todas.

Perder no es una opción. Habrá justicia,

sí,

como que me llamo Naomi Cranham.











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