CAPÍTULO 21
⋆NAOMI⋆
La oscuridad adornada por estrellas resplandecientes, y el frío que congela las manos roban el protagonismo de la noche. JJ se da cuenta de cómo tiembla mi mano por la baja temperatura, y la sostiene envolviéndome con su calor. Alzo mi rostro conectando con sus ojos verdes que me enloquecen; en su gesto percibo algo de incertidumbre.
—Naomi, es muy tarde. En serio...
Razón no le falta. Pedir un uber en forma impulsiva en medio de la noche, arrastrándolo conmigo no es algo muy prudente, pero sabemos que nada que venga de mí lo es.
—JJ, si quieres seguir conmigo —lo interrumpo— tendrás que entender, que yo siempre haré lo que quiera sin importar, hora, lugar, nada.
JJ se apoya en mi hombro. Suelta una risa relajada, su aroma amaderado mezclándose con las rosas. El conductor del uber nos ve por el espejo retrovisor, «métase en sus asuntos».
—Lo sé, Naomi —susurra, rozando mi oído. Su voz grave removiendo cada parte de mí—. Me encanta que seas así.
Y siento... tanta emoción cuando está a mi lado casi podría olvidar por completo el dónde vamos, la molestia de que personas que adoro me ocultaran cosas. No lo olvido, pero me dejo llevar por el momento, porque la agitación y el amor que siento por Jonas es inconmensurable. Es tan atractivo, pero más allá de eso, amo que pueda saber con certeza que todo lo que dice que siente por mí, que cada palabra que sale de su boca es real. Él no abría su corazón a los demás. Y sé que las personas que son así, cuando por fin se dejan conocer, tienen un amor muy sincero. Cada acción, cada promesa es solemne, y en este momento la sellamos con un tierno beso.
—Siempre supe que eras un sumiso, Jonas Reed —bromeo.
—¿Crees que soy dócil? Me extraña siendo que nos conocemos hace tanto tiempo.
—Mmh.... que hayas intentado hacerte el rudo en el pasado, no quita que ahora seas un osito cariñosito. Creo que estaba bien oculto en tu interior.
—¿Qué acabas de decir, mocosa?
—Lo que escuchaste.
Ambos reímos. En tanto el conductor del uber se aclara la garganta, una señal de que nos bajemos del automóvil. Llevamos varios minutos sin movernos pese a estar fuera de la casa de Ezra y Holly. JJ tiene razón es muy tarde para llegar sin previo aviso, al observar mi teléfono reafirmo aquello: 23:05 hrs.
Demasiado tarde. Sin embargo, soy una persona que carece de paciencia y el hecho de que nadie contestara mis llamadas solo provocó que tomara acciones en forma apresurada.
¿Me arrepiento? Claro que no. Holly tiene algunas cosas que aclarar. Me molesta que las personas que quiero me mientan, y tengo un presentimiento de que Holly no ha sido honesta conmigo en todo lo relacionado con Fox. Las cosas que leí me dejaron muy confundida, y ya no sé si se trata solo de rumores, o si acaso mi amiga y su "novio" desde un inicio han estado viéndonos la cara a todos. He pensado en varias teorías, pero no estoy segura de cuál será la verdad.
Inicialmente pensé que la relación con Fox era una alianza. Sí, lo más prehistórico del planeta, aunque en nuestro mundo lamento asegurar que no es una idea descabellada. Muchos de nuestros padres ven con buenos ojos, un compromiso con otra familia de "alta alcurnia". Y dado que sus padres intentaron hacer aquello con Ezra y Anastasia, hacía que fuera bastante probable que se tratara de lo mismo con Holly y Fox. La distancia, y poca química entre ellos, parecía reafirmar lo que creía y por eso, me atreví a preguntarle a ella si la relación era real. (Bueno, en verdad, yo me atrevería a decir lo que sea. Sin embargo, con Holly intento tener cierta "precaución" en mis palabras, las discusiones entre ambas nunca han sido del todo tranquilas. Vemos la vida de formas muy diferentes).
Ella negó aquello, y yo le creí.
Lentamente habían más señales de "afecto" entre ambos, y Holly solía decir frases que me daban a entender que lo amaba. No obstante, al descubrir que Fox era compañero de Nolan en aquella escuela, pensé en varias hipótesis. Primero consideré que quizá era una especie de farsante, aunque yo me habría dado cuenta de aquello; para bien o para mal, este es nuestro ambiente, sabría si Fox realmente no pertenece a este. Luego, sospeché que podría haber dinero de por medio, ya que todos hablaban muy mal de la administración del padre de Fox. Sin embargo, conservaban sus propiedades, y participaban en todos los eventos de la alta sociedad. Quizá de alguna manera sí estaba involucrado el dinero, como suele ser en todo lo que es turbio, pero sin duda, había algo más de por medio.
Mi afán por descubrir la mentira me llevó a un artículo...
Solo era uno y de un medio no oficial. El control de información debió estar manipulado. Hablaba de la muerte de un joven, dónde habría estado involucrado Fox. Me negaba a creerlo, el solo recordarlo me provocaba escalofríos. Me dije a mí misma, que me mantendría calmada y que no daría nada por sentado. Si hay algo que odio son las personas que creen inmediatamente lo que leen y ven sin darse el trabajo de desmentirlo. No podemos creer ciegamente sin darnos el tiempo de investigar, de confirmar si las fuentes son confiables. Además... se trataba de mis amigos...
Necesitaba respuestas, necesitaba sinceridad de su parte. Primero iría con Holly, éramos amigas de tantos años, que me dolía demasiado si hubiera estado involucrada en algo como eso, sin haber comentado nada.
—Si los padres son como dices —habla JJ, evitando que siga divagando— entonces no les agradará nada vernos —agrega con una sonrisa. Un atisbo de diversión, como si de cierta manera, se tratara de una travesura. Me agrada, se parece a mí. Me ayuda a mantenerme serena, a que pese a lo complicado y oscuro que pueda tornarse la situación, tengo a alguien a mi lado. Nunca he necesitado a nadie para enfrentar las situaciones, yo puedo hacer las cosas por mi cuenta. Sin embargo, es reconfortante tenerlo, lo reconozco. No tenerlo posesivamente, simplemente saber que es alguien que me quiere y apoya.
—Y no sabes lo ansiosa que estoy de molestarlos. Son unos padres nefastos. Supieras cuánto he intentado evitarlos en todos estos años de amistad —coloco una mueca de repulsión— sabes cómo soy, si los veía seguramente terminaría diciéndoles algo. Aunque...
—Te hubiera encantado hacerlo —termina por mí.
—Me conoces tan bien, JJ.
Una mirada cómplice a las afueras del portón de la imponente casa de Holly y Ezra. Sostengo la mano de JJ con fuerza, y con la que tengo libre presiono el interruptor. El gélido viento congelando mis tímpanos.
—¿Hermano? —pregunta la voz por el citófono; voz que conozco perfectamente.
—¿Oliver...? ¿Qué haces despierto a esta hora, pequeño?
—¡Naomi! —inmediatamente el portón comienza a abrirse—. Me desperté y vi que Ezra no estaba en su habitación. Lo estoy esperando.
¿Ezra no está?
—Oliver... deberías desc...
—Te recibo ahora —responde con entusiasmo.
La comunicación se corta, y al abrirnos la puerta deja a un lado un osito, y corre en mi dirección, envolviendo sus brazos alrededor mío.
—¡Oliver! —regaña su madre, apareciendo en bata frente a mí—. ¿Cómo se te ocurre estar despierto a estas horas? A las nueve ya debes estar durmiendo. ¿Sabes qué hora es? —Oliver se queda en silencio—. Me tienes cansada, Oliver. Nunca sigues lo que se te pide, ¿acaso te hiciste otra vez en la cama? ¿es eso? Tienes diez años, maldita sea. Sería segunda vez que te pasa este mes. ¿Qué problema hay contigo? Encima le abres la puerta a desconocidos sin nuestro permiso.
Formo un puño en una mano. Pienso decirle algo, pero Oliver me gana.
—Mamá... es Naomi. Naomi está aquí —le contesta Oliver en voz baja, avergonzado— y no... mi cama está intacta.
—¿Qué importa? Debiste preguntar primero. ¿Y qué haces otra vez con ese osito? ¿Fue tu hermano quién te lo devolvió?
—Yo... —duda— no, mamá... Ezra no haría eso. Fui yo, yo... lo busqué. El osito chip estaba pidiendo mi ayuda, y yo fui corriendo a brindársela. Le teme a los demonios que se encuentran entre las sombras. No pasaría la noche si se hubiera quedado en la inmundicia.
—El osito chip —digo— está agradecido por tanta valentía.
Gira en mi dirección, sus ojos iluminados. Esperanza, luego de la desolación.
—¡Y entonces agradece dándome un regalo! —exclama Oliver.
—¡Sí! —le confirmo— y nosotros como fieles servidores del osito chip, hacemos entrega del regalo en agradecimiento al héroe que enfrentó todos los obstáculos, salvándolo de aquella soledad. —Hago una reverencia, y empujo a JJ para que me imite, lo cual hace entre risas—. Acepte este premio por tal valiente misión.
Abro mi bolso, sacando una golosina. Sus ojos se abren como platos cuando se da cuenta de qué se trata.
—¡Sí! ¡Es chocolate! ¡Sí! —Me abraza fuertemente — gracias, Naomi, gracias.
Su madre se aclara la garganta, la señal de que ya debe regresar a su cuarto. Se despide de mí y de JJ, y sube la escalera mientras ella le indica que el chocolate debe comérselo mañana, ya que de lo contrario, tendrá pesadillas. Él le asegura que lo guardará, y me dirige una última mirada, desde el escalón que tiene visual al primer piso; es una mirada repleta de felicidad.
Se pierde en medio de los peldaños que le quedan. Y cuando ya no escucho sus tiernos pasos, me digo a mí misma que es momento de enfrentar a esta señora, aunque no me corresponda, no me interesa. No me gustó nada lo que vi, y si a alguien le molesta mi actitud, poco me importa. Siempre he estado consciente que por ser cómo soy, a algunos les agradaré, y otros me criticarán. Para mí lo único relevante es ser fiel a mí misma.
—No debería hablarle de esa manera. Es un niño, le afectará cómo lo trata, le dejará huellas difíciles de borrar.
Ella me observa claramente con superioridad, como si yo fuera una niñita que solo hablara estupideces.
—Cuando algún día seas madre, lo entenderás. —Se cruza de brazos.
—Siendo honesta con usted, dudo bastante que logre entenderlo. Hay maneras de decir las cosas, y la que usted usa no es como si fuera una madre. Habla como si fuera una autoridad. Llena a sus hijos de normas, sin dejarlos ser ellos mismos. —No me contengo. Sé perfectamente cómo han sido criados Ezra y Holly, su crianza era por completo lo opuesto a cómo era el ambiente en mi casa. Me dolía que fuera así—. ¿Sabe por qué estaba despierto? Por supuesto que no lo sabe —agrego al ver su expresión de confusión—. Despertó y se dio cuenta que Ezra no estaba en casa. Lo estaba esperando. ¿No se da cuenta? Ese adorable niño, está viendo en su hermano una figura paterna, porque ustedes —digo refiriéndome a él y su esposo, aunque este último no está presente— lo han dejado demasiado solo.
Siento el agarre de JJ más fuerte. No es por recriminación, creo que de cierta manera, esta discusión podría perturbarlo. Lo que él vivió fue terrible, y aunque la situación difiere por completo, le debe traer malos recuerdos. Acaricio con mi pulgar su mano.
—¿Disculpa? ¿Viniste a altas horas de la noche a insultarme en mi propia casa? Naomi, aprecio la amistad que tienes con mis hijos, pero eso no te da derecho a hablarme con aquella confianza. Nadie tiene un manual para ser padres, y las cosas con Oliver han sido algo complicadas. Ojalá fuera como era Ezra a su edad, pero lamentablemente no es así. Tampoco puedo quejarme demasiado, todos cargamos con nuestras culpas, y la mía fue no haberme cuidado...
Lo que acaba de decir despierta lo peor en mí, cólera esparciéndose por mis venas, igual como si se tratara de veneno.
—¿Cómo...? ¡¿Cómo se atreve a decir algo como eso?! ¡¿Está loca?!
—¿Oliver? —La voz de Holly a lo lejos, fría y cortante—. ¿Qué haces en medio de la escalera? ¿Estás llorando?
No. No. No. NO.
Doy un paso en dirección a la escalera, mi corazón se siente inquieto.
—Yo iré a ver a mi hijo —me dice inmediatamente, obligándome a detenerme— ni creas que seguirás siendo bien recibida en esta casa, ocasionas puros problemas. De partida, me pregunto por qué mi hijo me mintió, dijo que estaría contigo, y puedo ver claramente que no era cierto.
Ezra... ¿por qué no me avisas con tiempo cuando inventas excusas que me involucran? El único motivo que cruza por mi mente para que mintiera, es que se debe haber juntado con aquel muchacho que aún no me presenta. Las cosas deben ir en serio.
—Como si me importara, señora —respondo con la mirada desafiante.
Solo no sigue discutiendo porque va dónde Oliver. Espero que realmente se comporte como una madre, aunque no tengo muchas esperanzas de que así sea. Me quedo con un amargo sabor, remordimiento que se debe únicamente a Oliver, mi intención no era que escuchara. Me parte el corazón.
Holly termina de bajar la escala, sus ojos pasan de JJ a mí, y viceversa. Me extraña no verla en pijama, su ropa está algo desordenada, dejando ver una parte de su sujetador, y en su ropa hay manchas de tierra.
—¿Por qué estás así? ¿De dónde vienes?
No responde inmediatamente, mas su expresión es desconcertante.
—¿Por qué... por qué tenemos que darte explicaciones por todo? —contesta finalmente— no es buen momento, ándate de aquí. Nadie te invitó.
Arrugo el entrecejo, me extraña que me trate de esa manera.
—Pareciera... como si te hubiera pasado algo.
—¿Qué podría pasarme? ¿A qué viniste, Naomi?
—A hablar contigo, estoy preocupada.
—Tendrá que ser otro día, hiciste el viaje de puro gusto.
Presto mayor atención a su aspecto. Su cabello desordenado, las manchas más grandes a la altura de sus rodillas. Pareciera como si se hubiera caído en algún lugar con pasto, tierra, y humedad. Pequeñas manchas verdes se hacen presentes en su pantalón.
—¿Por qué no es buen momento? —insisto— ¿por qué actúas tan extraño?
—Naomi —me susurra JJ— quizá sería mejor que las deje solas. Esperaré afuera.
Le hago una señal de negación. No es necesario que se vaya, conociendo a Holly por mucho pesar que me cause, esto no durará demasiado tiempo más.
—¡Solo déjame, Naomi! ¡Nadie te llamó! Oh, jodida mierda. Maldito día de mierda, ándate. Hazme un favor, y piérdete de una vez.
—¿Pero qué te sucede? —Intento acercarme a ella.
—Cállate, me fastidia escucharte... —Me mira con odio, me detengo a escasos pasos de ella—. Deja de meterte en la vida de los demás. Tu vida ha sido demasiado perfecta ¿no? padres amorosos, te llevas bien con tu hermano, todos tus amigos te adoran, tienes un novio que te ama. Así que estás tan aburrida con tu perfección, que necesitas estar interfiriendo en la vida de los demás. No tengo por qué darte explicaciones de nada, ni decirte cada cosa que me pasa. ¡TE ODIO! —grita.
Me desconcierta. Hemos discutido muchas veces en nuestros años de amistad, pero jamás me había tratado así, no a ese extremo.
—¿Qué... qué acabas de decirme?
—Oye, —interviene JJ— Naomi solamente está preocupada por sus amigos. Sus intenciones son buenas, no lo hace para hacerte sentir incómoda. Ella solo quiere ayudar. Me molesta que la trates de esa manera. —Se está moderando, las palabras salen entre dientes. Y sé que se contiene por mí, porque sabe que pese a todo es mi amiga.
—JJ... no necesito que me defiendas —le digo con dulzura— yo sé que no piensa eso realmente.
—¿Qué no lo pienso? ¡Pero si te lo estoy diciendo! ¿O eres idiota?
Le murmuro a JJ que pida un uber, y que espere afuera. No pensé que las cosas se saldrían tanto de control. Me hace caso, aunque puedo percibir su rabia contenida. En parte, lo entiendo. Yo me sentiría igual si a él le hablaran de esa manera.
—Holly... Yo no te he hecho nada para que me trates de esa forma. Sé que te estás desquitando conmigo, por algo más. Si quieres a alguien que te apoye, si necesitas una amiga, aquí estaré. Pero tampoco te rogaré, porque también sé mi lugar, y no merezco ese trato.
—¿Tú apoyarme? ¿Y tú cómo podrías entenderme?
Intento contenerme, intento contar hasta diez. Es impresionante como Holly siempre termina siendo un desafío para mí. Debe tratarse de la única persona, con la cual tengo tanta consideración en las palabras que deben salir de mi boca.
—¿Pasó algo con Fox? —indago— Porque precisamente quería hablar contigo de él.
Y no importa si lo niega. Todo su lenguaje corporal grita, que lo que sea que haya ocurrido tiene que ver con Fox.
—¿Quieres hablar de Fox? ¿Tienes algún problema con mi novio?
—Leí cosas... quiero saber si son ciertas....
Su semblante cambia, mas la alteración se incrementa. Algo no anda bien.
—Lo que sea... lo que sea que hayas leído... no es cierto. Fue un malentendido, eso es todo.
No parece sincera. Mi estómago se revuelve, ante la posibilidad de que lo que leí sea una verdad.
—Tu padre tomó el caso ¿no? —Intento sacar de mentiras una verdad. Solo estoy suponiendo no sé detalles.
Holly se queda en silencio, su cuerpo tirita. Me agarra bruscamente del brazo arrastrándome al jardín trasero. Me hace tener esperanzas de que hablará, por algo quiere que nos alejemos de sus padres.
Al salir, espero a que hable. Pero al advertir que se ha quedado paralizada, trato de seguir el hilo de lo que tenía en mente.
—Fue en la casa de Wes —continúo— y sabes... he estado intentando comprender toda esta conexión con Nolan, y ese grupito. Estuve recordando cosas... la agresividad cuando Fox golpeó a Austin, lo reacia que actuaste respecto a que Dakota denunciara lo que ocurrió, querías callar. ¿Realmente era por los motivos que expusiste? ¿O era por otra razón...? También Fox te ocultó que Dakota estaba quedándose con él, y no quiso que supieras que él arruinó el automóvil de Wes en la fiesta de Eleanor. Insistió en que si tú te enterabas pondrías problemas ¿Por qué?
—Yo... no sé en qué estás pensando. No es así. —Camina de un lado a otro—. Fox grabó a Wes, yo lo proyecté por las pantallas... yo...
—Sí, pero... solamente porque no ponía en riesgo a Fox, ¿no? teníamos el teléfono de Wes, el video se transmitió desde su propio teléfono. No metería en problemas a Fox. Lo que le pasó a Dakota nos afectó a todos... pero... ¿será que se sentían de cierta manera responsables? Yo siempre estaré agradecida con Fox por haberla cuidado, pero él recién la estaba conociendo, ¿Quizá... se sentía culpable en algún grado de lo que le pasó? Y tú... Holly... sueles tomar distancia cuando pasan cosas graves entre nosotros, sin embargo, ese día después que Dakota se quedó en mi apartamento, la acogiste en tu casa, te quedaste con ella, aconsejándole que no hablara. Puedo ver... que tú y tu "novio" no estaban muy sincronizados. Mientras Fox opinaba como nosotros, tú remabas en sentido contrario, tú no querías que delatáramos a esos imbéciles. Creo que él pese a estar involucrado en algo tan grave, estaba decidido a ponerse en riesgo, con tal de ayudar a Dakota. En cambio, tú no. ¿Tanto lo amas?
—¿Qué...? —Detiene su marcha.
—Vamos Holly... hablamos de Wes Harrington... murió una persona en su casa...
—Ese tipo... si no fallecía producto de la caída, iba a morir por una sobredosis, el examen toxicológico lo corroboró, se encontró THC, hipnosedantes y un alto grado de alcohol en sangre. A Fox solo quisieron incriminarlo.
—Movieron el cuerpo —le debato.
Sus ojos se abren de sorpresa. Ciertamente no esperaba que tuviera esa información. No fue nada fácil, pero leí por completo lo poco que encontré, y también algunos comentarios de personas desconocidas. Para nada una fuente confiable, pero solo estoy intentando averiguar qué fue lo que en verdad ocurrió.
—Nolan se asustó... No puedes pedir que alguien al ver una escena tan traumática actúe de forma racional. Los resultados de la prueba de adn no arrojaron que...
—Ya... —la interrumpo— ¿sabes qué creo? creo que aquí se compró mucho silencio. ¿Me podrías jurar que únicamente quien estuvo involucrado fue Nolan?
—Sí —contesta inmediatamente.
Demasiado rápido, demasiado falso. Por un segundo, me siento mal por haber pensado tan mal de Nolan con sus advertencias. Claramente no es una blanca paloma, pero tampoco es una basura. Me da la impresión de que tiene temor y resentimiento, mas que nada se ha visto implicado en conflictos de puras familias de poder. Él pasa a ser un soldado, el único que se verá perjudicado si las cosas se salen de control. Ahora comprendo muchas cosas.
—No te creo. Leí que el criminalista de su familia señaló en su momento, que el cuerpo presentaba golpes y hemorragias internas.
—Cayó de un segundo piso... desde el balcón... ¿sabes...? hablar de esto me revuelve el estómago... lo único importante aquí es que el informe pericial del médico forense determinó que sufrió un traumatismo craneoencefálico, murió en forma instantánea. No había material biológico...
—¿Y por qué no comentaste nada de esto? En todo este tiempo, nunca lo mencionaste.
—No lo vi necesario, iba a preocuparlos a todos de forma innecesaria. Fox no tuvo nada que ver, lo tenían en la mira, porque los padres de ese muchacho tenían un lío de negocios con el padre de Fox. Y él no tenía ni idea de eso... todo fue demasiado injusto. Estuvimos en esa fiesta, pero nos fuimos antes de que pasara esa tragedia. Pasamos el resto de la noche en Kintova y estuvimos ahí hasta que cerró. Mi padre puede corroborarlo. Los que estaban en la fiesta y se atrevieron a inculpar a Fox, luego tuvieron que pedirle disculpas.
—Me imagino... ¿Quién se atrevería a irse en contra de la familia Barratt y Harrington? —Hago memoria de las cosas que decían tiempo atrás—: Yo... como una estúpida... creyéndole a Fox cuando dijo que había investigado a la familia Harrington y que su padrastro era un importante juez de la zona. Ustedes ya lo sabían. ¿Me equivoco? Recuerdo cómo estallé en ira, por darme cuenta de que tenía tanta influencia y esa importante red de contactos, y resulta que mis propios amigos habían usado esa red, porque entre ellos y tu padre, estoy segura de que podrían haberlos sacado de cualquier lío. Solo me pregunto cuál fue el precio de todo esto.
—Naomi... estoy cansada de escuchar estupideces. Quiero que te vayas ahora. Ya fue suficiente.
—Me decepcionas, Holly.
—Pues bien, me importa una mierda que te decepcione. Tú también me odias ¿no? ya todo me ha dejado de importar. Cualquier resentimiento que puedan tener hacia mí, yo lo siento el doble. Me odio, me odio demasiado.
No puedo pensar con claridad. La perplejidad de confirmar que realmente hubo un crimen, la incertidumbre sobre si lo que dice es cierto, o si solamente está encubriendo a Fox, me carcome la cabeza. Aun así, intento debatirle lo que dice, porque no es verdad y me duele que crea esas cosas de los que la queremos, y de ella misma.
—Holly, el día que te aceptes será un paso para que tengas amor propio. Ya te dije que te apoyaría. Yo siempre apoyo a mis amigos.
No reacciona como espero; sus ojos reflejan ira.
—Largo de mi casa. No te quiero aquí. Tu presencia solo me recuerda las palabras que siempre sueltas, ese amor por las mujeres. ¿Crees que realmente te creo cuando dices esas cosas? Tú.. no podrías entenderlo, únicamente me verías con recriminación. Por tu asqueroso afán de que las mujeres valen más que los hombres, por ese asqueroso amor que le tienes a ser mujer.
—Holly —intento hablar en forma calmada— ya te lo he dicho. Tú no quieres entenderlo. Yo no tengo a la mujer en un sitial. Amo a JJ, amo a mi hermano, amo a mi padre. Lo único que he dicho es que las mujeres deberían tener los mismos derechos que los hombres. Y solamente he denunciado situaciones en que nos han rebajado, porque aún nos siguen cosificando, y el machismo sigue estando muy presente en la sociedad. No entiendo... qué conexión haces entre lo que creo respecto a eso, y el cómo tú te sientes... Cuando yo hablo de que debemos querernos cómo somos, no me refiero a cómo nos vemos exteriormente... es decir, en parte sí, pero... en esto que a ti te afecta, no me refiero a que tienes que aceptar el cómo naciste, el cómo te ves por fuera. Tienes que aceptar tu interior, Holly, el cómo tú te sientes realmente. Sabes que yo sería la primera en apoyarte en ese proceso de reencuentro. Acéptate, por favor.
—¡Cállate! ¡Ándate! ¡No quiero seguir escuchándote! ¡Te odio!
—Sí, me iré. Haré como si no te hubiera escuchado, sé que no lo dices en serio. Solamente odias que alguien te diga la verdad. Creo que estás más alterada de lo habitual porque te sucedió algo. Te pregunté muchas veces de qué se trataba, pero tú nunca quieres hablar. Te quejas de nosotros, pero siempre nos alejas. No sé qué pasa realmente con Fox, pero hablaré con él, y ante la menor inconsistencia iré con la policía.
Tomo la manilla de la puerta.
—Deja de entrometerte —murmura— Tú no sabes de lo que hablas, siempre has estado bendecida por una estrella, intocable —me dice con desdén— ojalá algún día te pasara algo para que comprendieras lo que se siente estar del otro lado.
—Yo... no soy indiferente, Holly. No lo soy.
Salgo por la puerta, y avanzo apresuradamente hasta la salida. JJ apenas me ve me abraza, preguntándome si me encuentro bien. Le confirmo que lo estoy, aunque aún no logre sacarme esas feas palabras de la cabeza. Durante el trayecto acaricia mi cabello; sus caricias son lentas y suaves, como si en el fondo, estuviera consciente de mi perturbación.
Cuando entramos al apartamento, Cookie corre a recibir a JJ, juegan juntos mientras yo me recuesto un segundo en el sofá. Lo único que consigo al entrar a redes sociales es aumentar mi ira. Veo historias de Eleanor con Wes, ambos juntos, felices. El muy imbécil demasiado radiante para ser que mañana se dicta la resolución hecha por el comité de la Universidad respecto al proceso llevado en su contra. El mensaje de Nolan regresa a mi mente, aquella frase de que no busque su ayuda cuando la necesite.
Suspiro. Me siento mal, no son ganas de llorar, yo nunca lloro. Solo estoy cansada, agotada por las últimas horas. Intento llamar a Ezra, pero arroja a buzón de voz. JJ se aproxima a mí, se arrodilla a un lado del sofá. Su mano sujeta la mía.
—No me gusta verte así... —Se acerca a mi rostro, y besa mi mejilla, el borde de mi mandíbula, mi cuello—. ¿Qué puedo hacer para ayudarte...?
—No tienes que hacer nada...
—Pero me preocupa, nunca te ves así...
—Vaya, ¿perdí el brillo? ¿me estaré apagando?
—No —niega de inmediato—, eso sería imposible. En mi cielo nocturno, tú eres la estrella más resplandeciente —susurra contra mi piel—, para alguien que pasó casi la mitad de su vida en la oscuridad, conocerte parece una ilusión, Naomi.
Mi nombre en sus labios suena como si fuera sagrado. La manera en que lo dice, con tanta vehemencia, como si estuviera perdidamente enamorado de mí despierta y enciende cada poro de mi cuerpo.
—Estoy aquí, estaré aquí. Te quiero.
—Yo también —responde— demasiado.
Y aunque no tengo sueño ni pretendo quedarme dormida en el sofá, cierro los ojos, mientras JJ sigue acariciándome, y depositando suaves besos en mi cabeza.
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