CAPÍTULO 18
*Desde este capítulo en adelante todos los videos de las canciones son hechos por mi increíble amiga Natt1722 💖 Te invito a que te suscribas a su canal Weird girl y veas su precioso trabajo!✨✨✨
⋆NAOMI⋆
Mientras Charlotte y JJ se encuentran en el salón, yo estoy en la cocina sirviendo unos tragos. La imagen de los dos riendo, y colocándose al día con sus vidas, me provoca nostalgia, porque inevitablemente retrotrae momentos dónde la vida era más fácil, dónde seguía mantenida en esa burbuja, protegida, aunque siempre invadida de aquella curiosidad de conocerlo todo, de experimentarlo todo. Sentir. Ezra siempre ha creído que él es sensibilidad, y yo orgullo. Y aunque no es del todo falso, todos tenemos matices. Yo sí siento mucho, y suelo estallar como si fuera una bomba, o un volcán en erupción. En mi defensa, si no existieran tantas personas con poca consciencia, pues no explotaría con tanta frecuencia. ¿En mi defensa? Claro, como si seguramente necesitara justificarme, o como si me arrepintiera de algo, eso jamás.
O bueno, siempre creí que sería así, que jamás daría mi brazo a torcer por nadie. Sin embargo, aquí estoy, mirando como una boba a Jonas Reed. Casi debo tomar consciencia de que no me esté cayendo baba por la boca. Oh, Naomi pequeña, si hubieras sabido lo que estarías haciendo y pensando años después probablemente te caerías de espalda.
Quien diría que al final Mike serviría de algo, presentándome a quien me volvería loca un día. Mentira, Mike te adoro, siempre disfruté molestarlo y veo que ese hábito no se ha atenuado, ya que sin ver el futuro, puedo prever su reacción ante lo que ha sucedido en el departamento. Deberías sentirte feliz, querido hermanito, podríamos decir que te transformaste en una especie de cupido.
Le entrego a JJ un vaso de whisky, a Charlotte un vaso de jugo de manzana, y yo llevo a mi boca el daiquiri de fresa que preparé, los berries siempre han fascinado. Por un instante, me toma por sorpresa que Charlotte se niegue a tomar, pero ella explica que si Alice, su novia, se da cuenta de que ha ingerido alcohol probablemente la fulmine con la mirada, y le cierre la puerta en la cara. Y aunque cree que rápidamente se le pasaría el enojo, dado que ambas son la debilidad la una de la otra, pues, prefiere no arriesgarse. El relato me divierte, aunque no deja de llamarme la atención el hecho de que no sea incómodo para JJ escuchar cómo su ex habla abiertamente sobre su nueva pareja. ¿Le gustaban las mujeres cuando estaba con JJ? Siempre he alardeado de ser una persona perspicaz. No obstante, creo que hay detalles que se me escaparon del grupo de amigos de mi hermano.
Charlotte me transmite su emoción, me la contagia y me hace soñar con vivir lo mismo que ella. La manera en que cuenta cómo se conocieron con su novia, me recuerda a las historias que siempre me ha gustado leer. Sí, en el fondo de mi corazón, siempre he sido una romántica sin remedio, así que no puedo evitar entusiasmarme al ver cómo le brillan los ojos, y su voz se exalta. Está enamorada, lo grita cada parte de su cuerpo, de aquella muchacha de ojos chocolate y piel blanca como la nieve. Bromea con que ella será la siguiente en casarse, aunque la entonación que utiliza me hace creer que realmente es algo que pasa por su cabeza.
—Bueno, basta de hablar de mí. —Charlotte deja el vaso de jugo sobre la mesa de vidrio—. Quiero saberlo todo. Ay, me siento tan privilegiada de saberlo primero que los demás. ¿Cuándo se lo dirán a Mike?
Cruza sus piernas, lo que acentúa sus curvas, el pantalón negro marca su silueta, arriba trae una camiseta de cuadros en color rojo y negro. Sus botas estilo militar captan el interés de Cookie, se acerca a ellas con toda la intención de morderlas, pero la reto antes de que provoque un desastre. Charlotte suelta una carcajada.
—No lo sé, no es mi prioridad en este momento. Mike tendrá que entenderlo, aunque de seguro hará un drama. Así que estoy esperando verlo y decirle en algún lugar dónde no pueda hacer un escándalo. De todas maneras, no le estoy pidiendo permiso, solo pienso contárselo, nada más.
—Él hará un escándalo independiente de dónde estén —responde Charlotte.
Mi vista se cruza con la de JJ, él no se ve tan divertido como nosotras. Vamos, JJ, solo se trata de Mike, el eterno rey del drama.
—Honestamente, quisiera decírselo, no deja de ser mi mejor amigo. Me preocupa que se lo tome a mal.
—Si se lo toma a mal, serán por sus celos. —En la boca de Charlotte se dibuja una sonrisa—. Pero lo más divertido de todo es que serían celos por JJ, sentiría que le estás quitando a su amigo —me dice, y estallo en una risotada, porque la verdad, lo veo como algo bastante probable.
—También lo creo —digo entre risas— normalmente, deberían ser celos de hermano, pero de Mike nada cuerdo se puede esperar. No ha madurado nada, aunque siempre entre los dos yo fui la madura —alardeo, y tomo un sorbo de mi delicioso daiquiri.
—¡Eso es cierto! —chilla Charlotte.
—Vaya, ustedes sí que se llevan bien. —JJ se relaja, apoyando su espalda en el sillón.
No debería sorprenderle, siempre tuve una buena relación con ellos. Pese a que eran mayores que yo, quería formar parte de sus travesuras. Digamos que no eran muy maduros en su adolescencia y como buena hermanita menor me gustaba involucrarme en sus salidas. Aún me debían unas cuantas, en más de una ocasión los saqué de apuros. Ellos no hacían maldades, solo cuidaban a aquella muchacha adorable. Sí, claro.
—Bueno, nos parecemos un poco. —Alzo mi copa, y ella su vaso de jugo—. Siendo honesta, estoy emocionada por volver a verlos, a todos...
—Ya falta poco, en tres semanas es la boda de Mike y Mel —suelta en un suspiro— todos estamos viajando de regreso, bueno casi todos —su voz se vuelve más fría.
Estoy por abrir mi boca para preguntar, pero JJ me despeja las dudas.
—Seguimos sin saber nada de Emma, no respondió a la invitación.
Charlotte y JJ se observan de manera cómplice, no lo comprendo.
—Cuéntenme el chisme, ¿sí?
—Uh, Naomi, supieras cuantos enredos tuvimos entre nosotros, pero bueno, maduramos un poco. Especialmente tú —le dice a JJ— ¿Qué te pasó? —Lo empuja con suavidad—. Estás tan dócil que me da miedo... Que él te cuente todas esas historias —se voltea hacia mí—, ya sabes, en esos momentos en la cama.
Sus ojos verdes se encuentran con mis ojos azules, hay tanta intensidad en ellos. Y me doy cuenta, que pese a que no lo he reconocido en voz alta, no se trata únicamente de que él me guste. Siento más que eso, en definitiva siento algo más que eso.
¿Él sentirá lo mismo por mí?
Bueno, estaría loco de no ser así, porque vamos, soy Naomi Cranham. ¿Quién no empezaría a sentir mariposas en el estómago por mí?
—La única manera de que me pierda el drama de esa boda, sería que estuviera muerta ah —bromeo.
Al instante que aquellas palabras salen de mi boca, tengo una extraña sensación, como si fuera algo que no debí haber dicho.
Mantén tus ojos muy abiertos.
Nunca se detienen, día tras día van por una nueva presa,
lo has hecho bien, y por eso están furiosos.
Un mal sueño nada más. Tomo un largo trago.
Nada puede conmigo, nada.
—No. Ni en broma digas eso —me responde inmediatamente JJ— ni en broma, mocosa.
Cállame, si puedes. Quisiera decirle.
—Bueno, creo que ya estoy interrumpiendo, y debo regresar. Hay cierta personita que debe estar impaciente por mis besos. —Charlotte se levanta del sillón, y toma sus cosas.
JJ la rodea con sus brazos.
—Me hace tan feliz verte así —dice en voz baja. Lo escucho, y coincido plenamente con JJ, encontró a su alma gemela, e irradia demasiada luz por ello.
—A mí también, me alegra verte feliz —le devuelve el abrazo, casi saltando encima de él, aferrándose a él.
Luego de varios segundos en que ninguno de los dos suelta al otro, finalmente Charlotte se desprende de su agarre, una pequeña lágrima cae por su rostro. No parece tratarse de tristeza, creo es de alegría, de que jamás haya perdido la esperanza, de que JJ se vea tranquilo, aquella paz que siempre anheló y que por mucho tiempo la vida le negó.
Acompaño a Charlotte a la puerta, mientras JJ se queda en el salón jugando con Cookie.
—De verdad me hizo muy feliz saber que están juntos —murmura cuando abro la puerta, me toma por sorpresa—. Inesperado, pero... asombroso. Tiene sus cosas —ríe— pero es un buen hombre. Cuídalo.
—Lo sé. —Muerdo mi labio inferior. Claro que lo sé, JJ es el hombre que siempre quise a mi lado.
—Lo amas, puedo verlo... y él a ti —agrega, haciendo que mi corazón bombee con fuerza.
La abrazo, y me despido de ella. Bromeamos con que la siguiente vez que nos veamos será en el drama del año (la boda de Mike y Mel) y promete que adoraré a su pareja que la acompañará aquel día. Ya lo creo, si conquistó a Charlotte de seguro, debe ser alguien maravillosa.
Cierro la puerta, y apoyo mi espalda en la pared. JJ detiene sus mimos a Cookie, y se queda mirándome, analizándome.
—¿Quieres decirme algo? —pregunto en forma coqueta. Sé en lo que debe estar pensando. El silencio pesa, dice todo lo que callan nuestros cuerpos.
—Solo pienso... —Se aproxima quedando frente a mi—. En lo hermosa que eres.
Sí. Sí. Que él lo diga, que esas palabras salgan de su boca, es todo lo que quiero.
—¿Ah, sí? —Paso un dedo por su definido rostro, tan sexy—. Tú no estás nada de mal.
—¿Solo eso? —dice con un aire de diversión.
—No. —Lo miro con deseo—. Me vuelves loca, JJ.
Achica los ojos, las palmas de sus manos se apoyan en la pared. Seguimos sin verbalizar los pensamientos que pasan por nuestras cabezas, solamente nos observamos. Leyendo cada parte de nuestro cuerpo, grabando el momento, como si fuéramos capaces de capturarlo y mantenerlo vívido en nuestra memoria por siempre.
Y no puedo evitar pensar, en todo lo que quisiera hacer. Me gustaría tener sus manos recorriendo mi cuerpo, besando, mordiendo. Oh, siempre he sido tan intensa en la cama, que no puedo reprimir mi fantasía de estar sobre él, montarlo, y quizá él subiría ligeramente su torso, besando y jugando con mis pechos.
Lo dejaría tocar y tomar lo que quisiese, porque yo lo dejaría sin aliento. Soy demasiado buena en lo que hago, y en este preciso momento quiero matarlo con mis movimientos; arriba, abajo, ondeando, formando un ocho con mis caderas. Eso siempre los vuelve locos, lo percibo en la agitación en la respiración, en lo rápido que acaban dentro de mí, pero esos idiotas no son nada al lado de JJ. A él, oh, Dios, con él usaría todo lo que sé, toda mi experiencia la utilizaría como un arma, para llevarlo al límite, para que jamás se olvide de mi nombre. Y él sabría, él reconocería, que yo siempre he tenido el poder.
—Hay tanta lujuria en tus ojos, que me pregunto cuanto tiempo podré seguir conteniéndome. —Enrolla un mechón de mi cabello entre sus dedos. Aquel juego que siempre ha disfrutado, el glitter alrededor de su piel, robándome suspiros.
—Quizás... —digo en forma coqueta— no debes contenerte, quizá debemos dejarnos llevar. Estamos solos, y tenemos muchas horas a nuestro favor.
Sus ojos verdes bajan con ansias por mi cuerpo, luego suben encontrándose con los míos, perdiéndose en el azul cielo. Me besa, lento, y siento su estremecimiento al juntar mi lengua con la suya. Sus brazos bajan a mis muslos, tomando mis piernas y recargándome contra la pared.
Y aunque es a mí a quien tiene aprisionada contra la pared, yo soy la que se mueve contra él. Mis brazos se mantienen alrededor de su cuello mientras seguimos besándonos, como si fuera imposible separarnos. Somos dos almas que vibran en la misma sintonía; inevitables, y condenadas a encontrarse. Hoy, mañana, y siempre.
—La regla de mi habitación puede irse a la mierda —declaro contra su boca— puedes entrar cuando quieras, ahora por ejemplo.
—Naomi...
Me desprendo de él, tomándolo del brazo y arrastrándolo a mi cama. Me encargo de cerrarle la puerta a Cookie, quedando del otro lado de mi habitación. «Lo perdiste, es todo mío ahora».
JJ se sienta en el borde de mi cama, me acerco, y tomo asiento sobre él; mis piernas alrededor suyo, mis rodillas apoyadas en la cama. Él se sostiene de mi espalda.
—Hagámoslo, JJ. —Me muevo, frotándome contra él, y sintiendo su dureza por debajo mío.
—Oh, Naomi. —Un susurro, un gemido, una súplica.
—Sé que quieres. —Bajo a su cuello, besándolo, y succionando su piel, sin dejar marca, y sin dejar de moverme, lento, tortuoso, pero real. Tal como lo estaría haciendo si es que no hubiera ropa en medio de nosotros.
—Naomi, me estás matando, mierda. —Sus manos que sostenían mi espalda, suben a mis hombros, atrayéndome hacia él, incrementando la presión y fuerza con la que me restriego contra él.
—Oh, ¿tan fácil? —Lo provoco.
Una risa baja.
—No te confundas, no olvides quien soy —dice, y su boca la aproxima a uno de mis pechos, sintiendo su calor por sobre mi delgada remera.
Su contacto me toma por sorpresa, me hace gemir. La humedad acumulándose en el centro de mí.
—¿Qué? —suelta una risa baja— ¿crees que eres la única que puede jugar?
—Más vale que no, JJ, más vale que no. —Acelero mi movimiento, y él continúa jugando por sobre mi ropa, haciéndose realidad mi fantasía, y aunque solo es por sobre la ropa siento como si estuviera en otra dimensión. Mi cuerpo caliente pide más, necesito más...
Mis dedos bajan por su sweater verde musgo, hasta sus pantalones, quiero tocarlo... quiero tocarlo... pero cuando estoy por hacerlo por debajo de su ropa, su mano sujeta mi muñeca.
—Me gustas... —digo, mi voz excitada— me encantan tus ojos. —Mi boca la bajo a su cuello, besándolo—. Tu cuerpo. —Mis manos acarician e intentan descender nuevamente a dónde quiero—, Dios, las facciones en tu rostro son tan varoniles —suelto en un gemido.
Beso el borde de su mandíbula, y mi vista sube, encontrándome con sus pupilas dilatadas. Mi mano tocándolo. Pero vuelve a sujetar mi muñeca, esta vez con más fuerza.
—No, no me toques.
Arrugo el entrecejo, apropiándome de aquella expresión que por tanto tiempo lo caracterizó.
—Déjame, solo a mí, Naomi —dice con calma, aunque hay algo diferente en su temple, ya no expone esa tranquilidad típica de él.
—¿Dije algo mal? ¿Es... eso? ¿Qué pasa?
El calor disminuye, no estoy molesta, estoy preocupada. Quiero entenderlo, quiero saber todo de él, quiero que confíe en mí, que se abra conmigo.
—Te quiero, JJ. —Lo abrazo con firmeza—. No hay apuro, tenemos todo el tiempo a nuestro favor, ¿no? Además... quizá mi insistencia se debe a que yo comencé a quererte primero —me sincero, buscando que su respiración vuelva a ser regular, a que se sienta cómodo, en un lugar seguro, mas no por eso se trata de una mentira. Es la verdad, yo me fijé primero en él.
Entonces, me rodea con solidez, haciéndonos girar, quedando yo debajo de él y sobre la cama.
—Quizá tú me empezaste a querer primero —su voz suave— pero no cabe duda, de que ahora yo te quiero más.
Y pasamos minutos acariciándonos en mi cama, con muchas promesas burbujeando en el ambiente, y con Cookie ladrando furiosa del otro lado de la puerta.
Soy muy feliz.
Me levanto de la cama, en busca de un refresco. Recuerdo que no he comprado la botella de Rosé Imperial de Moët & Chandon, le había enviado un mensaje a Ezra de que celebremos juntos. No obstante, las horas han pasado rápido, y tampoco he recibido una respuesta de su parte. Creo que ambos tenemos la cabeza en otros asuntos.
JJ rápidamente aparece, y me envuelve por detrás. Los pensamientos me invaden por completo, intento buscar una explicación a su reacción anterior. Quizá sigue sintiendo cierto resquemor a tener una relación conmigo.
Sé que JJ puede sentirse en conflicto, es el mejor amigo de mi hermano, y alguien muy querido en mi familia. Mis padres se ofrecieron a terminar de pagarle sus estudios cuando estaba en la Universidad. Luego de que su madre falleciera, su padre desapareció del mapa, dejándolo a la deriva y con un montón de asuntos por resolver.
Comprendo que pueda sentir que mi familia ya ha hecho suficiente por él, y quizá cree que si además aparece conmigo podría ser mal visto. ¿Pero a quién le importa lo que el resto piense? Está precisamente con el tipo de persona que no le interesa lo que el resto pueda hablar, yo siempre haré lo que se me antoje, sea bien o mal visto, y la verdad, es que lo que quiero es estar con él.
Sé que mis padres jamás lo despreciarían por su historia de vida, ni mucho menos me saldrían con el cuento de que no pertenece a nuestro grupo social, o que no tiene dinero.
JJ gana lo suficiente, y yo... pues yo, tengo el futuro asegurado. No es que abuse de eso, pero claramente es una ventaja. El dinero no importa, y yo estoy orgullosa del trabajo que tiene en la facultad.
Dinero,
dinero....
¿dinero? Mi cerebro hace click. ¡Mierda! ¿en qué momento dejé de divagar? Por culpa de la ausencia de mi divagación pasé por alto un detalle muy importante.
Me desprendo de JJ, y voy por mi computadora, tomando asiento en la mesa.
La historia de Nolan.
Nolan dijo que no es como nosotros, que no tiene dinero y estudia con una beca. Sin embargo.... cuando hablé con Fox dijo que fueron compañeros en el instituto. ¿Cómo no lo pensé antes? En que no tiene ningún sentido que Fox, de la renombrada familia "Grimes" rodeada de lujo y riqueza, sea compañero de Nolan... claro, si le pregunto argumentará que Nolan también estudiaba con ayuda financiera en aquel establecimiento. No obstante, esta vez yo iré dos pasos adelante suyo, porque aprecio al zorrito, pero yo jamás me quedo con preguntas.
Y entonces tomo mi teléfono, y entro a Instagram, encontrándome nuevamente con mensajes de Nolan, pidiéndome que lo ayude a quedar fuera del escándalo de sus amigos. Insiste en que si yo digo que él nunca estuvo involucrado, todos dejaran de acosarlo. Junto a sus mensajes, hay una solicitud de seguimiento.
Ignoro su mensaje, pero acepto su solicitud y le envío una de regreso, en pocos segundos ya me ha aceptado. Entro a su perfil retrocediendo a su época escolar. Necesito saber dónde estudiaron Fox y él, dónde terminó Fox sus estudios. Cuando por fin doy con el nombre no me suena ni un poco, lo escribo en el buscador y se trata de una escuela de escasos recursos. En la imagen, se ve humilde; una casa pequeña y antigua.
No entiendo...
Busco en internet información sobre la familia de Fox, encontrándome con un montón de rumores, nadie comprende el cómo han adquirido toda su riqueza, dicen que su padre es un mal hombre, violento y sin escrúpulos.
En medio de eso, Nolan sigue bombardeándome de mensajes, me desconcentra y me molesta. Respondo hecha una furia que me deje en paz.
—No entiendo cómo en el momento no lo encontré extraño. ¿Qué pasa conmigo? ¿Acaso habré perdido el toque? —le digo a JJ que ha tomado asiento frente a mí.
—Imposible. Pero me sentiría mejor si me haces parte de lo que estás pensando.
—Me junté con Nolan hoy día, amigo de Wes —le explico y él se cruza de brazos como si esa idea le disgustara—. Debía hacerlo, llámalo presentimiento, no lo sé, necesitaba aclarar algunas cosas.
Y pese a que creí que había sido en vano, quizá sí logré tener una pista.
No todo lo que brilla es oro, dicen por ahí.
¿Qué pasa si las cosas no son lo que parecen?
Recuerdo cómo cuestioné a Holly aquella vez en su casa, porque su relación se me hizo repentina, e inicialmente muy frívola.
«¿Tu relación con él es real?»
«Mi relación es real, me ofende que creas lo contrario».
Y entonces pienso en la conversación que tuvimos tiempo después en Kintova:
«Naomi... ¿crees que de una mentira puede surgir algo verdadero?»
«Quiero creer que sí puede surgir algo verdadero».
Todo revolviéndose en mi mente, formando una torre y en la cúspide de esta, quedan las palabras que dijo Fox en la facultad:
«Lo que Holly siente por mí no es amor»
«Para Holly estar conmigo significa algo».
—Creo que me han estado mintiendo en la cara —continúo hablando, y JJ toma mi mano con preocupación, puede advertir la ira que se apodera de mi cuerpo.
Con la otra mano, tomo el teléfono y llamo a Holly, pero me arroja a buzón de voz.
Mi teléfono vibra, e inmediatamente abro la notificación. No es Holly, es de Nolan y casi quiero llenarlo de insultos, porque no es momento propicio para molestarme, jamás lo es, pero me está hartando con sus problemas.
Nolan
Entonces cuando necesites mi ayuda no me busques.
Naomi
Yo jamás necesitaré la ayuda de nadie.
Otra vez esa sensación.
—¿Naomi? —me pregunta JJ— ¿estás bien?
Y sin embargo, respondo:
—Todo está más que bien.
𝑀𝓊𝒸𝒽𝒶𝓈 𝑔𝓇𝒶𝒸𝒾𝒶𝓈 𝓅♡𝓇 𝓁𝑒𝑒𝓇
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro