04: Cálida bienvenida.
Algo que no esperaba sucedió antes de entrar a la segunda clase, resulta que el director tenía algo importante que decirme, pues así se expresó el alumno que él había mandado a llamarme y si soy honesto no me interesa en lo absoluto.
Aun así sé que no puedo negarme, ya sea directa o indirectamente aquel sujeto está utilizando una orden sobre mí y como no quiero problemas en este momento hago caso y estoy caminando rumbo a la dirección.
Unos pasos más bastaron para que esté parado frente a la puerta color azul tierno, tocó sutilmente y escucho la voz ronca indicando que pase.
Veo a un hombre alto, de piel un poco acanelada y cabello castaño. Este sonríe al verme, a simple vista luce amable y su rostro me es familiar.
─ Buen día Yoongi, Soy Park Yoonseok, director de la universidad, gracias por atender mí llamado ─ ¿dijo Park? ─. Por favor toma asiento ─ apunta a la silla del otro lado del escritorio.
Hago caso y me siento, en todo momento me está viendo y mantiene su amable sonrisa como si la tuviera pegada o congelada en el rostro. Como no puedo controlar mi curiosa mirada analizó el interior de la oficina, veo muchos libros, cuadros de diplomas en la pared y un sofá rojo al fondo, estoy por pensar en que todo parece aburrido cuando cierta fotografía en el escritorio me hace fruncir el ceño.
¿Qué hace una fotografía de Jimin ahí?
─ Te mande a llamar por dos motivos ─ su voz me trae a la realidad, aún así no dejo de sentir curiosidad ─. La primera para darte mi más sentido pésame por la muerte de tu hermano, era un buen alumno y muy querido entre los maestros ─ lo miro con seriedad.
─ Gracias, pero quisiera no tocar el tema de mi hermano ─ intentó no sonar tosco, pero se que no lo he conseguido. Tengo el gran problema de no poder disimular cuando algo me molesta, mi voz se vuelve más dura y mi mirada más fría.
Juraría que aquella sonrisa amable se desvaneció por un instante reemplazandola por una hipócrita, entonces puedo ver un poco de falsedad en aquella mirada.
─ Te entiendo perfectamente ─ intenta escucharse comprensivo ─. Mi segundo motivo es para darte la bienvenida, espero que puedas encontrar lo que andas buscando ─ frunzo el ceño, acaso el... ─. Me refiero a tu carrera, espero que te vaya bien y puedas aprender muchas cosas.
Sonrío, yo también puedo sonreír falsamente ─. Muchas gracias director, no sabía que se le daba una bienvenida como esta a todos los nuevos ─ comento sin apartar mi vista esperando su reacción.
─ Me gusta darle la mejor bienvenida a todo aquel que viene por primera vez, que sienta que aquí será querido y que trataremos de ayudarle en lo que podamos ─ me dice luciendo tan amigable y amable, ahora entiendo porque tenía el título de director, el tipo tiene buena labia.
Porque por más que trato de confiar, persigo algo falso en aquel sujeto.
─ Eso me alegra y es alentador de escuchar ─ respondo simplemente.
─ Supongo que ya conoces a mi hijo, está en tu clase ─ señala con una sonrisa la fotografía de Jimin ─. También era tu cuñado ─ puedo sentir la malicia con la que aquellas últimas palabras fueron dichas, este hombre es extraño.
─ Lo era, pero en todo el tiempo que fue novio de mi hermano jamás hablé con él ─ confesé. En realidad trataba de evitarlo, pues me dolía verlo con alguien más, me dolía verlo con Yoonbin.
28 de agosto de 2023.
Me encuentro observando la televisión mientras me termino de a poco el helado de chocolate que había estado en el freezer por más de una semana, cuando un animado Yoonbin entra casi tirando la puerta.
Lo miró con curiosidad y este viene a mi dirección.
─ ¿Qué tal hermanito?, ¿De nuevo consumiendo azúcar? ─ pregunta tirándose en el sillón, a mi lado. Se que lo dice por el helado, pues en la mañana había comido otro buen poco, en realidad me gusta mucho el chocolate y una vez lo pruebo ya no puedo parar.
─ Déjame, estoy volviendo a vivir, quiero disfrutar de todo sin preocupaciones ─ le sonrió, pues ambos sabíamos lo bien que me estaba yendo con el nuevo medicamento.
Este no presta atención a mis palabras, toma el control y apaga la tv.
─ Alístate, hoy en la noche saldré con Jimin y quiero que tu vengas con nosotros ─ inevitablemente arrugó el entrecejo, ¿está bromeando cierto?
─ No me pidas eso, no quiero ir y conoces mis motivos ─ menciono con semblante decaído. A veces siento que a mi propio hermano le divierte mi sufrimiento, pues este sabe perfectamente mi situación, yo de imbécil se lo confié una vez y a los pocos días comenzó a salir con el omega que le dije que me gustaba.
─ Ay no seas aguafiestas, ¿no me digas que aún sigues enamorado del novio de tu hermano mayor? ─ hay diversión en su pregunta, me siento mal, Yoonbin se estaba aprovechando de mi, de lo que siento incluso si me empeño en arrancarme aquellos sentimientos del pecho.
─ No te burles, lo digo en serio, no iré, y ya está decidido ─ me pongo de pie.
─ Alguien está molesto.
Mierda cállate quieres.
─ Deja de jugar conmigo, no es divertido ─ suelto con voz dura mientras me alejo a toda velocidad.
Salgo de la dirección y suelto un profundo suspiro, todo esto en tan cansado, el director tiene un aura extraña, no logro entender porque.
Aun así no pienso detenerme a pensarlo, comienzo a caminar rumbo a mi salón de clases pero como si la Luna tratara de joderme el día veo al causante de mi lucha interna aparecer en mi camino.
─ Yoongi ─ de nuevo está utilizando ese timbre de voz que me hace tambalear.
─ ¿Qué quieres? ─ pregunto tosco y sin muchos ánimos, de nuevo comienza a dolerme la cabeza.
─ Que me respondas una pregunta ─ incluso si luce nervioso, veo algo de determinación en su voz.
─ Dime.
Hay silencio, tarda unos segundos en hablar finalmente ─ ¿Crees que tengo algo que ver con la muerte de Yoonbin cierto?
No sabía que estaba siendo tan evidente.
─ Tengo mis sospechas ─ respondo tranquilamente a lo que el soba su pecho, como si le doliera, lo veo morderse el labio y parpadear un par de veces.
─ Nunca, ni siquiera por las incontables discusiones que tuvimos quise que algo así le pasara ─ de nuevo comienza a jugar con el dije de su collar, el cual era una cruz plateada, con rosas rojas incrustadas el cual hace resaltar su lechosa y lisa piel, donde sus clavículas se marcan atractivamente.
─ ¿Y yo como sé que me dices la verdad? ─ lo encaro ─. Se que peleaban todos los días, muchas veces los escuche, ya sea por teléfono o cuanto los veía juntos; aún así no entiendo el motivo, Yoonbin siempre fue muy conservador ─ admito.
─ Teníamos nuestras diferencias, pero de ahí a querer matarlo es diferente.
─ ¿Lo amabas? ─ necesito saberlo, quizá logre ver la verdad o la mentira a través de su mirada.
─ ¿En? ─ luce confundido, es obvio que no esperaba mi pregunta, la verdad es que yo tampoco la esperaba.
Lo veo tragar grueso, de nuevo acaricia su pecho y parece inseguro.
─ Él fue mi única salida ─ suelta demasiado bajo, pero lo suficiente para que yo escuche. Sus palabras me extrañan y siento la incertidumbre dentro de mí, como si es algo importante y de valor.
─ ¿Qué tratas de decir? ─ lo miro mirar atrás de mí y tensarse, luego escucho la conocida voz de Yoonseok.
─ Jimin, hijo te estaba buscando, por favor ven y échame una mano con algo ─ otra vez sonríe y es la misma mueca aparentemente amable pero que a mí me causa una extraña y fría sensación.
─ Ten un lindo día Yoongi ─ me dice el alfa y veo como de forma obediente Jimin camina hasta su padre.
Esos dos eran muy raros.
Gracias por leer ❤
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