Capitulo 1. Alfia-san
A veces lo recuerdo...
Aquel recuerdo distante de mi hermana corriendo por el campo de flores.
Ella siempre tuvo un cuerpo débil, pero en su niñez podía correr con normalidad.
Corría y corría, aún si había lluvia o sol, ella seguía corriendo.
No sé si era porque lo disfrutaba o porque sabía que en algún momento ella ya no podría ni siquiera levantarse de su cama.
Pero la sonrisa sincera en su rostro me decía que no la detuviera.
Siempre la observaba.
Desde pequeña siempre tuve un talento incomparable, era una prodigio entre los prodigios, aún si me especializaba en magia, era capaz de manejar todas las armas conocidas.
Con una destreza sin igual, podía blandir cada espada como si hubiera entrenado con ella toda una vida, aún si nunca la había visto.
Todo ese talento se lo arrebate a aquella frágil chica en el vientre de nuestra madre.
Al robarle todas sus fortalezas físicas, ella termino con un cuerpo débil, capaz de ser vencida por una fuerte ráfaga de viento.
Pero aún así, era amada por todos.
Por nuestras compañeras, por los ciudadanos e incluso nuestra diosa le tenía un amor incondicional.
Incluso yo la amaba demasiado.
Aquella hermosa llama blanca en su corazón, más cálida y amble que ninguna otra.
Verla día con día era lo que me hacía feliz.
Hasta que el destino decidió llevársela...
Ella se había embarazado de uno de los bárbaros e incompetentes miembros de la Familia Zeus.
Nuestra diosa le aconsejo abortar al niño en su vientre, pues su cuerpo no resistiría el parto, era algo que toda nuestra ‹Familia› sabía.
Pero...
Ella tenía la misma sonrisa de cuando éramos niñas...
Esa sonrisa tan cálida y sincera en su rostro me impedía detenerla.
El día del parto llegó y como era de esperarse... Metería murió.
Desconsolada por perder a su hija favorita junto con el exterminio de su ‹Familia›, la diosa Hera regreso al ‹Tenkai›.
Aquel niño que mi hermana dio a luz fue acogido por Zeus, el dios del fallecido padre de ese pequeño.
Yo fui incapaz de cuidarlo, no pude hacerlo, ame a mi hermana más que a nada en el mundo, pero aún así... No pude estar a su lado en el momento de su muerte.
No fui lo suficiente fuerte para poder verla morir.
Me odio por eso...
No era digna de estar al lado del pequeño... Pero no quería que ese niño sufriera lo que nosotros sufrimos.
Fue entonces cuando "él" apareció.
Así creamos Evilus.
El mundo necesita héroes y eso héroes se forjaran en esta era.
Quiero un mundo en el que ese niño no tenga que empuñar una espada.
Un mundo en donde no tenga que sufrir.
Y si... Por alguna razón termine luchando está guerra sin fin.
Quiero que esos héroes nacidos en este momento, estén a su lado cuando camine por ese peligroso y doloroso camino.
Es por ello que seguí con mi misión, mi ideología.
Cause un caos inmenso en la ciudad en compañía de ese dios y Zald.
No había rival que pudiera detenerme, ‹Vendaval›, ‹La Princesa muñeca› ‹Nine Hells›, no pudieron pararme.
Ni siquiera aquel dependiente estrella de la diosa Freya fue capaz de hacerme un rasguño.
Sumergimos a Orario en la oscuridad.
Y en esa misma oscuridad, la luz comenzó a brillar con intensidad.
Los aventureros comenzaron a relucir en el campo de batalla, mi admiración a la diosa Astrea era genuina.
‹El Valiente›, sin duda se convirtió en un héroe con su liderazgo.
Los héroes ya habían nacido...
Y mi misión al fin concluyó, ya solo faltaba una cosa...
Debían derrotarme para convertir a esos héroes en un símbolo al que los demás aspiraran.
Zald y yo caímos.
Me siguieron hasta la Dungeon en donde sería mi "batalla" final, termine cayendo en lo profundo de la misma.
Y en el frío suelo que se encontraba frente a un gran árbol.
.
.
.
Morí...
"Su cabello es un poco menos blanco que el mío..."
Unas palabras inocentes se escuchaban en la lejanía.
Palabras que no tenían ningún sentido para mí, pero por alguna razón me recordaban a esa niña frágil que llame hermana.
Pude sentir como mi corazón volvió a latir al recordar los recuerdos que viví con la que era la persona más importante en mi vida.
Y de pronto... El cristal que me mantenía cautiva se había roto.
Me encontraba en el mismo lugar en el que fallecí.
Una sensación extraña recorrió mi cuerpo, mi tos salía violentamente de mis labios.
Mi cuerpo entero comenzó a presentar un dolor inmenso, pero pude notar que las heridas mortales que tenía ni siquiera podían verse como cicatrices.
Como si el mundo me hubiera dado otra oportunidad, me encontraba sana.
La enfermedad que me persiguió durante tantos años ya no estaba.
Lentamente me puse de pie y comencé a caminar por esos nostálgicos e infernales pasillos.
"Todo se ve igual pero..."
"Algo es diferente."
Pensé para mí misma mientras mis sentidos mantenían la misma sensación.
No sabía que era lo que me hacía pensar que algo no era normal.
Pero poco pude pensar antes de escuchar los gritos desesperados de un aventurero.
Los estruendos por su batalla resonaban por todo el piso, seguí el sonido incesante de aquel valiente aventurero.
"Aún si no puedo derrotarte... "
"Aún si mis piernas tiemblan..."
"Aún cuando cada parte de mi cuerpo duela..."
"¡No pienso morir sin pelear hasta el final!"
Su valentía llamo mi atención, su determinación era como la que quería que tuvieran los héroes del futuro.
Pero lo que más me sorprendió del chico...
Fue la pureza en sus ojos, aún en esta violenta batalla.
No había odio ni miedo en ellos.
Sino valentía y una determinación increíble.
A pesar de verlo en una situación desesperada, era capaz de notar su nobleza y amabilidad con solo verlo.
Además de su hermoso cabello blanco y puro como la nieve.
"No es mi problema..."
Pensé.
"No te involucres o echarás a perder todo lo que hiciste."
Me dije a mi misma.
Si las personas no me ven como villana, aquel odio que fomento la cooperación entre ‹Familias› y aventureros podría desaparecer...
Y Orario volvería a lo que era.
No quería eso.
Pero... Al ver a ese chico no puedo evitar pensar en Metería...
"Eres una idiota..." Me dije a mi misma.
Alfia: [Llora, santo campanario]
Dirigí mi mirada hacia el chico, para entregarle una advertencia antes de disparar mi magia contra el monstruo frente a mí.
Alfia: Será mejor que te pongas a cubierto... «Genos Angelus»
Cómo era de esperar, solo hubo destrucción frente a mí.
No deje rastros del ‹Monster Rex›, ni de los demás monstruos cercanos.
Pude ver cómo el chico salió de su escondite, completamente debilitado y desangrándose se acercó lentamente.
"Debe estar asustado por lo que acaba de ver..."
Alfia: No debes moverte aún, intenta descan...
Bell: Gra... cias... – Interrumpió antes de caer desmayado.
"¿Gracias?"
"¿Por qué dijo eso?"
"Lo normal es estar asustado... ¿Entonces por qué?"
Mis pensamientos se hicieron un caos, al verlo debilitado en el suelo, hacia que el recuerdo de ella se hiciera cada ves más fuerte
Arranque un poco de la tela de mi traje para hacer vendas provisionales.
Y comencé a vendar su cuerpo junto con un par de torniquetes para detener las hemorragias.
Alfia: No morirás... Pero necesitas ir a la superficie.
Dije en voz baja, era evidente que no había nadie más en el piso y el se encontraba sin conocimiento.
Lo lleve cargando hasta las escaleras del piso, pero antes de que pudiera subir...
"Los miembros de su ‹Familia› dijeron que lo dejaron en este piso›"
Pasos apresurados se acercaban hacia nosotros, las voces provenían de dos personas.
Yo me oculte detrás de una roca, mientras observaba como una humana y una chica gato se llevaban al chico.
Poco interés me dio, después de todo ellas parecían realmente preocupadas por el niño.
Sin embargo, era mi oportunidad para salir de aquí.
Si las sigo podré adaptarme al entorno de la superficie, solo debo mantener un perfil bajo.
Fue así como seguí a esas aventureras de claramente ‹Segunda Clase›.
Subíamos piso por piso.
Los monstruos no se acercaban, tal vez por el sentimiento de peligro natural que desprendía o porque podían ver cómo esas dos aventureras los destrozaban en cuestión de un abrir y cerrar de ojos.
Sea cual sea el caso, se nos hizo fácil llegar a la superficie.
Cubrí mi rostro con un poco más de tela de mi vestido, aunque resultará incómodo ir tan descubierta, era algo necesario para evitar llamar la atención.
Y al salir de la Dungeon... Lo noté.
Sin duda estaba en Orario, pero no en mi Orario.
No había destrucción ni caos, las personas no se asesinaban en medio de la calle, los niños no morían por daños colaterales.
Todo era muy pacifico.
Era como un sueño hecho realidad, hasta el deslumbrante sol que cegaba mis ojos por su brillo, era realmente pacifico.
"¿Realmente no estoy muerta?"
Sin duda no era mi Orario, pero no tenía sentido.
"¿Por qué de la noche a la mañana Orario se volvió así?"
Seguí pensando en esas cuestiones mientras continúe siguiendo al par de chicas.
Por suerte, parece que ese chico es famoso, llamaba la atención de todos los transeúntes, era la cortina de humo perfecta para pasar desapercibida.
Ocultarse a plena vista.
Fue así como llegué a un hospital, ahí fue cuando pude ver algo que me saco de mis casillas.
Ryuu Lion... Esa chica de catorce años que me enfrentó hace apenas unos días, ya no era una chica, ahora era una mujer.
"Veinte... No... ¿Veintiuno?"
¿Cómo era posible que aquella joven aventurera de nivel 3, ahora sea una mujer adulta de 21 años?
Ella se encontraba bastante malherida, con solo verla puedo decir que todo su cuerpo está dañado, especialmente sus piernas.
Ambas se encontraban rotas.
Sin duda alguna ella había librado una batalla violenta.
Poco después de que la recostaran en la cama, otra persona más del pasado apareció frente a mí.
Airmid, esa niña de doce años que empezaron a llamar ‹Santa›, ahora parecía tener diecinueve.
Airmid: Lamento llegar tarde, el chico requería mi atención inmediata.
Lunoire: ¿Cómo se encuentra?
Airmid: Grave, sino hubieran hecho ese torniquete, Cranel-san hubiera muerto.
Lunoire: ¿Torniquete? Nosotras no lo hicimos...
Anya: ¿Tal vez lo hizo él antes de desmayarse~nya?
Airmid: Sea cual sea el caso, logró sobrevivir por poco, mi magia lo curo lo suficiente como para que ya no esté en peligro, sin embargo, aún sigue grave.
"El chico sobrevivió..."
Me alegre levemente, el recuerdo de mi hermana fue traído nuevamente a mí debido a él, era algo que agradecía.
"Tal vez deba verlo una vez más, pero primero..."
"Debo arreglar esto..."
Me dije a mi misma luego de ver mis heridas. No eran tan graves pero, llamar la atención no es algo que quiera, debo pasar desapercibida por ahora, al menos hasta que entienda bien la situación.
Entre al almacén de la sede, retire mi desgastada ropa y fui dejando prenda por prenda en suelo del lugar.
Abrí un par de pociones y las vertí sobre mi piel desnuda, las heridas estaban empezando a desaparecer, sin duda era una poción de alta calidad.
Tome un atuendo de aventurera que se encontraba en una de las tantas cajas con pertenencias de los pacientes, junto con una túnica negra.
"Esto bastará."
Camine por los pasillos del hospital de forma natural, nadie me notaba, era algo más que perfecto.
Logré encontrar la habitación del chico, en ella se encontraba una diosa arrodillada al lado del inconsciente cuerpo del joven.
Espere pacientemente hasta que lo que parecía su ‹Familia› saliera de su habitación.
Estaba tomando muchas molestias para ver su rostro una vez más.
Pero...
Él...
Alfia: Realmente se parece a Metería... – Susurré, mientras acariciaba su rostro con mi mano.
El recuerdo de mi hermana vivía en este chico, no conozco la razón, tampoco sé porque mi corazón titubea tanto al estar frente a él.
La culpa que albergaba desde la muerte de mi hermana salió a flote.
Aquellos preciados momentos con ella llenaron todo mi ser de tristeza.
No tuve tiempo para estar en duelo por la muerte de Metería.
"¿Por qué ahora...?"
Incluso si me hacía esa pregunta no sabía la respuesta.
En un momento de debilidad, lágrimas comenzaron a recorrer mi rostro.
Por segunda vez en toda mi vida... Me encontraba llorando.
Tenía el cabello tan puro del chico entre mis dedos, seguí observando su rostro inconsciente mientras el recuerdo de mi fallecida hermana continuaba sacando lágrimas de mis entristecidos ojos.
Y antes de que me diera cuenta...
El chico ya había despertado.
Sus ojos eran de un hermoso color rubí, y de ellos comenzaron a salir unas cálidas lágrimas.
Parecía intentar acercar su mano hacia mi rostro, tal vez con la intención de limpiar mis lágrimas.
Pero se encontraba demasiado débil para hacerlo.
Y antes de que pudiese decir algo.
Lo prive de su conciencia, noqueándolo con un pequeño «Gospel».
No podía dejar que se supiera que sigo viva, incluso si el chico me daba un sentimiento nostálgico, debía partir.
Alfia: Gracias... Por traerme esos recuerdos que enterré con frialdad... Al fin pude lidiar con mis emociones como se debe.
Le entregue mi agradecimiento, junto con un pequeño beso en su frente antes de abandonar la habitación.
Y en las calles que alguna vez fueron transitadas por mi ‹Familia›, me refugie, perdiéndome en las sombras de Orario.
X.X.X.
"Alfia..."
Bell: ¿Eh?
Welf: Eso estabas repitiendo una y otra vez.
Lili: ¿Significa algo para usted, Bell-sama?
Bell: No estoy seguro...
Realmente no lo estaba...
Pero escuchar esa palabra me traía un sentimiento desconocido.
¿Tristeza? ¿Nostalgia? No lo sabía.
El sueño de aquella mujer en mi habitación, ¿Significará algo?
"Ella lloraba..."
Fue lo que pensé al recordar ese momento.
"No sé si fue un sueño o no..."
"Pero esa mujer definitivamente era la misma que en los pisos profundos."
"Ella me ayudó... Le debo mi vida."
Bell: Alfia... Debe ser su nombre...
Lili: ¿Uh?
Welf: ¿De qué hablas Bell?
Bell: Debo agradecerle... Debo agradecer a Alfia-san.
Sueño o no...
Ella sufría.
Quiero ayudarla...
Quiero salvarla de su dolor.
Y hasta el momento en el que vuelva a verla.
Espero que se encuentre bien.
Fin.
Ostia... En serio no se que onda con la sangre norteña pero creo que este capítulo es lo mejor que he escrito en mucho tiempo, al menos para mí.
Y eso que es súper corto.
Bueno dejando de lado mi fanatismo a este fic, la razón por la que no lo actualizo tan seguido.
Si me sigues, podrás ver qué tengo más Fics, de los cuales 2 ya están por finalizar, no diré cuáles pero pues ya casi.
Estoy esperando a que los acabe para así poder actualizar este fic más seguido.
Pero tampoco puedo ignorarlo, a parte de que me esta encantando como va quedando y que sin duda es mi mejor obra hasta la fecha.
Tuvo un muy buen apoyo de parte de ustedes, cosa que realmente me sorprendió por el ship, sé que es algo más o menos turbio, muy rico pero turbio.
Realmente les agradezco mucho su apoyo y paciencia.
Es por ello que como no puedo ponerle tanta atención como quisiera debido a mi falta de tiempo.
Llevaré este fic por medio de votos.
Empezaré a escribir el siguiente Capítulo, cuando haya llegado a 100 votos y a los 150 votos lo publicaré.
De esta forma puedo avanzar mis otros Fics mientras llegan a la cantidad de votos y al mismo tiempo no descuido la historia.
Fue la forma que se me ocurrió, si tienen sugerencias pónganlas aquí, en serio me servirían.
Si puedes compartir el fic realmente lo apreciaría, ya que es una historia que realmente me está gustando jsjs.
¡Gracias por darme un poco de tu tiempo y leer este fic, en serio lo agradezco! Si te gusto por favor deja tu voto o algún comentario, eso anima mucho a seguir escribiendo, sin más que decir muchas gracias por leer.
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